A Matías: Estos versos encierran cierta enigmática nostalgia. Pareciera que hablamos de un gran Poema, el cual tiene como personaje a cierta Mujer, que se vislumbra entre ritmos como una madre, una joven, una muchacha embarazada. O quizá tenga muchas mujeres: alguna en un cuarto jazzeado, camino de Puente Trujillo, con la que escuchar aquella rolita punk. O quizá tenga a César Calvo como colega de vaso alcohólico. Tal vez, una crítica implacable a la virtualidad del amor que se explicita a través de la Internet y esas “personajas susceptibles” del MSN. No lo sé. Estos versos simplemente me vibran del cielo para adentro. Logran crear cierta atmósfera triste de aquel que se va. Luego de leerlos, con esa deliciosa experiencia poética incorporándose al Universo, olvidándose de Uno, comprobamos que esto es un dejo de destrucción a la lengua formal, un asomarse de nuevo en aquellos Infras, Zeros; a lo mejor una influencia específica en Perú o simplemente una muy auténtica obra con estas influencias. Pero, independientemente de cuanto descubrimos en ellos, sentimos ese halo de un silencio que probablemente nos ponga un Barco hundiéndose en un mar de versos, bacanamente deliciosos, por y para siempre. J. A. (Septiembre del 2011)
Para el que fui y soy y quizá no seré. Para la música de Fito, para G, para B Para los guardianes del centeno o los que sueñan (Arón) con serlo.
***
Pero yo sólo tengo estos versos. Nada queda sino nuestra ternura. Ese incendio gratuito: una forma de morir en un universo que no muere nunca (a ver si lo entiendes) R. B.
Lo que no quiero se encuentra dentro de los
status quo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
La fe no existía en nuestras AllStar.
en la voz de un profesor trazando un rectángulo rojo
La canción llegaba con apuro y peleábamos con los cobradores
horizontal
abriéndonos paso por Acho,
en una pizarra blanca.
Puente Trujillo,
¡Y esto es la metaliteratura!
para caminar apretujados al centro,
Lo que no quiero es pelo largo y alborotado
puntuales y exactos.
desbocándose en los hombros hediondos
Las noches no cabían en las botellas
de un metalero de cuarenta años.
donde mezclábamos ron y Pepsi de sol cincuenta. Trago corto. Puchos,
Lo que no quiero es vivir a costa de canciones,
remedios caseros contra la desidia y el desamor.
pasajes y entradas a tocadas en Los Olivos, manoseado por staf y
Hoy tenemos más de veinte años.
terminar de ser el eterno idiota
Difícilmente olvidamos las tocadas punks.
que embriagado ama la vida.
Y de aquellas épocas sólo las ganas inmensas
Lo que no quiero es crecer si esto implica,
de seguir bebiendo y apurando la noche
por algún maldito motivo,
camino al centro nos siguen preocupando.
cambiar. Eso es todo lo que puedo decir ahora. 2
***
***
Yo tampoco quiero dejar la universidad,
De modo que estamos solos
tampoco quiero dejar mis desbordes,
Sólo eso: solos
mis tiradas de madre a las cuatro de la mañana,
y pronto cantaremos Imagine en las calles.
mi cuerpo acariciado por volutas de amor en un cuarto milagrosamente sucio de jazz.
***
No quiero estar lejos de tu voz, tu boca, ese ojo,
De modo que resultó esto tan fácil
que me reprueba mis actos sucios y bacanes.
¡Ay!, y me duele, ¡Ay!, y tengo miedo,
Yo tampoco quiero dejar la universidad,
¡Ay!, y tenemos un cuarto que es de un pata,
un cierto futuro próspero, un cierto proyecto
¡Ay!, y pronto llegarán tus padres,
de largos y sinuosos años. Ah, no quiero dejarlo
que nos hizo ojitos cuando entramos
pero me obligaron los atractivos de la noche,
y nos dejó algunos condones,
un cigarrillo encendido en la boca amiga,
pero tenemos el cuerpo y la piel,
un amor que nunca me dejó más que canciones
que nada tiene ni recibe, ni es necesario decirlo
a la mitad de la noche y escupidas en el rostro.
porque tenemos esto que es el amor porque tenemos esto que es el amor porque tenemos esto que es el amor hoja 3
tras
cuando todo pronosticaba que nuestros cuerpos
hoja
serían los únicos que arderían ese verano.
y nos cubrimos
Pero huiste. Huiste. Y supiste muy bien
el cuerpo de tiempo y frecuentábamos
todo lo que significa ser madre a los 16 años;
otra vez la soledad de un cuarto.
es decir, arribar a la ciudad y arribar de tus sueños, De modo que estamos solos
de tus revistas de Magneto.
y deprisa abrimos las hojas de los diarios, y sentimos la lluvia entre las manos
Ese amor rodando por tu cuerpo, ese aroma que
con un rapto de luz en la oreja, y estamos caminando por Puente Trujillo
va cayendo, encontrando la teta con la que darás
y los titulares exigen venganza, contratos, descubrimiento de cadáveres.
de mamar a tus hijos, esas formas grietas ya imposibles, ese cuerpo donde nunca más cabremos,
***
esos músculos que obligaremos a callar y de pronto tu culo muerto, caído,
Te prometo que volveremos a jugar kiwi en las calles,
mi carta de mierda rota, y tu pantalón apretado,
derrumbaremos esas latas de leche
la inocencia, la universidad, la vida,
y nos reímos de la gente muerta en el incendio del 72,
a la que nunca irás, los números telefónicos perdidos y estás sola, eres muchacha, estás sola 4
y hace frío y te besaba entre los brazos calientes
rechinando la cama rechinando la cama
entre la desesperación de unas horas
Obligada a ser la niña que prometía tanto
sabes que no hay otra canción posible
y sólo trajo un embarazo no deseado, los labios inmensos, el rechazo de un muchacho y la libreta llena de rojos.
*** De modo que conseguiste otra pareja
Pero hoy estás sola, completamente sola
y se te fueron los años persiguiendo burbujas en el Mercado Central.
y te prometo que las burbujas del Mercado Central
De modo que se te fue la sonrisa
estallarán en tus ojos,
por otra ronda de cerveza, y tuviste amores
te prometo que mis buenas notas,
y miedos, y unas ganas inmensas de beber, y unas
mi feliz cumpleaños, mi abrazo sin vergüenza,
terribles urgencias de ser la mujer amada,
mi sueldo de 600 soles al mes,
la niña amada que lloraba escuchando a sus padres pelear,
abrazarán noche a noche tus hígados revueltos, tus 40 años revueltos,
a su madre envuelta en pastillas,
tu soledad revuelta, todos tus nombres revueltos.
esa niña que escondía su rostro en las canciones de Yola Polastrí, y lloraba escuchando a su padre perdiéndose, a hurtadillas, en un amor con su tía
*** 5
Tú te mordisqueabas los labios, Se ordena teclear rápido por el MSN,
desesperabas
pues la muchacha escéptica
escuchándola.
es susceptible a los silencios virtuales. Elegir el emoticón predilecto,
Y como una manera de dar contigo
llenar la pantalla de besos animados;
a las doce de la noche
incluso,
apretó
elegir una computadora
PLAY.
con angustiosa antelación
***
o la falta de Internet (y esto está probado científicamente)
No quiero saber qué sucederá mañana
pueden terminar
o simplemente exponer a todo y a nada.
con el amor virtual.
No quiero que mi libertad se propague como la cerveza en el vaso,
***
un pucho en la boca, tengo
A UNA CANCIÓN PUNK
una palabra jadeando por permanecer
No sé de qué rayos hablaba esta canción,
en el resplandor de siempre.
si de amor o de tristeza,
Y estoy de pie, sin nada que perder.
o de ese malestar común
Dispuesto a llegar
de mi generación,
a donde chucha sea.
pero a ti te gustaba. 6
que también es Egoísta,
***
no me dejará mentir. Y digamos que deberían estar escribiendo,
Deberían estar escribiendo,
pero están aquí,
leyendo panfletos, investigando,
abriendo más y más botellas
examinando
y quizá musitando
de qué raíz viene la palabra “envergadura”,
entre copas
pero están aquí leyendo sus poemas,
una canción de José José.
aburriendo a un público con sus solemnes poemas.
Oh poetas,
Se entiende que son poetas
Oh lectura de poemas,
y digamos que son sensibles
Oh Egoístas.
y digamos que buenos.
Ustedes saben mejor que yo
Incluso, pronto los seleccionarán en alguna antología
que este oficio
publicada por la editorial de San Marcos
que defectos.
es una cuestión más de afectos
con una foto donde todos aparecerán sonrientes
***
(con su bohemia desazón en la mirada) y sacarán becas donde escudriñar
para César Calvo
la vida en otros lares. Pero, César, qué carajos. Estás vivo y me dices
Pero su enorme EGO, 7
que tu dolor fue un hechizo,
que tengas otra vez el olor del amazonas
que las piedras no dejaron su ceniza
en los sobacos
en tus carnes, que tus carnes
y que tus versos sigan ululando en la noche
también copularon con la tierra y te nacieron estas manos, estas manos de barro con las cuales
***
lanzas de nuevo al desierto tus oraciones Pero, César, qué carajos
Yo no quiero llegar tarde a casa
de abismos en tus ojos, qué carajos.
y que el silbato de un guachimán
Ya pasó tu hora...
termine de socavar mis sueños.
ya llegó el día,
Mis sueños, mis pastillas, esas notas,
la tristeza, ya en el Perú
tantas ciudades que inventaron,
las elecciones son juegos rotundos
tantas ciudades escupidas en un acto
y nadie tiene ganas de meter la cabeza en el revólver.
de amar completamente todo, de sacudir completamente todo, de estar y ser arte y parte del acto
Yo te digo,
cuando llegábamos a las playas
viejo amigo,
y no había más sol que esta felicidad
que salgamos a caminar juntos,
de tomarnos las manos y ser amigos por siempre.
que le dirijas un discurso a la tristeza para que se porte peor en la ciudad, 8
Pero no quiero llegar tarde a casa.
y nos apachurrábamos el corazón con poemitas,
Hoy no, mamá.
y quisimos escondernos
Hoy no, abuela.
dentro toda la certeza de nuestra inocencia.
Hoy no, hermana. Hoy me costará un huevo regresar a casa.
*** *** Ya lo sé, el calor del cuerpo,
Éramos perfectos inquilinos de la noche,
esa ráfaga del humo,
nos hacían arrugas de tantos remedios
todo lo que se concretó
pero le dejábamos siempre granitos de amor
en el suelo.
para que la tristeza no se pierda.
Acabamos besándonos
Luego empezamos a crecer.
para sustituir nuestras
Alguien dijo que nada tenía sentido,
ansias
yo le dije que se hiciera a un lado en el taxi
de tocarlo todo,
y, tras un concierto, volvíamos a casa
y de caminar largo,
y regresaban también nuestros demonios
y de borrarnos del mapa
a las puertas de la casa, a la sopa caliente,
como se borra el sarro
a ese pedazo de silencio entre dos manos,
de los inodoros. 9
Entonces, yo ya sé de qué se trababa esto, de ir corriendo a tu casa, de ir como un huevón a esperarte, de componer poemitas a la luz de un foco y de las puteadas de mamá, de quedarme chiquito y dulzón a tu lado. Todo esto ya sé de qué trata.
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Matías Aznar (Lima, 1991 - Lima, 2010) Pseudo poeta y escribidor, pero más recordado por su amor a la vida, su inestabilidad; esos desbordes contra los cuales nunca pudo lidiar. Decidió acabar con su vida a los 19 años, dejando la siguiente nota entre sus cuadernos vacíos "No puedo seguir, crecer es una tontería... me da pena que la gente crezca" Nunca publicó nada en vida. Sólo quedan dos diarios escritos en letra jeroglífica, unas fotografías, sus discos de Fito Páez (vía taringa) y estos poemas que su madre, días después del sepelio, nos entregó. Me da pena que la gente crezca es un un esbozo a la mitad del camino recorrido. La dedicatoria estaba entre los papeles, igual el epígrafe.
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