Cumbayá
Por: Lorena Ballesteros
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esde la Plaza de Cumbayá, como si de un polo magnético se tratase, atrae la mirada una colorida casa patrimonial esquinera, cuya fachada se ha respetado para evidenciar un estilo arquitectónico de nostálgicos años, que hoy se funde con colores vivos transportándola a un ecléctico presente.
Una puerta de rejas blanca es el ingreso al mundo de fantasía del nuevo restaurante de La Boca del Lobo. La paleta de colores en su esplendor, combinada con distintos materiales, conviven en armonía creando inimaginables mezclas que parecerían dispares para el común de los mortales, y que de una extraña manera dan resultados fantásticos, que sitúan a la vanguardia decorativa esta propuesta.
En plena Plaza de Cumbayá atrae la mirada una colorida casa patrimonial esquinera que hoy se funde con colores vivos de un ecléctico presente
Estilos de antaño encuentran su lugar en espacios modernos, creados con detalles neoclásicos que se combinan con materiales puros, representativos del modernismo actual. El mobiliario de estilo barroco habita en medio de múltiples colores rematados por expresivos murales en las paredes. Una casa coqueta marca su personalidad con vanidad estética, variedad gastronómica en sus platos, encanto en sus bebidas, y una elocuente presencia que parecería hablar por sí sola. La Boca del Lobo es un espacio con duende, que atrae a más de uno de los visitantes de la Plaza de Cumbayá.
La Boca del Lobo
Deleite sensorial Por: Irene Ycaza Arteta
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