Taller de Creación Literaria Edición Libro Club by Revista Literaria Infame

PRESENTA: TALLER DE CREACIÓN LITERARIA EDICIÓN LIBRO CLUB

Abraham Pérez / Dante Vázquez Vanessa Peña del Río / Janet Muñoz Rosagel Magdala Velázquez / Maryan Fátima Valencia Saraí Martínez

COMPILADOR: L.OLIVER MIRANDA CHARLES

Revista Literaria Infame (Placer consumado en letras...). Publicación del Taller de Creación Literaria Ed. Libro Club.

Responsable de edición L.Oliver Miranda Charles Cuidado de Edición Alejandro Aguirre Fausto A.Leyva Saraí Martínez Diseño de Portada L.Oliver Miranda Charles Ilustraciones: Sergio Acosta Portada: El Único. I. El Átomo de Dalí y yo. II. Madre Naturaleza. III. La Unión de 2 Corazones Enamorados.

Primera Edición: Octubre del 2014. ©Revista Literaria Infame (Placer consumado en letras...). revista.infames@gmail.com Registro en trámite. Este libro se publicó gracias al apoyo del: Programa Libro Club de la Ciudad de México, a Nadia Paola Ravelo Carrasco y Gerardo Amancio Armijo quienes facilitaron el espacio para el desarrollo del mismo.

T a l l e r L i t e r a r i o ed. L i b r o c l u b

ÍNDICE MARYAN FÁTIMA M. VALENCIA UNA CUCHILLADA DE AMOR--------------------------------------CORTAFUEGO---------------------------------------------------------RENATA------------------------------------------------------------------

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DANTE VÁZQUEZ CADÁVERES EN EL ARMARIO----------------------------------------- 13 LLUVIA--------------------------------------------------------------------- 15 VANESSA PEÑA DEL RÍO CIUDAD DESIERTA -------------------------------------------------------- 17 ANTES DE ENTRAR PERMITA SALIR ---------------------------------- 18 RESARCIR------------------------------------------------------------------- 20 JANET MUÑOZ ROSAGEL AGUA----------------------------------------------------------------------- 21 LARVA--------------------------------------------------------------------- 22 ELLA------------------------------------------------------------------------ 23 SARAÍ MARTÍNEZ IMAGEN EN EL AGUA-------------------------------------------------- 25 MISTICISMO------------------------------------------------------------- 26

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MAGDALA VELÁZQUEZ NECROSIS------------------------------------------------------------------ 27

ABRAHAM PÉREZ OPUS ODIUM-------------------------------------------------------------- 28

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MARYAN FÁTIMA M. VALENCIA UNA CUCHILLADA DE AMOR

No será tan fácil, ya sé qué pasa no será tan simple como pensaba como abrir el pecho y sacar el alma una cuchillada de amor. FITO PAEZ.

Siento algo que me recorre el tiempo lo huelo pero no logro entenderlo, es como atrapar a un fugitivo como si oliera a cenizas: de esas que se escapan de entre las manos, que huyen entre los latidos y así entonces abandonan corazones. No será tan fácil, ya sé qué pasa. II Quizá no valga atrapar sino perseguir, andar sobre el trazo hostil de ese terrible aroma buscar su huella en mi cuello observarla sigilosamente con la plena consciencia de que será removida por el viento, tocarla como para imprimirla en la extensión de mi dedo. Pero entonces, ¿quién sellaría a quién? no será tan simple como pensaba.

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III No será como dibujar recuerdos en la piel. Tampoco será como escribir una letra con la esperanza de ser leída o como pisar un ritmo. Ni como secar una dicha, o abrazar una decepción como abrir el pecho y sacar el alma. IV Tal vez será como acechar al ser deseado hasta provocar el rose, como besar al enemigo y sonreírle una traición. Como buscarse en la mentira del espejo y haberse encontrado roto como descubrir la huella para pisarla. Una cuchillada de amor.

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CORTAFUEGO Sopla conmigo al ardor de la luz, hasta que la noche destroce la necesidad de olvidarnos hasta que el silencio nos arrebate de este cuerpo falso hasta que el hilo del aire apague el lamento. Libérate de mí, hasta que la muerte se empeñe en despertarnos de nuevo. RENATA Eres vacío atiborrado de miseria, refugio de los que buscan conmiserarse de la tragedia humana. Te abrigas la garganta con culpa porque cuando el dolor congela el corazón se empeña en calentarse las venas, pero esa bufanda ni siquiera entibia sólo adorna el camino del veneno que promete hacerte enardecer. Y así consumida en llamas tu andar será caos y si tu calor enciende una chispa querrán sofocarte, pero si quemas serás infierno o soledad.

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DANTE VÁZQUEZ CADÁVERES EN EL ARMARIO I Hace siete años mi hermano menor, dejó una duda infranqueable tirada entre la ropa sucia, juguetes rotos y algunos objetos más desperdigados en su cuarto. (¿Se suicidó o fue un accidente?). II Hace siete años la imagen espectral de mi padre regresó por unos días a casa y me preguntó: ¿Por qué no lloras, no te duele? III Hace siete años me negué a dormir durante 72 horas: ni un lamento líquido, ni un llanto mudo brotaron de mí. Fui un ataúd de verdadero silencio, una hoja en blanco que en ese momento desconocía.

T a l l e r L i t e r a r i o ed. L i b r o c l u b IV

Hace siete años la imagen esquelética de mi madre enloqueció por completo y me abrazó temblorosa. (¿Cuántos motivos hay para existir?). V Hace siete años mis dos hermanas y mi otro hermano me obligaron a comer con ellos, después del entierro fui un fantasma. Masticando de a poco sonrisas y bebiendo de a mucho palabras y gestos con sabor a: Honra a tus vivos igual que a tus muertos. VI Hace siete años un tráiler le reventó el cráneo a mi hermano menor lo hizo volar dos metros, le quitó un zapato e hizo que dejara una duda infranqueable: ¿Te suicidaste o fue un accidente? VII Mamá enloqueció, papá es un espectro lejos de casa. Nuestras hermanas y mi otro hermano se alimentan de recuerdos. —También me alegra verte. 14

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LLUVIA

(A Van Manek)

Hueles a bosque con arroyo y conejitos. LA ESPUMA DE LOS DÍAS, BORIS VIAN.

Palabras alegres o molestas que caen creativas de tu mano sobre la blanca inmensidad del llano donde florecen ideas honestas. Lluvia, las caritas de luces modestas que brotan en el negro azul, cuando oyen a tu corazón silbar canciones en horas funestas. Tu inquietud empapando madrugadas, tus pasos humedeciendo las calles tu hermosura salpicando fachadas. Lluvia, lo singular de los detalles que ofreces a tu existencia. Lluvia, hueles a bosque con arroyo y conejitos.

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VANESSA PEÑA DEL RÍO CIUDAD DESIERTA (A Manuel Acuña)

En medio de la oscuridad de una ciudad desierta donde el silencio me persigue como una sombra rabiosa queriéndome matar, imploro venga a mí la muerte y cuando creo que estoy perdida tú de nuevo vuelves aparecer. Y yo te sigo como si fueras la única esperanza. Te buscó hasta al cansancio pero tú te escondes de mi alma. Errante todas las noches queriéndote atrapar comprendo que tus besos jamás han de ser míos. Y cuando el frío acaricia mis mejillas, impido que las lágrimas calienten mi rostro. Comienzo a tragarme el dolor, mismo que siento destrozarme la garganta recorrer mi pecho y acabar poco a poco con lo que has dejado de este corazón.

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ANTES DE ENTRAR PERMITA SALIR El silencio apabullante dentro de la habitación hace tono con la oscuridad que impide abrir los ojos al instante y arrojar del cuerpo, la mortaja que se ha formado por la noche. Iracunda, la luz del día entra por la ventana y todo comienza a tomar sentido. En realidad contar la historia de un sólo zapato no es nada sencillo, pues resulta tan tediosa como la de un ser humano. El día inicia con los calcetines de siempre: grises con rayas negras y un orificio que ha hecho la uña del píe izquierdo. La inmersión dentro de los zapatos con la misma prisa de siempre porque el despertador concedió medio minuto más al sueño. Las cintas mal amarradas por los costados y el pantalón que se desliza por toda la pierna hasta acariciar la piel del tobillo. Abrir la puerta, deslumbrarse por la luz artificial del foco del pasillo y emprender la caminata por las escaleras mientras los pies ya comienzan a sudar. Llegar a la avenida principal, aferrarse a los pies para esquivar a los coches y moverse impaciente de un lado a otro; porque ya es tarde. Levantarse de puntitas para alcanzar a entrar en medio de esa multitud desaforada, mientras el píe izquierdo sigue sudando y observa las escenas impropias que se producen cuando dos zapatos se encuentran y se entrelazan queriéndose acariciar, rozar la piel del uno con el otro, o únicamente acercar la punta contra la del contrario. 18

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Ser visto de manera indiferente por los otros y por su compañero que se niega a conversar con él. ¡Claro que se lo ha preguntado!, ¿por qué lo evade si son tan parecidos? El otro en cambio se gira sin dar respuesta, es entonces cuando llega a pensar que al fin y al cabo no tiene por qué hacerlo, sólo son zapatos. Las cintas que ya se han desprendido, las personas se remueven y las llantas que frenan de imprevisto. El grito desesperado del que fue su dueño se pierde cuando las puertas se cierran y el transporte avanza; el zapato queda suspendido en la orilla sólo por un instante pues la gravedad lo atrae hacía la tierra. Inmóvil ante la imposibilidad de que un píe articule su andar. Observa a los autos pasar , el parque del otro lado de la avenida, el vagabundo que se lava en la fuente y las demás personas que ignoran que un zapato ha conseguido su libertad.

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RESARCIR

(A Mariana, MartĂn y Fernando)

I Cuando nos curemos la nostalgia que oprime al pecho y desnuda nuestros cuerpos, enjugaremos cada una de las lĂĄgrimas en el seno de la noche que promete cicatrizar las heridas. II Cuando borremos la tristeza de los ojos cansados nos reconoceremos con una mirada que serĂĄ opacada por la oscuridad que provocan dos cuerpos ansiosos de entrelazarse, el uno con el otro.

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JANET MUÑOZ ROSAGEL AGUA Llora mi niña, que dentro de ti ya no cabe más engaño. Ya no encontraras oscuridad cuando abras los ojos. Posa frente al espejo abriendo las piernas, para que mires dentro (eres preciosa). Toma tus manos que gobiernen tu piel no las detengas, ellas saben llegar. Llora mi niña, que fuera de ti ya no hay más negro. Hazlo rápido para que te veas, encuentra al placer, halla al dolor y úsalos. Llora mi niña que encima de ti solo hay agua.

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LARVA Tengo una larva que no logro atrapar, juega de mis ojos a la boca y de mi boca a mis senos (cerca del corazón). Huye por mi espalda hasta llegar a mi sexo. Ahí se duerme mientras se columpia de labio a labio. Me gusta pero es extraña. Cuando sale de mi gruta hace que me ponga inquieta, no me deja dormitar. Hace que mi camino sea más largo, que mis ojos parezcan soles y mi voz aullido. Quiero atraparla pero es tan bella, ¿y si la dejo crecer? que se ponga gorda, harta de mí y llegue el día en que la naturaleza le impida ser larva. Entonces la llevaré a un lugar para animales como este. He atrapado varios pero ya no son hermosos. En ese lugar se ponen oscuros, llenos de nada en los ojos. Cada que los visito me humedece su tristeza, pero ellos quieren quedarse y yo solo cumplo su deseo.

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ELLA Ella no se limita, no piensa en dietas. Se ha empachado y vomitado hombres de todo tipo, de cualquier medida. No importa el precio. Es una cazadora. Sólo observa, les sonríe y caen. Los provoca, enseña lo que ellos quieren descubrir. Toca donde quieren ser tocados, los mira indefensa; pero es una trampa. Cede ante ellos a ratos, maúlla. Los atrapa. Cuando los tiene arrinconados los devora (todo depende de la presa), lo que se pueda comer: el corazón, otras el cerebro. Siempre los genitales y rara vez el alma. Cuando termina su festín los abandona a la deriva (inciertos de futuro), con una constante necesidad de ella, pero ella ya comió. Y continúa su juego inmortal de masticar hombres disecándolos en letras.

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SARAI MARTÍNEZ IMAGEN EN EL AGUA Limpia imagen de fuego azul la tranquila ferocidad del sueño, imagen sobre el espejo solitario maniquea el movimiento del sol. (Agua mía, disuelve esto que soy.) Gracia al viento destroza la sonrisa, entendimiento de mi ser que va en ti. No dejes a mis lágrimas volar. En ti no hay olor, sólo un ser. No das forma a lo incierto, sólo agua enajenas la imagen, lento. (Desapareces en corazón fragmentado) Ante ti, un espectro sin nombre: gigante reflejo. Soy un pilar con sentido funesto. (Ahora sé que es mi imagen en el agua.)

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MISTICISMO Me acerco a tu piel, la acaricio te provoco excitación palpo tus montes, brillas limpio el surco de tus lágrimas. Tus amantes me besan lían en la cueva te degusto llena de éxtasis sin habla sin realidad fuera de mí. Retornas helado tus ojos blancos llenos de gemidos son mi reflejo. Saciado el apetito queda la contemplación el misticismo de tu cuerpo recostado revuelto con el mío.

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MAGDALA VELÁZQUEZ Ella uso mi cabeza como un revolver e incendio mi consciencia con sus demonios. Me vi llegando tarde, tarde a todo. SODA STÉREO.

NECROSIS I El tiene caricias temporales para mí, posee el pudor de mis piernas sosegadas. Toma mi voz y canta a mi locura. Grita, goza, ríe, se va. El usa mi cabeza como un revolver. II Me deja seca por dentro, hace temblar pasos sobre mi sien llena de miedo mi juicio en el silencio. Desborda la soledad de mis labios incendia mi consciencia con sus demonios. El juega con los botones de mi pecho. Me asfixia en mis pensamientos mientras aúllo lastimeras palabras de amor me vi llegando tarde, tarde a todo. III Lentamente camino y sigo escuchando su voz, pero me alejo del tormento de su olor de la monomanía de su presencia después de un baño celebre, estaba lista para ser amada. Mis sentimientos bailan sin orden mis manos quieren sentirlo. La noche es agobiante y mis horas parecen relamer las cicatrices, pasa el tiempo y ahora creo que el vacío es un lugar común. 27

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ABRAHAM PÉREZ ÓPERA ODIUM Las palabras brotan de la nada, son como pequeños retoños que buscan su acomodo en el jardín del tiempo. Algunas, cuando crecen, enredan sus ramas con las de otras y van formando nuevos significados. En su madurez se convierten en sonidos, sonidos huecos que retumban en nuestras cabezas; se mueven a través del ritmo profiriendo conjuros fatales, nos recuerdan a la palabra primera que no era significado, sino pura música. Cuando se meten por nuestros oídos son capaces de trocar nuestro mundo, el mundo que soñamos, pues otro mundo no hay. Su efímero recorrido como unidad a través del espacio y la postrera expansión hasta su disolución delatan el cautivador poder de la muerte. Nadamos cautivos por el sueño de la Nada y la ambivalencia del temor y el amor hacia la muerte nos llevará inexorablemente hacia el odio y la podredumbre. Es entonces cuando nos sumergimos en la negrura. LA ESPESURA El germen se contrae, especialmente siendo odio o amargura, una tristeza profunda o una inconsolable decepción. El sentir oscuro corre siempre el peligro de dispararse incontrolable, o bien de envenenar el cuerpo e inducir al alma en una putrefacción temporal que bien puede durar toda una vida. El necio círculo que apunta hacia la nada busca tomar posesión del escribiente (o de la prefiguración del escribiente). La espesura se constituye, la primera, la estéril. Verterla en este momento es un tanto arriesgado si no se toman en cuenta sus posibilidades evolutivas, es por eso que necesitamos primero el vaso de la Paciencia para contener la sustancia. Notaremos en este primer estadio un embotamiento del sentir; esa agrupación semiacuática necesitará ser volatilizada por un constante movimiento de polo a polo.

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Será entonces momento de realizar el suspiro: la profunda aspiración del universo en el vaso y la exhalación del ser singularizado. Si medimos la variación en la densidad desde el comienzo del proceso, para este punto encontraremos que la función tenderá hacia el infinito de la ensoñación: pensamiento filtrado, brutedad ligera del sentir. LA HUMAREDA Son el peso y la ligereza dos grados distintos de una cosa, de un existir material metaforizado en el plano astral. Los elementos pesados, es decir los elementos de la inmediatez, se hunden hasta conformar un fondo. Los grumos de negrura servirán de fundamento, serán como extensiones del aprendiz que le pondrán una mirada en el abismo. La incandescencia del odio, el ardor de la pasión y la flama del impulso catastrófico serán los agentes que evaporen la ensoñación en su máxima pureza. Es así como la vaporización se detona. La humareda denota la existencia flotante: agua sobre aire. El plano carnal se desdibuja, se nubla la apariencia de la realidad desterrada. El vaho fino de un astro forjado por la mente del prefigurador resbala en su sordera frente al ojo. Una vez elevado, el espectro se tensa. LA CONDENSACIÓN El líquido suave hace su aparición, desdobla sus destellos y refleja al mundo en su luminosa limpidez. La contemplación se ha instalado en el ojo; la fuente emerge ahora donde antes se sacudía el primer hervor de la espesura. Todo se deforma, todo se realza y son los efectos de la luz los que alcanzan con mayor nitidez la percepción.

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Los límites de las cosas se diluyen, el mundo se transforma en una mirada y el ojo es ahora una acción: el figurador oja cuando la mira del mundo se ilumina. Presenciamos el instante de la verticalidad, nos aniquilamos en la singularidad y nos estiramos como tiras espirituales en conexión directa con el No-ser de las imágenes más remotas. LA SOLTURA La matriz de la dureza, el residuo de la desdicha y la semilla del caos son bañados por el agua viva. Los grumos de la negrura han sido fecundados por el sueño. En su perpendicularidad respecto al tiempo, la preparación ha aflojado la primer sustancia y la ha disuelto en la pureza. Ahora tenemos una espesura más suelta y más material que vaciaremos en el tubo del delirio. Hemos fabricado al escribiente, que se construye a sí mismo a través de la confección de su tinta. Hemos descubierto la melancolía.