EL BUEN SAMARITANO …en clave HOSPITALARIA
Se levantó un legista y dijo, para ponerle a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Jesús le dijo: «¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.» El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: «¿Y quién es mi prójimo?» prójimo?»
Jes煤s empez贸 a decir: Bajaba un hombre por el camino de Jerusal茅n a Jeric贸.
y cay贸 en manos de salteadores que, despu茅s de despojarle y darle una paliza,
se fueron, dejรกndole medio muerto.
Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo.
De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo.
Pero un samaritano que iba de camino lleg贸 junto a 茅l, y al verle tuvo compasi贸n.
Acerc谩ndose, vend贸 sus heridas, echando en ellas aceite y vino;
y le mont贸 luego sobre su propia cabalgadura,
le llev贸 a una posada
y cuid贸 de 茅l.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero diciendo: ‘Cuida de él, y si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva’
Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?» El maestro de la Ley contestó: «El que practicó la misericordia con él» Y Jesús le dijo:
«Vete y haz tú lo mismo.»
La parábola del Buen Samaritano constituye el fundamento bíblico de la hospitalidad y de su específica acción evangelizadora LA CUESTIÓN DEL PRÓJIMO Esta parábola nos lleva sobre todo a dos aclaraciones importantes: importantes: * Mientras el concepto de «prójimo» hasta entonces se refería esencialmente a los conciudadanos y a los extranjeros que se establecían en la tierra de Israel, ahora ese límite desaparece. desaparece. Mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar. ayudar. * Al mismo tiempo, llama nuestra atención el Samaritano como “prójimo”. “prójimo”. No sólo a la persona que necesita ayuda, sino y sobre todo, a quien ha de socorrerle, es decir, la persona a la que se plantea el desafío de la necesidad ajena, que no sólo puede, sino debe hacerse “prójimo”. “prójimo”.
Amor a Dios y amor al prójimo se funden entre sí: en el más humilde encontramos a Jesús mismo y en Jesús encontramos a Dios.
UN CORAZÓN QUE VE El viandante que se topa con los salteadores representa a todas las personas que se encuentran en una situación de necesidad y de sufrimiento, tanto de tipo espiritual como físico. físico. Por ello todos los lugares donde exista pobreza, enfermedad, sufrimiento son privilegiados para que, los Hermanos de San Juan de Dios, ejerciten y vivan el Evangelio de la misericordia. misericordia.
El Buen Samaritano es el modelo guía para todas las formas de atención y de ayuda a favor de cualquier persona necesitada o que sufre. EL SERVICIO SAMARITANO: EL CUIDADO INTEGRAL DE LA PERSONA La acción de socorro del hombre de Samaría ilustra además de modo evidente la indivisibilidad de la atención física, psíquica y espiritual. espiritual. Al no mostrar miedo por el contacto con el malherido, además de cuidar de sus heridas físicas, el Buen Samaritano, al acercarse de forma espontánea, le devuelve su dignidad y su valor. valor. El hecho que cuide del otro está efectivamente permeado por la convicción de que el otro posee una dignidad inalienable y que respetarla es algo intrínsecamente humano. humano.
Del mismo modo que la sencilla terapia de vino y aceite da inicio a la curación de sus heridas físicas, la actuación desinteresada de recibir atención y caridad provoca su curación interior al devolverle la estima por sí mismo y por los demás. demás.
Conviértete en el prójimo del que no tiene a nadie, del que ha sido privado de su humanidad y dignidad. VETE Y HAZ TÚ LO MISMO: MISMO: LA HOSPITALIDAD COMO EVANGELIZACIÓN La hospitalidad como servicio al prójimo, con sus muchos matices, hace que se mantenga actual el Evangelio de la Caridad, así como lo vivió Jesús y tal y como está condensado en la parábola del Buen Samaritano. Samaritano. El servicio samaritano “en su gratuidad, es el mejor testimonio del Dios en el que creemos”, porque Dios es amor y se hace presente justo en los momentos en que no se hace más que amar. amar. El amor al prójimo vivido bajo la clave de la hospitalidad se convierte en evangelización, es más, para muchas personas será “la única Biblia que leerán en sus vidas”. vidas”.
MODELO DEL BUEN SAMARITANO Cuando veamos alguna necesidad, algún sufrimiento,… sufrimiento,… acercarnos compasivamente y hacernos cargo de ella, poniendo en juego todos los recursos que tenemos a nuestro alcance para aliviarla. aliviarla.
Toma de conciencia: conciencia: ‘Al verlo… verlo…’ Compasión ‘…se compadeció de él’ Proximidad: Proximidad: ‘se acercó’ Donación: Donación: ‘Le vendó las heridas, echando en ellas aceite y vino’.
Se ofrece al
enfermo lo que es y lo que tiene, el aceite y el vino son símbolos de los recursos del que acompaña: acompaña:
1) la
presencia
2) la
calidad de la comunicación
3) la
catequesis
4) la
propuesta de la palabra de Dios, la oración
5) el
ofrecimiento de los sacramentos
Acompañamiento: Acompañamiento: ‘Lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él’
Colaboración: Colaboración: ‘Al día siguiente sacó unos dineros y se los dio al posadero, diciendo: diciendo: cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a mi vuelta’ vuelta’ Ser
buenos
samaritanos
significa
interiorizar y testimoniar la ética, siempre antigua
y
siempre
nueva,
que
sabe
transformar el conocimiento y la toma de conciencia
de
una
necesidad
encuentro de solidaridad. solidaridad.
en
un
Norka C. Risso Espinoza Centro San Juan de Dios – Ciempozuelos http: http://pastoralsanitaria. //pastoralsanitaria.blogspot. blogspot.com. com.es/ Texto: Texto: La Pastoral según el estilo de San Juan de Dios Imágenes: Imágenes: Internet