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REFLEXIONES No tan joven… pero sí más bella
La lucha por mantener la eterna juventud es una de las mayores batallas de la mujer. La sociedad nos convierte en adictas, necesitando estar siempre bellas y jóvenes, midiendo nuestra valía en función de la tersura de nuestra piel.
Mejor sería madurar con dignidad y estilo. La mujer madura es más fuerte, segura e interesante y, por lo tanto, más atractiva.
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No tan joven, pero sí una mujer más bella
La juventud es una etapa maravillosa por la que todas pasamos y disfrutamos. Sin embargo, la juventud es una etapa más de la vida: no es la única, ni la mejor.
Bella juventud, bella madurez.
La vida es perfecta tal y como es.
Cuando disfrutamos de la juventud, solemos también sufrir de la inseguridad que la caracteriza, y no nos valoramos ni conocemos como debiéramos. Cuando el tiempo pasa y no somos tan jóvenes, es cuando verdaderamente sabemos quiénes somos y lo que queremos.
La juventud está para compensar las inseguridades y los errores. La madurez, para afrontar los cambios de la vida y de nuestro cuerpo. Aprovechemos la madurez para convertirnos en una gran mujer, más fuerte, más valiente, más segura y mucho más atractiva.
Cada edad tiene sus ventajas
Cuando aprendes que la autenticidad, el carisma, la seguridad, y el ocuparse de una misma es lo más atractivo de una mujer,Mayor, vieja, madura, o lo que quiras llamarme... soy mujer bella. te darás cuenta de que no habrá piel, por tersa que sea, que pueda competir contigo. Una mujer con ganas de comerse el mundo es la más interesante de todas.
La juventud puede ser embriagadora y deseable, pero en el medio plazo, si sólo es eso, aburre.
Por muy atractivas y jóvenes que podamos ser, si no cultivamos nuestra personalidad, sólo seremos como la bonita portada de un libro, que una vez ojeado, no apetece leer. Sustituyamos nuestras preocupaciones más banales y ocupémonos de equilibrar nuestra vida con nuevos y apasionantes retos.
La mujer valiosa es aquella que sabe madurar con dignidad, la que se siente hermosa por dentro y por fuera, la que toma las riendas de su vida, y que sabe adaptarse a los cambios. Sus arruguitas sólo le recuerdan las experiencias vividas, sus risas y sueños cumplidos.
Mujer madura, mayor, más bella que nunca
Mujer valiosa, madura y digna
Suspirar por quienes fuimos o compararnos con las demás es darnos muy poco valor a nosotras mismas. La vida no es un concurso: No hay ninguna mujer en el mundo que pueda compararse contigo. Como tú, no hay ninguna. Explota siempre lo mejor de ti, sin compararte con nadie más.
No importa tu edad, ni tu altura, ni tus medidas.
Si tú te sientes bella, así te verán. por www.shoshan.cl
Soy mujer
Soy mujer cuando me miro al espejo y veo que ya no estoy tan joven.
Soy mujer cuando quiero superarme aunque ya parezca tarde.
Soy mujer cuando leo un libro y no tengo tiempo de terminarlo.
Soy mujer cuando tengo que lavar toda la ropa pero no quiero doblarla.
Soy mujer cuando me quiero cambiar el color de cabello, pintarme las uñas de rojo, hacerme un facial o ponerme unos tacones altos.
Soy mujer cuando me paso horas en el teléfono escuchando de mis amigas con sus problemas amorosos o que están cansadas de la rutina de todos los días, de sus nuevos amores y de sus decepciones… ¡como si no fuera suficiente con las mías propias!
Soy mujer cuando tengo la capacidad de que un ser humano se forme dentro de mí por 9 meses.
Soy mujer cuando doy a luz con dolor o cuando me tengo que recuperar de una cesárea.
Soy mujer cuando me divido en: madre, esposa, amiga, psicóloga, enfermera o maestra, todo ello sin necesidad de tener el mencionado título, o recibir salario alguno por ello.
Soy mujer cuando me levanto temprano a atender a mis hijos antes de irse a la escuela.
Soy mujer cuando hago todo lo posible por acostar a mis hijos más temprano para hacer el amor con mi esposo.
Soy mujer cuando quiero complacer a mi pareja aunque no estemos de acuerdo en algo.
Soy mujer cuando busco un tiempo para tomarme unas copas con mi esposo, novio, amante, amigo, etc.
Consejos de mujer
Soy mujer cuando doy consejos que ni yo misma aplico en mi vida, pero que de todos modos, a alguien logran ayudar.
Soy mujer si me gusta el rosado, el azul o el marrón, tanto si me gustan los deportes como si no los puedo ni ver. Mujer si me gustan o no, las joyas, ropa o moda... pues me siento femenina con ello, aunque no me queden igual que a las modelos.
Soy mujer cuando me dejo seducir por los zapatos y bolsos. Pueden ser 100 pares o más los que tenga, da igual pues me encantan y los quiero todos, incluso aquellos que ya no utilizo desde hace tiempo porque ya pasaron de moda.
Soy mujer cuando pido que me traten como una reina, que me cuiden, que me mimen y me respeten. ¡Porque merezco ser tratada así, claro que sí!
Soy mujer porque tengo la capacidad de amar y de ser amada.
Yo soy mujer por www.shoshan.cl
Por estas y muchas más razones, soy mujer, y orgullosa de serlo.