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Tiene cabida el AOVE en la nueva Dieta Planetaria?
¿Tiene cabida el AOVE en la nueva Dieta Planetaria? Médicos e investigadores lo abordan en la Jornada sobre AOVE y Salud de CLM
Ciudad Real ha acogido la II Jornada sobre AO VE y Salud de Castilla-La Mancha y en ella, además de presentar los últimos descubrimientos sobre los beneficios del AOVE a nivel antiinflamatorio, se habló de dietas, la Mediterránea y la Planetaria, y de la cabida que tiene el AO VE en esta última, que poco a poco está ganando miles de seguidores por todo el mundo.
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Fernando Colado y Javier Paulino Tévar.
Hasta ahora, muchos no habrán oído hablar de Dieta Planetaria, que de manera resumida, es aquella que se preocupa por producir alimentos sanos de manera sostenible. Pero lo cierto es que tiene miles de seguidores en todo el mundo, que poco a poco van a más, y en la que el aceite de oliva virgen extra debe buscarse el hueco que le corresponde.
Así se desprendió de la II Jornada de Castilla-La Mancha sobre Salud y Aceite de Oliva, celebrada en Ciudad Real, en la que participaron un nutrido grupo expertos médicos e investigadores, con amplia presencia de profesionales de la medicina. En ellas se abordaron los últimos descubrimientos en torno a los efectos antiinflamatorios del aceite de oliva virgen extra, así como el papel que juega en la Dieta Mediterránea y otras dietas, como la Planetaria, nombrada anteriormente.
Giuseppe Fregapanne, catedrático de Nutrición en la Universidad de Castilla-La Mancha.
Francisco Pérez, director del Instituto de Investigación Biomédica “Maimónides”, de Córdoba, fue quien lanzó la piedra en torno a este tema, explicando que esta nueva Dieta se preocupa primero del medio ambiente y sólo produce alimentos de manera sostenible, que a su vez sean saludables para el consumidor. También señaló que, en muchos lugares está desplazando a la Dieta Mediterránea, ya que cada vez son más los que apuestan por ella.
Según Pérez, los expertos en este campo aseguran que “no podemos hablar de dieta saludable sin pensar en el planeta y es ahí donde nace dicha dieta planetaria”, en la que según Pérez, “el aceite de oliva virgen extra sólo tendrá cabida si tiene una producción sostenible, si se integra en la nueva cocina y si su transporte no perjudica al medio ambiente”. Y es en eso en lo que tenemos que trabajar, afirmó, además de en transmitir las bondades saludables que tiene su consumo.
Mesa inaugural.
En este sentido, el catedrático de Inmunología de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Jaén, José Juan Gaforio, refrendó dicha teoría, asegurando que el futuro se encamina hacia lo saludable y “hay que trabajar para que el aceite de oliva virgen extra tenga cabida en dicho movimiento, porque actualmente no lo tiene”.
AOVE como antiinflamatorio José Juan Gaforio centró su intervención en la actividad antiinflamatoria y antitumoral de los aceites de oliva vírgenes, poniendo como ejemplo el cáncer de mama. Gracias a los compuestos minoritarios que tiene este zumo, como el escualeno, el ácido maslínico, el hidroxitirosol, entre otros, a pesar de suponer solo el 2% del contenido del AOVE, tienen efectos quimiopreventivos.
Y añadió que, aunque es casi imposible realizar estudios en humanos sobre la capacidad quimiopreven
tiva de un solo nutriente, las observaciones acumuladas son suficientemente sólidas como para aconsejar el consumo de aceites de oliva vírgenes como fuente principal de grasa con objeto de reducir el riesgo de cáncer.
También indicó que tanto los estudios de intervención realizados en humanos como los observacionales, demuestran que la Dieta Mediterránea se asocia con la reducción de la incidencia de cáncer de mama, especialmente el postmenopáusico.
En este sentido, Gaforio señaló que “una de las herramientas más poderosas para combatir la inflamación no viene de la farmacia, sino de la tienda de comestibles”.
Esta jornada también contó con la intervención de Giuseppe Fregapanne, catedrático de Nutrición de la Universidad de Castilla-La Mancha, que abordó “El aceite de oliva virgen extra y sus efectos antiinflamatorios;
Francisco Pérez, director del Instituto de Investigación Biomédica “Maimónides”.
José Juan Gaforio, catedrático de Inmunología de la UJA.
Fernando Colado, reumatólogo y presidente del Consejo Rector de la Almazara Torres de Medina, mostró las similitudes entre AOVE e Ibuprofeno, señalando que “no se puede sustituir uno con otro porque el AOVE no puede curar pero sí ayudar a reducir los procesos antiinflamatorios”.
Por su parte, María Ángeles Rosillo, investigadora del Instituto Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Sevilla, presentó un estudio realizado en ratones sobre los efectos que tiene el aceite de oliva virgen extra en la artritis reumatoide, demostrando su efecto antiinflamatorio.
Por último, Oreste Gualillo, miembro del Área de Reumatología del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, hizo referencia al oleocanthal del aceite de oliva virgen extra como antiinflamatorio y antitumoral, y destacó que tan demostrado está que ya hay empresas farmacéuticas en Estados Unidos interesadas en explotar la molécula del oleocanthal como fármaco.
Este encuentro contó con la presencia de Francisco Martínez, consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, presidente de la Diputación de Ciudad Real, Pilar Zamora, alcaldesa de Ciudad Real, José María Arcos, presidente de la DO Aceites Campo de Montiel, Soledad Serrano, presidenta de la Asociación QvExtra! y Alberto Marcilla, director de Banca Rural Globalcaja.
¿En qué se basa la Dieta Planetaria?
La Dieta Planetaria es un modelo alimentario basado en la salud y la sostenibilidad, que ha sido presentada por la Comisión EAT– Lancet, formada por 37 investigadores de diferentes disciplinas y de prestigio internacional, que trabajan para alcanzar un consenso científico que defina qué es una dieta saludable y sostenible. Aplica un conjunto de directrices que se deben seguir para lograr una gran transformación del sistema alimentario. Está basada principalmente en frutas y verduras, granos enteros, legumbres, nueces y aceites insaturados, e incluye una ingesta reducida de pescado y marisco, carne de aves de corral y poca o ninguna carne roja y procesada, sin azúcares añadidos, granos refinados ni vegetales con almidón.
La producción de todos los alimentos que incluyen debe de ser respetuosa con el medio ambiente, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, protegiendo la biodiversidad y el suministro de agua dulce, que es absorbido por la industria agrícola.
