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De política y cosas peores

E l nieto mayor de don Langudio le preguntó: “Abuelo: ¿recuerdas la primera vez que hiciste el amor?” “¡Ay, hijo! -suspiró el provecto señor-. ¡Ya ni si quiera me acuerdo de la última!” Susiflor era sumamente ingenua. Libidiano, en cambio, era lúbrico galán. La convenció de ir con él a su departamento, y ahí le pidió lo consabido. “Está bien -aceptó la cándida muchacha-. Pero con una condición: no me vayas a agarrar los brazos”. “¿Por qué?” - se extrañó el labioso seductor. Respondió Susiflor: “Mi mamá me ha dicho que con los hombres no dé mi brazo a torcer”.

El joven Petiso es sumamente bajo de estatura, tanto que si se le cae una moneda al suelo no tiene que agacharse para recogerla. Sus amigos de confianza lo apodan “El hombre de acero”. De a cero metros, pues ni siquiera llega a medir uno.

La última noticia que tuve de él es que solicitó ser admitido en un club nudista. El consejo de administración lo rechazó. Dijeron sus integrantes: “Va a andar metiendo la nariz donde no debe”.

La maestra les pidió a los niños que escribieran un ensayo de 100 palabras acerca de la mosca, pues la habían estudiado en la clase de Ciencias Naturales. Pepito escribió: “La mosca es un insecto que se la pasa chingue y chingue y chingue.”, y así hasta completar las 100 palabras.

Lord Feebledick regresó a su finca rural después de la cacería de la zorra, y no pudo menos que sorprenderse cuando en la alcoba conyugal vio a su esposa, lady Loosebloomers, en concúbito carnal con Wellh Ung, el lacertoso mancebo encargado de la cría de los faisanes.

“¡Mendaz mujer! -le gritó milord a su consor- te-. ¡Vulpeja inverecunda! ¡Descaminada meretriz!”. “Feebledick -contestó lady Loosebloomers en tono de reproche-. Recuerda que habíamos acordado no reñir delante de la servidumbre”. A Babalucas le dolía un dídimo, teste o compañón.

Un testículo, para decirlo con claridad mayor. Fue a lo que pensó que era una clínica, pero la recepcionista le informó: “Aquí es la Facultad de Derecho”. “¡Caramba! -se asombró el badulaque-. ¡No sabía yo que cada uno tiene una Facultad!”.

Una mujer joven y de excelentes prendas físicas fue a una mueblería y le dijo al encargado: “Hace tres meses compré aquí una cama individual. Quiero ver si me la toman en cuenta para cambiarla por una matrimonial”. “Felicidades -le dijo el de la mueblería-. ¿Se va usted a casar?”. “No -aclaró la mujer-. Voy a ampliar el negocio”.

Caperucita Roja llegó a saludo. Copias con copias para. Mazapanes a diez pesos que venden niños que no dejaron en la escuela madres empijamadas. Garapiñados. Gomitas. Semillas. De comer gordas de yesca y coquita de vidrio. ic-tac. ficios parecidos a los de ayer, pero con más urgencia. Times New Roman. 12. Sangría en la primera línea. Quedo de usted. Tic-tac. Agendas con nombres, lugares y eventos. Eventos disque importante. Aplausos. El sol desaparece las sombras. Tic-tac. Charlas de pasillo sobre el clima, sobre las gorditas de yesca o sobre la nota roja. Opiniones adicionadas con subjetividad inmediata. El gobierno lo ha hecho muy bien. Muy mal. Tic-tac. Cómo van esos dictámenes. Cómo van esos permisos. Cómo va esa disque vida. Cómo va ese tic-tac. Una pausa para comerse un mazapán y para ser sorprendido por alguien del pasado sólo si se nació entre el 20 de enero y el 18 de febrero. Chistes sobre el gobierno. Chistes que hablen de sexo, pero que no lo mencionen. Otra vez perdió el Pumas. Van abajo en la tabla. Rhianna cantó muy feo en el medio tiempo. Cuáles canta. Una sobre paraguas. Hace mucho que no llueve. Tic-tac. Buenas tardes. Buenas. Bu. Qué día es hoy. Andaba poniendo que todavía era dosmilveintidos. Hayqueestirarlajornadalaboralparanodejartantospendientesparamañana. Qué más hay pendiente. Tinta fresca en las agendas. Tic-tac. Los niños que no venden mazapanes salen de las escuelas y son recibidos por unas madres que ya no traen pijamas y que les ayudan con las mochilas gigantes y con un trabajo que dice te quiero mucho mamá, escrito con pasta de coditos y papel de china. Algunos. Otra-coreografía-de-los-tránsitos. Otras mentadas que invitan a no querer mucho a las mamás. Todos llevan preferencia. Lascuatromenosquince. A las líneas asfálticas que todavía pueden verse ya las despertaron los ruidosos camiones. Línea blanca. Media línea blanca. Línea blanca. El gaaaas, el gaaaaas. Talán-talán. Run-run. Uiiuuu-uiiuuu. Tic-tac. Al techo no le iría nada mal una mano de pintura, aunque no sea COMEX. Los encafeinados ojos observan palpitantes a eso que le dicen realidad. La incondicional. La que no espera nada. La misma de ayer. Cómo te fue. Muy bien. Bien. Todo tranquilo para los que no fueron acuario. Tic-tac. Hoy también hay que comer, pero que no sean gordas de yesca. Tic-tac. Sehizotardebienpronto. Descansar. Todavía queda tiempo. Mañana será otro día. Otro mejor. Otro. Tac-tic.

MIRADOR

HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO la casa de su abuelita. Iba despeinada y con las ropas en desorden. La anciana se asombró al verla. Le preguntó: “¿Qué no te comió el lobo, como dice el cuento?”. “No -repuso Caperucita-. El que lo escribió puso una letra en vez de otra”. Loretela había visto pasar ya su abril y mayo. Andaba más bien por su julio o agosto. A pesar de eso, o quizá por eso, deseaba cortar las flores de la vida antes de que los años se le cargaran más. Conoció a un joven mancebo guapo y musculoso, y lo invitó a ir con ella en su coche. Lo que no sabía la anhelosa dama es que el muchacho -Tonito se llamaba- era inexperto en todo lo relacionado con el sexo. Condujo Loretela hasta llegar al Ensalivadero, penumbroso y solitario sitio al que acuden por la noche las parejas que han pasado ya de la segunda base y se encaminan a tercera. Ahí hizo que el muchacho se pasara con ella al asiento

Es una publicación diaria de TV ZAC, SA de CV, domingo 19 de febrero de 2023. Editor responsable: PERLA VELASCO RAMOS. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2015-050710204200-101. Número de Certificado de Licitud de Título y de Contenido: 16593. Domicilio de la Publicación: Avenida Hidalgo No. 616, Zona Centro,

El Dios del Antiguo Testamento era una divinidad cruel, a la manera de los dioses de las primeras teogonías. Hacía caer sobre los hombres castigos espantosos; les enviaba terribles plagas; les quemaba sus ciudades; les asolaba sus cultivos con largas sequías o nubes de langostas; convertía en sangra el agua de sus ríos; mandaba a un ángel a matarles a sus hijos, o les pedía que ellos mismos los degollaran. La torre de Babel, el diluvio universal, la destrucción de Sodoma y Gomorra no son sino algunos ejemplos de esa ferocidad.

El Dios del Nuevo Testamento, en cambio, es amoroso. Su doctrina es de misericordia, de paz y de perdón.

Eso se explica.

El Dios del Antiguo Testamento no tuvo madre. El del Nuevo Testamento sí. ¡Hasta mañana!...

Manganitas

Por AFA.

“. Nueva onda fría.”. Con la noticia que cito, de un frío de los demonios, habrá muchos matrimonios en busca de calorcito.

trasero del vehículo. Él, sin embargo, no daba trazas de tomar la iniciativa. Le dijo Loretela: “Los pajaritos lo hacen; las abejitas lo hacen.

¿Por qué no lo hacemos nosotros?”. “Pero, señora -se sorprendió Tonito-. ¿Cómo cree usted que vamos a poder volar?”. FIN.

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