Olympo Deportivo Magazine 22

#22

www.olympodeportivo.es MAGAZINE · AÑO 2017

Jessica Vall

La nadadora catalana ha cuajado un año espectacular, en el que se ha consagrado entre las mejores del mundo dentro de su especialidad.

Antes de viajar a Dinamarca, para liderar la delegación española en el Campeonato de Europa de piscina corta, atiende a Olympo Deportivo.

SIMÓN CRUZ · VENTANAS FIBA · RICHARD BURNS

Sumario

#22 10 Datos. Atletismo.

El pasado mes de noviembre, la entidad que rige el atletismo a nivel mundial anunció la implantación de un nuevo sistema de clasificaciones que cambiará por completo este deporte a partir del primer trimestre de 2018.

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12 A Fondo. Ventanas FIBA.

El baloncesto europeo está inmerso en una situación surrealista e impropia de uno de los deportes más importantes y practicados del mundo. En las próximas semanas se espera una solución definitiva.

16 Reportaje. Richard Burns.

La historia de uno de los pilotos más carismáticos del mundo de los ralis. En 2003 un desmayo destapó que padecía un tumor cerebral. Repasamos sus inicios y la forma con la que forjó su leyenda.

28 Entrevista. Jessica Vall.

Es una de las mejores nadadoras de la historia de España. Lejos de sentirse eclipsada por la alargada sombra de Mireia Belmonte, confiesa sentirse motivada y agradecida.

39 Paralímpicos. Simón Cruz.

Acaba de regresar de Corea, donde se ha disputado el último Mundial de Parabádminton, y en el que, por quinta ocasión consecutiva, ha quedado entre los 16 mejores.

Staff Director

JOSÉ ANTONIO VEGA

Directora adjunta

ROCÍO BONACHERA

Jefa diseño gráfico

MARÍA MORCILLO

Coordinadora de contenidos Redactores en este número

MARÍA TRIGO

Foto de portada

PABLO BALBONTÍN ALBERTO PINTADO KELIA VIDARTE

RFEN

Editorial La Navidad es tiempo para estar con la familia y los seres queridos. Una época en la que la ilusión, la nostalgia y la esperanza se combinan en un cóctel a veces difícil de digerir, pero que siempre termina en la sonrisa de un niño. El deporte, como la vida misma, es un elemento muy presente en la cultura occidental.

Está presente en la mayor parte de las conversaciones, es el que mejor rompe el hielo y probablemente la mejor vía de escape para cuando la política tensa nuestras relaciones

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familiares. En épocas convulsas, es el mejor lazo posible para unir cualquier tipo de diferencias. Es momento de reivindicar más que nunca los valores del deporte. Compañerismo, solidaridad, esfuerzo, dedicación, pasión, unión, equipo. Palabras que han hecho invencibles a los grandes deportistas de la historia; aspectos que han hecho eternos a los mejores equipos del mundo. Historias como la de Pere Ribes demuestran que no hace falta ver para sentir y transmitir la inigualable sensación de un gol.

Firma invitada

CUANDO EL FÚTBOL ERA OTRA COSA Como muy bien contó el poeta argentino Ismael Héctor Varela, popularmente conocido como Héctor Negro, hubo un tiempo en el que la cancha era otra cosa. A la vieja grada familiar de la infancia el tiempo le arrebató demasiadas cosas. El campo, el verde, el estadio.

Era otra cosa. Hubo un tiempo de balones de dudosa pero mágica apariencia esférica, de papeles de periódicos arrugados, de pelotas de trapo zurcidas a mano por abuelas, de pies descalzos. De calcetines remendados, de un fútbol de churretes, de botines pintados al betún, destrozados. Porque como decía el poeta la cancha era otra cosa, cuatro niños soñando sobre la arena, sobre el empedrado, sobre las losas de una plazoleta o de un patio. Con cuatro piedras como postes y el cielo como techo. Sin límite de ilusiones ni tiempo los niños jugaban al gol en reducidos espacios.

Cuando la cancha era otra cosa el fútbol era de barrio, era del niño que tenía el balón que unos padres -más acomodados- le habían regalado. La cancha fue aquel balompié que los abuelos, padres y nietos recordaron, el de futbolistas con pañuelo a cuatro nudos jugando de sombrero, el del balón de piedra por el cuero mojado. La incipiente profesionalización de un juego de terrenos baldíos, de ingleses con jerséis de cuellos altos y pantalones bombachos. Un partido de football en Riotinto, un viejo patache atraca en Bilbao, un balón a bordo, un bombo resonando. ¡A la bi, a la ba, a la bim bom bam, Athlétic, Athlétic ganará! una bandada de gorriones asustados… Era una tarde de domingo, era una tarde de fanfarria, era una tarde de radio. Era el del bar de la esquina, era el encuentro de dos aficiones, era el trayecto al estadio, era un viaje en motocarro. Pues la memoria en sepia rescata un fútbol en blanco y negro que adquiría todos los colores en el viejo estadio, el olor a césped, el color del barro,

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banderas de todos los equipos sobre los mástiles ondeando.

Las caras pintarrajeadas, las líneas de cal dobladas, la familia congregada en la tarde del domingo para la fiesta del barrio. Los trenes del gol que hacían volar las hojas del calendario, aquellas que el recuerdo arrima, olas que estallaban en cantos. Un árbitro de luto y dos linieres con banderines blancos, una alfombra color verde manzana de un fútbol sano. El de la grada de cemento que iluminaba el sol, donde animaba el griterío, un fútbol de pie, un fútbol de aguacero, un estadio de paraguas negros inundados. Era el patio de un colegio, un muro por saltar, una pared con dientes de vidrio y los niños trepando. Era los partidillos de los jueves, los entrenos con balón en un mundo de filigrana, de patadas a la luna del libre albedrío, menos encorsetado.

Mariano Jesús Camacho @cartasesfericas

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Firma invitada

¿Y AHORA QUÉ, ITALIA? Ha pasado un mes y aún escuece. Y segui-

estamos al nivel de España, Inglaterra o Alemania”. Y hablando de Ancelotti, Carletto parecía el candidato ideal al banquillo ‘azzurro’, pero ha afirmado no estar interesado en el puesto. La federación intentará convencerlo, pero Vincenzo Montella, recién despedido del Milan, junto a Allegri, Conte o Mancini, tiene más opciones.

Históricos como Buffon, De Rossi o Barzagli ya han dicho adiós, pero jugadores como Donnarumma, Rugani, Caldara, Locatelli, Gagliardini o Pellegrini están llamados a tomar el relevo. Para que sigan creciendo, para que expriman lo mejor de ellos mismos, es vital que dispongan de minutos y compitan junto a futbolistas de mayor veteranía que les guíen.

rá doliendo, al menos, hasta verano. Para un país que vive día a día abrazado al fútbol como Italia, la ausencia del Mundial de Rusia no es un jarro de agua fría, es una inmersión en aguas del ártico. Los italianos ahora se preguntan, “bueno, ¿entonces con quién vamos?”, aunque realmente lo que más importa es el “¿y ahora qué?”.

Las lágrimas de Buffon y de miles de italianos fueron las primeras reacciones, después llegó la hecatombe institucional. El seleccionador no tuvo el valor suficiente para dimitir y esperó a que le relevaran del puesto mientras el presidente del Comité Olímpico, Giovanni Malagò, presionaba para que el presidente de la federación abandonara su sillón. Finalmente Carlo Tavecchio dimitió, con espectáculo incluido y sin atisbo de autocrítica. El 29 de enero de 2018 serán las elecciones de la federación italiana pero el ‘calcio’ necesita una revolución más allá del cambio de dirigentes.

Antes de buscar una solución, hay que detectar el problema. ¿Por qué no estarán los ‘azzurri’ en Rusia?

Los factores son varios: Primero, la incapacidad del técnico Giampiero Ventura en adaptar el esquema a los jugadores de los que disponía y estancarse en un sistema que, por ejemplo, no dejaba hueco a grandes talentos como Insigne, Bernardeschi o Jorginho.

Después, salvo la BBC (Barzagli, Bonucci, Chiellini y también Buffon) o incluso Verratti, son pocos los jugadores italianos que en los últimos años han competido con sus clubes al más alto nivel internacional.

No obstante, la clave del resurgir de Italia está en los jóvenes. Algo que ya apuntó Ancelotti: “La federación debe hacerse cargos de los equipos, mejorar el sistema y regular las categorías inferiores. Los campeones no nacen todos los días y en Italia no

MAR BIANCHI @MarBianchi3 Corresponsal del Diario Sport en Italia

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Análisis Halterofilia

La dama de oro La halterófila española Lidia Valentín ha conquistado su primer título mundial. Lo ha hecho en la categoría de 75 kg, poniendo el broche a un extraordinario año en el que también se ha coronado como campeona de España y de Europa.

REDACCIÓN EFE

El Campeonato del Mundo de Halterofilia, celebrado en la ciudad estadounidense de Anaheim (Orange) ha sido testigo de la consagración de Lidia Valentín como la mejor del mundo en su categoría (-76 kg).

La de Ponferrada, una de las mejores deportistas de la historia de España, se ha colgado la medalla de oro en Arrancada, Dos Tiempos y Total Olímpico. En total, 258 kg levantados a pulso, que la convierten en campeona del mundo por primera vez en su carrera.

Este éxito se suma, entre otros, a los tres títulos continentales conquistados en 2014, 2015 y 2017, así como al bronce olímpico que logró en Río 2016 y al oro olímpico que le pertenece tras las sanciones por dopaje en Londres 2012.

Lidia Valentín ha conseguido el oro que le faltaba, a pesar de la dificultad de la prueba-especialmente en Dos tiempos-. La española aseguró marca con 130 kilos, pero mejoró 5 más y puso la puntilla levantando 140 para sumar su segundo y tercer oro. La ecuatoriana Barrera y la francesa Ketchanke le acompañaron en un podio con incidencias a la hora de los himnos.

Por su parte, el sevillano Josue Brachi logró la medalla de bronce en Arrancada (56 kg), aunque sus 258 kg no le sirvieron para subirse al cajón final en Total olímpico, teniendo que conformarse con la quinta plaza. También fue quinto Andrés Mata en la categoría de 77 kg, mientras que Marcos Ruiz tuvo que conformarse con la octava plaza en 105 kg.

En general, buenos números para la delegación española de halterofilia en este Mundial en el que Colombia e Irán han empatado en lo más alto, con 2 oros, 1 plata y 2 bronces.

A nivel individual, el georgiano Lasha Talajadze y la estadounidense Sarah Robles firmaron los oros más pesados, en 105 kg y 90 kg respectivamente. <cuadrado>

Análisis FútbolEuropeo

Algo se mueve en Europa Equipos como el Manchester City o el PSG están arrasando en sus respectivas ligas y también en la Champions. Se avecinan unos meses de verdadero espectáculo en el balompié del Viejo continente.

JOSÉ ANTONIO VEGA GETTY

La hegemonía de La Liga está en peligro. Hablamos, por supuesto, de la representación de equipos españoles en las finales continentales. En los últimos años, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla han garantizado presencia y títulos en las grandes citas del continente, monopolizando incluso Supercopas de Europa -evento que reúne al campeón de la Champions y al campeón de la Europa League-.

Está en peligro por dos factores. El primero es la estadística, y es que es muy difícil mantener el ratio de equipos del mismo país cada año en las grandes finales; y el segundo es el crecimiento deportivo y económico de clubes como el Manchester City, el PSG o la Juventus, entre otros. Hablamos de clubes que han reforzado muy bien sus plantillas, que están funcionando como equipo y que cuentan con talonarios muy apetecibles para atraer y retener a las grandes promesas y estrellas del fútbol -véanse los casos de Neymar, Mbappé, De Bruyne, Gabriel Jesús o Dybala-.

Hasta hace muy poco, cuando el Real Madrid o el FC Barcelona llamaban a las puertas de un jugador no había nada que pensar. Hoy, clubes como los que hemos mencionado anteriormente hacen dudar y mucho a los jugadores.

En lo estrictamente deportivo, tenemos el ejemplo más cercano en la Fase de Grupos de la UEFA Champions League, en la que el Atlético de Madrid ha sucumbido y en la que el Real Madrid no ha sido capaz de sobrepasar al Tottenham para clasificarse como primero de grupo. Ya no hay rival pequeño para los grandes, y eso es muy bueno para el espectador.

La Premier League ha puesto en el bombo a sus cinco participantes, mientras que el Calcio ha visto como la Roma

ha superado a un Atleti que en los últimos años se ha codeado con los mejores de Europa.

Que no haya hegemonía no significa que no haya presencia, obviamente. El arranque de temporada del FC Barcelona es sencillamente brillante. Sigue invicto, en el momento de escribir estas líneas, y eso que en verano se presagiaba el fin del mundo en Camp Barça. No puede decir lo mismo el Real Madrid, que continúa sin encontrar el camino que les hizo campeones. La falta de gol y el mal momento de Cristiano se están pagando caro en Chamartín. Pero quien dé por muerto a los de Zidane bien sabe que se equivoca.

El problema para Barça y Madrid es que ya, al menos por lo que hemos visto en los primeros cuatro meses de competición, hay equipos que también están muy fuertes, y que no dependen de un mal día de Messi o Cristiano para poder jugar de igual a igual cualquier eliminatoria. Eso, como decimos, es una mala noticia para sus seguidores, pero una excelente noticia para el resto del mundo. <cuadrado>

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Análisis Tenis

El año de Roger y Rafa Nadal y Federer han vivido un año espectacular, cuando todos daban sus carreras casi por finalizadas. Repasamos las claves del 2017 en el universo de la raqueta.

REDACCIÓN REUTERS

Cuando Federer y Nadal brindaron a los amantes del tenis una nueva final en el primer ‘major’ del año -el Open de Australia- muchos se anticiparon a decir había sido la última gran batalla entre los dos tenistas más grandes de los últimos tiempos. Un regalo a modo de ‘bonus track’.

Estaban equivocados. Tanto el de Basilea y el de las Islas Baleares, lejos de un retorno fugaz, han cuajado uno de sus mejores años. Resulta que ahora son aún más fuertes de mente, y que han rendido a su máximo nivel en prácticamente todos los eventos en los que han participado.

La ausencia por lesión de jugadores del Top 3 como Novak Djokovic o Andy Murray parece haberles venido mejor a los lesionados que a Rafa y Roger, que han vapuleado a quienes se han cruzado en sus respectivos caminos. Hasta el punto de acabar el año liderando el Ranking ATP, en el caso de Nadal. Federer acaba el 2017 como segundo, a pesar de haber estado ausente durante toda la temporada de tierra batida, superficie en la que el español volvió a arrasar –décimo título en Roland Garros incluido-.

Ha nacido una estrella Pero no solo de treintañeros vive el tenis. Esta temporada también hemos sido testigo del nacimiento de un jugador que está llamado a hacer historia en el deporte de la raqueta.

Ese no es otro que Alexander Zverev. El tenista germano, a sus 20 años, ha rallado a un nivel espectacular, terminando el año como el cuarto mejor del mundo, y compitiendo de tú a tú contra los más grandes. Sin duda, a poco que acumule experiencia estaremos hablando del próximo número uno del tenis mundial.

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Otro tenista que también puede decir que ha cuajado su mejor año ha sido el búlgaro Dimitrov, que terminó levantando la Copa de Maestros en Londres. Parece que ha ganado la batalla del segundo nivel a otros jugadores como Cilic, Thiem, Nishikori o Goffin, que seguirán teniendo mucho que decir el próximo año.

Muguruza vuelve a reinar En categoría femenina, 2017 ha sido el año en el que la ausencia por maternidad de Serena Williams ha abierto el abanico de aspirantes al número 1. Finalmente fue la rumana Simona Halep quien se ha llevado el gato al agua. Pero la cima del tenis femenino han podido saborearla durante los últimos meses del año varias tenistas, inclusive la española Garbiñe Muguruza, quien ostenta la segunda plaza.

Muguruza ha recuperado su mejor nivel, y ha conseguido espantar los fantasmas que le impedían brillar. La española de origen venezolano volvió a levantar un gran título este año, y no un título cualquiera; sino el más prestigioso de todos: Wimbledon. <cuadrado>

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