LLANTÉN. Plantago major
BRONQUITIS
Qué es la bronquitis?: Bronquitis es la inflamación de la mucosa que recubre internamente los bronquios o vías respiratorias. Los síntomas fundamentales que acompañan a esta enfermedad son la tos, la sensación de opresión en el pecho y la dificultad respiratoria más o menos acusada. La tos puede ser seca, o productiva por la formación de mucosidad blanca, amarillenta o verdosa. La bronquitis aguda suele darse como consecuencia de un resfriado y normalmente cura de forma espontánea aunque no se reciba tratamiento médico. La bronquitis crónica es la inflamación bronquial que persiste durante más de tres meses al año por dos años consecutivos o más.
Cuál es la causa? La gran mayoría de las veces las bronquitis agudas se originan por una infección viral por lo que, en general, no precisan tratamiento antibiótico. Se da sobre todo en los meses de invierno. El factor de riesgo más habitual es el hábito de fumar que hace que la enfermedad se prolongue en el tiempo y que muchas veces termine en bronquitis crónica. Otros factores de riesgo de bronquitis aguda o crónica son la inhalación de polvo o vapores de sustancias químicas como la contaminación ambiental, pinturas, barnices, etc. La enfermedad se transmite por los virus que están en el aire tras los accesos de tos de las personas afectados o por el contacto con sus manos. Evitar los ambientes contaminados o el lavado de las manos puede ser una forma de prevención útil.
Propuesta de tratamiento naturista: Infusión para la bronquitis o o o o
Hojas de llantén, 30 grs. Hojas de eucalipto, 30 grs. Yemas de pino, 30 grs. Corteza de naranjo amargo, 10 grs. Tomar una cucharada sopera de 10 mls. = 5 grs. de la mezcla; verter agua hirviendo sobre las plantas en una taza de agua de 150 mls.; dejar reposar tapada por 5-10 mins. para luego filtrar. Tomar tres veces al día.
Inhalación de vapores de eucalipto Poner 12 gotas de aceite esencial en un recipiente con 150 mls. de agua hirviendo. El enfermo sentado, con el pecho descubierto, con una toalla que le cubre la cabeza y espalda, se sitúa sobre el recipiente aspirando los vapores. El tratamiento debe prolongarse durante 10 minutos y repetirse hasta 4 veces al día. Actualmente existen dispositivos apropiados, que se acoplan a la nariz y la boca, para la inhalación de los vapores. También aparatos vaporizadores difusores del aceite esencial en la habitación donde, por ejemplo, se duerme. En la consulta médico naturista he recomendado en muchas ocasiones, con excelente resultado, unas gotas
de aceites esenciales de pino, lavanda y eucalipto en aparato vaporizador en la habitación donde se duerme.
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(*) El contenido o recomendaciones de este artículo es meramente informativo y no constituye en absoluto un sustituto del diagnóstico o tratamiento indicado por el médico; el autor advierte que la automedicación con sustancias o procedimientos naturales sólo es posible si se dispone de los conocimientos y de la experiencia adecuada, en cualquier caso queda bajo la responsabilidad exclusiva de cada cual.