Enero - Febrero de 2014 - Año 10 - Nº 98 Precio del ejemplar: $4
EL REVOLUCIONARIO
PERIÓDICO
ORGANIZACIÓN DE TRABAJADORES REVOLUCIONARIOS
En el marco de una importante depreciación del salario por la sostenida inflación que afecta al conjunto de los bienes de consumo popular, el drástico aumento del transporte y el intento de poner techo a las negociaciones paritarias, el gobierno definió una significativa devaluación que beneficia a los empresarios y significa un duro ajuste contra el pueblo trabajador. (Pág. 2)
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Organización de Trabajadores Revolucionarios
Editorial
DEVALUACIÓN CONTRA EL PUEBLO E
n el marco de una importante depreciación del salario por la sostenida inflación que afecta al conjunto de los bienes de consumo popular, el drástico aumento del transporte y el intento de poner techo a las negociaciones paritarias, el gobierno definió una importante devaluación que beneficia a los empresarios y significa un duro ajuste contra el pueblo trabajador.
Otra vez, la devaluación
La última vez que en nuestro país se escuchó un anuncio como el que dieron Capitanich y Kicillof el pasado 24 de enero fue en 2002, bajo el gobierno de Duhalde. 12 años más tarde, el contexto no es el mismo, pero el impacto negativo sobre los trabajadores es muy similar. En dicho anuncio, al definir que el dólar oficial ahora cotiza a $8, el gobierno transparentó que estaba avanzando en una contundente devaluación del peso. Sólo en los dos meses que lleva el nuevo tándem Capitanich- Kicillof el dólar paso de $6 a $8, depreciando el valor de la moneda nacional en un 33.5%. Como es habitual, el gobierno ha salido a decir que esta medida no tendrá impacto en los precios. Pero es algo que tiene muy poco que ver con la realidad. Por el contrario, la media, al tiempo que beneficia a grandes grupos de capitalistas, tiene un duro y negativo impacto sobre el bolsillo de los trabajadores. De forma directa, la devaluación del peso, implica, en primer lugar, un beneficio para las empresas extranjeras que operan en nuestro país, que encuentran cada vez más barata la mano de obra y los insumos locales. Este es un hecho de gran importancia, puesto que la extranjerización de la economía ha crecido enormemente en los últimos años en la Argentina. Supone, además una oportunidad espectacular para el capital financiero y especulativo que ha obtenido dólares a más bajo costo y esperaba el cambio devaluatorio para valorizarlos. Esto, además del beneficio que siguen obteniendo los importadores que se aprovechan de la brecha entre el dólar oficial y el blue garantizada por la extensión del cepo bancario, que obtienen los productos con el primero, pero los venden con precios del mercado paralelo de dólares. A su vez, el aumento del precio del dólar, conlleva un beneficio extraordinario para los empresarios locales y extranjeros que se
dedican a la exportación, ya que sus ventas en dólares en el exterior pueden ser cambiadas ahora en nuestro país por una cantidad mucho mayor de pesos. Esto beneficia, principalmente al sector agropecuario, que es el que mayor lugar tiene en las exportaciones. Así, por más que el kirchnerismo ha despotricado contra el campo, las medidas que toma lo benefician muy directamente. A su vez toda otra serie de ramas empresarias que pueden colocar sus productos en el exterior se benefician también de la medida, y en ello van, desde los grandes grupos de la megaminería y la siderurgia (como Techint) hasta los exportadores de diversas manufacturas como el calzado, los juguetes y demás. A esto debemos agregar que, con la disminución o encarecimiento de algunos productos importados, ciertos sectores del empresariado que opera en nuestro país se ven beneficiados por una mayor competitividad. Justamente, como la devaluación implica abaratamiento de la mano de obra y aumento de las ganancias para importantes sectores empresarios, es que el grueso de la clase capitalista y sus referentes políticos de todo tipo, vienen reclamando las medidas que ahora ha adoptado el gobierno kirchnerista. En consecuencia, varios de los referentes del empresariado han salido a dar su respaldo a las decisiones gubernamentales, porque, como dijo el presidente de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, “El sinceramiento del valor del dólar y la liberación del cepo cambiario son buenas medidas que el mercado venía reclamando”. En la misma sintonía, de valoración de las medidas pro-mercado del kirchnerismo, se pronunciaron el presidente de la Unión Industrial Argentina Héctor Méndez, el presidente de la Cámara de Empresarios Mineros Martín Dedeu, el titular de la Confederación General Económica Ider Peretti, el presidente de la Cámara de Importadores Diego Pérez Santisteban, el titular de la Cámara del Calzado Alberto Sellaro, el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete Matías Furió, entre otros. En este marco, la oposición patronal al kirchnerismo, que incluye a medios como La Nación y Clarín y a distintas expresiones que involucran principalmente a peronistas y radicales (en primer lugar al Frente Renovador, la UCR, la Coalición Cívica y el
PRO), criticaron las medidas de gobierno, con alguna demagogia, pero sobre todo, por entender que la devaluación es “insuficiente”, que debería haberse hecho “a tiempo” y junto a otra batería de medidas… es decir, lejos de condenar la devaluación, la consideran limitada y tardía, y quisieran más. Como es evidente, el kirchnerismo y la oposición patronal están enfrascados en una disputa de poder en vistas a las presidenciales de 2015 y nadie va a salir a levantar las medidas de su oponente… pero lo cierto es que todos se ubican del mismo lado, ratificando la devaluación. Ese posicionamiento en pos de la devaluación y de la “previsibilidad de los mercados” es una muestra más de la comunión de intereses de todos estos partidos, a la hora de defender los beneficios de los empresarios a costa del deterioro de las condiciones de vida del pueblo trabajador.
Un golpe al pueblo trabajador
Como hemos dicho, la devaluación está orientada a una mayor “competitividad” empresaria. Para los empresarios que exportan o pueden hacerlo, esto significa que podrán colocar sus productos en el exterior a mayor precio y ganancia (ya que por la misma cantidad de dólares ahora obtienen más pesos). Por supuesto, desde la lógica empresaria, que es la que rige la dinámica del mercado, esto implica que su preferencia estará en vender en el exterior, y que sólo se dispondrán a vender en nuestro país en la
medida en que su ganancia aumente de igual modo que vendiendo afuera. Es decir, que la venta en el mercado local está condicionada al aumento de los precios, puesto que ningún
empresario va a vender acá lo que puede vender por más plata en el exterior. Para los trabajadores, el asunto es grave, entre otras cosas porque entre los rubros exportables se encuentran el grueso de los bienes de primera necesidad como los alimentos, donde el aumento de precios se prevee muy importante. A esto debemos añadir que, obviamente, con el aumento del 33.5% del dólar en dos meses, todos los productos que provienen del exterior, pagos en dólares, pasan ahora a costar 1/3 en pesos. En este combo debemos incluir, no sólo el conjunto de bienes importados (en donde se incluye casi todo lo que tiene una mínima complejidad tecnológica, como gran parte de los electrodomésticos), sino también aquellos rubros de producción local que utilizan insumos importados de distinto tipo, lo que afecta desde la industria más elemental hasta la industria automotriz, etc. En todos estos casos, la devaluación se expresará como un aumento en los precios, afectando de forma directa al pueblo trabajador. Por si fuera poco, con todos estos aumentos, incluso los productos y servicios que no son ni exportables ni importados, aprovechan la suba general de precios para remarcar también. En este marco, las largas cadenas que van desde la producción inicial hasta la colocación para la venta al público, aparecen como otros agentes que promueven la remarcación, sumando
así más elementos al encarecimiento de la vida de los trabajadores.
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Editorial Como es evidente, en este marco, poco importan las declaraciones gubernamentales que señalan que esta medida “no impactará en los precios”. Ninguna medida concreta ha sido tomada para evitar esos aumentos, pues implicaría un enfrentamiento con los sectores empresarios a los que se está beneficiando. Así, esas afirmaciones son tan verídicas como la que desde hace añares señala la inexistencia de la inflación. Muy por el contrario, en un marco de dificultades económicas el gobierno ha tomado una decisión muy clara: defender la ganancia empresaria, a costa de la pauperización de la clase trabajadora y el pueblo pobre.
contra Duhalde, escuchan hoy el reclamo de toda la clase empresaria y toman su mismo camino: la devaluación contra el pueblo trabajador. De poco vale que hace apenas ocho meses Cristina Fernández dijera “mientras yo sea Presidenta los que pretendan ganar plata a costa de devaluaciones que tenga
ciación para que los precios no sean cambiados inmediatamente, el efecto fue que en muchos casos los precios de la canasta ya vinieron aumentados. En segundo lugar, porque la cantidad y el tipo de productos es muy limitado (son 100). En tercer lugar, porque es también muy restringida la existencia real en las góndolas de los
Una historia conocida
Poco después de asumir como presidente, Kirchner, el ex “delfín” de Duhalde, se declaró enemigo de las políticas de su antecesor. Es que Duhalde, de la mano de su jefe de gabinete Jorge Capitanich, había promovido una fuerte devaluación, llevando a la ruina a amplios sectores populares, garantizando la reestructuración empresaria en un país quebrado, a costa de una drástica reducción de los ingresos del pueblo trabajador. Durante un período de asenso económico, todo el discurso kirchnerista se construyó en base a este supuesto antagonismo con las políticas del peronismo duro y conservador. Pero la situación económica está cambiando. La desaceleración del crecimiento es un problema que se extiende bastante más allá de las fronteras de nuestro país y el esquema económico kirchnerista está mostrando que no puede sostenerse ante esos cambios. La significativa caída en las reservas del Banco Central (desde fines de 2010 hasta acá bajaron más de 20.000 millones de dólares, ubicándose ahora por debajo de los 30.000 millones de dólares) es una clara expresión de este problema estructural. Ahora la defensa de la rentabilidad empresaria es más difícil de compatibilizar con una política de cierta redistribución. Si el conqueteo con figuras como Scioli, y sobre todo la asunción de Capitanich había dejado en evidencia que, en materia política, se iniciaba un rumbo más derechista en el gobierno de Cristina Fernández (sin necesidad de esperar al recambio de 2015, que probablemente busque profundizar esa tendencia); ahora la devaluación, viene a ratificar y fortalecer esa perspectiva en el plano económico, dando cuenta de que el partido de gobierno es capaz de acomodarse, en virtud de sostener el funcionamiento del capitalismo argentino y su clase dominante. Así, quienes ayer arremetían
guir sacando diferencia a partir del deterioro del salario. Es un problema grave en un país donde la canasta básica alcanza los $8.500 mientras el salario mínimo apenas raspa los $3.600 y una enorme porción de la clase trabajadora no percibe siquiera esa cifra miserable. Así, con la devaluación del peso, el aumento de los alimentos y otros bienes y servicios fundamentales como el transporte, con la amenaza de aumento de servicios públicos y el intento de limitar las actualizaciones salariales, se delimita claramente la perspectiva de ajuste contra los trabajadores que plantea el gobierno, en consonancia con el empresariado.
Unir fuerzas para la lucha y para articular una salida de fondo
que pagar el pueblo van a tener que esperar otro gobierno”, pues es algo que ya ha sucedido. En este marco, la existencia de medidas progresivas quedan desdibujadas, pues implican beneficios que resultan mínimos comparados con el retroceso que plantea la devaluación y el ajuste en general. Es lo que sucede con el recientemente lanzado programa “Progresar”, que se propone destinar $600 mensuales a jóvenes de 18 a 24 años sin trabajo o precarizados, pero que se presenta en el marco de un brutal retroceso del salario por la inflación, el ajuste y la devaluación.
Echando nafta al fuego del ajuste
La decisión gubernamental de avanzar en un proceso devaluatorio, se da en un marco en el que las restricciones al pueblo trabajador ya vienen en aumento y pretenden ser reforzadas. El factor más significativo, en este sentido, es el fuerte aumento de la inflación, que superó el 30% en el año 2013, con picos más elevados en los artículos de consumo popular, principalmente alimentos. Por supuesto, esto está muy lejos de lo registrado oficialmente por el INDEC intervenido (que apenas supera el 10%), pero hasta el mismo gobierno ya desestima estas cifras y ha debido anunciar que darán un reordenamiento al organismo. El gobierno señala que esta inflación estaría aminorada por la conformación de una canasta de precios. Sin embargo el efecto de dicha canasta es muy limitado. En primer lugar, porque tras la nego-
productos anunciados (porque muchos supermercados no adhieren y porque muchos que formalmente adhieren, luego no tienen los productos). Y por último, porque es muy difícil que esos precios vayan a sostenerse realmente. Al decir de uno de los más importantes supermercadistas, Alfredo Coto, “la suba del dólar evidentemente hará oscilar el acuerdo de precios”. Es decir, poco de esto puede durar. Dentro del conjunto de los aumentos, cabe destacar, la drástica suba de los transportes, que llegan a más que duplicar sus precios anteriores, como en los colectivos (que en la CABA subieron el boleto mínimo a $2.50 con tarjeta Sube) y en el subte (que subió a $3.50 y se está por llevar a $4.50). También, en el marco de una pésima prestación de servicios esenciales, que ha dejado a amplios sectores sin luz por días y semanas, el gobierno ha hecho saber que se preparan nuevos aumentos de servicios públicos, a partir del retiro de subsidios. El combo ya es explosivo, pero integra, además, otra aspiración empresarial y gubernamental: contener las luchas salariales y limitar los aumentos con topes que vayan por detrás de la inflación. Es algo que han expresado todos los altos mandos del gobierno y que negocian entre bambalinas con las cúpulas sindicales adictas como las de CTA y CGT oficiales. Toda la expectativa está puesta en evitar que los primeros acuerdos salariales del año se mantengan por debajo del 25%, para que marquen una pauta a seguir. De este modo, el empresariado, respaldado por el gobierno kirchnerista, busca se-
Frente al ajuste en curso, definido principalmente por la devaluación y la inflación, y frente a la notable inviabilidad de un modelo que ha prometido falsamente un bienestar para el pueblo, pero que opta por defender la ganancia empresaria a costa del deterioro de la clase trabajadora, es necesario lograr articular una propuesta de cambio real, de fondo, que ponga en el centro las necesidades de la clase trabajadora y el pueblo pobre y no tenga contemplaciones con los grupos económicos. Una opción de cambio verdadero, que no caiga en la fantasía imposible de conseguir el bienestar para los trabajadores sin tocar un pelo de los grandes empresarios, sino que se plantee la lucha contra los que se han adueñado de la riqueza social, para que sea del pueblo trabajador. Para avanzar por ese camino, desde hoy necesitamos desarrollar el trabajo desde las bases y en la unión de las fuerzas de los trabajadores y del conjunto de los sectores populares, para organizarnos y luchar por nuestros derechos, con independencia del empresariado, del gobierno, de la oposición patronal y de la burocracia sindical que es cómplice. Por eso es fundamental avanzar en instancias de articulación que nos permitan llevar adelante luchas unitarias, dándole el mayor grado de organicidad que sea posible a esos espacios, desarrollando programas de lucha acordes a las condiciones actuales de las fuerzas populares, con la perspectiva de acumular experiencia y organización y de abonar un camino para una verdadera y profunda transformación revolucionaria, para alcanzar un proyecto propio, que no sea de las patronales y sus partidos, sino de los trabajadores y el pueblo.
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AÑO NUEVO, DEUDA VIEJA A paso firme, el gobierno comenzó este 2014 con la agenda económica con que finalizó 2013. Nada nuevo bajo el virulento sol de enero.
d
esde las elecciones legislativas en octubre de 2013, y tras la derrota del kirchnerismo, comenzamos a dar cuenta de un claro viraje liberal en la economía. El arreglo con el CIADI que significó la cancelación de la deuda con 5 fondos buitres; el escandaloso arreglo con Repsol; la sostenida devaluación; los acuerdos con Chevron y Pemex; etc., fueron seguidos este año con dos medidas significativas como lo son las negociaciones para cancelar la deuda de alrededor de u$s10.000 millones con el Club de París, y el canje del Bonar 2014. En el primer caso, hablamos de una deuda que tuvo su inicio en 1956, año en que se crea el Club de París para negociar una deuda, justamente, con el Estado argentino de u$s700 millones. Desde ese entonces ya se han transitado nueve canjes de deuda (obviamente, con la consiguiente capitalización de intereses(1) en cada canje). En 1992 esta deuda sumaba unos u$s9.000 millones, que fueron pagados posteriormente, en parte con nuevos créditos, que devengaron nuevos intereses. Así se llegó al blindaje de 2001 que culminó con
una deuda de u$s6.600 millones, que 13 años después, se acerca a los u$s10.000 millones. En el caso del Bonar 2014, hablamos de una deuda de más de $17.000 millones. Este bono, fue creado para canjear, a su vez, otros bonos vencidos en 2009 y 2012, con lo que ya es la segunda vez que esa deuda se incrementa por la capitalización de intereses. El nuevo bono creado es el Bonar 2019, que a su vez pagará casi un 25% de interés anual. La capitalización de intereses por medio de los sucesivos canjes de deuda es uno de los negocios preferenciales y ya histórico mediante el cual los países imperialistas garantizan el flujo de riquezas desde los países dependientes como Argentina hacia las grandes potencias acreedoras. Y es a su vez, uno de los mecanismos más efectivos mediante el cual garantizan su dominación y sometimiento sobre los pueblos pobres del mundo. Como muchos estudios ya lo han demostrado, la deuda externa ya ha sido pagada varias veces, y esta es una realidad a la que no escapa casi ninguna nación periférica. Es por eso que el imperialismo
no está interesado en el desendeudamiento de estos países, y esto es tan así que en determinadas situaciones suelen acceder a “quitas” porcentuales de una deuda, con tal que la misma siga existiendo. En el medio, y como para convencernos de lo progresivo de su plan económico, salió Cristina Fernández a anunciar un nuevo plan social destinado a un sector de los más castigados de la sociedad (ver editorial) que va a representar unos $7.000 millones anuales(2). Y aunque es una medida que va a beneficiar directamente a un sector muy vulnerable, es una suma poco comparable con los u$s8.000 millones que le van a pagar a Repsol, o los u$s10.000 millones que le van a pagar al Club de (buitres) París, o los más de u$s6.000 millones que este año se pagarán en concepto de vencimientos de la ilegítima deuda externa. Quedan claro cuáles son las prioridades del gobierno en este sentido. Como decíamos en números anteriores de El Revolucionario, el objetivo de estas negociaciones surge de la necesidad de cumplir con los requerimientos del FMI y la Casa Blanca para poder volver
al mercado financiero internacional, y así poder conseguir financiamiento externo para, principalmente, seguir renegociando la deuda externa. Historia ya conocida por nuestro pueblo, y que no va a implicar otra cosa que mayor dependencia de los mercados financieros y el imperialismo. Notas: 1) La deuda tiene un componente de capital, que es supuestamente el dinero prestado, y un componente de intereses (a veces llamado “servicios” de deuda). Si el préstamo es de 10, y el interés de un 25%, la deuda total es de 12,5. Cuando se hace un canje, se pide prestado 12,5 para cancelar la deuda anterior, y así se “capitaliza” el interés anterior. Ahora se debe 12,5 de capital, más el nuevo interés. 2) Por poner otro ejemplo, la asignación universal por hijo (AUH) representa apenas unos $10.000 millones anuales de todos los gobiernos desde 1987 hasta hoy; denunciado a mansalva por malversación de dineros públicos; asociado con empresarios narcolavadores y terratenientes asesinos; amigo y subordinado de los yanquis; millonario y represor.
CRISIS ENERGÉTICA Y CORTES DE LUZ
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asi dos meses han pasado ya desde que la crisis energética comenzó (junto con la ola de calor) a golpear en las viviendas de la clase trabajadora. Y desde el inicio de los cortes de luz, el gobierno, a través de su figura estelar Jorge Capitanich, se ha desgarrado por desviar sus responsabilidades hacia las gestiones privadas de las empresas concesionarias (Edesur y Edenor). Y ha llegado a proclamar su ya clásica amenaza de estatización (como suelen llamar a la compra de una empresa vacía). La realidad nos habla de que cerca de 800.000 trabajadores, en su mayoría de los barrios más populares y hacinados, hemos sido nuevamente quienes hemos pagado el precio de la corrupción endémica del sistema de privatización subsidiada del gobierno y sus empresarios amigos. En este marco, mientras las empresas se han lavado las manos a pesar de ser responsables de una
grosera desinversión, el argumento más fuerte del gobierno ha sido resaltar la cantidad de millones en subsidios que le han dado a estas empresas para mantener el abastecimiento energético. En síntesis, solo en 2013 se han repartido entre estas empresas más de $130.000 millones, aunque un dato que evitan mencionar, es que cerca de la mitad de ese dinero ha sido utilizado para subsidiar el consumo del sector industrial y de los sectores más acomodados de la sociedad (countries, barrios privados, etc.). Nada de lo que podamos decir respecto del problema energético será muy distinto de otros ejemplos que ya nos ha brindado el “modelo”, como ser el caso Aerolíneas o el caso YPF. Desde las privatizaciones menemistas, donde se han entregado los servicios más estratégicos para el pueblo al parasitaje empresario (nacional y extranjero) que solo se dedicó a vaciar las empresas, despedir mi-
les de trabajadores en los primeros años, y cobrar los suculentos subsidios estatales, se llega a una situación límite en la que suele surgir la proclama “cuasi-revolucionaria” de la expropiación. Y todo el círculo suele cerrarse, en el mejor de los casos, con el Estado comprando una empresa vacía y saqueada por las concesionarias, a un precio muchas veces superior incluso al valor de mercado(1). En medio de esto, como siempre, estamos los trabajadores y demás sectores populares, padeciendo las consecuencias hoy de los cortes de luz, como antes de las inundaciones, o las masacres ferroviarias. Padeciendo también la defenestración de los medios cuando salimos a protestar y nos empezamos a organizar para luchar por nuestros derechos. Como lo hemos planteado ante los casos de Aerolíneas Argentinas, YPF, Ferrocarriles, y demás sectores, se impone como
única salida real a la crisis energética la nacionalización, sin indemnización, con administración y control de los trabajadores y usuarios de todo el sistema energético. Somos los trabajadores y usuarios los únicos interesados en garantizar que servicios de la importancia de los mencionados dejen de funcionar bajo las reglas de la rentabilidad empresaria, o bajo las reglas del clientelismo (como sucede con las estatizaciones al estilo Aerolíneas Argentinas, donde la empresa pasa a estar manejada por una burocracia que solo persigue privilegios individuales y necesidades políticas de los partidos de gobierno) para comenzar a responder exclusivamente a los intereses del pueblo. Notas: 1) Ver el caso de Repsol-YPF - “De la soberanía energética a la vuelta al endeudamiento” en el número anterior.
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¡¡ABSOLUCIÓN DE LOS PETROLEROS DE LAS HERAS!! “Esto no termina acá, vamos a luchar y gritar nuestra inocencia hasta el fin del mundo. Ya estuvimos presos. ¿Qué más quieren estos jueces corruptos de Santa Cruz? ¿Qué dice ahora la presidenta Cristina que se llena la boca hablando de Derechos Humanos? ¿Derechos Humanos para quién? ¿Para sus amigos?” Ramón Cortéz, 12/12/13 En el mes de diciembre, la justicia condenó a los trabajadores petroleros de Las Heras, tras un juicio completamente fraudulento, que se desarrolló en un marco de militarización del pueblo y que incluyó torturas hacia los detenidos para forzar sus declaraciones. Cuatro trabajadores fueron condenados a cadena perpetua: Cortéz, Padilla, Rosales y González. Otros 11 imputados fueron condenados a cinco años de prisión. Con esta injusta condena, las patronales, los jueces y el gobierno buscan generar un fallo aleccionador contra la lucha obrera. Buscan que nunca más los trabajadores nos levantemos para luchar por nuestras reivindicaciones; que nunca más nos organicemos para enfrentar la brutalidad de la represión policial. A comienzos de febrero se apelará esta criminal condena en el Tribunal Superior de Río Gallegos. En este marco, en el último mes se han venido realizando distintas actividades zonales, como festivales, charlas y volanteadas, para difundir la situación de los petroleros. Para el 5 de febrero, el Comité por la Absolución convoca a una movilización y acto en Plaza de Mayo. La solidaridad con los petroleros de Las Heras es fundamental. ¡Ningún trabajador preso por luchar!
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EL GREMIO DE PRENSA Y LA LUCHA CONTRA LOS DESPIDOS EN PERFIL Entrevistamos a Marcelo Rodríguez y Ayelén Pujol, trabajadores reincorporados de Perfil y militantes del Colectivo de Trabajadores de Prensa.
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n el gremio de prensa se vienen dando diferentes procesos de organización por la base y lucha contra los ataques de unas patronales que, mientras se llenan la boca y los bolsillos hablando de libertad de expresión, en sus medios de comunicación llevan adelante las peores prácticas antisindicales. Al mismo tiempo, los trabajadores organizados desde las bases vienen llevando a cabo una dura pelea contra la burocracia de la UTPBA, una conducción aislada de los trabajadores sin ninguna inserción en las redacciones, una conducción que ante cada conflicto no mueve un dedo. Actualmente la conducción del sindicato persiste de facto en su lugar ya que las elecciones que debían realizarse el año pasado fueron levantadas en sucesivas oportunidades tanto por la justicia como por el Ministerio de Trabajo por fraude, única forma de que la burocracia pueda imponerse. Es por eso que el conjunto de los trabajadores del gremio debe agruparse en torno al Plenario de Delegados Autoconvocados que, frente a la ausencia total del sindicato, toma su rol. En ese contexto general, Perfil, la patronal encabezada por Jorge Fontevecchia despidió a veinte trabajadores en los últimos meses: siete trabajadores a fines del año pasado, y luego a trece por movilizarse contra esos primeros despidos en una clara política de discriminación sindical. A continuación, dialogamos con los militantes del CTP (Colectivo de Trabajadores de Prensa) Marcelo Rodríguez y Ayelén Pujol, trabajadores de Perfil reincorporados provisoriamente a partir de que el Ministerio de Trabajo, luego de numerosas movilizaciones y medidas de fuerza de los trabajadores de la editorial, dicte la conciliación obligatoria.
- El Revolucionario: ¿Cuál es su situación actual en Perfil? - Marcelo Rodríguez: Hoy, fines de enero, estamos reincorporados provisoriamente porque el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. Esto implica que hay un periodo de negociación entre la comisión interna y la empresa durante 15 días hábiles. Así que estamos trabajando y peleando desde adentro por la reincorporación de todos los despedidos. -ER: ¿Cuál es la diferencia de los últimos trece despidos en relación a los siete anteriores? -MR: En este caso hay claramente un disciplinamiento. En los anteriores despidos el motivo de la empresa era el ajuste o el achique. Esta vez despidieron al núcleo más activo de la asamblea de trabajadores después de una medida gremial. En asamblea se decidió apoyar el reclamo de los compañeros gráficos, que estaban de paro en la planta de impresión del diario y las revistas de la Editorial Perfil, en Barracas. Hacia ahí fuimos un grupo de 25 compañeros. Después de eso, la empresa les mandó el telegrama a 13 de esos 25, seleccionando los nombres y sembrando el terror en el resto de los trabajadores. Es una clara persecución gremial. ER: ¿Cómo se trabaja hoy en la Editorial Perfil con ese nivel de represión que ejerce la patronal? -Ayelén Pujol: No bien se dictó la conciliación, la empresa la violó al no darles tareas a algunos compañeros. Ahora todos estamos con trabajo. Este es un conflicto que deriva de otro conflicto: los primeros siete despedidos fueron echados el día de la elección de renovación de comisión interna. Uno de esos compañeros y otros cinco del grupo de 13 despedidos después, eran integrantes de la junta electoral, lo que de-
muestra la violencia de la medida tomada por la empresa. En este sentido los trabajadores tratamos de mantenernos unidos para pelear. Nuestro mensaje es “Queremos trabajar sin miedo”. -ER: ¿Cómo respondió la conducción del sindicato UTPBA? -MR: La autista conducción del sindicato se mostró ausente y ni siquiera actuó por decoro. No hay en la página web de la UTPBA mención alguna a un conflicto que puede ser bisagra en el gremio de prensa. PERFIL actuó de manera arbitraria para romper con el activismo y cualquier tipo de organización gremial en la empresa. En el marco de esa persecución sindical, la conducción del gremio no emitió sonido ni movió un dedo. En cambio, el Plenario de Delegados Autoconvocados fue el único blindaje externo con el que contó la asamblea de Perfil. Con generación de actividades y presencia en lo actos, sostuvo a lo compañeros despedidos y logró motorizar la visibilidad del conflicto. -ER: ¿Cómo sigue el conflicto? -AP: Dentro de la conciliación obligatoria, las partes están conminadas a negociar con los despedidos reincorporados y sin que haya medida de fuerzas de parte de los trabajadores. Pero eso no impide que hagamos asambleas y mantengamos vivo el conflicto desde diferentes perspectivas. Impulsamos una campaña de adhesiones y fotos de personajes del ámbito político y gremial, que avalan nuestra lucha. Nuestra intención es manifestarnos más allá de la situación de los 13 despedidos. Queremos hacer pública la persecución sindical en PERFIL y cómo actúa Jorge Fontevecchia en contra de los trabajadores que intentan organizarse para pelear por sus derechos.
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Provincia de Buenos Aires
LAS LUCHAS DE LOS TRABAJADORES ANTE LA SITUACIÓN CRÍTICA DEL SISTEMA DE SALUD La Salud, al ser considerada un derecho vital de toda la población, debería ser garantizada en todos sus planos por el Estado (programas, hospitales, centros de Salud, etc.). Pero esta concepción de Salud convive con otra que en su esencia la contradice: es la Salud concebida como una mercancía más.
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oy en día, producto de las políticas de quienes gobiernan, que han redundado en un vaciamiento presupuestario, el sistema de Salud Público está completamente devastado. Así, se generan los negociados con la Salud a través de las Obras Sociales y Prepagas. Si la Salud es un derecho, no debería existir motivo alguno para que un trabajador deba pagar con su salario por este. Esto, que parece tan sencillo, se transforma en un problema real y cotidiano ya que teniendo en cuenta que las condiciones del Sistema Público no están garantizadas por la falta de insumos, de recursos materiales, de infraestructura segura, de higiene, de personal, tornándose riesgosa para quien es asistido, los trabajadores optan por el otro camino. Anecdótico pero no menos importante: ni siquiera quienes nos gobiernan, que se llenan la boca en sus discursos hablando de la Salud Pública, se atienden en los hospitales. Pero también existe otro gran sector del pueblo, desocupados y precarizados (hoy el 34,5% de la población ocupada), que ni siquiera tiene la posibilidad de optar ya que no poseen Obra Social ni posibilidades de acceder a una costosa Prepaga. Mientras los gobiernos potencian la existencia y necesidad de una Salud Privada y además destinan un presupuesto que no permite sostener un Sistema de atención digno, el negociado que se realiza con lo que debería ser un derecho termina por perjudicar, por un lado, a los que deben pagar por él de su salario, y por otro lado, a quienes deben obligatoriamente acudir a la atención pública y nada garantiza que puedan recibir una atención segura y digna. El ajuste presupuestario A lo largo del mes de diciembre pasado se aprobó en la Legislatura bonaerense el presupuesto para 2014. Teniendo en cuenta los niveles de inflación y la devalua-
ción, se ha reducido respecto al año anterior, dejando por fuera el gasto que implicaría una suba salarial a los trabajadores estatales de la Provincia. Como es sabido, como contracara, se aumentó notablemente el presupuesto para Seguridad y se firmó por decreto el aumento salarial de las fuerzas represivas que duplicó el monto que percibía un oficial ingresante. Esto, sin dudas, es gráfico de la orientación política. Mientras que, por el lado de los trabajadores de la Salud (médicos, enfermeros, personal administrativo, de maestranza, etc.), los salarios bajísimos, las anomalías en el pago, las tercerizaciones con contratos irregulares, la falta de personal y las condiciones precarias en las que se encuentran la mayoría de los centros de salud en sus distintos niveles, repercuten directamente en las pésimas condiciones de trabajo. Y esta es una realidad que se repite en los distintos puntos del país. Sin ir muy lejos, en la ciudad de Buenos Aires, el gobierno porteño viene avanzando sistemáticamente con su plan de vaciamiento del sistema público, con un fuerte ajuste y masivos despidos de trabajadores de distintos hospitales. Las luchas en la Provincia de Buenos Aires y la situación de los residentes Ante todo este panorama los trabajadores y usuarios venimos mostrando la necesidad de luchar por una Salud Pública. El paro de casi 20 días en agosto de la guardia del ex-Castex en San Martín, la lucha que está llevando a cabo el Hospital San Martín de La Plata, entre otros, son ejemplos del agotamiento del estado de cosas. Pero también de que cuando la lucha se organiza se logran conquistar las reivindicaciones. Y para esto es fundamental la unidad de todos los trabajadores de la Salud (aunados en CICOP, ATE y no agremiados) para poder avanzar hacia victorias concretas. También fueron importantes
las medidas impulsadas desde la CPR (Comisión Provincial de Residentes, que contiene a los residentes de todas las especialidades existentes en Salud en la Provincia de Buenos Aires), como el paro y la movilización del 18 de diciembre y las posteriores reuniones con los funcionarios del Ministerio de Salud bonaerense encabezado por Collia, en donde se exigió la urgente apertura de la paritaria de Salud y un sueldo de $10.000 para el profesional ingresante de planta y para el residente desde el 1 de enero de 2014. Desde la CPR se insiste en la prioridad de construir con el resto de los gremios de Salud, principalmente con CICOP, con quienes se ha avanzado concretamente en que el reclamo de este gremio contenga al sector de residentes. Para esto, la agremiación de los trabajadores del sector es fundamental. Aún quedan debates importantes por avanzar, como que los residentes, con una situación de contratación completamente precarizada, puedan contar con un delegado paritario en la mesa de negociación, que represente a la gran cantidad de trabajadores, con su situación particular como sector. Los residentes cuentan con una “beca” solo por cuatro años, quedando luego sin trabajo (incluso a pesar de la falta de personal imperante), no tienen aportes jubilatorios ni antigüedad, no son reconocidos como trabajadores sino como “becarios en formación”, escondiendo así una situación de total precariedad laboral.
La lucha por la Salud Pública es una sola Las particularidades de cada sector que conforma el Sistema de Salud nos habla de distintos niveles de precarización, de contratación, etc. que requieren de reivindicaciones específicas. Pero lo que no debemos olvidar es que tenemos un denominador común: la defensa del derecho a la Salud, el aumento salarial, el presupuesto para los recursos materiales y humanos, insumos, condiciones edilicias dignas, nombramientos. Mientras los funcionarios de Scioli aguardan el tope en la paritaria nacional docente para luego poner topes al resto de los sectores (negándose a la apertura de paritarias del resto), es fundamental unificar las luchas con los trabajadores de otros sectores como el docente y el resto de los estatales, para seguir manifestando que el vaciamiento presupuestario se da en todos los niveles. Ahora más que nunca es importante sostener las instancias de participación y organización, las asambleas en los centros de salud, hospitalarias e interhospitalarias, las asambleas de residentes, e impulsarlas en donde aún no haya, para poder avanzar de conjunto entendiendo que la pelea es la misma. Para debatir planes de lucha, con el horizonte de volver a salir a la calle, retomando el camino que ha permitido ganar en otras oportunidades.
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Organización de Trabajadores Revolucionarios
Luchas en FATE y Kromberg En distintos sectores y lugares de trabajo desde el comienzo del año se vienen dando luchas obreras, como lo ejemplifican los casos de Fate y Kromberg en zona norte.
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l viernes 3 de enero los obreros de FATE realizaron un paro total de 24hs “ante la falta de respuesta, malas condiciones de trabajo, y provocaciones por parte de la empresa”, como lo denunció la Asamblea de trabajadores y la seccional San Fernando del SUTNA. Esta lucha se enmarca en una pelea que desde hace tiempo vienen llevando adelante los obreros de FATE contra las pésimas condiciones laborales que lleva a que muchos trabajadores padezcan graves enfermedades, como tuberculosis, hernia de disco, tendinitis, entre otras. En épocas como éstas esas condiciones se agudizan, sufriendo las altas temperaturas potenciadas al interior de la fábrica. Entre las reivindicaciones concretas, se pidió por un bono de fin de año, el pago de 200 horas por el fraccionamiento de vacaciones, y el 26,5% por premio
celular. El paro fue seguido de una movilización al Ministerio de Trabajo el 15 de enero en donde unos cien obreros acompañados por organizaciones sindicales, políticas y sociales, se movilizaron denunciado las condiciones de trabajo en FATE. Luego de algunas instancias de negociación el conflicto permanece abierto, y los trabajadores volverán a reunirse en Asamblea para resolver los pasos a seguir. En paralelo a este conflicto, luego de un fallo favorable de la justicia, fue reincorporado Sebastián Del Marco, obrero de FATE que había sido echado por la patronal con diversos pretextos que pretendían esconder el verdadero motivo, que es la persecución a los trabajadores que se organizan sindicalmente para pelear por sus derechos. En el caso de Kromberg &
Shubert del parque industrial de Pilar, los obreros se vienen movilizando contra los despidos y las amenazas constantes de esta multinacional alemana. El 2014 arrancó con más de 50 despidos en la autopartista. Frente a tal atropello, los obreros salieron a pelear enfrentando no solo el ataque patronal sino también la complicidad con la empresa de la conducción del Sindicato del Plástico (UOyEP). Los obreros luchadores de Kromberg enfrentaron a la lista del sindicato y la patronal en las elecciones de Comisión Interna en 2013. Opusieron la lista lila que perdió por un escaso margen, teniendo que enfrentar las maniobras de la patronal que jugó activamente para la burocracia incorporando más de 150 trabajadores a condición de que voten a la lista de la burocracia. Como represalia al intento de los trabajadores de organizarse y enfrentar a la buro-
cracia, la patronal comenzó el año con estos 54 despidos. Los obreros de Kromberg siguen en lucha, en lo que va del año realizaron movilizaciones al centro de Pilar (entregando un petitorio al Intendente y concentrándose frente al Ministerio de Trabajo de Pilar), en Capital Federal cortando Callao y Corrientes con la intención de visibilizar el conflicto, y están organizando diferentes tipos de actividades en torno de la campaña por la reincorporación de los despedidos. Los trabajadores debemos ser concientes que este será un año de ajuste, ajuste que las patronales intentarán descargar sobre las espaldas de los trabajadores. Para enfrentar esa política es imperioso organizarse por abajo para estar fuertes a la hora de enfrentar los ataques patronales.
AUMENTO PARA LA POLICÍA Y TRABAJO PARA LAS FFAA
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uego de las asonadas policiales en varias provincias del país durante el mes de diciembre, los conflictos entre el Estado y su fuerza represiva continúan. Como forma de resolver la situación, el gobierno prometió abultados aumentos para las policías provinciales y, además, echó mano al uso de otras fuerzas, especialmente de gendarmería, para controlar la “desobediencia” policial. Esto mismo sucedió en Córdoba, los primeros días del mes de enero, cuando, frente a nuevos amotinamientos, el gobierno envió 1000 gendarmes para poner freno a la situación. Vale decir que, notablemente, los conflictos con las diferentes policías se han resuelto en tiempo records otorgando las subas salariales y no tocando sus negocios que llenan las cajas de las diferentes comisarias como son los robos, la droga y la prostitución por ejemplo. Como complemento de esta resolución al conflicto por la “seguridad” que plantearon las asonadas reapareció la tendencia a utilizar distintas fuerzas de seguridad, que ya tiene precedentes dentro de las políticas oficiales y viene acercándose a su batacazo final. Hemos oído en el último tiem-
po a Cristina Kirchner referirse a una reconciliación entre el pueblo y las FFAA, un acercamiento que implicaría, por supuesto, un intento por “dar vuelta la página” de los años de dictadura que se llevaron la vida de 30.000 compañeros. Los primeros intentos concretos de llevar adelante esta política fueron, en el mes de agosto de 2013, el envío de 4.500 efectivos de las FFAA como refuerzo del plan Escudo Norte (vigente desde 2011), que implica el uso del ejército para controlar las fronteras. A esto le siguió la designación de Milani como jefe del Ejército, acusado de tortura y desaparición de personas durante la última dictadura. En lo que va del año ya se ven pasos cada vez más firmes. Hoy por hoy, la cúpula del ejército es la más amplia desde el retorno de los gobiernos constitucionales, con 55 generales. Cristina Kirchner aprobó todos y cada uno de los ascensos propuestos por Milani, sin ningún pase a retiro.
De los nuevos generales, un cuarto de ellos proviene del área de inteligencia, con un jefe denunciado por su participación en la dictadura, y con un presupuesto de 333 millones de pesos. Milani, quien tiene todo el apoyo oficial, ha hecho explícito el pedido de colaboración a los yanquis. En particular, lo que el nuevo jefe solicita es asistencia tecnológica del Comando Sur estadounidense, para fortalecer los patrullajes terrestres. Como primera medida, le serán dados 35 vehículos blindados Hummer. Pero sin dudas, quién se dispone a llevar a fondo una política de militarización abierta es el gobernador Daniel Scioli quien en declaraciones públicas llamó a revisar el rol que se le dará
a las FFAA y apoya dar intervención a dicha fuerza dentro del territorio argentino. Esto implica reformar la ley de Seguridad Interior, que restringe la participación del ejército dentro del territorio. Con la excusa de la “lucha contra el narcotráfico”, se pretende poner nuevamente al ejército en las calles. Frente al reclamo policial el gobierno da respuestas favorables, y por las dudas, nada mejor que tener un ejército con más poder, más presupuesto, y mejor equipado, para profundizar, junto a las medidas que hambrean cada vez más al pueblo trabajador, el control social y la represión.
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“SINDICATOS” POLICIALES: LA REPRESIÓN NO ES UN TRABAJO.
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as asonadas policiales de diciembre pasado reactualizaron un debate que emerge en cada oportunidad en que algún tipo de uniformado protagoniza hechos semejantes. Tal como sucediera frente al acuartelamiento de gendarmes y prefectos de mediados de 2012, y en cada situación similar anterior, las posiciones de las distintas organizaciones de izquierda variaron desde el apoyo activo al repudio frontal, pasando por todo tipo de planteo intermedio, oscilante y hasta francamente confuso. Hubo, sin embargo, una significativa diferencia respecto de otros motines de las fuerzas de seguridad, a partir de que algunos de los autodenominados “sindicatos” que nuclean policías y servicios penitenciarios se han incorporado formalmente a estructuras sindicales como la CGT de los Moyano (Sin.Po.Pe., Sindicato de Policías y Penitenciarios) o la CTA de Micheli (Si.Po.Ba., Sindicato Policial Buenos Aires). Así, esta vez hubo cuestiones concretas que requerían que las organizaciones de la izquierda y los organismos de trabajadores se pronunciaran, como, por caso, la marcha del 19 de diciembre, convocada por la CTA Micheli, la Coordinadora Sindical Clasista del PO y la Multisectorial (MSTCCC-FNC-FUA-FUBA-Pueblos Originarios en Lucha), y de la que, como integrantes de la CTA, participarían los policías bonaerenses agrupados en Si.Po.Ba. Nuestra organización tiene largamente fijada su posición respecto del eje central de esta discusión, que no es otra que la caracterización de las policías y demás fuerzas de seguridad, y, consecuentemente, su pertenencia o exclusión de la clase trabajadora, que a su vez determina la posición frente a esos agrupamientos que ellos llaman “sindicatos”. Entendemos, como lo señalábamos en 2006, que policías, gendarmes, prefectos, integrantes del servicio penitenciario o cualquier otro miembro de las fuerzas represivas del estado, no pueden ser definidos como “trabajadores”. Al respecto nos parece acertada la caracterización que referíamos de Lenin: “Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (…), por el papel que desempeñan en la organización
social del trabajo y, consiguientemente, por el modo de percibir y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen” (1). Se destaca, como elemento para definir la clase, el papel que se desempeña en la organización social del trabajo, papel, en el caso de los policías, que consiste en reprimir a los trabajadores, tanto en forma preventiva para imponer el control social sobre las grandes mayorías de explotados, como selectivamente sobre los sectores ya organizados de la clase trabajadora. Así, aun cuando el policía provenga de la clase obrera, igual que sucede con el capataz que ejecuta tareas de supervisión y dirección en la fábrica, se ubica por su función del lado capitalista. Su “trabajo” es garantizar la explotación. Como afirma CORREPI, se trata de “desclasados que, aunque cobren un sueldo por la tarea que cumplen, son mercenarios cuya función es disciplinar al pueblo para conservar los privilegios de sus patrones”(2). Trotsky lo explicaba así: “El hecho de que los policías hayan sido elegidos en una parte importante entre los obreros socialdemócratas no quiere decirlo todo. Aquí, una vez más, es la existencia la que determina la conciencia. El obrero, convertido en policía al servicio del estado capitalista, es un policía burgués y no un obrero. En el curso de los últimos años, estos policías han debido enfrentarse mucho más a menudo a los obreros revolucionarios que a los estudiantes nacionalsocialistas. Por semejante escuela no se pasa sin quedar marcado. Y lo esencial es que todo policía sabe que los gobiernos pasan, pero la policía continúa” (3). Lenin y Trotsky, además, distinguían claramente la condición del policía o gendarme, que voluntariamente dispone de su fuerza para ponerla al servicio de la defensa de los intereses del explotador, de los integrantes de los ejércitos de leva forzosa (distintos, también, de nuestras fuerzas armadas actuales, integradas no por masas de conscriptos, sino por voluntarios profesionales). Aquellos soldados eran obreros o campesinos arrancados contra su voluntad de sus fábricas y tierras, sobre los cuales era no sólo
posible, sino necesario desarrollar un activismo firme por parte de los revolucionarios. En su Historia de la Revolución Rusa, Trosky lo sintetiza: “Los gendarmes [fuerza policial rusa] son el enemigo cruel, irreconciliable, odiado. No hay ni que pensar en ganarlos para la causa”(4). Por eso, a diferencia de lo que sucedía con los soldados ganados para la causa revolucionaria, los policías y gendarmes del viejo régimen, igual que los capitalistas, carecían de derecho a voto en los soviets. El episodio de diciembre en Tucumán, cuando la policía, apenas aceptado su pliego de reclamos por el gobernador, cumplió la orden de reprimir a quienes se manifestaban frente a la casa de gobierno exigiendo “seguridad”, es tan significativo para comprender las cosas como la sistemática defensa que todos los “sindicatos” policiales (aquí y en el mundo) hacen de sus camaradas “injustamente incriminados por actos de servicio”, es decir, encausados por fusilamientos de gatillo fácil y torturas. Del mismo modo, todas esas agrupaciones facciosas policiales (la mayoría de las cuales están dirigidas por oficiales jerárquicos en actividad o retirados), aunque por su propia conveniencia remeden el lenguaje de los trabajadores, reivindican explícitamente la “noble función” que tienen asignada; defienden la “institución”, y, si algo exigen a los gobiernos, son condiciones para reprimir mejor. Por ello es muy importante entender que la función de reprimir no es un trabajo,
que un miembro de las fuerzas, cualquiera sea, no es un obrero, no es un maestro, no es un trabajador que aporta a la construcción social con su trabajo, sino que su única función es la defensa de los intereses de una de dos clases irreconciliables, la burguesía. Notas: 1) ER Nº10, febrero de 2006, “Sindicalismo” policial. 2) CORREPI, Declaración frente a las nuevas asonadas policiales, 9/12/2013, en www.correpi.lahaine.org. 3) León Trotsky, ¿Y ahora?: Problemas vitales del proletariado alemán, en http:// www.ceipleontrotsky.org/Y-ahora. 4) Historia de la revolución rusa, capítulo VII. 5) ER Nº10, febrero de 2006, “Sindicalismo” policial.
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SEMANA TRÁGICA: ¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA! e
n Enero de 1919 la clase obrera argentina, muy joven todavía, formada fundamentalmente por familias inmigrantes que provenían de una Europa en crisis por la guerra mundial, pero también por otras que habían migrado desde el interior del país, dio una de las primeras muestras de su capacidad de combatividad y del rol que puede jugar en los conflictos políticos del país. No sería ésta su primera aparición en un conflicto de envergadura, ya había pasado la primera huelga general en 1902 o la la Semana Roja en 1909. En el ´16 el radical Yrigoyen había llegado a la presidencia, con un planteo demagógico que intentaba interpelar a las masas: sería un gobierno árbitro entre los empresarios y los trabajadores, un gobierno pretendidamente popular que se diferenciaría de los gobiernos conservadores que lo precedían. Lo cierto es que terminó siendo uno de los gobiernos con mayor cantidad de represiones, presos políticos y asesinados por luchar a cuestas. Luego de años de crisis signada por la inflación y la desocupación, así como por un contexto internacional marcado por la guerra mundial, en 1918 comenzó a mejorar la situación para la economía argentina. Pero era una mejora económica en lo que respecta a la industria del país y la burguesía, que no se veía reflejada en mejores condiciones de vida para los sectores populares. En Diciembre de 1918 comienza el conflicto en los Talleres Vasena. Vasena era un burgués que se había ganado el odio de sus trabajadores debido a las pésimas condiciones de salubridad en que se trabajaba en sus talleres. Frente a la nula respuesta al pedido de mejores condiciones laborales, el 2 de Diciembre comenzó la huelga con un pliego de reivindicaciones que incluía el aumento de salarios (devaluados por la inflación), la jornada de ocho horas (los obreros soportaban jornadas de hasta once), la abolición del trabajo a destajo, la reincorporación de despedidos por actividades gremiales, premios para el trabajo los domingos y en horas extras, entre otros. El patrón Vasena intentó continuar con la producción en sus talleres con obreros carneros. Así comenzaron enfrentamientos entre los huelguistas por un lado y los rompehuelgas y la policía
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“Sin falta, trabajadores, vengad este crimen. Dinamita hace falta ahora más que nunca. Esto no puede quedar en silencio. No! Y mil veces No! El pueblo no se ha de dejar matar como mansa bestia. Incendiad, destruid sin miramientos obreros; Vengaos, hermanos! El crimen de las fuerzas policiales embriagadas por el gobierno y por Vasena clama el estallido revolucionario. Espantemos las gallinas, camaradas, y manos a la obra...” Periódico anarquista La Protesta, 8 de Enero de 1919 por otro. El resultado fue el despido de decenas de trabajadores, y una situación abierta de conflictividad contra las fuerzas represivas que derivó en el incendio del auto del jefe de policía el 24 de Diciembre. El 7 de Enero de 1919, cuando los carneros salían en chatas de los talleres, fueron interceptados por las familias obreras que les reclamaban que abandonen su papel de rompehuelgas, la respuesta fue la represión a tiros no solo por los propios rompehuelgas sino también por la policía, y a la que luego se sumó el Ejército, según algunas crónicas de la época comandado por el (en ese entonces) coronel Perón. El velorio de los caídos se convirtió en una tremenda movilización popular en donde confluyeron miles de personas, con la autodefensa obrera que marchaba delante de la columna. El
pueblo se volcó a las calles y enfrentó la represión tanto de la policía y el Ejército como de los grupos fascistas como La Liga Patriótica. La Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos y la FORA Vº Congreso (de tendencia anarquista) convocaron a una huelga general, que no fue del todo impulsada por la FORA IX (sindicalistas) y el PS, quienes pedían paciencia y llamaban a la calma para resolver el conflicto. Los piquetes y los focos de conflicto se extendieron a distintos puntos de la ciudad, particularmente en los barrios obreros como Villa Crespo y Pompeya, e incluso en otros puntos del país también se extiende la huelga: Rosario, Santa Fé, Mar del Plata, Bahía Blanca. En ese contexto de convulsión social Yrigoyen tuvo que instar a Vasena a aceptar las demandas obreras y liberar a una gran cantidad de presos políticos. El costo de las conquistas obtenidas fue muy alto. A la represión le continuó más represión y una situación de hostigamiento constante, a los dos años por ejemplo, la rebelión de los trabajadores rurales patagónicos conocida como la patagonia rebelde terminó con un saldo de más de 1500 obreros fusilados. A eso sumaba la debilidad producto del fraccionamiento entre distintas federaciones y el surgimiento cada vez con más fuerza de un sector que prefería negociar a salir a luchar. Habrá que esperar décadas para que la clase obrera vuelva a irrumpir con luchas que excedan el reclamo sindical y que planteen una confrontación con el sistema. La semana trágica, así como otras grandes gestas protagonizadas por aquellos años como la Semana Roja o la Patagonia Rebelde, se erigen como un gran ejemplo para la clase trabajadora desde esa perspectiva. Más allá de las conquistas materiales, los triunfos y las derrotas, los errores y aciertos, es desde la importancia de retomar las mejores experiencias de nuestra clase trabajadora, que debemos recordar la Semana Trágica y honrar a los luchadores que cayeron en aquellas jornadas combatiendo un sistema que históricamente solo ofrece explotación.
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LA ACTUALIDAD DE LA CRISIS ECONÓMICA Internacional
La crisis económica internacional, iniciada allá por 2007, lleva trascurridos ya más de seis años. A lo largo de este período, ha tenido un impacto regional desigual, afectando con mayor profundidad a las economías centrales (EEUU, UE, Japón) y, fundamentalmente, a las “periféricas” dentro de la UE, como Grecia, España e Irlanda.
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a crisis económica estuvo originada por múltiples causas, entre las cuales se destacan el estallido financiero (primera manifestación de la crisis, movido por niveles de especulación financiera inéditos), los profundos desequilibrios comerciales regionales y el exceso de oferta o sobreproducción global. Parados desde el marxismo, reconocemos a ésta como una de las crisis cíclicas del capitalismo, a través de las cuales (con ajuste sobre el pueblo trabajador y destrucción de algunos sectores del propio capital) el capital logra recomponer sus márgenes de ganancia y poner la rueda de la economía nuevamente en funcionamiento. Como saldo de crisis, por lo tanto, es esperable -y ya se ha evidenciado- un importante aumento de la desigualdad social -ampliación de la brecha entre los que más y los que menos tienen- y un aumento de la concentración y la centralización del capital. En los países más afectados, se han aplicado planes de ajuste salvajes (aumento de la edad jubilatoria, reducciones salariales y de pensiones, despidos masivos, privatizaciones…), siguiendo las directivas de los organismos multinacionales de crédito (FMI, BM), descargando el peso de la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador. Al mismo tiempo, se ha profundizado el carácter dependiente de estos países (Grecia representa el caso más notorio) que han visto crecer exponencialmente su nivel de endeudamiento y, de forma proporcional, caerse a pedazos la capacidad de intervención autónoma y la solvencia de sus estados nacionales. En la actualidad, no puede afirmarse que la crisis haya quedado atrás. Sin embargo, en el último tiempo la economía mundial viene mostrando signos de cierto repunte. Según Rolando Astarita “desde mediados de 2009 asistimos a una situación “intermedia”, ni boom, ni depresión. El área del euro continuó estancada -y en depresión varios países-, así como Gran Bretaña y Japón. En EEUU y Canadá se asistió a una recuperación débil (…) Con los datos actuales disponibles, hay que insistir en que no estamos en un
escenario similar al de la década de 1930. La recesión mundial de 2008-9 fue la más profunda y grave desde el fin de la Segunda Guerra mundial, pero no derivó en el colapso del mercado mundial; y desde mediados de 2009 la tónica general ha sido de crecimiento débil.” (1) Para 2014, el pronóstico general coincide en que se continuará con esta tendencia de “crecimiento débil”. Mientras algunas economías, como la de EEUU crecerán a un ritmo mayor que en 2013, otras como la China, continuarán creciendo pero a tasas menores. En conjunto, el Banco Mundial pronostica un crecimiento para este año del 3,0% del PBI mundial(2). En definitiva, todo parece indicar que, si bien la crisis económica internacional no ha sido superada aún (lo que implica que continuarán presentándose distintas tensiones, que posiblemente se profundizará el ajuste en algunas economías y que no se pueden descartar nuevos estallidos), los próximos meses estarán marcados por la continuidad de esta situación de lento y débil crecimiento. La crisis en América Latina Las economías de América Latina se caracterizan por su carácter dependiente, centradas, principalmente, en la producción de materias primas para el mercado mundial (alimentos, minerales o energía, dependiendo de la región). La crisis económica internacional, no ha impactado con fuerza sobre las economías latinoamericanas; o, al menos, no lo ha hecho en la misma medida que en otras latitudes. Durante la última década, los altos precios internacionales de las materias primas (petróleo, soja, etc.) han posibilitado una etapa de crecimiento económico importante en la región. Esto, lejos de permitir un desarrollo de las matrices económicas nacionales y una mayor diversificación, ha redundado en una profundización del carácter dependiente y primario-exportador, así como en mayores niveles de extranjerización de la economía. Por otra parte, la depredación de los recursos naturales se ha
acrecentado en los últimos años en América Latina. Las economías dependientes de los países de la región le han abierto sus puertas a un nivel sin precedente al saqueo y la destrucción de recursos naturales mediante la minería a cielo abierto, la extensión del monocultivo con utilización de fertilizantes con altos grados de toxicidad, la depredación de los recursos del subsuelo con técnicas fuertemente destructivas y contaminantes como el fracking, etc. Si bien, como decíamos, la crisis no ha afectado en profundidad a las economías latinoamericanas, sí se viene verificando en el último tiempo una desaceleración del crecimiento en algunas zonas. Brasil, principal economía de la región, es parte de esta tendencia. El real viene perdiendo valor, la inflación deteriora el poder de compra de los salarios y las tasas de crecimiento están lejos de las de años anteriores. Las expectativas para 2014 no presentan cambios drásticos para la economía del conjunto de la región. La CEPAL(3), por ejemplo, estima que las tasas de crecimiento continuarán siendo moderadas para los países de América Latina y el Caribe. Así, mientas que 2013 el crecimiento fue del 2,6%, para este año prevé un 3,2 %, movido por el leve repunte de la economía mundial. Los índices de varias de las principales economías estarían por debajo del promedio,
como las de México y Uruguay (3,5%), Argentina y Brasil (2,6 %) y Venezuela un 1%. Si bien no se prevén cambios drásticos, es una realidad que esta desaceleración del crecimiento que se expresa en varias de las economías de la región, viene redundando ya en distintas tensiones y dificultades económicas; y que, como consecuencia, los respectivos gobiernos vienen avanzando con planes de ajuste sobre el pueblo trabajador. Nuestro país, con una sostenida inflación y la devaluación impulsada por el kirchnerismo en el mes de enero, es una clara expresión de esta situación, que promete continuar desarrollándose en los próximos meses. Notas: 1) La economía hoy y la Gran Depresión, Rolando Astarita, agosto de 2013 2)http://www.bancomundial.org/es/news/ press-release/2013/06/12/world-bankexpects-muted-global-growth-led-bydeveloping-world 3) http://www.cepal.org/publicaciones/ xml/2/51822/BalancePreliminar2013DocInf.pdf
son muchos
! ! ! ! faltan ue q los
5 aĂąos sin luciano... fuera la policĂa de nuestros barrios!!!