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Tiempos antiguos de los mixtecos
Texto: TELÉSFORO MENDOZA GUERRERO
Época Prehispánica
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En las fuentes escritas que hemos consultado se afirma que los mixtecas vinieron del norte guiados por su caudillo Mixtecatl, a quien llamaban Sanzitso Sanai, debido a la siguiente leyenda: Cuando llegó con su pueblo a un lugar que después se llamó Tilantongo, tuvo ímpetus de pelear con quienes fuesen dueños de aquellas tierras, por lo que buscó en su derredor con quienes enfrentarse. No encontró a ningún adversario y sintiendo que sólo el sol lo estaba molestando con sus candentes rayos, Mixtecatl le disparó sus flechas y al notar que el astro rey se ocultaba tramontando las serranías y las nubes se teñían de púrpura, creyó haber herido de muerte al sol y entonces se declaró dueño y señor de aquellas tierras con el título de “Flechador del Sol”.
Al respecto de esta leyenda, un inspirado poeta oaxaqueño, en términos parecidos a los siguientes, escribió: “El moribundo Febo, al ocultarse, / herido va dejando rojas huellas / y se envuelve en el sudario de la noche. / Lloran los grillos… y en el templo etéreo / alumbran como sirios las estrellas”.
Algunos historiógrafos dicen que los mixtecas son de las familias nahuatlacas, de la primera inmigración. Otros como Torquemada, sostienen que son los toltecas dispersos después de la destrucción en Tollan, “enviados por Quetzalcoatl en el siglo VI A.C. a poblar la provincia de Tlaxcaya”.
Fray Francisco de Burgoa afirma haber interpretado los códices mixtecas, en los cuales se consignan muchos datos importantes, entre los que destacamos los siguientes: Que los mixtecas son autóctonos, descendientes de dos árboles corpulentos que al caer sus hojas en las aguas del río de Apoala, se transformaron en dos personas, hembra y varón, que fueron los progenitores de la raza. Como todos sabemos, lo anterior no pasa de ser una hermosa leyenda.
Al principio los mixtecas estuvieron unidos, pero después se dividieron en dos reinos: el de Achiutla y el de Tututepec. El primero comprendió los señoríos de Sosola, Yanhutlán, Tilantongo, Tlaxiaco, Coixtlahuaca y Acatlán, del hoy Estado de Puebla. El segundo tenía por tributarios a Jamiltepec, los Pinotepa, los Amuzgos, los Chatinos y Ometepec, del actual Estado de guerrero.
Los pueblos del distrito de Huajuapan quedaron comprendidos dentro del primero, naturalmente. Por eso a él nos referiremos en esta breve exposición, apoyándonos en lo escrito por Burgoa, D. Ángel Taracena y otros autores.
Al sol le llamaba La Nicandi (Dios que anda y alumbra), a la luna La yoo (diosa nuestra), a la estrella de la tarde le decían Quini (diosa estrella). Su dios principal lo llamaban Toxtatépetl o Ñuu-Iñu-Nuu (corazón del pueblo) y lo representaban con una esmeralda en la que aparecía grabada una avecilla y una serpiente, emblema conocido de Quetzalcoatl, cuyo adoratorio principal estaba en lo más abrupto de las montañas de Achiutla.
Tenían otros adoratorios en Yanhuitlán, Tilantongo, Chicahuaxtla, etc. Allí acudía el pueblo a orar y allí radicaban los sacerdotes destinados a guardar los ídolos ante quienes sacrificaban día y noche y en determinadas épocas del año codornices, gallinas, perros, venados y al finalizar sus ceremonias, dos o tres personas, sacándoles el corazón.
El sumo sacerdote vestía el día de los sacrificios con mucha plumería y mantas muy galanas, adornando su cabeza con una especie de mitra. Los sacerdotes eran preparados y seleccionados de manera muy rígida y austera.
La puerta del paraíso estaba en una cueva cerca de Chalcatonto (probablemente la Gruta de Cañada de Galicia). Allí llevaban a sus reyes y señores principales, con grandes y solemnes ceremonias. Como panteón de sus grandes dignatarios utilizaron después la Necrópolis de Monte Albán.
Sus ceremonias religiosas las solemnizaban con chirimías y después también con teponaxtles, participando también grupos de danzantes. Su danza más representativa es la Danza de la Pluma, originaria de Cuilapan y que actualmente está muy mixtificada.
Al paso de Quetzalcoatl por este reino le llamaron Coodintacui (señor de la culebra del pájaro verde), atendieron sus prédicas de cultura y de buenas costumbres y, antes de marchar a Yucatán, penetró en la gruta de Apoala en donde dejó su figura petrificada en una hermosa estalactita que aun existe.
Tysacaa fue el sumo pontífice mixteca que entrevistó a los exploradores españoles a quienes recordó la fatídica profecía de Quetzalcoatl acerca de los “hombres blancos y barbados que venían de oriente a conquistar estas tierras”.
Los más distinguidos dignatarios del Reino de Achiutla fueron: 1. Mixtecatl (flechador del Sol o Arquero del Sol) guio a su pueblo en su peregrinación. 2. Dzahuindanda. Llevó sus tropas hasta los campos aztecas que Moctezuma enviaba anualmente con una ofrenda a Achiutla, en prenda de paz. 3. Atonaltzin (reloj de agua) gobernó a los mixtecas desde 1433 y se enfrentó a Moctezuma I, quien con antelación había mandado poner una guarnición en Tlaxiaco, lo que significaba una invasión a los dominios mixtecas.
Atonaltzin contaba con sus aliados los tlaxcaltecas y huejotzingas, lo que le dio más fuerza ante Moctezuma. En una ocasión mandó a asesinar a 150 mercaderes aztecas que concurrían al tianguis en Coixtlahuaca, lo que motivó el inicio de la guerra en cuya fase inicial triunfaron los mixtecas que se dirigieron a Tlaxiaco y asesinaron a los de la guarnición.
Moctezuma aumentó su ejército a 20,000 hombres auxiliado por los reyes de Texcoco y Tlacopan, se dirigió a combatir a Atonaltzin habiéndolo vencido totalmente y sometido a su tributo. Murió en 1465 a causa del pesar de su derrota o asesinado por sus mismos súbditos, según otras versiones.
4. Cuauhxóchitl, nombrado por Moctezuma, gobernó el reino chocho-mixteca hasta 1478.
5. Xochiquetzal, esposa del anterior, reinó de 1478 a 1484.
6. Cetepatl gobernó pacíficamente hasta que se alió con Cosijoeza para combatir a los aztecas. Para el efecto, Cetepatl de Achiutla y Nahuilxóchitl de Sosola invitaron a la guarnición mexicana de Huaxyacac a participar en un festín. De regreso fue asaltada intempestivamente en el Río de San Antonio y bárbaramente asesinada.
La guerra se inició nuevamente entre mixtecas y aztecas venciendo los segundos de manera definitiva. Cetepatl fue sacrificado en el templo mayor de Tenochtitlán, junto con miles de prisioneros mixtecas.
7. Coxacacuahtli actuó en Coixtlahuaca de 1506 a 1522, después de Sokañiñaña (18 tigres) y de Ocoñaña (8 tigres), terminando la existencia de este señorío.
8. El señorío de Tlaxiaco estuvo servido por varios designatarios, siendo el más notable Malinalli, impuesto por Moctezuma, sabedor este monarca que en los jardines de Tlaxiaco había una planta de flores aromosas llamada Tlapalixquexóchitl traída del istmo en la guerra contra los zapotecas, ordenó que se la llevaran para tenerla también en sus penciles de Tenochtitlán. Como Mallinalli no aceptó este caprichoso deseo, fue hecho prisionero y conducido a Mexitli en donde fue sacrificado con muchos prisioneros tlaxiaqueños, ante el sangriento Huichilobos.
El último dignatario fue Comiyuchi, muerto por el sanguinario Pedro de Alvarado, a su paso por Tlaxiaco, rumbo a la conquista de Tututepec. Desde el reinado de Ixcoatl en 1427, se inició la invasión de la mixteca por los mexica; continuó con Moctezuma Ilhuicamina o Moctezuma I, quien sometió a Piaxtlán, Acatlán, Tamazolán y Cohaixtlahuacán; a la muerte de Moctexuma le sucedió Axayácatl, después imperó Ahuízotl y por último Moctezuma Xocoyotzin o Moctezuma II, quién no sólo consolidó los dominios anteriores, sino que extendió la invasión hasta Tzolán, Mictlán, el Istmo de Tehuantepec y América del Centro, sus pendiéndose por la llegada de los españoles. Continuará...
FUENTE: MONOGRAFÍA DEL DISTRITO DE HUAJUAPAN, EDICIÓN 1992, DEL MISMO AUTOR.