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ACOSO ESCOLAR

Salgo del cine, después de ver Hombres G, la película que dirige David Serrano, sonriendo un poco por dentro, pero dándome cuenta de que, en medio de historias de amor adolescente, canciones y asignaturas pendientes hay algo que se repite a través de las décadas. ¿El amor? ¿El compañerismo? Sí. Y también el acoso escolar.

¿QUÉ ES?

La mayoría de definiciones coinciden en que se trata de una conducta de intimidación, maltrato o persecución entre iguales, en este caso escolares. Puede ser realizada hacia uno o más menores por individuos aislados o por un grupo.

La diferencia fundamental que hemos observado consiste en la continuidad del hecho. Las instituciones oficiales como nuestro Ministerio de Educación o la Unicef hablan de que debe ser mantenido en el tiempo. La Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE) indica que basta con tres veces para denominarlo así.

Un factor a tener en cuenta es que suele haber desequilibrio de fuerzas y abuso de poder.

¿CÓMO DETECTARLO?

A veces es difícil para los adultos. Se da en el colegio o su entorno, también por las redes sociales. Suele ocurrir en el recreo, los patios, los lavabos, la entrada, el comedor, cambios de clase, autobús escolar; en general, donde pueda pasar más desapercibido.

UNICEF recomienda mantenernos alerta, pero trabajando sobre todo las relaciones con nuestros hijos. Jugar con ellos, ser abiertos y estimular que lo sean, que nos comuniquen sentimientos y problemas. No ser pesados sino pacientes. Enfatiza la idea de estar conectados con nuestros hijos y da ejemplos: “Habla también sobre temas no relacionados con la escuela”. “Déjales que te sorprendan con sus intereses, sus gustos, compartir vivencias”. “Recuerda cosas sobre sus vidas”. “Haz cosas con ellos”. “Cuéntales cosas sobre ti que puedan ser inspiradoras”. “Reconoce cuando te equivocas, nadie es perfecto”

Si tenemos una buena comunicación será más fácil que nos cuenten sus problemas. Puede no ser suficiente porque el temor o la vergüenza hacen que, a veces, se oculte el sufrimiento. Algunas pistas: volverse introvertidos, no querer salir, pedir cambiar de colegio, excusas para no ir a clase, faltas reiteradas. Suelen perder apetito y adelgazar en mayor o menor grado. Vómitos, dolores de cabeza, molestias de estómago.

Se afecta el rendimiento escolar y hay una disminución de la autoestima. Les importa menos su apariencia. Irritabilidad y explosiones o, todo lo contrario, pasividad y tristeza.

TIPOS Acoso físico

Es uno de los tipos más comunes. El directo engloba golpes, empujones, patadas y todo tipo de agresiones físicas. En el indirecto vemos robo o daño intencionado de pertenencias.

Ciberacoso

Se realiza a través de internet. En la mayoría de casos, este tipo de acoso se basa en la publicación de fotos, conversaciones o informaciones sobre la víctima, sin su consentimiento. También amenazas.

Moral o psicológico

Este tipo de maltrato puede darse por medio de palabras, difamaciones y mentiras. En este caso también se incluyen las amenazas, la manipulación, el chantaje emocional, la intimidación o la persecución.