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Un país cargado de contradicciones
Lo visto y vivido entre el martes 9 y viernes 12 de mayo en el marco de una feria que se afianza como lo es TodoLáctea, reflejó claramente las contradicciones de la errática e improvisada política del Gobierno Nacional, especialmente en materia económica.
El predio ferial de Esperanza mostró a todos los componentes de la cadena láctea nacional exhibiendo no sólo maquinarias sino lo que es hoy la más avanzada tecnología en materia de ordeño voluntario de la vaca, lo que significa hablar de la robotización de esta tarea tan puntual y clave para el éxito de un tambo que crece y se desarrolla. Para nada es la panacea de una labor a la que se le rinde homenaje en todos los ámbitos.
Se trata de una tecnología que se va insertando lentamente en nuestro país y que no reemplaza mano de obra, también necesita del manejo humano y un poco más de capacitación de los operarios. La diversidad de charlas técnicas abarcando todas las actividades que se desarrollan en los tambos y las novedades en nutrición y genética, sumado a nuevas experiencias en manejo de los rodeos, estuvieron presentes en un ámbito que invitaba a recoger y actualizar conocimientos.
La magnitud de la muestra en un gran predio de 14 ha espejó a una gran economía regional que aún no es reconocida desde los niveles políticos, que padece los impactos climáticos y los efectos de las contradicciones del poder político nacional que supuestamente ignora los miles de puestos de trabajo que se generan a partir del ordeño de la ubre de una vaca. A tal punto llegan las diferencias de enfoque entre los funcionarios, que los gobiernos provinciales donde hay lechería (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos por ejemplo) están realizando reclamos por medidas que afectan a la lechería.
El caso de lo que piensa el actual ministro de Produccción, Ciencia y Tecnología, Daniel Costamagna de la provincia de Santa Fe, dejó en claro que hay cuestiones que no se están haciendo bien. Y también lo reconoció el Director de Lechería de la Nación, Arturo Videla, que se enfrenta a los reclamos de los productores y de las entidades que los representan.
El Gobierno de la Provincia de Santa Fe ocupó un espacio de 900 m2 al aire libre en el que se dispuso un stand institucional en el que se acompaña a empresas e instituciones y un auditorio en donde se desarrollaron actividades las tres jornadas.
En el acto inaugural, Costamagna destacó: “Lo que vemos hoy aquí es la muestra de lo que significa esta exposición para la provincia y para la Región Centro. Es el reflejo y la retribución, si se quiere, a muchos hombres y mujeres, muchas familias que conforman esta gran cadena de valor, esta gran estructura lechera que tenemos en Santa Fe. Producción que tiene que ver con nuestros padres, con nuestros abuelos, con los inmigrantes, con decenas de empresas que hoy se han consolidado, no sólo en la provincia, sino que están a la vanguardia a nivel nacional”.
Y agregó que “Santa Fe exporta prácticamente el 35% de lo que industrializa y este gran conglomerado está conformado por casi 3.500 tambos y 500.000 vacas lecheras que conforman un escenario que todos queremos y que tienen que ver con la transformación en origen, con la incorporación de tecnología, con la generación de valor agregado, la capacitación y el oficio, y todos esos aspectos que redundan en crecimiento equilibrado y territorial”, puntualizó el ministro.
Asimismo, el funcionario provincial señaló: “Si hay alguien que merece el reconocimiento de todos, es el productor lechero. ¿Y por qué digo esto? Porque en esta situación grave que estamos transitando, climáticamente hablando, le ha puesto toda la creatividad, le ha puesto toda la tecnología y le ha puesto todas las cuestiones que tecnológicamente van a permitir sostener la producción láctea en la provincia y en el país”.
“Ese reconocimiento, y aprovechando la presencia de funcionarios nacionales, debe llegar con acciones claras: Es absurda la Resolución del Banco Central vinculada al 5% de stock de granos, que no permiten que nuestros productores puedan tomar créditos con tasa subsidiada. Los tres gobernadores de la Región Centro se han pronunciado al respecto, y también solicitaron que la lechería sea reconocida como economía regional, para que tenga las mismas condiciones monetarias que tiene hoy la soja; porque a la transformación la producen miles de tamberos, miles de ganaderos, miles de productores porcinos, avícolas, que hacen de los cereales la producción de alimentos. Si no entendemos esto, difícilmente podamos entender cómo resolver los problemas y tener los diagnósticos y la forma de hacerlo en forma adecuada”, concluyó.
Por su parte, el director Nacional de Lechería, Arturo Videla, detalló: “Estamos convencidos de que este sector es parte de la solución de los problemas en nuestro país. Siempre digo que se puede producir leche en el norte, en el centro y en el sur de nuestro país, pero también se puede generar trabajo directo e indirecto. Esta es una economía regional que merece ser acompañada por decisiones políticas”.
En el ámbito de TodoLáctea se palpó un clima de impotencia entre los expositores que tienen frenadas sus ventas, no sólo por causas de la alta inflación, sino también por el impedimento del ingreso de equipamiento y repuestos importados que son retenidos en la Aduana. Además, la ausencia de financiación acorde a la baja rentabilidad de los tambo, está frenando el avance de un sinnúmero de proyectos de crecimiento que tienen en carpeta los productores, un impedimento que atrasa a toda la lechería comprometiendo la sustentabilidad de los pequeños y medianos productores.
Frenar las exportaciones y restringir las importaciones para sectores clave de la economía nacional se convierte en una inadmisible contradicción en lo que hace a una economía normal que prevalece en el mundo. Argentina tiene mucho para exportar pero produciendo más volúmenes con incentivos que, ante todo, pasan por una estabilidad en el valor de nuestra moneda, lo que requiere de decisiones sencillas y eficaces para el crecimiento de todos los sectores productivos. Claramente, el mundo del revés. Así lo manifiestan los economistas de distintas corrientes ideológicas.
El potencial productivo de Argentina no se puede expresar hoy y el estancamiento local y aislamiento internacional brillan ante una sociedad impávida que no entiende semejante desmesura política, donde el propio gobierno se ha olvidado de su gente, de los 46 millones de habitantes, para ocuparse de sus miserias internas que lastiman a quienes se esfuerzan para trabajar todos los días y padecen una inflación anual del 120% anual.
Un país con inmensa capacidad humana, con destacados investigadores y emprenderos que ha sido embretado mientras no se sabe hacia dónde se encamina su destino de corto plazo y mediano plazo. Ante tremenda situación se escucha mucho silencio con una oposición que no se ha puesto a la altura de semejante debacle.