FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y ECONÓMICAS
GRADO CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD Trabajo fin de grado
Perfil del menor infractor en la Comunidad Autónoma de Aragón.
Autora: Olga Centelles González Director/Tutor: Juan de Dios Molina Martin
. Fecha: 14/05/15
ÍNDICE INTRODUCCIÓN
8
CAPITULO I. Delincuencia juvenil 1.1.
Definiciones delincuencia juvenil
9
1.2.
Características delincuencia juvenil
12
1.3.
Delincuencia juvenil femenina
16
CAPITULO II. Factores que intervienen 2.1.
Factores de riesgo
18
2.2.
Factores de protección
25
CAPITULO III. Marco legal
28
CAPITULO IV. Estadísticos oficiales 4.1.
Estadísticas sobre delincuencia juvenil en España
33
4.2.
Estadísticos sobre delincuencia juvenil en la C.A. de Aragón
43
CAPITULO V: Objetivos 5.1.
Objetivos generales
46
5.2.
Objetivos específicos
46
CAPITULO VI: Investigación 6.1.
Hipótesis
47
6.2.
Metodología
6.2.1 Muestra
47
6.2.2 Procedimiento
48
6.2.3 Instrumentos
49
6.3.
Resultados
6.3.1. Análisis descriptivo 6.3.1.1.
Características personales
49
6.3.1.2.
Tipología delictiva
55
6.3.1.3.
Perfil delincuencia juvenil C.A. Aragón
59
6.3.2. Análisis comparativo 6.4.
Discusión
61 66
CAPITULO VII: Conclusión
70
CAPÍTULO VIII: Reflexión personal
71
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
73 2
ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS TABLAS Tabla 1 Factores de riesgo según Andrés (2006)
21
Tabla 2 División factores de riesgo delincuencia juvenil
24
Tabla 3 Cualidades para desarrollar la resiliencia
27
Tabla 4 Evolución del menor en la ley (1978-2014)
29
Tabla 5 Duración máxima medidas en hechos tipificados como faltas
31
Tabla 6 Aplicación o no medida de internamiento en régimen cerrado
32
Tabla 7 Reglas especiales de aplicación y duración medida
33
Tabla 8 Distribución delitos por grupos
39
Tabla 9 Distribución faltas por grupos
40
Tabla 10 Número de infracciones y condenas por Comunidad Autónoma año 2012
43
Tabla 11 Clase de delitos que más se dan en los países registrados
56
Tabla 12 Clase y tipo de delito que más se da según edad
58
Tabla 13 Correlación entre tipo de delito- protección- reincidencia
62
Tabla 14 Correlación entre tipo de delito- clase de delito- nacionalidadtipo de consumo
63
Tabla 15 Correlación clase de delito, lugar de residencia, nivel educativo y grupo de iguales
64
Tabla 16 Asociación entre nivel educativo y tipo de delito
64
Tabla 17 Medias direccionales entre nivel educativo y tipo de delito
65
Tabla 18 Medidas simétricas entre nivel educativo y tipo de delito
65 3
FIGURAS Figura 1 Evolución edad penal del menor
18
Figura 2 Relación factores de riesgo y factores de protección
28
Figura 3 Evolución en el tiempo delitos y faltas menores (14-17 años)
35
Figura 4 Porcentaje menores detenidos año 2013 según nacionalidad
36
Figura 5 Menores detenidos en 2012 y 2013 según nacionalidad
37
Figura 6 Distribución delitos 2013 según nacionalidad
37
Figura 7 Distribución delincuencia juvenil según sexo y nacionalidad de los menores
38
Figura 8 Delitos que más se dan entre 2008 y 2013
40
Figura 9 Resto de delitos que se cometen entre 2008 y 2009
41
Figura 10 Distribución faltas según tipo de falta año 2008 a 2013
42
Figura 11 Distribución faltas que menos se dan año 2008 a 2013
42
Figura 12 Detenciones e imputaciones C.A. Aragón año 2012 y 2013
45
Figura 13 Distribución delitos provincias C.A. Aragón
46
Figura 14 Sexo menores
50
Figura 15 Edad menores
50
Figura 16 País de origen
51
Figura 17 Distribución residencia menores en Zaragoza
52
Figura 18 Con quién residían antes de ingresar en el Centro
53
Figura 19 Expediente en protección
53
Figura 20 Nivel educativo
54
4
Figura 21 Tipo de consumo
54
Figura 22 Clase de delito
55
Figura 23 Delitos contra el patrimonio
56
Figura 24 Delitos contra la libertad sexual, contra el orden pĂşblico e incumplimiento LV
57
Figura 25 Delitos contra la persona
57
Figura 26 Nivel de reincidencia
59
5
AGRADECIMIENTOS Quisiera agradecer en primer lugar a mis padres por apoyarme en todo momento, por animarme y estar ahí cuando veía que todo se complicaba. A ellos también quiero agradecerles todo el esfuerzo que han hecho para que yo pudiese estudiar mis dos carreras. Quisiera agradecer también a mi hermana Marta, a mi novio Alejandro, a mis amigas Eva y Michelle por ayudarme a ver todo con mayor perspectiva. A todos ellos me gustaría agradecerles principalmente una cosa, por creer en mí incluso cuando yo no lo hacía. Quisiera dar las gracias a aquellos profesores que me han enseñado tanto durante mi periodo académico gracias a ellos he crecido como persona y como profesional. Por último, quisiera agradecer al director del Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial de Zaragoza, Francisco Aguelo, por permitirme tener acceso a sus expedientes y hacer posible la elaboración de esta investigación.
6
Resumen El presente estudio pretende averiguar si existen unas características comunes entre los menores que cometen actos delictivos en la Comunidad Autónoma de Aragón y más concretamente, de aquellos que cumplen medida de internamiento en el centro de internamiento de dicha comunidad. La muestra está compuesta por 100 expedientes de menores que han cumplido una medida de internamiento, cualquiera de las modalidades de la medida, durante el año 2014. Se ha obtenido que existen algunas características en común entre estos menores como el sexo, que suele ser masculino o que tienen una familia desestructurada. También se ha registrado la zona residencial donde se ha obtenido que la mayoría proviene de la provincia de Zaragoza y que la provincia que menos delincuencia tiene es Teruel. Se han comparado los datos de la presente investigación con investigaciones presentes en la literatura. En esta comparación se han encontrado discrepancias y similitudes que se analizan en la presente investigación. Palabras clave: delincuencia juvenil, factores de riesgo, factores protectores, Comunidad autónoma de Aragón, delincuencia femenina, familia desestructurada, fracaso escolar.
Abstract The present study tries to find out if a few common characteristics exist between the minors who commit criminal acts in the Autonomous Community of Aragon and more concretely, of those that are fulfilling sentence
in the center of
internment of the above mentioned community. The sample is composed by 100 juvenile records who have fulfilled a sentence in the center of internment, in any of the modalities, during the year 2014. There have been obtained that exist some characteristics in common between these minors as the sex, which usually is masculine or which they have a dysfunctional family. Also It has been recorded that most children come from the province of Zaragoza, and to a lesser extend is Teruel. There has been compared the information of the present investigation with other investigations in the 7
current literature. In this comparison they have found discrepancies and similarities that are analyzed in this investigation. Key words: Juvenile delinquency, factors of risk, protective factors, Autonomous Community of Aragon, feminine delinquency, dysfunctional family, school failure.
INTRODUCCIÓN El trabajo consta de una investigación sobre las características de los menores que cumplen o han cumplido medida judicial en el año 2014 en la Comunidad Autónoma de Aragón, más concretamente en el Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial situado en Juslibol (Zaragoza). Con este trabajo se pretende corroborar algunas afirmaciones sobre el perfil o las características de esta población y aportar otros datos que aún no han sido investigados. Estos últimos datos a los que se hace referencia son por ejemplo situar la delincuencia juvenil en Aragón ya que todas las investigaciones han sido realizadas en ciudades concretas o en otras comunidades autónomas. La realización de esta investigación ayudará a la elaboración de programas de prevención de la delincuencia atendiendo a las características comunes de los menores que realizan accione ilícitas en dicha comunidad. También se realizó esta investigación para acotar más las características de los menores y ponerlas en contexto en el territorio. Para la realización de este trabajo se ha tenido acceso a la totalidad de los expedientes, un total de 120, del Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial de Juslibol (Zaragoza) de los cuales se han descartado 20 por falta de información, quedando una muestra de 100 sujetos. Se ha recogido la información necesaria para la elaboración del estudio y se ha procedido a hacer una comparación mediante el programa SPSS de las características registradas de la muestra que se podrán ver en el aparatado de resultados. En la elaboración del trabajo se ha llevado a cabo la lectura de artículos científicos escritos con anterioridad que hacen alusión al tema en concreto cuya información más relevante ha sido plasmada en los primeros cuatro capítulos que conforman dicho 8
trabajo. Estos capítulos, cuando se ha considerado pertinente, han sido divididos en varios subapartados para hacer más comprensible y clara su lectura. Posteriormente, se realiza una exposición de los objetivos de los que se parte, tanto generales como específico y de los diferentes aparatados que conforman la investigación. Este último apartado está formado por la hipótesis, la metodología utilizada y los resultados obtenidos. El apartado de metodología se divide en la muestra, el procedimiento seguido y los instrumentos utilizados. Tras esto se plasman los resultados más significativos obtenidos tras un análisis exhaustivo de los datos extraídos de los expedientes seguido de una discusión donde se comparan estos resultados con resultados de investigaciones anteriores haciendo alusión a las coincidencias y discrepancias. Para finalizar se realiza una breve conclusión donde se apuntan los aspectos más relevantes a los que se ha llegado tras la realización de la investigación y la reflexión personal donde se exponen las limitaciones y fortalezas de las investigaciones así como las futuras líneas de investigación y la utilidad de este trabajo.
CAPÍTULO I: Delincuencia juvenil 1.1.
Definiciones delincuencia juvenil
Una de las definiciones más generales es la que entiende la delincuencia juvenil como el comportamiento delictivo realizado por jóvenes y menores de edad. Esta definición tiene un carácter muy general y puede ser utilizada en todos los territorios aunque cada uno de estos hará alusión a unos actos delictivos y se acotará la edad de los autores atendiendo a su legislación vigente en el momento. Este tipo de delincuencia es el resultado de la combinación de variables de carácter social, familiar e individual (Hein, 2004). No existe una definición sobre el término de delincuencia juvenil ya que influye de manera considerable el lugar donde se da dichos fenómenos. Resulta difícil establecer una definición común al término delincuencia juvenil ya que existen múltiples matizaciones dependiendo del territorio donde tiene lugar. Debido a esta carencia de consenso frente a la definición de este fenómeno a continuación se hará 9
mención de algunas definiciones que se utilizan en la literatura aunque antes se hará mención de algunas consideraciones a tener en cuenta previamente a exponer las diferentes definiciones. Una característica común entre todas las definiciones es la presencia de violencia o conducta violenta. La violencia es entendida como la estrategia utilizada por algunas personas, en este caso los menores, para resolver conflictos. Estas acciones tienen consecuencias negativas para otras personas o para la propia persona que realiza la acción. Que una conducta sea violenta no significa que sea considerada como un delito o un acto ilícito. Cabe añadir que según estudios longitudinales realizados sobre la materia, la gran mayoría de los adolescentes han realizado alguna vez conductas ilícitas aunque de carácter menor. De todos estos tan sólo un 6% aproximadamente reinciden y cometen actos violentos. Estas situaciones tienen lugar a la edad de 12-13 años y continúan pasados los 17-18 años (Fonagy, 2003). La mayoría de estas conductas antisociales van disminuyendo conforme aumenta la edad del menor así como evoluciona en su proceso madurativo, estas conductas pueden verse incrementadas en frecuencia, intensidad y gravedad atendiendo al grupo de factores de riesgo que afecten al niño (Peña y Graña, 2006). Los menores que no siguen con las conductas delictivas son aquellos que cuentan con un menor número de factores de riesgo y suelen realizar en un primer momento infracciones de gravedad menor por las cuales se les impone una medida que hace que cesen este tipo de conductas. Aquellos menores que cuentan con un gran número de estos factores cometen actos delictivos de mayor gravedad y las medidas que se les imponen por ellos resultan insuficientes, siguiendo adelante con su carrera delictiva (Braco, Sierra y Del Valle, 2009). Es importante no confundir delincuencia juvenil con menores infractores, ambos han cometido un acto tipificado por la ley pero existe una característica que los diferencia. Los primeros cometen un acto ilícito pero los segundos han pasado obligatoriamente por un proceso que concluye con la denominación del menor como infractor (Uceda, 2006). Es decir, la delincuencia juvenil realiza actos ilícitos pero no necesariamente pasan por un proceso judicial ni si quiera son denunciados. 10
Una vez expuestas estas cuestiones procederemos a la exposición de algunas de las definiciones más importantes utilizadas por los diferentes autores de la literatura de este tema. En la Criminología clásica encontramos diversos enfoques explicativos del comportamiento criminal. Un enfoque biológico que expone que toda conducta delictiva tiene como precedente alguna patología, disfunción o trastorno orgánico que explica el porqué de esta acción. El enfoque psicológico que explica este tipo de comportamientos hace hincapié en el estado anímico de la persona. Y por último, un enfoque sociológico el cual ve el hecho delictivo como un fenómeno social (Stenglein, 2012). Existe una clasificación de los tipos de delincuencia propuesta por Herrero (2002) que divide la delincuencia juvenil en tres subcategorías. La primera de ellas estaría compuesta por menores con rasgos de anormalidad patológica. En esta categoría entrarían aquellos menores que se convierten en delincuentes a causa de la psicopatía o la neurosis y/o por autoreferencias sublimizadas de la realidad. En la segunda estarían aquellos menores con rasgos de anormalidad no patológica. Esta categoría la conformarían los menores delincuentes con trastorno antisocial de la personalidad y los menores con reacción de huida. Por último, esta la tercera categoría que engloba a aquellos menores con rasgos de personalidad de carácter normal. En esta categoría se englobaría a todos los demás menores que no cumpliesen las características para formar parte de las otras dos categorías. Por ejemplo, los menores que delinquen para suplir carencias económicas y necesitan dinero para comprarse algo. Los distintos comportamientos de la delincuencia juvenil los podemos dividir en dos categorías: comportamientos delincuenciales esporádicos y comportamientos delincuenciales persistentes. Los comportamientos delincuenciales de forma esporádico están relacionados con situaciones características de la época en la que viven, la adolescencia. Los comportamientos delincuenciales persistentes, por su parte, se caracterizan por la actuación de un gran número de factores de riesgo (Hein, 2004). La delincuencia juvenil en mucho de los casos es un fenómeno esporádico y tan sólo un número pequeño de personas siguen con los comportamientos delictivos de manera continuada (Montero, 2011; Garrido, Stangeland y Redondo, 1999). 11
Desde el ámbito jurídico la delincuencia juvenil es entendida como las acciones u omisiones, realizadas por menores, que son contrarias a la ley vigente en el momento de la realización (Nieto, 2010). La delincuencia juvenil en España es producida por un individuo cuya edad oscila entre 14 y 18 años, que hay cometido una (o más) acciones punibles definidas por el código penal o las leyes específicas para menores vigentes en el momento de cometer el delito (Andrés, 2006; Montero 2011; Morant, 2003). La delincuencia, para algunos autores, es el resultado de la inadaptación del menor a las demandas de la sociedad. Esta afirmación entraría dentro de las teorías de ámbito sociológico que intentan dar una explicación sobre este fenómeno (Morant, 2003; RuizDías, 1998) La delincuencia es entendida, de forma más general, como un fenómeno producido por una serie de factores o circunstancias tanto personales como sociales que llevan a una persona a entrarse en un proceso de discordancia con las normas establecidas en la sociedad en la que vive (Nieto, 2010). Herrero (1997), siguiendo esta misma línea, define la delincuencia como “fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados”. A modo de síntesis y atendiendo a todas las aportaciones de los diferentes artículos científicos consultados, se entendería delincuencia juvenil como aquellas acciones tipificadas por la ley vigente del país en la que se comete, dicha ley tiene que estar vigente en el momento de la realización de dichas acciones que además estas deben ser realizadas por menores. En España se entiende menor a todos los individuos que tengan una edad comprendida entre 14 y 18 años según lo dispuesto en la LO 8/2006.
1.2.
Características delincuencia juvenil
Esta población se caracteriza por unas determinadas características individuales y unos factores biográficos concretos. Entre estos factores nos encontramos la impulsividad, el afán de protagonismo, baja autoestima, carencia de afectividad,
12
agresividad, carencia de habilidades sociales, equilibrio emocional mínimo, inadaptación, frustración, familia desestructurada, clase baja, fracaso escolar y el consumo de drogas (Morant, 2003). La detección de alguno de estos factores nos proporcionaría la oportunidad de realizar una adecuada prevención y una reeducación de este tipo de delincuencia. Existen multitud de estudios sobre las características de aquellos menores que cumplen medida judicial o han realizado algún tipo de acto delictivo en España. A continuación, se expondrán los datos obtenidos en las diferentes investigaciones para posteriormente realizar una comparación con los datos obtenidos en la presente investigación donde se intenta establecer un perfil sobre los menores que cumplen medida judicial en el Centro de Educación e Internamiento por medida judicial de Aragón. En un estudio realizado sobre menores que cumplen una medida judicial (López-Molina, 2014) en medio abierto imputados por delitos relacionados con la familia los menores tienen las siguientes características: varones, de edades comprendidas entre 16 y 17, de nacionalidad española, educación primaria, no consumen sustancias tóxicas, no presentan ningún trastorno psicológico, la medida que cumplen es la de libertad vigilada, sólo han sido imputados por un delito, son colaboradores, tienen problemas con los padres y su adaptación social es de nivel media-alta. Las características de los menores tras analizar datos extraídos de la Fiscalía de Menores en Sevilla son las siguientes: familias desestructuradas (21,6%), familias multiproblemáticas (7,8%), familia sin capacidad socializadora o con esta insuficiente (15,3%), varones ( 90,2%) , grupo de iguales con riesgo social (56,5%), no cumplen las normas de los padres o figura de autoridad (52,5%), huérfanos de madre, padre o ambos (11,8%), no posee el título de enseñanza obligatoria ni formación laboral (52,2%), no realiza ninguna actividad (37,3%), fuman tabaco (63,5%), más de la mitad consumen alcohol, consumo de hachís (45,5%) y solo tienen en cuenta el momento presente (Nieto, 2010).
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Los menores que cumplían una medida judicial de libertad vigilada en Zaragoza, Málaga y Toledo tenían las siguientes características (Bernuz, Fernández, y Pérez, 2009): (1) Edad media primer contacto: 14,65 años (2) Nacionalidad: sólo un 16,7% de la muestra eran extranjeros. (3)Circunstancias familiares: el 83,3% son familias con algún tipo de problemática y tan sólo un 16,7% carece de problemática alguna. (4) Familias desestructuradas (5) Estilo educativo inadecuado en el 68,3%. (6) Uno de cada cuatro familias uno de los padres tienen diversos problemas, el más común la adicción. (7) 28,3% han solicitado ayudas económicas o apoyo puntual. (8) 28,8% acuden al colegio. El nivel de escolarización es bajo. (9) Los que ya tenían antecedentes (58,4%) tienen problemas en la escuela, consumo de drogas, el más habitual el alcohol. (10) Han tenido contacto con servicios sociales previamente (11) Amigos problemáticos o relacionados con el consumo de drogas. En un estudio realizado en Ourense con 101 menores infractores (Basanta, 2012) se obtuvo que la mayoría de esta población eran varones, poseían un alto grado de fracaso escolar, el progenitor al que estaban vinculados era la madre, 25% fueron reincidentes, una tercera parte vivía con uno de los progenitores que era habitualmente la madre, la conducta delictiva que habían realizado estaba relacionada con la violencia y los ingresos familiares eran inferiores a 1800€. En una investigación realizada por M.A. Caballero (2014) que cuenta con una muestra de 585 menores que han cometido delitos y se han visto inmersos en un proceso judicial se obtiene que los menores infractores pertenecen, en la mayoría de los casos, a una clase social baja. También se afirma en esta investigación que no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres. Además, el grueso de la muestra está formado por minorías étnicas. Las características de menores infractores obtenidas en un estudio realizado en Asturias fueron: varón (85,6%), no reincidentes y estilo educativo familiar permisivo. En esta investigación obtuvieron que conforme se aumenta el número de problemáticas familiares aumenta la probabilidad de reincidencia. Los delitos cometidos en mayor medida por esta muestra fueron, en orden de importancia: robo con fuerza en las cosas, lesiones, robo con violencia e intimidación y hurto. En el caso 14
de las chicas de la muestra el delito que más habían cometido es el de robo con violencia e intimidación y el hurto (Bravo et al., 2009).
Otra investigación realizada en el País Vasco muestra que la mayoría de los menores que delinquen en esta comunidad autónoma son hombres, nacidos en España, reincidentes, en un 40% reciben ayudas de servicios sociales y viven, en muchos casos, en las zonas viejas de las ciudades. En este trabajo existe una distinción entre la situación familiar en menores que delinquen y menores que tienen medidas más severas, los primeros de estos tienen una situación familiar normalizada mientras que los otros cuentan con una situación más desestructurada (Ocáriz, Vozmediano y Germán, 2011) Existen unas características comunes a aquellos menores que reinciden en la delincuencia. Estas características son las siguientes: el primer delito suele ser robo con fuerza en las cosas, pueden estar escolarizados o no, el delito es cometido en grupo o solos, el procedimiento judicial suele terminar en audiencia y en los primeros informes predomina la medida de libertad vigilada. Por otro lado, los menores que no reinciden tienen las siguientes características: el primer delito suele ser daños a la propiedad, están escolarizados, en alguna propuesta no se les ha pedido el cumplimiento de medida y la resolución extrajudicial es muy común (Garrido et al., 1999). Espinosa, Clemente y Vidal (2002) en una investigación sobre la influencia del desarrollo moral en la conducta antisocial del menor descubrieron que no todos los aspectos del desarrollo moral de un individuo interfieren en la comisión de un acto delictivo. Los factores conductuales que más interfieren son aquellos que se apoyan en la motivación y objetivos de la propia conducta antisocial como son la falta de conciencia cívica y ecológica o las conductas con motivación económica.
15
1.3.
Delincuencia juvenil femenina
Si atendemos al sexo de los menores delincuentes podemos afirmar que, en España, existe una participación dispar entre hombres y mujeres. Y por ello, merece mención aparte este tipo de delincuencia. Si analizamos más profundamente el fenómeno de la delincuencia juvenil también encontramos la existencia de diferencias entre la tipología de los delitos cometidos por varones y los cometidos por las mujeres. En este caso, las mujeres tienden a hacer menor uso de la violencia durante la realización de sus acciones ilícitas (Serrano, 2009). Además, en cuanto a la calificación de la acción ilícita existe otra desigualdad ya que las mujeres son más propensas a cometer faltas contra las personas mientras que los hombres tienden más a cometer delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico (Montero, 2011) Por todo ello cabe decir, que existe diferencias tanto cuantitativas como cualitativas entre la delincuencia llevada a cabo por los hombres y la llevada a cabo por las mujeres (Serrano, 2009). En España la delincuencia juvenil femenina constituye un pequeño porcentaje de la delincuencia juvenil total. Este tipo de delincuencia se ve influida por otros factores que no intervienen en el caso de la delincuencia juvenil masculina. Debido a ello se ha visto necesario hacer esta distinción entre delincuencia femenina y delincuencia masculina. Una de las razones que apuntan algunas personas sobre la poca presencia de las mujeres en este tipo de delincuencia es que hay un menor número de mujeres en la población. Si consultamos las estadísticas ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2013 se puede observar que este razonamiento carece de fundamento ya que el número de mujeres empadronadas en los municipios que conforman España representa el 48,50% del total de población de 14 a 17 años siendo un 51,50% los hombres. A raíz de estos datos se puede concluir que el porcentaje de distribución de la población según la edad es muy similar en ambos sexos (Serrano, 2009). Es decir, la población se divide entre hombres y mujeres a partes casi iguales
16
por lo que esta no sería una posible justificación que explicase la poca participación de las mujeres en el ámbito delincuencial. Existen pocas investigaciones sobre el fenómeno de la delincuencia juvenil femenina, esto se deba a su escasa participación en el campo. Esto ha ido evolucionando y en la actualidad se ha observado un ascenso de las investigaciones de este tipo de delincuencia provocado por el aumento de la delincuencia femenina aunque aún siguen siendo sustancialmente menores a las realizadas sobre delincuencia masculina. Son varias las teorías que intentan explicar la delincuencia femenina. Estas se engloban en dos grandes grupos: las teorías con enfoque biológico y biopsicológicos y, en segundo lugar, las teorías sociológicas (Stenglein, 2012). Las explicaciones tradicionales del primer grupo de teorías se remontan a Cesare Lombroso (1835-1909) quien habló por primera vez de la participación de la mujer en la delincuencia en contraposición a la participación del hombre. La explicación que dio Lombroso se basaba en la constitución y la debilidad de la mujer, es decir, apoyaba la idea de que el comportamiento de las mujeres venía determinado biológicamente. Otras explicaciones que daban tradicionalmente a este fenómeno se basaban en la prostitución o el ciclo biológico. Dentro de las teorías más recientes encontramos las teorías genéticas o las teorías neuro-hormonales. Estas entienden que la agresión está relacionada con la disposición biológica y con los andrógenos, señalan características que las mujeres no tienen y por tanto descartan la agresión como parte de la mujer. Todos estos enfoques resultan limitados para poder entender la complejidad del porqué de la delincuencia femenina (Stenglein, 2012). Entre las teorías sociológicas podemos establecer una clasificación que dividiría este grupo de teorías en teorías micro-sociológicas y macro-sociológicas. Las primeras hacen referencia al ambiente social cercano a la persona y las segundas más a la estructura de la sociedad en sí. Algunas de estas teorías son las teorías del control, las teorías de la emancipación o la teoría del rol. Todas haciendo referencia a la relación entre persona y sociedad (Stenglein, 2012). Atendiendo a las teorías sobre el control social que intentan explicar las diferencias entre delincuencia femenina y masculina 17
estas hacen alusión a los controles que la sociedad ejerce sobre la mujer como pieza fundamental en las discrepancias entre una delincuencia y la otra (Serrano, 2009). Desde la entrada en vigor de la LORPM de 2005 la cifra de delitos cometidas por mujeres ha sufrido un ascenso considerable. En 2001 representaban un 8,30% del total mientras que en 2008 constituyeron un 15,34% (Montero, 2011). En la diferencia de estos porcentajes cabe señalar que existe una modificación de la edad penal (véase figura 1). Entre los factores influyentes en el aumento de la delincuencia femenina de los últimos años destacan los cambios en los modelos educativos, el aumento en la oportunidad de las chicas para realizar actos delictivos y la modificación del control social ejercido sobre las mujeres (Serrano, 2009). Figura 1: Evolución edad penal del menor AÑO 2001
AÑO 1992 12 a 16 años Posibilidad hasta 18 años delitos art. 584
AÑO 1995 12 a 18 años
12 a 17 años Posibilidad 18-21 años
AÑO 2002 14 a 18 años
De todas estas razones, podríamos extraer un factor común que es la mayor libertad de la mujer en contraposición al control extremo que estas sufrían en épocas pasadas y considerado por muchos autores como la causa principal de la poca participación que estas tenían en la actividad delincuencia total del país.
CAPÍTULO II: Factores que intervienen 2.1.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo son aquellas variables que influyen de manera objetiva y causal a la conducta y que han sido contrastadas. En este caso son aquellas que influyen a la conducta violenta (Andrés, 2006). Esta clase de factores pueden afectar de manera negativa al desarrollo de una persona (Hein, 2004). Algunos de los factores
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que interfieren en la delincuencia juvenil son: tener amigos delincuentes y verse fomentada la actitud de imitación, consumo drogas, baja empatía, alta impulsividad, problemas familias, condiciones negativas en el barrio, etc. (Rey, 2014). La presencia de un factor de riesgo en una persona no es señal suficiente para asegurar que se van a dar comportamientos antisociales o violentos en un futuro. El conocimiento de estos factores solo ayuda a conocer la probabilidad que tiene la persona de que este tipo de comportamientos se den en ella ya que puede coexistir con multitud de factores de riesgo y sin embargo, no realizar conductas delictivas (Andrés, 2006; Hein, 2004.), esto es denominado como resiliencia, de la que se hablará con posterioridad. Para que se den esta clase de comportamientos ilícitos interfieren también características individuales de cada persona y las situaciones a las que tienen que hacer frente, aunque los factores de riesgo y los factores protectores tienen un gran peso en la realización de este tipo de conductas pero no son decisivos (Andrés, 2006). Estos factores pueden influir
de manera directa o indirecta en el
comportamiento de la persona. También pueden actuar de un modo próximo o, por el contrario, distante en el tiempo. Los factores que actúan de manera próxima pueden hacerlo a su vez de manera directa en el desarrollo de las conductas problema. Por otro lado, una conducta que actúa de un modo distante pueden generar la activación de mecanismos que hagan que una persona se aproxime a factores que actúen de manera más directa en la acción (Hein, 2004). Existen una serie de comportamientos que por sí solos son considerados comportamientos de riesgo como es el abuso de alcohol y/u otro tipo de drogas, mantener relaciones sexuales sin usar protección, tener bajo rendimiento escolar, fracaso o haber abandonado y la delincuencia, el crimen o la violencia (Hein, 2004). Según la OMS violencia es el uso de manera intencionada de fuerza física o poder, hecho o amenaza que se ejerce contra uno mismo, otra persona, contra un grupo o contra una comunidad y que produce o tiene capacidad para producir lesión, muerte, daño psicológico o cualquier consecuencia negativa (Acero, Escobar y Castellanos, 2007)
19
Los factores considerados de mayor riesgo para desencadenar conductas delictivas son la impulsividad, la búsqueda de nuevas experiencias, el escaso control de la ira, la consumición de drogas, un bajo rendimiento escolar y los problemas familiares (Rey, 2014). Este último factor se resume en una mala comunicación entre padres e hijos (Jiménez, Murgui, Estévez y Musitu, 2007). Otros factores de suma importancia es el lugar de residencia ya que estos menores infractores suelen residir en lugares donde existen mayores desigualdades respecto a otros barrios o zonas (Bueno y Moya, 1998). Uno de los factores más influyentes es el acceso al sistema educativo así como la trayectoria en este campo. Este factor puede ser considerado como un factor de riesgo o un factor protector dependiendo de la línea de desarrollo del mismo. Si tiene una respuesta negativa en este ámbito esta situación puede situarle en una escenario de vulnerabilidad o exclusión social por lo que sería considerado como un factor de riesgo (Uceda, Pérez y Matamales, 2010). Según el alumnado existen dos tiempos de exclusión en la escuela, la pasiva y la activa. La pasiva es la realizada por los profesores mediante sus metodologías o separaciones por grupos y la activa se da cuando es el propio niño el que decide abandonar la escuela (Calderón, 2011). Otro de los factores de riesgo más comunes es la marginación social, pero investigaciones recientes han demostrado que hoy en día también hay jóvenes de estratos sociales medio alto que se ven inmerso en la realización de conductas delictivas. En estos caso, puede estar influyendo una situación familiar dramática, poseer un grupo de iguales de riesgo y/o tener un consumo de sustancias tóxicas (Nieto, 2010). Podríamos entonces afirmar que este último factor está perdiendo peso en los últimos tiempos aunque sigue siendo un factor de gran importancia en las investigaciones realizadas ya que pertenecer a un ambiente marginal aumenta la dificultad para incluirse en otros sistemas sociales. A partir de estas diferenciaciones de clases es cuando se aumentan los demás factores como el fracaso escolar o la relación con menores que no delinquen (Calderón, 2011) Los factores de riesgo se subdividen en diversos tipos, según la línea de investigación que los clasifica. La forma de categorizar algunas cuestiones varía aunque no así las categorías en las que se subdividen dichos factores. Podemos establecer una clasificación general: el grupo de iguales (iguales relacionados con situaciones 20
delictivas o criminales), la sociedad en la que vive haciendo referencia el barrio donde reside, la familia (familias desestructuradas, con problemas con las drogas o con la ley), la escuela (fracaso escolar y mala socialización en este ámbito), cultura y las características personales. A continuación se detallarán algunas de las clasificaciones más consolidadas entre los autores conocedores del tema. En una de estas clasificaciones dividen los factores de riesgo en factores estáticos, como la edad y el sexo, y factores dinámicos, como son el consumo de drogas, las amistades o el malestar personal (Andrés, 2006; IASS, 2009). Estos factores también se pueden dividir entre principales y secundarios (Andrés, 2006). En este caso los factores que interfieren en la vida de un menor para que cometa acciones ilícitas según esta última clasificación son las siguientes:
Tabla 1: Factores de riesgo según Andrés (2006)
FACTORES PRINCIPALES
Actitudes
antisociales,
valores,
FACTORES SECUNDARIOS
estados
Clase social, etnia o grupo racial.
emocionales y creencias a favor de las conductas violentas.
Pertenencia a una agrupación pro-violenta.
Poseer malestar o estrés producido por
Por ejemplo a una banda.
razones variadas como pueden ser la ansiedad o la adicción.
Factores de personalidad que favorecen la
Factores biológicos o neuropsicológicos como
aparición de conductas violentas.
son las lesiones cerebrales.
Historia de comportamientos antisociales a nivel individual.
21
Factores familiares: falta de cuidados, baja estructuración
familiar,
antecedentes
criminales en la familia…
Nivel educativo bajo, desempleo o falta de recursos a nivel económico. (Tomado de: Andrés, 2006)
Basándonos en el modelo ecológico para analizar qué factores de riesgo interfieren en la vida de un menor que lleva a cabo actos delictivos nos encontramos la siguiente clasificación: (1) Parte personal: haber realizado conductas delictivas antes de los 13 años o características personales como la impulsividad o las actitudes agresivas. (2) Familiar/escolar: obtener malos resultados escolares, haber sufrido o presenciado actos violentos en el hogar. (3) Social: Vivir en barrios marginales o con una alta tasa de delincuencia aumenta el riesgo de cometer una conducta violenta. (4) Político/económico: El momento en el que se encuentre el país también influye en este tipo de comportamientos como por ejemplo las desigualdades económicas y la desprotección social (Andrés, 2006). Los factores de riesgo también los podemos englobar en seis categorías, esta clasificación es utilizada a nivel internacional (Hein, 2004): (1) Factores individuales: baja capacidad para resolver conflictos, bajo cociente intelectual (CI), hiperactividad, comportamiento difícil durante la infancia, bajo locus de control externo, mala o nula relación con pares o influencias genéticas son algunas de las variables individuales que pueden influir en estos individuos. (2) Factores familiares: cohesión familiar baja, padres con alguna enfermedad mental, estilos parentales ambivalentes, coercitivos o permisivos, estrés familiar, estructura familiar monoparental. (3) Factores relacionados con el grupo de pares: pertenencia a un grupo de personas relacionadas con conductas delictivas o de carácter peligroso. (4) Factores escolares: bajo apoyo por parte del profesorado, alienación escolar o violencia escolar son algunos de los factores de este grupo. (5) Factores sociales o comunitarios: apoyo comunitario deficitario, exclusión en actividades comunitarias, características negativas del área residencial en la que vive. Entre estas características de carácter negativas, haciendo referencia al lugar de 22
residencia, se encuentran las siguientes: mala reputación, prácticas familiares protectores deficitarias, alta rotación personas que residen en esa zona, nivel de desempleo alto, alto índice de niños y adolescentes en situación de riesgo, falta de oportunidades para realizar actividades legítimas, falta de confianza entre vecinos, sentimiento de poco control sobre el contexto, escasa red de amistad. (6) Factores socioeconómicos y culturales: vivir en una ambiente de pobreza con desempleo juvenil, desventajas socioeconómicas, etc. Por último, otra de las divisiones utilizadas divide los factores de riesgo en factores de riesgo individuales, familiares, sociales, culturales y escolares. Los factores de mayor riesgo son: impulsividad (factor individual), búsqueda de nuevas experiencias (factor individual), control de la ira escaso (factor individual), consumo de drogas (factor social), rendimiento escolar bajo (factor escolar) y problemas en el ámbito familiar (factor familiar) (Rey, 2014). Otras clasificaciones comprenden que existen cuatro grupos de fenómenos o características que llevan al menor a cometer una infracción. Estas se dividen en cuatro bloques: (1) características personales, (2) relaciones interpersonales, (3) contexto de relación y (4) relación entre iguales y estilos parentales. Las características personales de estos menores son, por ejemplo, la dificultad para poder verbalizar sus sentimientos, la inestabilidad social, la falta de habilidades sociales, la necesidad de que las cosas se produzcan inmediatamente o la rigidez de pensamiento. Las relaciones interpersonales se basan en la agresividad y están inmersas en distorsiones cognitivas que hacen que no se establezcan relaciones sociales positivas. Existen tres bloques de contexto donde estos menores establecen relaciones: el colegio, la calle y el área laboral. En el primero de ellos existe un notable fracaso acompañado de absentismo o abandono escolar. Por su parte, el segundo contexto es utilizado como canalizador de todas sus frustraciones, es donde más tiempo pasan y donde realizan todas las actividades que no podrían realizar en el caso de que hubiese un adulto de referencia o una presencia educativa. Además, el contexto laboral en este tipo de chicos es inexistente o escaso ya que no cuentan con una cualificación suficiente para postular a determinados empleos y esto hace que se generen conflictos. Por último, los estilos educativos de los padres de los menores infractores suelen encontrarse 23
entre tres tipos: autoritarios, permisivos o crítico. El grupo de iguales, por su parte, se utiliza como una seña de identidad que define el carácter y la personalidad del menor. En algunas ocasiones el menor realizará conductas para ser aceptado por este grupo como puede ser fracasar en el ámbito escolar o realizar alguna acción ilícita. (Caballero, 2014). Los factores de riesgo no solamente predisponen al menor a delinquir por primera vez sino también cumplen un papel importante para que se dé la reincidencia. La pertenencia a un grupo social con dificultades económicas se encuentra entre los factores de riesgo que juegan un papel importante en este fenómeno. Este factor de riesgo hace referencia a barrios y zonas marginales con una gran problemática. Aunque este punto actualmente está cambiando ya que cada vez son más los menores de clases altas los que se ven inmersos en acciones ilícitas (Nieto, 2010), como ya se mencionó anteriormente. Si comparamos las clasificaciones expuestas se resumirían de la siguiente manera (véase tabla 2). Tabla 2: División factores de riesgo delincuencia juvenil
(Andrés, 2006)
internacional (Hein,
2006; IASS,
2004)
2009
Personal
Familiar y escolar
Rey, 2014
Individuales
Individuales
Familiares
Familiares
Escolares
Escolares
Grupo pares Sociales
Sociales
Político y
Socioeconómico y
económico
culturales
Sociales
Andrés,
Andrés, 2006
Estáticos
Secundarios
Principales
Modelo
Dinámico
Modelo ecológico
Culturales
24
2.2.
Factores de protección
Los factores de protección son aquellos factores que intervienen en la reducción de la probabilidad de que una persona realice conductas de riesgo (Andrés, 2006). Estos factores se caracterizan por: reducir la sensibilidad de la persona hacia los factores de riesgo, disminuir el efecto de los factores de riesgo, reducir o acabar con las reacciones negativas, provocar reacciones positivas ante las situaciones, promover tanto la autoestima como el sentimiento de auto-eficacia, abrir oportunidades de carácter positivo y promover el procesamiento cognitivo de carácter positivo sobre las experiencias negativas (Hein, 2004). El acceso que el menor tenga al sistema educativo y la trayectoria en él dependerán de si se configura como un factor de riesgo o un factor de protección, como ya se ha hecho mención anteriormente. Si es bueno permitirá que el menor se vea inmerso en una sociedad pacificadora y se sentirá parte de un grupo no relacionados con la violencia (Uceda et al., 2010). Por lo que el sistema educativo formará parte de los factores protectores de este menor si su línea de evolución es positiva. Un factor protector de suma importancia es la adecuada transmisión por parte del colegio, familia y sociedad de valores, normas y actitudes que hagan que el menor haga frente a la vida de manera más óptima y sin tener que recurrir a conductas ilícitas (Bueno et al., 1998; Fouce y Jofre, 2006) Entre este tipo de factores encontramos en este caso: permanecer en la escuela, mantener una buena relación con al menos uno de los padres o un adulto de confianza, poseer una supervisión parental adecuada, tener una actitud mental de autosuficiencia, tener tanto capacidad para planificar como una actitud proactiva hacia la solución de los problemas que puedan surgir (Hein, 2004). También, que estos niños vivan en una familia normalizada, con una conflictividad mínima y con patologías leves o inexistentes será considerado como un factor protector (Nieto, 2010). Un aspecto a resaltar es una buena comunicación entre padres e hijos, ya que este aspecto contribuye a un mejor desarrollo de la percepción de ellos mismos y autoestima, aspectos importantes para que los menores no infrinjan la ley (Jiménez, et al., 2007) 25
Varias investigaciones señalan el comportamiento de la familia como papel fundamental en la vida de un menor siendo el factor protector de mayor importancia (Valgañon, Muñoz, y Briccola, 2014; Álvarez de Neyra, et al., 2012). La familia tiene el papel fundamental de transmitir a sus hijos determinados valores, creencias y normas que les ayudarán durante la convivencia con el resto de la sociedad (Valgañon, et al., 2014). La familia también puede considerarse como un posible factor de riesgo si sus actitudes frente a la ley o hacia su propio hijo no son las adecuadas, como se mencionó en el apartado anterior. Como en el caso de los factores de riesgo, también en los factores de protección existen varias clasificaciones. La clasificación más extendida en Justicia de Menores es la ofrecida por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) (2009). Para el IASS (2009) estos factores se categorizan de la siguiente manera: (1) Factores personales e interpersonales: locus de control interno, buena salud, buen apego con las figuras parentales, CI elevado, adecuado rendimiento académico, deseo de superación de sus problemas, etc. (2) Factores familiares: padres o tutores que se preocupen por las necesidades del menor, buena relación entre ambos padres, modelo de apoyo del mismo sexo, pautas educativas y reglas sobre el funcionamiento del hogar, entre otros. (3) Factores laborales: experiencia laboral positiva, expectativas realistas sobre el empleo, entorno familiar o social con hábitos laborales de carácter positivos (4) Factores del entorno: grupo de iguales prosociales, buen clima escolar, integración con compañeros durante el tiempo libre, etc. Dentro de los factores de protección nos encontramos el fenómeno de la resiliencia que tiene lugar en algunos menores que poseen factores de riesgo pero no delinquen. La resiliencia es entendida como la capacidad de una persona para hacer frente a las situaciones adversas de la vida, superarlas y salir fortalecida de ellas. Si adaptamos estas características al tema que aquí nos concierne, la resiliencia tendría lugar cuando un menor convive con múltiples factores de riesgo pero aun así sabe desarrollarse de manera adecuada y los sobrelleva de manera óptima (Hein, 2004). Es decir, pese a poseer factores de riesgo no cometen actos delictivos.
26
Existen unas cualidades que tienen un papel importante para el desarrollo de la resiliencia que son las plasmadas en la siguiente tabla (véase tabla 3): Tabla 3: Cualidades para desarrollar la resiliencia
CUALIDADES INTERNAS
CUALIDADES DEL CONTEXTO
Poseer habilidades sociales que ayuden a
Relaciones sociales que se preocupen por el
generar reacciones positivas en los demás y
menor.
a responder de manera óptima a las diferentes situaciones que conforman su vida.
Tener habilidades de solución de problemas
Altas expectativas acerca de lo que el chico puede llegar a conseguir. También es importante que se vean apoyados para conseguir sus metas
Conciencia crítica, tener la capacidad de
Oportunidades para participar en aquellas
crear diferentes estrategias para superar las
cosas que les incumben. Se tienen que sentir
situaciones, para ello es importante tener
también objeto de preocupación y respeto
autonomía y tener aspiraciones en el ámbito educativo, motivación de logro, esperanza, persistencia, ser optimista y tener capacidad de dirigir el propio comportamiento para llegar a cumplir las metas. (Extraído de: Hein, 2004)
Los factores que ayudan a la resiliencia podríamos considerarlos perfectamente como factores protectores, ambos términos podrían ser utilizados como sinónimos, aunque se ha preferido reseñarlos de manera separada para clarificar más su entendimiento.
27
Para comprender la relación que tienen los factores de riesgo y los factores protectores hay que observar el siguiente figura (véase figura 2) Figura 2: Relación factores de riesgo y factores de protección Factores protectores externos
Comportamientos de riesgo Factores internos: el joven, sus habilidades y vulnerabilidades propias
Factores de riesgo externos
Comportamientos de resiliencia (Tomado de: Hein, 2004)
En la figura 2 podemos extraer que existen unos factores protectores y unos factores de riesgo de carácter externo que interactúan con los factores internos de los menores y esto tiene como resultado comportamientos de riesgo o comportamientos de resiliencia dependiendo de qué factores tengan más peso al principio y el papel que jueguen los factores internos. Se puede concluir que como factores protectores más importantes encontramos un adecuado funcionamiento familiar, una buena adaptación a la escuela con las consiguientes calificaciones aptas, una red social alejada de la delincuencia y unas determinadas características personales que le ayuden a solventar cualquier tipo de problemas y a responder a las demandas del medio de manera adecuada.
CAPÍTULO III: Marco legal El progreso en el ámbito legal español es fundamental para entender la evolución de la delincuencia a lo largo de la historia. Esto se debe a que conforme ha ido modificándose la legislación, han ido variando cuestiones como la acotación de edad penal, la edad en la que las personas tienen que atenerse al derecho del menor o el endurecimiento de algunas medidas entre otras. 28
Si nos remontamos a la aprobación de la Constitución Española en 1978 podemos ver como en ella se reconocen los derechos de todos los ciudadanos. El reconocimiento de los derechos de la infancia y la adolescencia, en concreto, es reconocido en una ley franquista, la Ley de los Tribunales Tutelares de Menores de 1940 en su texto refundido de 1948. Dicha ley fue declarada inconstitucional en el Tribunal Constitucional en 1991 con la Ley 4/92. Esta última ley fue sustituida por la LO 5/200 (Uceda, 2006). La Ley 5/2000 por la que se rigen los menores, ha sufrido múltiples modificaciones tanto antes de entrar en vigencia como en momentos posteriores a su entrada en vigor. Antes de ser aplicada fue modificada por la ley 7/2000, la cual agravaba las penas de los delitos de terrorismo, asesinato, homicidio, violación y otros delitos cuya pena impuesta en el Código Penal era igual o superior a 15 años. Tras esta reforma tuvo lugar la aprobación de las leyes 9/2000 y 9/2002, en ambas se aplaza la aplicación de la ley para aquellos individuos cuya edad está comprendida entre 18 y 21 años (Uceda, 2006). Por último, tenemos la Ley 8/2006 que modificó la ley 5/2000 vigente hasta el momento. Esta ley entro en vigor el día 5 de febrero del año 2007, y su función fue, principalmente, la de endurecer las penas de los delitos considerados de mayor gravedad (Nieto, 2010) Para hacer más clara la evolución de la legislación del menor véase tabla 4 donde se hace referencia de los cambios más significativos al respecto durante los últimos 30 años. Tabla 4: Evolución del menor en la ley (1978-2014) NOMBRE LEY
CARACTERÍSTICAS IMPORTANTES
LO. 6/1985, DE 1 DE Julio Se crea el juzgado de menores con jurisdicción provincial. Se del poder judicial
crea también la figura del juez de menores que tenía que pertenecer a la carrera judicial.
Ley 38/1988, de 28 de
Reclama de nuevo la sustitución de los Tribunales de menores
diciembre de Demarcación
por los Juzgados de menores.
29
y Planta
LO. 4/1992
Surge de la Declaración inconstitucional del año 1991. Legislación de menores mayores de 12 años y menores de 16. Mayores de 16 años cuando cometían lo impuesto en el art. 584. Fue derogada por la Ley 5/2000.
LO. 10/1995, de 23 de Se fija la edad penal en 18 años por lo que la ley del menor se noviembre- Código Penal
establece con personas de 12 a 18 años.
Regula la Responsabilidad Penal de los menores. LO. 5/2000, de 12 de enero
Fija su aplicación en la franja de 14 a 18 años. Crea la posibilidad de aplicar esta ley a los mayores de 18 y menores de 21.
LO. 7/2000, de 22 de Se endurecen las penas referidas a los delitos de terrorismo, diciembre
homicidio, asesinato, violación u otro tipificado por el Código Penal.
LO. 9/2000, de 22 de Se deja de aplicar la ley del menor a la franja de edad entre 18 diciembre
a 21 años.
Real Decreto 1774/2004,
Se aprueba el Reglamento de la LO 5/2000
de 30 de julio
LO
8/2006,
diciembre
de
4
de
Endurece penas de aquellos delitos de mayor gravedad. Se suspende la aplicación de los 18-21 años. (Modificada de: Uceda, 2006; Nieto, 2010)
La Ley vigente aplicable a los menores hoy en día es la 6/2008 aprobada el 4 de diciembre donde se declara que los jueces de menores podrán imponer las siguientes medidas: Internamiento (régimen cerrado, semiabierto o abierto), internamiento 30
terapéutico (régimen cerrado, semiabierto o abierto), tratamiento ambulatorio, asistencia a un centro de día, permanencia de fin de semana, libertad vigilada, prohibición de comunicarse o aproximarse
a la víctima o personas que el juez
determine, convivencia con otra persona, familia o grupo educativo, prestaciones en beneficio de la comunidad, realización de tareas socio-educativas, amonestación, privación del permiso de conducir, o del derecho a obtenerlo, o de las licencias administrativas para caza o para uso de cualquier tipo de armas e inhabilitación absoluta. Estas medidas son de carácter educativo y de intervención cuyo objetivo es potenciar tanto la reintegración como la reinserción social de los menores que han cometido un acto delictivo (Redondo, Martínez y Andrés, 2012). Las medidas de libertad vigilada y prestación en beneficio de la comunidad fueron las medidas más utilizadas durante el año 2012. El internamiento en régimen semiabierto y las tareas socio-educativas son las medidas que ocupan el segundo puesto en las medidas más aplicadas. La diferencia entre la imposición del primer grupo de medidas nombrado y el segundo es considerablemente amplia (Morillas, 2013). En el estudio realizado por Caballero en el año 2014 se muestra que las medidas más utilizadas, por orden son las siguientes: libertad vigilada, asistencia a centro de día, servicio en beneficio de la comunidad y tareas socio educativas. Según el tipo de hecho delictivo cometido y su tipificación en la ley del menor la LO 8/2006 establece una duración máxima sobre las diferentes medidas a aplicar (Véase tablas 5). Tabla 5: Duración máxima medidas en hechos tipificados como faltas
Hechos tipificados como faltas Medida
Tiempo máximo
Libertad vigilada
6 meses
Permanencia de fin de semana Privación
permiso
de
conducir
4 fines de semana u
obtención
licencias
1 año
administrativas Prohibición aproximarse o comunicarse con las personas que
6 meses
determine el juez
31
Realización tareas socio-educativas
6 meses (Modificado de: LO 8/2006)
Además, esta ley también establece en qué circunstancias puede ser aplicada la medida de internamiento en régimen cerrado. La distinción que hace es la plasmada en la tabla 6. Tabla 6: Aplicación o no medida de internamiento en régimen cerrado
Medida internamiento en régimen cerrado
SÍ
NO
Delito grave tipificado en Código Penal (CP) o leyes
Acciones
penales especiales
imprudentes
u
omisiones
Delitos menos graves con uso de la violencia o intimidación. También acciones que hayan constituido riesgo para la vida o integridad de la persona.
Delitos realizados por un grupo o pertenencia o actuación en nombre de una banda, organización o asociación. (Modificado de: LO 8/2006)
Además, esta ley establece un tiempo máximo de duración de las medidas que lo acota en dos años, a esta duración hay que restarle el tiempo que el menor ha estado con una medida cautelar. En el caso de las medidas en beneficio de la comunidad no podrá exceder de 100 horas y la medida de permanencia de fin de semana no podrá superar los 8 fines de semana. En el artículo 10 de esta ley se exponen las reglas especiales de aplicación y duración de las medidas. Estas reglas implican un tiempo máximo de duración de cada medida teniendo en cuenta la edad del sujeto y el tipo de delito cometido (Véase tabla 7). 32
Tabla 7: Reglas especiales de aplicación y duración medida Hechos 179,180 y 571 a 580 Hechos art. 9.2
del Código Penal Hechos art
14-15 años
16-17 años
14-15años
16-17años
570 a 580
3 años
6 años
1-5 años +
1-8 años +
Internamiento
Libertad
Libertad
+
vigilada ≤ 3
vigilada ≤5
inhabilitación
años
años
absoluta ≤4-5
Internamient o en régimen cerrado
años Servicios en beneficio a la
150 horas
200 horas
12 fines de
16 fines de
semana
semana
comunidad Permanencia fin de semana (Modificado de: LO 8/2006)
CAPÍTULO IV: Estadísticas sobre delincuencia juvenil 4.1.
Estadísticas sobre delincuencia juvenil en España
Al estudiar la evolución de la delincuencia juvenil debemos tener en cuenta que es probable que los datos estadísticos no coincidan con la realidad debido a la posible presencia de la “cifra negra”, entendiendo este término como el conjunto de datos sobre un determinado tema que no se registran por diversos motivos. La cifra negra puede deberse a que en muchas ocasiones las víctimas no denuncian por varias razones entre las que encontramos el sentimiento de impotencia, la ansiedad que le genera este paso, el miedo a las consecuencias que esto pueda tener sobre la propia víctima o sobre su familia o por la desconfianza que tiene en el sistema legal, el aparato policial y judicial (Montero, 2011; Álvarez de Neyra y Núñez, 2012).
33
La delincuencia juvenil es un fenómeno que está presente en todos los territorios del mundo. En el área de países occidentales con mayor nivel de industrialización se ha visto que la delincuencia juvenil representa un 15% de media de la delincuencia total. En el caso de Francia, que estaría entre estos países, anteriormente citados, este tipo de delincuencia representa el 20-22%. Ello no significa que no haya países englobados en este grupo que estén por debajo de la media, que también los hay (Herrero, 2002; De la Rosa, 2003). Antes de exponer los datos estadísticos sobre la delincuencia juvenil que tuvo lugar en España hay que recordar que la edad penal ha ido modificándose con el transcurso del tiempo (Véase figura 1). En España en el año 2000 la población de delincuentes juveniles representaba el 12% del total de población delincuente. En este año, los porcentajes de reincidencia de la población juvenil eran muy pequeños siendo 16,70% en lo menores de 12 a 13 años, 18,1% en los menores de 14 a 15 años y en 2,40% en aquellos menores con edades comprendidas entre 16 y 17 años (Morant, 2003). En 2001 y 2002 las detenciones de menores sufrieron un ascenso según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior sobre la delincuencia juvenil en España. En
el
año
2003
este porcentaje de
detenciones empezó
a
descender
considerablemente hasta el año 2007 que volvió a ascender. Esto se da de la misma manera si observamos la tasa de criminalidad donde se tiene en cuenta el número de detenidos y el número de individuos de entre 14 y 17 años registrados en el Instituto Nacional de Estadística (INE) durante el año 2007 (Serrano, 2009). En el año 2007 y 2008 se produce un aumento de las infracciones cometidas por menores en un 16,85%, también asciende el número de menores condenados en un 16,78% y el número de medidas impuestas a esta población en un 14,05%. Entre las infracciones cometidas por los menores encontramos que las faltas han ascendido más que los delitos, un 25,32% frente a un 13,09% (Montero, 2011).
Si atendemos a la delincuencia que ha tenido lugar desde el año 2008 hasta el año 2013 según los datos aportados por INE (2013) podemos observar que durante el año 2009 los delitos y faltas asciende al igual que ocurre en el año 2011, desde entonces ha descendido levemente en los años posteriores. El nivel de delitos 34
actualmente es inferior al que tuvo lugar en 2008 mientras que las faltas sufrieron un gran ascenso en el año 2011 y pese a que han descendido actualmente están muy por encima de las que se registraron en el año 2008. (Véase Figura 3) Figura 3: Evolución en el tiempo delitos y faltas menores (14-17 años) 20000 18000 16000 14000 12000 10000 8000 6000 4000 2000 0
17413
17629
17716 16118
5358
16815 16970
Delitos
5233 5123
1342
1427
1356
2008
2009
2010
2011
2012
Faltas
2013
(Modificado de: INE,2013)
Tanto la delincuencia juvenil como la población de edades comprendidas entre 14 y 17 años han aumentado, aunque el aumento de la primera ha sido considerablemente mayor que el de la segunda. En el caso de la delincuencia juvenil esta ha aumentado en un 16,46% mientras que la población ha ascendido tan solo un 0,30%. La población extranjera, por su parte, ascendió en un 16,85%, en 2007 y 2008 representaba un 11,11% de la población de esta franja de edad. Las infracciones cometidas por personas extranjeras ascendieron en un 34,60% durante este periodo de tiempo mientras que en el caso de las personas de nacionalidad española el aumento fue inferior, de un 12,51% (Montero, 2011). Atendiendo a la edad en el año 2007 y 2008 se produjo un descenso de los delitos cometidos por menores de 14 (-5,88%), 15 años (-0,48%) y 16 años (-0,64%). Por el contrario, el número de delitos cometidos por personas de 17 años ha sufrido un aumento considerable, 30,75% del total de delitos cometidos por menores (Montero, 2011). Durante el año 2013 tanto en el caso de los menores de sexo masculino como femenino han descendido con respecto al año 2012, en un 0,7% en el caso de los varones y un 3,6 en el caso de las mujeres (INE, 2013).
35
Atendiendo a la nacionalidad de los menores detenidos el número de españoles detenidos en el año 2013 (75%) es superior al de menores de otras nacionalidades (25%), aunque este último porcentaje hay que tenerlo en cuenta ya que por menor que sea no deja de ser significativo (véase Figura 4). Si hablamos de personas extranjeras hay que citar el fenómeno de los menores extranjeros no acompañados que son aquellos menores de edad que migran a un país, en este caso España, solos y de manera irregular. Esta migración se suele dar de las zonas más pobres hacia las zonas más ricas. En el presente trabajo no nos centraremos en este fenómeno pero es importante tenerlo presente para próximas investigaciones (Gimeno, 2013; De la Rosa, 2003) Figura 4: Porcentaje menores detenidos año 2013 según nacionalidad Extranjeros 25%
Españoles 75%
(Modificado de: INE,2013)
Si comparamos las cifras de delitos cometidos en el año 2012 y 2013 tanto el cometido por extranjeros
como por españoles
observamos que ambos han
descendido, así como lo ha hecho también el total de delitos cometidos durante estos mismo años (véase Figura 5) (INE, 2013).
Figura 5: Menores detenidos en 2012 y 2013 según nacionalidad
36
8000 7000
3786 2719
6000 5000 2835
4000
Total 2719 Españoles
3000
Extranjeros
2000
951
1000
930
0 2012
2013
(Modificado de: INE,2013)
Atendiendo al lugar de origen de los menores que cometen actos ilícitos en España durante los años 2012 y 2013 las nacionalidades más representativas son: africana (9,45%), de origen americano (9,31%) y los miembros de países de la Unión Europea (3,57%) (Montero, 2011). Durante el año 2013 estos porcentajes varían levemente quedando de la siguiente manera: América (10%), Unión Europea (9%) y África (8%) (Véase figura 6) (INE, 2013). Figura 6: Distribución delitos 2013 según nacionalidad España
Unión Europea 0%
1%
Resto Europa
América
Asia
África
8% 10%
9%
72%
(Modificado de: INE,2013)
37
Si además de tener en cuenta la nacionalidad de los menores tenemos el sexo de estos, podemos observar que en todos los casos, excepto en Asia, el número de delitos cometidos por varones es superior al cometido por mujeres comparando con los delitos totales del mismo sexo (Véase figura 7) (Ministerio del Interior, 2013). Figura 7: Distribución delincuencia juvenil según sexo y nacionalidad de los menores
160 140
Porcentaje
120 100 80 60 40 20 0
España
Mujeres
74,5
Unión Europea 14,5
Hombres
71,6
8
Resto Europa 0,6
América
Asia
África
7,2
0,3
2,9
0,7
10,4
0,2
9,1
(Modificado de: INE,2013) Desde la entrada en vigor de la ley 5/2000 la medida de internamiento ha ido perdiendo peso en las distintas sentencias a lo largo de este tiempo. En el año 2007 y 2008 las medidas que más se impusieron fueron las medidas de libertad vigilada y las prestaciones en beneficio de la comunidad que representan más del 50% del total de medidas impuestas durante este periodo de tiempo (Montero, 2011). Si comparamos la delincuencia juvenil con la delincuencia adulta, llegamos a la conclusión que pese a que la primera a ascendido la segunda ha tenido un ascenso notoriamente superior (Montero, 2011) Para clasificar los diferentes actos ilícitos que cometen los menores, partiendo de los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (2013), los dividimos entre delitos y faltas, así mismo estos grupos se dividen en unos subgrupos que a su vez recogen más de un acto ilícito (véanse tablas 8 y 9).
38
Tabla 8: Distribución delitos por grupos Grupo delictivo Delitos contra las personas
Tipos de delito Homicidios dolosos/asesinatos (consumados y sin consumar), lesiones, malos trataos ámbito familiar, otros contra las personas.
Delitos contra la libertad
Malos tratos habitantes ámbito familiar, otros contra la libertad.
Delitos contra la libertad sexual
Agresión sexual con penetración, corrupción de menores o incapacitados, pornografía de menores, otros contra la libertad e indemnidad sexual.
Delitos contra el patrimonio
Hurtos, robos con fuerza en cosas (vehículos,
domicilios
o
establecimientos),
robos
o
violencia
intimidación (vía pública, domicilios o establecimientos),
sustracción
de
vehículos, estafas (bancarias), daños, contra
la
propiedad
intelectual
e
industria, blanqueo de capitales, otros contra el patrimonio. Delitos contra el patrimonio
Delitos contra la seguridad colectiva: tráfico de drogas, contra la seguridad vial, otros contra la seguridad colectiva.
Delitos de falsedades Delitos contra la administración pública Delitos contra la administración de justicia Delitos contra el orden público Delitos de legislación especial Otros delitos (Modificado de: INE,2013)
39
Como en el caso de los delitos, las faltas también se subdividen en categorías que engloban varias conductas ilícitas. Esta división es la siguiente (véase tabla 9): Tabla 9: Distribución faltas por grupos Grupo falta
Tipo de faltas
Falta contra las personas
Lesiones, amenazas y coacciones, otras contra las personas
Faltas contra el patrimonio
Hurtos, daños y otros contra el patrimonio
Falta contra el orden público Faltas contra intereses generales (Modificado de: INE,2013)
Los delitos que más cometieron los menores en los años 2008 hasta 2013, siguiendo la clasificación expuesta en la tabla 8, fueron los delitos contra las personas, delitos contra el patrimonio y la seguridad colectiva (véase figura 8). Figura 8: Delitos que más se dan entre 2008 y 2013 20000 18000 16000
Nº Delitos
14000 12000 10000 8000 6000 4000 2000 0
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Total
17413
17629
16118
17716
16970
16815
Contra las personas
1684
1872
1827
2274
2049
2247
Contra el patrimonio
11861
11640
11005
11206
11339
10887
Seguridad colectiva
1631
1821
1257
1480
1348
1145
(Modificado de: INE,2013)
40
Por otra parte los que menos se dan son los delitos de legislación especial, delitos contra la administración pública y delitos de relaciones familiares (véase figura 9). Figura 9: Resto de delitos que se cometen entre 2008 y 2009 1000 900 800 700
Nº delitos
600 500 400
300 200 100 0
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Contra la libertad
654
654
682
798
831
914
Libertad sexual
394
361
304
316
331
433
Relaciones familiares
8
11
5
5
7
3
144
167
117
170
133
165
Adm. Pública
2
1
0
2
0
3
Adm. Justicia
174
136
119
155
197
199
Orden público
806
891
724
676
695
769
Legislación especial
3
0
0
0
0
0
Otros delitos
50
75
78
34
40
50
Falsedades
(Modificado de: INE,2013)
En cuanto a las faltas, la distribución en los últimos 6 años atendiendo a clasificación planteada en la tabla 9 puede verse en los Figuras 10 y 11. Atendiendo a estos datos oficiales, las faltas que se han cometido un mayor número de veces son las faltas contra el patrimonio seguida por las faltas contra las personas (véase Figura 10)
41
Figura 10: Distribución faltas según tipo de falta año 2008 a 2013 12000 10000
Nº faltas
8000 6000 4000 2000
0
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Patrimonio
823
880
871
3501
3391
3513
Contra las personas
488
496
466
1796
1769
1561
Total
1342
1427
1356
5358
5233
5123
(Modificado de: INE,2013)
Las faltas que menos representación ha tenido en los datos estadísticos son las faltas contra intereses generales y las que atañen al orden público (véase Figura 11). Figura 11: Distribución faltas que menos se dan año 2008 a 2013 70 60 50 40 30 20 10
0
2008
2009
2010
2011
Orden público
31
45
14
55
Intereses generales
0
6
5
6
(Modificado de: INE,2013)
42
4.2.
Estadísticos sobre delincuencia juvenil en la C.A. de Aragón
La presente investigación intenta establecer unas características comunes a la mayoría de menores que cometen actos ilícitos, que viven en la Comunidad Autónoma de Aragón y han cumplido entre 2013 y 2014 medida de internamiento en el centro de reforma de Juslibol (Zaragoza). Esta investigación intenta solventar las carencias de otras investigaciones que tan sólo recogen el tipo de delito que comete el menor, su edad y su sexo sin atender a las demás características del menor o de su entorno. Los datos actuales que presenta el INE (2013) apuntan que en Aragón ha habido un descenso del 1,9% de total de infracciones cometidas por menores de entre 14 a 18 años con respecto al año anterior. Si comparamos a la Comunidad Autónoma de Aragón con el resto de comunidades españolas esta es la cuarta comunidad que más detenciones e imputaciones de menores han registrado en el año 2013. En primer puesto está Andalucía, seguida de la Comunidad de Madrid y, en tercer lugar, la Comunidad Valenciana (INE, 2013). Aragón se encuentra dentro del grupo de comunidades cuyo índice de infracciones se sitúa alrededor de la media nacional, en este grupo estaría también Castilla La Mancha y Murcia. Esto ocurre también si atendemos al número de condenas, Aragón se engloba entre las regiones cuya tasa de condenas está en torno a la media nacional junto a Asturias, Castilla La Mancha, País Vasco y Navarra (Morillas, 2014) (Véase tabla 10). Tabla 10: Número de infracciones y condenas por Comunidad Autónoma año 2012 Nº infracciones Número
Tasa por cada 100
Nº condenas Número
menores
Comunidad Autónoma
Tasa por cada 100 menores
Andalucía
6351
1,85
3635
1,06
Aragón
741
1.64
355
0,78
43
Asturias
654
2,27
278
0,96
Baleares
1079
2,56
602
1,42
Canarias
1250
1,5
710
0,85
Cantabria
382
2,1
227
1,25
Castilla y León
1564
2
1007
1,28
Castilla-La Mancha
1253
1,55
792
0,98
Cataluña
2975
1,11
1655
0,62
Comunidad Valenciana
4122
2,22
2402
1,29
Extremadura
772
1,77
499
1,14
Galicia
1181
1,42
657
0,79
La Rioja
506
4,63
172
1,57
Madrid
2194
0,94
1418
0,61
Murcia
950
1,55
663
1,08
Navarra
396
1,72
234
1,01
País Vasco
1250
1,85
613
0,90
Ceuta
275
7,72
183
5,14
44
Melilla
127
3,19
70
1,78
(Extraído de: Morillas, 2014) Si atendemos al sexo de los menores estos dos últimos años las detenciones e imputaciones en la C.A. de Aragón se han repartido de manera desigual. Los hombres tanto en el año 2012 como en el 2013 han cometido mayor número de delitos que las mujeres. Las mujeres en ambos años obtuvieron la misma cifra de delitos cometidos mientras que los hombres cometieron un menor número de delitos en el año 2013 (Véase figura 12) (INE, 2013). Estos datos son muestra de lo ya mencionado en el apartado de delincuencia juvenil femenina, existe una notable diferencia de participación en actos delictivos entre hombres y mujeres. Figura 12: Detenciones e imputaciones C.A. Aragón año 2012 y 2013
1400 1200 1000 800 600 400 200 0 Hombres
Año 2012 1119
Año 2013 1092
Mujeres
273
273
(Modificado de: INE, 2013)
La Comunidad Autónoma de Aragón está formada por tres provincias, Zaragoza, Huesca y Teruel. Zaragoza es la provincia que más delitos registra de toda la comunidad, mientras que Teruel es la que menos delincuencia recoge. En el año 2013 las tres provincias presentan un descenso de los delitos registrados en comparación al año 2012 (Véase figura 13) (INE, 2013). La provincia a la que pertenece el menor será considerada en la investigación que se va a realizar. En el caso de Zaragoza, también se 45
estudiará el barrio al que pertenece el menor, para acotar más el lugar de residencia y mostrar si esta variable influye en el hecho de que un menor lleve a cabo conductas ilícitas. Figura 13: Distribución delitos provincias C.A. Aragón 1241
1230
1400 1200 1000 800 600 400
106
104
45
31
200 0 2012
Zaragoza
Huesca2013Teruel
(Modificado de: INE, 2013)
CAPÍTULO V: Objetivos 5.1.
Objetivos generales a)
Determinar
las
características
personales
de
los
menores
delincuentes de la Comunidad Autónoma de Zaragoza. b)
Averiguar el papel de los distintos factores que influyen en la delincuencia.
5.2.
Objetivos específicos a)
Analizar si existen diferencias, y cuáles son, entre la delincuencia femenina y masculina.
b)
Observar y examinar las características personales de los menores. Así como los aspectos familiares y escolares.
46
c)
Comprobar si hay alguna nacionalidad, que no sea la española, que tenga un mayor peso frente a las demás que puedan aparecer durante la investigación.
CAPÍTULO VI: Investigación 6.1.
Hipótesis
Para realizar el presente investigación se partió de una serie de hipótesis que son las siguientes: a)
Existen barrios o zonas de la Comunidad Autónoma de Aragón donde hay un mayor número de delitos realizados por menores.
b)
Existen unos factores que influyen de manera negativa a un menor y que hacen que este realice conductas delictivas. En general los sujetos que delinquen en la comunidad aragonesa poseen unas características comunes determinadas.
c)
La mayoría de los menores que cumplen medida en el Centro de Internamiento son reincidentes.
6.2.
Metodología 6.2.1. Muestra
El estudio se ha realizado partiendo de una muestra extraída en el Centro de reforma de Zaragoza, quien acoge a todos los menores con medida judicial de internamiento de la Comunidad Autónoma de Aragón y otros sitios de los cuales han sido trasladados a dicho centro. La razón por la que se eligió esta comunidad para realizar la presente investigación es que existen pocos o nulos estudios de esta población en comparación con las existentes en otras comunidades como Cataluña o País Vasco. Partiendo de esta base, la elección del centro vino predeterminada ya que es el único centro existente en esta comunidad. Se tuvo acceso a la totalidad de los expedientes, en total 120. De estos se seleccionó aquellos que contaban con toda la información que necesitábamos para realizar la investigación y se desecharon los 47
expedientes que no contaban con la información necesaria como fue el caso de la persona con quien residían o la composición de su familia. Estos 120 expedientes a los que se tuvo acceso corresponden a menores que han sido internados en el centro en el año 2014. El sexo no se ha tenido en cuenta para la elección de la muestra por lo que el número de mujeres y hombres que forman parte de la muestra es dispar. Esto se debe a que el número de mujeres es considerablemente inferior por lo que no se pudo contar con el mismo número de hombres y mujeres porque se reducía la muestra considerablemente. La muestra está formada por 85 hombres y 15 mujeres de edades comprendidas entre 14 y 20 años. Estos menores tienen países de origen distintos, provienen de localidades diferentes e incluso hay algunos que no residen en Aragón. Los datos son tan sólo de aquellos menores a los que les hayan impuesto una medida de internamiento pero no de aquellos menores que hayan cometido un delito cuya medida impuesta sea otra distinta a la de internamiento.
6.2.2. Procedimiento El procedimiento que se llevo a cabo para la obtención de los datos fue en primer lugar, solicitar permiso al director del centro para poder tener acceso a los expedientes de aquellos menores que habían estado internos en el año 2014, tanto los que no estaban actualmente como de aquellos que en ese momento se encontraban internos en el centro. Posteriormente, se realizó una lectura de la literatura para determinar qué datos se querían extraer de los expedientes. A estos datos se sumaron aquellos que intentaban corroborar o desmentir los objetivos e hipótesis planteadas al principio de la investigación. Se realizó la recogida de datos y tras ello se procedió al análisis de dichos datos. Para ello se utilizóvel programa estadístico “Statistical Package for Social Sciences” en la versión 21 (SPSS, 21). Primeramente, se realizó un análisis de frecuencias para determinar las características comunes de los menores. Posteriormente, se realizaron análisis de correlaciones y Chi-Cuadrado con el que se determina si existe algún tipo de asociación entre diferentes variables. Se realizó una recopilación de investigaciones sobre el mismo fenómeno para posteriormente poder comparar los resultados obtenidos con los logrados por otros autores. Se extrajo datos 48
del Anuario del INE de 2013, ya que los del año 2014 no ha sido elaborado. También se realizó una recopilación de artículos científicos para exponer lo que era el fenómeno de la delincuencia juvenil en la actualidad desde diferentes teorías explicativas y desde diferentes ámbitos de estudio. 6.2.3. Instrumentos El presente trabajo es un estudio de tipo descriptivo realizado mediante la consulta y el análisis de datos de expedientes. Debido a las características de la investigación no se ha utilizado ninguna prueba estandarizada. La información de los expedientes fue recogida en una plantilla informática elaborada para la presente investigación. De los expedientes se consultaron varios informes técnicos ya que la información que se quería registrar se encontraba repartida en varios informes entre los que se encontraba el de fiscalía o el elaborado por el trabajador social del propio centro de internamiento.
6.3.
Resultados 6.3.1. Análisis descriptivo 6.3.1.1.
Características personales
En la realización del análisis, lo primero que se ha hecho es obtener las tablas de frecuencias de todas las variables medidas en nuestra investigación para así determinar un perfil atiendo a las características que más se den en nuestros datos. Las primeras variables a medir son las consideradas como características principales de los menores. Estas son el sexo, la edad, el país de origen y donde residen actualmente Como se ha hecho mención anteriormente, el número de mujeres es menor al número de varones. Por lo que, podríamos decir que en la mayoría de los casos son los hombres los que más delitos cometen en la delincuencia juvenil de Aragón (véase figura 14).
49
Figura 14: Sexo menores
Sexo Hombres
Mujeres
15%
85%
La muestra con la que contamos tiene unas edades comprendidas entre 14 y 20 años. La mayoría de la muestra tiene 17 años de edad, seguido por los menores de 16 y 18, aunque muy por debajo. En el caso de las mujeres, la edad que tiene la mayoría de la muestra son 15 años, seguido por los 17 y 16 respectivamente (véase figura 15). Figura 15: Edad menores 40,00%
4%
35,00% 30,00% 25,00% 20,00%
3%
36 % 2%
15,00% 5%
10,00%
17%
5,00%
15 % 1%
8%
5%
2%
2%
0,00%
14
15
16
17
18
19
20
50 Hombres
Mujeres
Existe una gran variedad de países de origen en las personas que conforman la muestra. Atendiendo a los datos extraídos la gran mayoría de estos menores nacieron en España (49) con una gran diferencia con respecto a los demás países como Marruecos con el que tiene una diferencia de 37 personas. En el caso de las mujeres sucede lo mismo, España (10) es el país pionero seguido, muy de lejos, por Marruecos (3) (véase Figura 16). Figura 16: País de origen 50% 45%
10%
40% 35% 30%
25% 20%
39%
15% 10%
3%
5%
9%
1%
10%
4%
1% 2%
9%
4%
0%
Hombres
1%
1%
1%
2%
1%
2%
Mujeres
La gran mayoría de los menores (60%) residían en el momento de cometer el delito en la Provincia de Zaragoza. Para ser más precisos en nuestra investigación se recogió el barrio o pueblo donde residían. En los pueblos de la provincia de Zaragoza también se concentra gran nuevo de delitos, donde más presencia tiene son en los pueblos de Casetas y Calatayud. El primero se sitúa a 17 km de Zaragoza y el segundo a 86Km. Tras el análisis de los datos, los resultados sobre el barrio donde se encuentra la residencia de los menores en la ciudad de Zaragoza se reparten de la siguiente manera (véase figura 17).
51
Figura 17: Distribución residencia menores en Zaragoza
2
JUSLIBOL
2 2
5 5
7 2
2
4 4
1
5 2
Si nos centramos en el núcleo familiar de los menores, podemos afirmar que la mayoría tienen un hermano y son los hijos menores de la familia. Además, la mayoría no tienen antecedentes delincuenciales en su familia. Otra de las variables que se mide al respecto, es con que persona viven antes de ingresar en el centro. Existe una división equitativa repartiéndose la mayoría de la muestra entre las personas que viven con su madre y los que viven con ambos padres (véase Figura 18).
52
Figura 18: Con quién residían antes de ingresar en el Centro
Con quién residían Madre
Padre
Madre y padre
Ni madre ni padre
34%
36%
8% 22%
Para contrastar una de las hipótesis planteadas se recogen la posibilidad o no de que los menores tengan o hayan tenido un expediente abierto en protección de menores. De los datos obtenidos se concluye que la mayoría no tenían un expediente de protección abierto en el momento de ingresar en el centro (véase figura 19). Figura 19: Expediente en protección
Expediente de protección 25%
Si 75%
No
53
Otra de los objetivos a contrastar era el nivel educativo de estos menores. Tras el análisis de los datos registrados podemos concluir que la gran mayoría están realizando un curso o PCPI, tanto los hombres como las mujeres (véase figura 20). Figura 20: Nivel educativo
Nivel educativo Mujeres
Hombres
8%
40% 3%
2%
3% 2%
4%
1%
11%
3%
3%
Otro de los datos analizados es la existencia de algún tipo de consumo de sustancias. La mayoría afirman consumir algún tipo de sustancias. En el tipo de consumo es donde encontramos una coincidencia, el consumo que más se da en estos menores es el de porros y tabaco y el policonsumo. Este policonsumo es variado, encontramos consumidores de speed, cocaína, inhaladores, cannabis y tabaco. Aunque existe una diferencia entre el consumo de hombres y el de mujeres ya que las mujeres son, por una persona, no consumidoras en su mayoría (véase Figura 21). Figura 21: Tipo de consumo
54
35% 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0%
8% 1%
2% 1% 18% 9%
27%
2% 1%
10%
1%
2%
Hombres
6.3.1.2.
1%
17%
Mujeres
Tipología delictiva
A continuación, nos centraremos en la tipología y características de los delitos registrados en nuestro estudio. Si englobamos los delitos en grupos según la naturaleza del delito podemos concluir que los delitos que más se dan en esta población son aquellos que atañen contra el patrimonio de las personas (véase figura 22). Figura 22: Clase de delito
Nº menores D. Contra libertad sexual D. Contra el patrimonio Incumplimiento LV
D. Contra la persona D. Contra el orden público.
2% 29%
22% 46%
1%
55
Si tenemos en cuenta la nacionalidad de los menores que han cometido cada delito nos encontramos que tanto Marruecos como Rumanía son dos de las nacionalidades que más aparecen entre los países punteros en cada uno de los grupos de delitos. Rumanía se encuentra entre los tres primeros países que más han cometido delitos contra la libertad sexual, delitos contra el patrimonio e incumplimiento de la medida de libertad vigilada. Marruecos, por su parte, resalta en los delitos contra la libertad sexual, delitos contra la persona y contra el patrimonio. Pese a estos datos, España sigue siendo el pionero en todos los delitos excepto en los delitos contra la libertad sexual (véase tabla 11).
Tabla 11: Clase de delitos que más se dan en los países registrados País de origen
Delito que más se da
España
Delitos contra el patrimonio (20)
Venezuela
Delito contra la persona (1)
Marruecos
Delitos contra el patrimonio (7)
Rumanía
Delitos contra el patrimonio (4) Incumplimiento medida LV (4)
Ecuador
Incumplimiento medida LV (3)
Brasil
Delitos contra la persona (1) Incumplimiento medida LV (1)
Colombia
Delitos contra el patrimonio (5)
Rep. Dominicana
Delitos contra el patrimonio (2)
Senegal
Delitos contra el patrimonio (2)
Argelia
Delitos contra el persona (1)
Nicaragua
Delitos contra el patrimonio (2)
Bulgaria
Delitos contra el patrimonio (1)
Dentro de los diferentes delitos que engloba la tipología de delitos contra el patrimonio, el delito que más se ha registrado es el robo con violencia e intimidación (véase Figura 23)
56
Figura 23: Delitos contra el patrimonio
30% 25% 20% 15% 10% 5% 0%
1%
25%
8%
3%
5%
Hombres
1%
1%
1%
1%
Mujeres
Las demás tipologías de delitos que se encuentran presentes en nuestra investigación a través de varios de los delitos. La presencia en casos que tienen estos tipos de delito es la que podemos observar en el Figura 24 y 25. Figura 24: Delitos contra la libertad sexual, contra el orden público e incumplimiento LV
30% 20% 21%
10% 0%
2%
Incumplimiento LV
1%
D. Contra el orden público
8%
D. Contra libertad sexual
57
Figura 25: Delitos contra la persona
5%
4%
1% 3%
3% 4%
2% 1%
3%
3%
1%
2% 1%
1%
1%
1%
1%
0%
Hombres
Mujeres
Una de las cuestiones planteadas por otros investigadores es que existe una relación entre la edad del sujeto y el tipo de delito que comete. A través de los datos extraídos hemos obtenido la clase y tipología cometido con mayor frecuencia para cada una de las edades de la muestra, el resultado es el siguiente (véase tabla 12) Tabla 12: Clase y tipo de delito que más se da según edad
Edad
Clase de delito
Tipo de delito
14
Delitos contra la persona (1)
Robo con violencia e intimidación (1)
Delitos contra el patrimonio (1)
Violencia doméstica (1)
15
Delitos contra el patrimonio (8)
Robo con violencia e intimidación (4)
16
Delitos contra la persona (8)
Robo con violencia e intimidación (4)
17
Delitos contra el patrimonio
Incumplimiento LV (11)
(19)
Robo con violencia e intimidación (10)
Delitos contra el patrimonio (8)
Incumplimiento LV (6)
18
Robo con violencia e intimidación (5)
58
19
20
Delitos contra el patrimonio (3)
Incumplimiento LV (3)
Incumplimiento LV (3)
Robo con violencia e intimidación (2)
Delitos contra la persona (1)
Riña tumultuaria (1)
Incumplimiento LV (1)
Incumplimiento LV (1)
A través de los datos extraídos de los expedientes se medía una variable de suma importancia como es el nivel de reincidencia que tenían los menores que habían sido internados en ese centro. Tras el análisis realizado se obtuvo que la mayoría de ellos son reincidentes, es decir, que han cometido más de un delito a lo largo del tiempo (véase figura 26).
Figura 26: Nivel de reincidencia
Reincidencia Si
No
25%
75%
6.3.1.3.
Perfil delincuencia juvenil en C.A. Aragón
Tras analizar los datos obtenidos en nuestra investigación podemos establecer un perfil de acuerdo a las características que más se repiten en la muestra tomada. El perfil del menor que delinque en la Comunidad Autónoma de Aragón y cumple medida en el Centro de Internamiento de dicha comunidad es el siguiente:
Varones 59
17 años
Nacidos en España
Residentes en Zaragoza
Un hermano
El menor de sus hermanos
No tienen familia con antecedentes penales
No tienen abierto un expediente en protección
No viven ni con su madre ni con su padre aunque en ocasiones viven con su madre
Cursan un PCPI u otro curso de formación
Consumen sustancias
Tienen un policonsumo
Cometen delitos contra el patrimonio
El delito que más cometen es el delito de robo con violencia e intimidación
Son reincidentes
A colación de un artículo consultado de Garrido et al. (1999) procederemos a diferenciar entre dos tipos de perfiles ateniéndonos al variable que recoge si el menor es reincidente o no. En el caso de los menores reincidentes el perfil sería el siguiente:
Varones
17 años
Nacidos en España
Residentes en Zaragoza
Vive con su madre y su padre
Tiene un hermano
No tienen familia con antecedentes penales
No tienen abierto un expediente en protección
Cursan un PCPI u otro curso de formación
Consumen sustancias
Tienen un policonsumo 60
Cometen delitos contra el patrimonio
El delito que más cometen es el delito de robo con violencia e intimidación
El perfil de los menores que no han reincidido, según los datos extraídos de esta investigación es el siguiente:
Varones
17 años
Nacidos en España
Residentes en Zaragoza
Dos hermanos
No tienen familia con antecedentes penales
No tienen abierto un expediente en protección
Cursan un PCPI u otro curso de formación
Consumen sustancias
Tienen un policonsumo
Cometen delitos contra las personas
El delito que más cometen es el delito de robo con violencia e intimidación
6.3.2. Análisis comparativo Para continuar con el análisis de nuestros datos realizamos una serie de correlaciones y pruebas de Chi-Cuadrado para intentar demostrar o desmentir las hipótesis planteadas al inicio de la investigación así como para intentar cumplir los objetivos impuestos en un primer momento. Primeramente, se miró si existe correlación entre tres de las variables recogidas que son: el tipo de delito cometido por los menores, si tienen expediente abierto en protección y la variable que media la reincidencia. Tras la obtención de las correlaciones, como podemos observar en la tabla 13, existe correlación entre el tipo de delito y la variable protección ya que el nivel de significación es inferior a 0.05
61
(0.019). Entre las demás variables no existe correlación ya que el nivel de significación es superior a 0,05 indicador de que las variables comparadas no tienen relación alguna. Analizando la correlación obtenida podemos apuntar que es de tipo negativo ya que la correlación de Pearson es inferior a 0 (-0.234), esto se traduce a que cuando una variable asciende la otra desciende, es decir, cuando tiene expediente hay delitos cuya posibilidad de ser cometidos por esos menores desciende y viceversa.
Tabla 13: Correlación entre tipo de delito- protección- reincidencia Correlaciones tipo delito Correlación de Pearson Tipo delito
Correlación de Pearson
*
-,041
,019
,682
100
100
100
*
1
,091
-,234
Sig. (bilateral)
,019
N
100
100
100
-,041
,091
1
Sig. (bilateral)
,682
,368
N
100
100
Correlación de Pearson reincidencia
Reincidencia
-,234
1
Sig. (bilateral) N
Protección
Protección
,368
100
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
Otra de las variables de las cuales se calculó si existía una correlación es de las variables: nacionalidad, tipo de delito realizado, clase de delito y tipo de consumo que tenían los menores. En este caso existen tres variables que correlacionan ya que su nivel de significación es inferior a 0.05. Estas variables son clase de delito y nacionalidad (0.039), nacionalidad y tipo de consumo (0.017) y, por último, clase de
62
delito y tipo de delito (0.006). Además, la correlación es negativa en los tres casos, es decir, cuando una variable aumenta la otra disminuye (Véase tabla 14).
Tabla 14: Correlación entre tipo de delito- clase de delito- nacionalidad- tipo de consumo Correlaciones nacionalidad
Clase delito
tipo delito
Tipo consumo
Correlación de Pearson nacionalidad
Sig. (bilateral) N Correlación de Pearson
Clase delito
Sig. (bilateral) N Correlación de Pearson
tipo delito
100 *
-,207
-,207
-,051
-,237
,039
,612
,017
100
100
100
1
**
,140
,006
,166
100
100
100
**
1
,044
,039 100
-,051
-,274
-,274
*
Sig. (bilateral)
,612
,006
N
100
100
100
100
-,237
*
,140
,044
1
Sig. (bilateral)
,017
,166
,667
N
100
100
100
Correlación de Pearson Tipo consumo
1
*
,667
100
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral). **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
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Calculamos también la correlación existente entre la clase de delito, el lugar donde residía antes de ingresar en el centro, nivel educativo y la variable que mide el grupo de iguales. En este caso nos encontramos con que la clase de delito correlaciona con las otras tres variables medidas ya que el nivel de significación es inferior a 0.05. En este caso el tipo de correlación es distinta siendo positiva entre la clase de delito y el nivel educativo (0.289) y negativa en los otros dos casos. Que la correlación sea negativa ya se ha explicado anteriormente pero no así la correlación positiva. Que una correlación sea positiva quiere decir que cuando una asciende la otra variable también lo hace. En este caso eso se traduciría en que cuando un menor tiene un determinado nivel educativo aumenta su probabilidad de cometer determinado delito (Véase tabla 15).
Tabla 15: Correlación clase de delito, lugar de residencia, nivel educativo y grupo de iguales Correlaciones Clase delito Correlación de Pearson Clase delito
Correlación de Pearson
,289
Iguales
Residía
-,197
*
*
-,234
,004
,050
,019
100
100
100
100
**
1
-,041
-,059
,686
,560
,289
,004
N
100
100
100
100
*
-,197
-,041
1
,186
Sig. (bilateral)
,050
,686
N
100
100
100
100
*
-,234
-,059
,186
1
Sig. (bilateral)
,019
,560
,063
N
100
100
100
Correlación de Pearson Residía
**
Sig. (bilateral)
Correlación de Pearson Iguales
1
Sig. (bilateral) N
NEducativo
NEducativo
,063
100
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral). *. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
Tras obtener el nivel de correlación entre variables pasamos a calcular el ChiCuadrado que mide si existe asociación entre variables.
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Tras realizar varias operaciones de Chi-cuadrado solo se ha obtenido que existe asociación entre dos variables, el nivel educativo y el tipo de delito. Tras observar la columna de valor tanto en las medidas direccionales como simétricas podemos concluir que la asociación entre ambas variables es importante, es decir, el movimiento de ascenso y descenso lo realiza de manera uniforme (véase tablas 16, 17 y 18). Tabla 16: Asociación entre nivel educativo y tipo de delito Pruebas de chi-cuadrado Valor
gl
Sig. asintótica (bilateral)
a
114
,000
97,462
114
,866
Asociación lineal por lineal
,011
1
,918
N de casos válidos
100
Chi-cuadrado de Pearson Razón de verosimilitudes
189,416
a. 136 casillas (97,1%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es ,02.
Tabla 17: Medias direccionales entre nivel educativo y tipo de delito Medidas direccionales Valor
Error típ. asint.
a
T aproximada
b
Sig. Aproximada
Lambda
Simétrica
,138
,059
2,157
,031
NEducativo
,231
,083
2,526
,012
,070
,087
,783
,433
,240
,030
,036
,082
,016
,007
Simétrica
,265
,035
6,050
,866
NEducativo
,340
,046
6,050
,866
,217
,030
6,050
,866
dependiente tipo delito dependiente NEducativo
Nomin al por
Tau de Goodman y
dependiente
nomina Kruskal
tipo delito
l
dependiente
Coeficiente de incertidumbre
c
c
d d
dependiente tipo delito
d
dependiente a. Asumiendo la hipótesis alternativa. b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula. c. Basado en la aproximación chi-cuadrado.
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d. Probabilidad del chi-cuadrado de la razón de verosimilitudes.
Tabla 18: Medidas simétricas entre nivel educativo y tipo de delito Medidas simétricas Valor
Sig. Aproximada
Phi Nominal por nominal
1,376
,000
V de Cramer
,562
,000
Coeficiente de contingencia
,809
,000
N de casos válidos
100
Se calculó la posible asociación entre varias variables más pero en todos los casos el nivel de significación era mayor que 0,05 y por tanto esto nos indicaba que no existía ningún tipo de asociación. Las variables para las que se calculo el nivel de significación son las siguientes: tipo de delito-lugar de residencia, tipo de consumo-tipo de delito, nacionalidad-tipo de delito, tipo de consumo- lugar de residencia, reincidencia-lugar de residencia. 6.4.
Discusión
Existen una serie de factores denominados factores de riesgo que hacen que aumenta la probabilidad de realizar conductas violentas como se ha explicado en uno de los apartados de este trabajo. Entre los factores de riesgo más reseñables se encuentran poseer una familia desestructurada, fracaso escolar, residir en un barrio marginal o con muchas desigualdades y consumir sustancias tóxicas. Estos datos han sido medidos en el presente estudio y se ha obtenido que la mayoría de estos sujetos poseen una familia desestructurada esto se ha extraído del ítem que determina con quien viven los menores, siendo la respuesta más usual “ni madre ni padre” (36%) y “sólo con la madre” en el 34% de los casos. El fracaso escolar no ha sido obtenido en nuestro análisis ya que la mayoría de los menores dice cursar algún tipo de PCPI o curso. Por otra parte, se ha acotado el sitio de residencia de estos menores a falta de determinar las características de estos barrios para concluir si son o no marginales. Por último, el ítem que mide el consumo de sustancias determina que entre los sujetos de 66
la muestra sí que existe un consumo de sustancias instaurado, siendo en la gran mayoría policonsumo. Otro tipo de factores son los factores protectores que tienen una influencia contraria a los factores de riesgo. Los factores señalados en las diferentes investigaciones consultadas son, entre otros, buena relación familiar, la inculcación de valores y normas y características personales como la autoestima o el locus de control interno. Estos factores no han sido medidos en la presente investigación a falta de recursos para medir estos aspectos por lo que se prevé realizar la medición de este tipo de variables en investigaciones próximas. Tras analizar los resultados de las investigaciones que conforman la literatura sobre este tema obtenemos diferentes perfiles según el momento y lugar donde se realiza la investigación. La inmensa mayoría de las investigaciones concluyen que se trata de un varón, de nacionalidad española que posee una familia desestructurada y un alto fracaso escolar. Analizando los datos recogidos a través de los expedientes podemos concluir que en el caso de nuestra investigación el único factor que no se cumple es el alto fracaso escolar. Aunque cabe señalar que la gran mayoría de los sujetos que cuentan con medida de internamiento empiezan los cursos o PCPI en el centro de internamiento y no en una situación normalizada en la calle por lo que se podría determinar que existe algún factor que hace que estos menores decidan comenzar este tipo de formación aunque puede que ya hayan comenzado esta formación antes de internar, este aspecto habría que matizarlo en investigaciones futuras para tener todos los factores adecuadamente medidos para no cometer errores. A la hora de determinar la edad de los sujetos que más delitos cometen durante la etapa que recoge el término delincuencia juvenil existen discrepancias entre los autores. Por un lado, existen aquellos que marcan la franja de edad entre los 16-17 y aquellos que recogen que la edad es de 14-15. Si atendemos a los datos recogidos en nuestra investigación nos pondremos del lado de aquellos investigadores a partir de cuyas investigaciones determinaron la edad de mayor auge delictivo entre los 16 y 17 años, más concretamente en nuestra investigación hemos obtenido que esta edad es de 17 años. Este dato hay que tenerlo en cuenta sabiendo que nuestra muestra son personas que están cumpliendo medida de internamiento y que son 67
reincidentes por lo que cabe la posibilidad que su primer delito lo cometiesen a una edad más temprana lo que daría lugar a un descenso de la media de edad en la que los menores realizan mayor número de delitos. Otro de los datos que producen discrepancias entre investigaciones es el consumo de sustancias y el tipo de sustancias que se consumen. Muchos autores apuntan que si que existe un consumo de sustancias siendo las sustancias mayor consumidas el tabaco, el alcohol y el hachís. En nuestra investigación hemos obtenido que si que existe un consumo de sustancias en la gran mayoría de los sujetos. A la hora de determinar el tipo de sustancias consumidas se ha obtenido que existe un policonsumo extendido el cual varía dependiendo de cada sujeto. Existen aquellos sujetos que consumen speed, cocaína y hachís. O en otros casos tabaco y porros de diferentes contenidos. En cuanto a la nacionalidad de los menores en el estudio tenemos sujetos provenientes de países de la Unión Europea, América y África. En los datos recogidos por el INE en 2013 se expone que la nacionalidad que más prima entre los menores delincuentes es la Española, seguida de los países de América, países de la Unión Europea, países de África y, por último, el resto de Europa y Asía que tienen muy poca presencia. Estos resultados se replican casi por completo en nuestro estudio. La mayoría son españoles seguidos por aquellos que provienen de países de América, Unión Europea y África, respectivamente. No existe presencia ni de chicos que posean nacionalidad de algún país del resto de Europa ni de Asia. Uno de los aspectos que bajo mi punto de vista merece mayor atención es el nivel de reincidencia. En general, los sujetos de la muestra son reincidentes, es decir, han cometido otros delitos antes de cometer el que les llevó a ingresar en el centro de internamiento. Habría que estudiar las causas que provocaron esta reincidencia ya que puede deberse a que los recursos con los que se cuenta para realizar la inserción o la reeducación de los menores que delinquen este fallando y a causa de ello los menores sigan con su vida delictiva. Este aspecto me parece de gran relevancia ya que además de la cuestión de que puede deberse a un fallo en el proceso también nos señala que las medidas de prevención llevadas a cabo, si es que están actualmente en funcionamiento, están fallando. Habría que ahondar más en este aspecto para rectificar los posibles errores que se estén cometiendo 68
El grupo de iguales es otro factor determinante que señalan muchos autores como parte del perfil de los menores que cometen actos ilícitos. La mayoría de estos sujetos tienen relación con un grupo de iguales que también cometen actos delictivos o amigos considerados de riesgo que son aquellos que en ocasiones pueden considerar el delito como una salida sin contemplarlo como algo negativo o algo que no se debe hacer. Este aspecto intentó ser medido durante la investigación pero muchos expedientes no lo recogían. De los expedientes donde si se determinaban se puedo observar que tan sólo
13% afirmaban tener amigos conflictivos y el 20% no
conflictivos y entre los primeros existía la presencia de alguna banda organizada de delincuencia juvenil de carácter internacional pero no se ha profundizado en el tema ya que no es materia de estudio en este caso. La existencia de contacto con servicios sociales es determinada en algunas investigaciones como una característica más de estos menores. En el caso de los datos extraídos de la presente investigación, los menores que conforman la muestra en su mayoría no han tenido contacto con protección según los datos de los expedientes. Este aspecto ha sido medido con el ítem “expediente de protección”. Atendiendo a la tipología de delito que suelen cometer estos menores el INE publica en su informe de 2013 que los delitos que más se dan son los delitos contra el patrimonio seguido de los delitos contra las personas aspecto que se refleja en nuestro informe donde hemos obtenido los mismos datos. Hay que hacer un matiz ya que una de las cuestiones por las que los menores ingresan en el centro, y que tiene mayor número de casos que los delitos contra la persona, son el incumplimiento de medida de Libertad Vigilada. Como hemos mencionado a lo largo del trabajo existen pocas investigaciones al respecto de la delincuencia juvenil femenina, en nuestra trabajo hemos recogido algunos casos de este tipo y lo hemos analizado de manera aislada. Como apuntan los informes del INE de 2013 existe una diferencia entre la presencia de la mujer y la del hombre en los actos delictivos, este dato ha sido contrastado y corroborado por nuestra investigación. No se ha encontrado ningún estudio que mida las características y las variables que interfieren en las menores delincuentes por lo que estos datos no pueden ser comparados con otros.
69
Las diferencias encontradas respecto a los hombres son, en primer lugar, la edad de mayor auge de la delincuencia desciende hasta los 15 años. Si nos centramos en el país de origen seguimos obteniendo que España es el país que más personas aporta seguido de Marruecos y, con el mismo número, República Dominicana y Senegal. Esto hace que el orden de nacionalidades establecido en el caso de los hombres no se sigue en el de las mujeres. En este caso seguiría España en cabeza, seguido de los países de África y, por último, América. Uno de los aspectos más relevantes que se ha encontrado es la tipología de delito y la existencia o no de consumo respecto a los hombres. En este caso la mayoría de mujeres no refieren tener ningún tipo de consumo. Por otro lado, los delitos que más se cometen en el caso de las mujeres son los referidos como delitos contra la persona, más concretamente los delitos referentes a la violencia doméstica. Estos delitos son seguidos por los delitos contra el patrimonio. En la presente investigación se han recogido otros datos como la composición familiar que no han sido recogidos en otras investigaciones por lo que no se puede realizar comparación alguna.
CAPITULO VII: Conclusión Tras la realización de esta investigación se ha llegado a las siguientes conclusiones: PRIMERA. El 75% de la muestra son hombre y la edad que más prima entre los menores que han cumplido medida de internamiento en el centro de Zaragoza es la de 17 años, en el caso de las mujeres la edad es de 15 años. Coinciden en que en ambos casos son españoles. SEGUNDA. Existen diferencias entre el menor delincuente varón y la menor delincuente mujer. Los primeros, tienen un consumo caracterizado por el policonsumo y la clase de delitos que más cometen son los delitos contra el patrimonio, más concretamente los delitos de robo con violencia e intimidación. En el caso de las mujeres, no existe un consumo registrado y los delitos que más comente son los delitos contra la persona, en concreto delitos de violencia doméstica.
70
TERCERA. A la hora de determinar con quién residían los menores se han obtenido que la mayoría no vivían ni con su madre ni con su padre aunque el porcentaje de menores que vivían tan sólo con la madre es muy similar teniendo una diferencia del 2% entre ambos. CUARTA. Existe una clara diferencia en las zonas de residencia de estos menores, esta variable no había sido medida en ninguna investigación anteriormente. La mayoría viven en la provincia de Zaragoza y en determinadas zonas de la ciudad. Este dato nos servirá de gran utilidad a la hora determinar a qué zonas dedicar mayor número de programas de prevención de la delincuencia. QUINTA. La mayoría de los menores reinciden, es decir, han cometido más de un acto delictivo a lo largo de su vida. SEXTA. No existen diferencias significativas entre los menores delincuentes nacidos en España y los nacidos en otros países. Se puede observar alguna pequeña diferencia como en el caso del delito que más se comete en algunos casos son los delitos contra la persona cuando en el caso de los españoles son los delitos contra el patrimonio. SÉPTIMA. En el análisis de los datos se ha obtenido que existe correlación entre algunas de las variables medidas en la investigación. Las variables de las que se ha obtenido que existe correlación son: delito cometido-existencia o no de expediente de protección, nacionalidad-tipo de consumo-clase de delito, lugar de residencia-nivel educativo-grupo de iguales y, por último, tipo de delito-clase de delito. OCTAVA. Durante el análisis también se extrajo el nivel de asociación entre variables, donde se obtuvo que existía una asociación entre el nivel educativo y el tipo de delito cometido.
CAPITULO VIII: Reflexión personal La presente investigación tiene importantes aplicaciones futuras de cara a la realización de programas de prevención con los que disminuir tanto la comisión de delitos por parte menores que no han delinquido como la reincidencia de aquellos menores que ya han cometido su primer acto delictivo y que residan en la C.A. de Aragón. En esta investigación se ha determinado las características más comunes de esta población como la edad, el lugar de residencia la persona con la que residen habitualmente estos menores. Estos datos serán importantes para determinar los 71
planes de actuación. Los datos más relevantes son el lugar de residencia y la persona con la que residen. Ninguno de estos datos han sido anteriormente medidos en investigaciones anteriores por lo que resulta un dato de sumo interés a la hora de realización de un programa de prevención de la delincuencia juvenil. Para la elaboración de dicho programa también serán de gran utilidad los demás datos registrados aunque sería necesaria una investigación que ahondara más en algunos aspectos para hacerla más completa. Estos datos hacen referencia por ejemplo a características más personales de los menores como es si son impulsos o que tipo de locus de control poseen. Además, resultaría interesante en líneas de investigación futuras, realizar una investigación de los mismos aspectos pero en el Juzgado de Menores donde se recogen todos aquellos menores que han cometido un acto delictivo sin necesidad de que se les imponga una medida de internamiento. Con esto se busca la existencia de algún matiz diferenciador entre los menores que cometen delitos y aquellos que, además, cumplen medida de internamiento por el delito cometido. La presente investigación cuenta con varias fortalezas que hacen que se pueda considerar una investigación importante y, a la vez, útil para la comunidad autónoma en cuestión. Uno de los aspectos reseñables es la posibilidad de haber accedido a la totalidad de los expedientes de un mismo año lo que hace que la investigación sea muy completa ya que se han determinado las características de un segmento de la población teniendo en cuenta la totalidad de la misma. Otro de los aspectos a resaltar son la recogida de algunos datos que no han sido estudiados en investigaciones anteriores como es el caso de con quién reside el menor dato que resulta de gran relevancia para la realización diferentes actuaciones. Además, esta investigación ha acotado el lugar de estudio a una comunidad en concreto lo que hace que el perfil obtenido sea muy específico y concreto. También cabe resaltar que se habían realizado pocas investigaciones de este tipo en la comunidad. Este trabajo también cuenta con algunas limitaciones que deberían ser nombradas. En primer lugar, hay que señalar que la muestra son menores que han cometido un acto delictivo y que, por ello, se les ha sido impuesta la medida de internamiento en alguna de sus modalidades. Este dato hay que tenerlo encuentra ya que puede que los menores que no reciben esta medida pero que también cometen 72
actos delictivos posean características diferentes, cosa que se determinará en investigaciones futuras. Durante el proceso de recogida de datos se ha tenido que hacer frente a una limitación que ha hecho que el tiempo dedicado a este proceso sea superior al esperado. Esto fue consecuencia de la exposición de la información en los diferentes expedientes ya que utilizaban nomenclaturas diferentes y ordenaban los datos de manera diferente. Pese a todo lo nombrado, creo fehacientemente que esta investigación puede resultar de gran interés y utilidad para la Comunidad Autónoma de Aragón y que abre una línea de investigación futura para completar y contrastar este estudio.
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