El momento más importante que tenemos los seres humanos es cuando nos morimos y lo que se espera de nosotros en esa terrible situación y del juicio por el que nuestro “espíritu” tiene que atravesar llevando su propia carga de buenas y malas acciones, de nuestras potenciales reencarnaciones y de nuestros pensamientos más queridos, así mismo es una última llamada al íntimo deseo de lograr expiar nuestras culpas, para ello, se intenta buscar la perfección espiritual con el objetivo final de lograr la paz que nuestras almas necesitan.
Pues, cuando se produce la muerte física del ser humano, se separa el alma del cuerpo, una vez que esto ha ocurrido, ya no se pueden ganar ni perder posiciones más altas para ocupar lugares privilegiados, deseados o ansiados.