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Aquel verano: Retratos de la migración

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Biographies

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Quan Zhou

¿Quién mira?

Siempre veía a mis padres en el restaurante chino. Siempre los veía trabajando. También mis amigos, los vecinos e incluso otros familiares les observaban trabajar. Mis padres no son los únicos migrantes que aparecen retratados siempre en su lugar de trabajo. En España, los medios los muestran siempre así, un buen migrante debe trabajar, trabajar y trabajar para tener una vida mejor. Si no es en el lugar de trabajo, es en una frontera, huyendo, naufragando o pidiendo refugio, pero los medios no te tratan con tanta amabilidad si no estás trabajando. Si huyes de un conflicto, mereces lástima, pero si saltas la valla de Ceuta, eres un invasor. Como si la vida del migrante se redujera a eso, a ser el sujeto que huye, que sufre, siempre vigilado por Occidente desde arriba. Mirado a veces con lástima, otras veces, con condescendencia y en el peor de los casos, con rabia e indignación. Nunca son retratados como sujetos con deseos mundanos o simplemente “siendo”, su condición de migrantes borra el resto de su complejidad humana. Los migrantes de un lugar con menos recursos que el occidente moderno, siempre son retratados como los otros.

¿Hay algo más allá de la búsqueda de una vida mejor? ¿Son felices los que lograron migrar y normalizar su situación?

La serie de pinturas acrílicas “Aquel verano” surgió a partir de fotografías que tomé el primer verano que mis padres y yo fuimos juntos a la playa, a tomar el sol y bañarnos, después de su jubilación. La primera vez que mi madre se puso vergonzosamente un bikini, que tomamos el sol juntas y yo le puse crema en la espalda. Algo tan cotidiano en la Costa del Sol (sur de España) y a la vez tan sorprendente para quien estuvo trabajando toda la vida –trabajando por una vida mejor. O quizás, trabajando para poder vivir al mismo nivel que en Occidente. Una serie de cuadros con una mirada intimista y, sobre todo, humana, donde las figuras retratadas son mis padres, pero podrían ser también cualquier persona que veranee en la playa. Son retratos de la cotidianidad porque a veces se nos olvida que los migrantes, además de ser migrantes, personas racializadas con nombres extraños, son personas.

Son estas pinturas sobre “Aquel verano” en el que simplemente existimos.

Let me take a selfie, 2022

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