ESTA LA FORMAREMOS DE DOS PARTES EL TRONCO Y LAS HOJAS EN ESTA OCASIÓN HABLAREMOS DE LAS HOJAS Para empezar, ante todo compraremos una cartulina, no importa el color, ya que luego la pintaremos, aunque yo personalmente siempre que puedo, la compro de color verde oscuro, y así ya tengo el color de fondo de la hoja y será más fácil pintarla, ya que la superficie de la hoja de cartulina ya es de color verde,
entonces
con
unos
toques de otro color verde, ya se matiza la hoja. Comenzamos cuadriculando la cartulina. Para ello se necesitamos una regla, y un lápiz. Primeramente, trazo las líneas verticales a una distancia de 4 ó 5 cm la una de la otra. Aquí nada es exacto, pero por tomar una medida orientativa, diré que elaboro tres tamaños diferentes en forma de rectángulos, según el lugar que ocupa esa hoja a la hora de hacer el montaje de todas juntas, para dar la forma final a la palmera.
Las hojas que están ubicadas en la parte inferior de la palmera, siempre nos parece más grandes, las que están intermedias, algo más cortas, y aquellas que vemos más altas un poco más pequeñas. A las más grandes, le daremos por ejemplo 19 ó 20 cm. A las intermedias, 16 ó 17 cm. Y a las más altas, unos 12 ó 13 cm. Siempre hablamos de medidas aproximadas, pues estoy acostumbrado a elaborarlas a ojo, y así, no me sujeto a ninguna norma, sino que va saliendo todo según la idea que tenga en ese momento. Sin ser la cartulina, necesitamos también otros utensilios de trabajo: una tijera, para cortar la cartulina, y los cortes de las hojas. Alambre, que nos sirve
como punto de unión de los dos
rectángulos que forman la hoja, y también como vena central de dicha hoja. Por otro lado, este alambre nos permitirá dar a la hoja cierta curvatura, según el gusto de cada uno, a la hora de colocarlas. Otro utensilio de trabajo, es la
cola
blanca de carpintero, ya que con ella, unimos como decíamos antes los dos rectángulos que forman la hoja. Una vez pegados los dos rectángulos, y con el alambre en medio, le damos forma a la hoja. 1º cortamos los extremos del rectángulo, dándole forma ovalada
2º comenzamos a dar cortes a la hoja, de forma muy estrecha, alcanzando a veces hasta 400 cortes aproximadamente. Terminados los cortes, pinto la hoja, con la mezcla de varios verdes, y matizo con amarillo ocre para las hojas viejas Olvidamos mencionar, que al unir los rectángulos, poniendo el alambre en medio, en uno de los extremos, el alambre queda por fuera de la hoja, unos 4 cm. Y que luego ese alambre, que dejamos sobrante, nos servirá de tallo, para unirlas a las demás. Personalmente, me gustan las palmeras bien cargada de hojas, y es por eso que yo, a las mías, le pongo unas 40 hojas mas ó menos. Entonces a la hora de colocarlas en el tronco, puedes jugar bien con
ellas porque tienes
bastantes,
colocarlas de forma
caprichosa, si así lo deseas, y quedan muy bellas. Soy un enamorado de las palmeras. Creo que tienen una belleza singular. Yo voy uniendo las hojas de dos en dos, con un poco de esparadrapo, ya que por mi profesión, es lo más cerca que tengo Las uno todas, procurando que se forme, una especie de cono, con la punta hacia abajo. Esa punta ó vértice, es lo que introducimos en el extremo del tronco de la palmera, que hemos abierto
anteriormente, antes de aplicar la arcilla, para que esta no se quiebre. Una vez unidas todas las hojas, tienen el aspecto de una lechuga, con las hojas cerradas. Yo las mantengo asĂ, porque a la hora de guardarlas, ocupan menos espacio. Cuando las voy a colocar en el tronco, las abro una a una, y su esplendor final, lo consigue cuando las colocas en el tronco, y le das la forma que a cada uno le guste.
Un saludo: JosĂŠ Luis Tacoronte