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IN SEASON Aceites esenciales
Aceites esenciales BIENESTAR EN GOTAS
EL MUNDO ESTÁ VOLCÁNDOSE cada día un poco más al tema de lo natural. Es algo que seguirá tomando bastante tiempo y puede ser lento para gusto de muchos, pero poco a poco vamos volviendo a los orígenes y a tomar más en cuenta -de manera consciente- los regalos que nos brinda la naturaleza, valorando lo que ésta nos da y aprovechando al 100% sus recursos con mayor respeto y cuidado. Creo que a esto se debe también todo el boom y la masificación de los aceites esenciales, que han sido utilizados desde hace muchos años pero que ahora están dando más de qué hablar y de los que queremos contarte un poco. ¿QUÉ SON LOS ACEITES ESENCIALES?
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Son sustancias que concentran todas las bondades de una planta y que han sido obtenidas la mayoría de las veces gracias a procesos de destilación y presión en frío que permiten extraer el contenido de éstas sin alteraciones, aprovechando todas y cada una de sus propiedades.
Los aceites esenciales son compuestos naturales que se “esconden” dentro de cada parte de las plantas… en sus raíces, hojas, en semillas, flores y en su corteza. Le dan la forma a la mata, la proveen de su olor y otras características particulares y, de alguna manera, heredan estas particularidades cuando son extraídos, por lo que cada aceite esencial tiene sus características y propiedades únicas. ¿CÓMO SE USAN?
Son muchas las maneras en las que se pueden utilizar los aceites, siempre tomando en cuenta lo potentes que son por ser concentrados y que la mayoría deben ser mezclados con una sustancia neutra si se utilizaran de manera tópica, pudiendo ser ésta un aceite de base vegetal, uno dulce como la almendra, aceite de coco o el agua, por ejemplo.
Actualmente, hay marcas especializadas en la producción, mercadeo y venta de los aceites que han logrado ofrecer alternativas que pueden comerse sin ningún tipo de riesgo. Tal es el caso de la norteamericana doTERRA, que ha masificado kits con aceites esenciales puros, mezclas de estos con determinadas propiedades para tratar cuadros, dolencias o situaciones distintas y hasta han llegado a producir productos de higiene, cuidado y belleza personal que son realmente increíbles a nivel de efectividad, totalmente naturales y seguros para la mayoría de los consumidores.
Los aceites los puedes usar de manera tópica para aplicarlo en las distintas partes del cuerpo, pero siempre diluyéndolo en otra sustancia que sirva como base porque, al ser concentrados, pueden lastimar tu piel. También podrás utilizarlos diluyéndolos y esparciéndolos en el sitio donde estés, a través de difusores especialmente diseñados para ello, a los que les tendrás que colocar una medida de agua y pocas gotas. AHORA ESTÁN EN BOGA COMO UN COMPLEMENTO MEDICINAL NATURAL, PERO LA VERDAD ES QUE DESDE HACE MUCHO SE HAN USADO PARA DISTINTOS FINES, ENTRE LOS QUE DESTACA EL BIENESTAR MENTAL Y FÍSICO
¿PARA QUÉ SE USAN?
Podríamos extendernos muchísimo hablando de los beneficios de estas sustancias y más tomando en cuenta que la variedad es extensa y cada uno actúa de manera diferente de acuerdo a las propiedades que tenga, pero como la idea es condensarte información interesante, podemos decirte que entre sus beneficios destacan:
- Bajar los niveles de ansiedad, tensión y estrés - Ayudar a sanar malestares estomacales - Aliviar dolores de cabeza, musculares y de espalda - Contribuir a una buena higiene bucal
IMPRESCINDIBLES
Como te hemos dicho arriba, hay una gran variedad de aceites esenciales, pero existen unos que destacan y que podríamos calificar de imprescindibles si quieres iniciarte en el uso de estas sustancias naturalmente maravillosas y sanadoras:
- Promover estados de relajación - Inducir sueño profundo y descanso - Favorecer alivio y solución de cuadros respiratorios - Combatir imperfecciones de la piel - Limpiar y purificar el aire - Reforzar procesos antiinflamatorios y cicatrizantes
ÁRBOL DE TÉ: es uno de los básicos y proveedores de grandes beneficios. Cuentan además que el ejército australiano lo incluye en su botiquín de primeros auxilios. Destaca entre sus propiedades ser anti viral y fungicida, además de que resulta especialmente efectivo para tratar problemas en la piel (por ejemplo, acné). Para las mamás, hay una buena noticia: sirve para prevenir y atacar los tan temibles piojos.
LAVANDA: de gran popularidad entre los conocedores y usuarios de los aceites esenciales tanto por su agradable fragancia como por su potencialidad para calmar ansiedad e incentivar la calma. Es uno de los pocos que puede usarse directo en la piel. Perfecto para combatir problemas respiratorios, musculares y circulatorios. Puede ser de gran utilidad para aliviar picaduras de insectos, problemas bronquiales, rinitis, dolores de cabeza, descontrol en ciclos menstruales, quemaduras, problemas dérmicos como psoriasis y erupciones, así como para equilibrar cambios bruscos de humor y solucionar dificultades para conciliar el sueño.
INCIENSO: es conocido por sus increíbles propiedades reconfortantes. Muy útil para visualizar y mejorar la conexión espiritual de cada uno, ayudar a superar el estrés y la depresión. En aromaterapia, es inhalado o difundido a través de un vaporizador y es capaz de actuar como un sedante muy eficaz que induce una sensación de paz mental, relajación y satisfacción, ayudando así a las personas a aliviar la ansiedad, la ira y el estrés.
LIMÓN: recomendado para sanar heridas, verrugas y como anti fúngico. A este aceite se le atribuye un efecto reparador y cicatrizante y, por tanto, es indicado en tratar diversos problemas de la piel. Además, es utilizado también como limpiador y ambientador en casa por brindar una fragancia fresca, además de que proporciona un efecto desinfectante totalmente natural.
MENTA: es otro de los más útiles y queridos. Posee maravillosas propiedades refrescantes y notables usos terapéuticos. Su aroma es fresco y reconfortante. Este aceite calma y alivia todo tipo de dolencias, tanto mentales como físicas. Se puede utilizar para tratar apatía, artritis, asma, mal aliento, dolor de espalda, trastornos intestinales, bronquitis, resfriado, tos, calambres, malestar, fatiga, flatulencia, problemas digestivos, dolores de cabeza, migraña, dolor muscular, náuseas, mala circulación, congestión nasal, quemaduras de sol, pies cansados, mareos y vértigo.
