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Llaman a probar otros pescados

Ganan terreno tilapia y salmón importados de China y Chile

VÍCTOR OSORIO tin Nowell, publicó un informe que proporciona más evidencia de una reducción en la actividad de pesca ilegal que amenaza a la vaquita marina. z La basura se acumula en tiraderos en el río Pesquería.

“En 2022 hubo un importante nuevo desarrollo en el ZTA, el polígono de 225 kilómetros cuadrados dentro del Refugio de la Vaquita de México en el Alto Golfo de California”, señala el reporte.

Entre el 8 de julio y el 30 de septiembre, detalla, la Armada de México instaló 193 bloques de hormigón de un metro cuadrado en la ZTA para impedir el uso de redes de enmalle, en las cuales han quedado atrapados ejemplares de vaquita marina. Señala que fueron detectadas menos embarcaciones de pesca en el ZTA tras la colocación de las estructuras.

“Aunque los conteos de panga no estuvieron disponibles para todos los días de marea viva debido a la ausencia ocasional de barcos de Sea Shepherd en el área, la comparación de mareas consecutivas para los dos años sugiere una reducción significativa en la pesca con redes de enmalle en la ZTA en 2022”, apunta.

La Cuaresma de 2023 encuentra a la Nueva Viga, el segundo mercado de pescados más grande del mundo, en plena recuperación tras la caída de ventas por la pandemia de Covid-19.

Desde muy temprano, se observa en sus pasillos un intenso trajín de diableros movilizando decenas de especies distintas de pescados y mariscos, en un rango de precios que va de 30 a mil 500 pesos el kilo.

La demanda, sin embargo, está muy concentrada en unas pocas especies, las más conocidas –huachinango, róbalo, mojarra– a pesar de existir muchas otras con igual o mayor valor nutricional, sabor competitivo y mejor precio.

Oceana, organización ambientalista que desde hace años impulsa una mejor regulación de la actividad pesquera, que incluya un esquema de trazabilidad de los productos que llegan a las mesas, realizó en 2021 un ejercicio de muestreo de la diversidad de productos a la venta en la Nueva Viga.

Encontró 58 variedades en 42 puestos. Las más recurrentes fueron tilapia, salmón, atún, sierra, basa, robalo, huachinango y mojarra.

Y este año es notoria -en forma de pilas de cajas de cartón con producto congelado- la creciente presencia de tilapia y basa procedente de China, donde se produce de forma industrial y con un elevado empleo de antibióticos, así como de salmón importado de Chile.

Llama también la atención la sospechosa abundancia de dorado, una especie protegida cuya captura solo está permitida para pesca deportiva y que en teoría solo puede comercializarse cuando termina en las redes de forma incidental.

Y uno de los factores que ayuda, señala, es la misma variedad de productos disponibles y la posibilidad de congelar muchas de ellas para atender la demanda durante el año, sin riesgo sanitario.

De hecho, comenta, es muy poco el pescado que no se vende.

Aboga por una mayor apertura de los consumidores a probar especies diferentes a las más comunes, que pueden tener además la ventaja de un mejor precio.

“Hay muchas especies que son muy buenas. Ya viene la temporada de curvina, que es una especie de muy buen sabor y que sirve para lo que se quiera, para filete, para ceviche. Y tiene muy buen precio. Anda en 30 pesos el kilo”, ejemplifica.

“Lo importante es que la gente nos permita enseñarle que hay opciones. Si nos dice ‘voy a querer un filete de pescado’, podemos ofrecerle diferentes. Luego llegan y dicen ‘yo quiero huachinango’, ‘oiga pero está más caro’, ‘yo quiero huachinango’, y eso les vendemos”.

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