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Acceso a la energía … y a la vacuna
Durante la semana pasada Pfizer y BioNTech anunciaron los avances de las pruebas de su vacuna y el mundo recibió la noticia con mucho optimismo, los resultados muestran una efectividad del 90% lo cual supera las expectativas de los especialistas, Pfizer y BioNTech ya tienen acuerdos con gobiernos alrededor del mundo para la venta de cientos de miles de dosis de la vacuna. De hecho el 80% de las dosis han sido compradas por los países más ricos del mundo, lo que cubre más o menos el 14% de la población global. La Unión Europea ya solicitó más de 200 millones de dosis y una opción para adquirir 100 millones más, Reino Unido 40 millones y Estados unidos con 100 millones de dosis con opción a 500 millones más. Sin embargo en México, ya se dijo que no se va a comprar esa vacuna en particular. Es importante mencionar que hay varias más en investigación y desarrollo y muy probablemente se adquiera una diferente: la de Pfizer y BioNTech con 90% de efectividad no se comprará en México por problemas de logística. La vacuna utiliza nueva tecnología que requiere que se almacene y transporte a temperaturas bajo cero (cerca de
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Especialista del sector eléctrico que vive encerrado en su jaula, anulando el efecto de rumores para presentar sus puntos de vista.
-70°C) y debe aplicarse en los primeros cinco días después de haberse fabricado, o la vacuna se deteriora, ningún país del mundo tiene lista una red de transporte que cubra las especificaciones, se están construyendo y preparando ahora mismo en aquellos lugares donde se va a utilizar esta vacuna. Existen organizaciones sin fines de lucro, como OXFAM que desde el principio han estado empujando para que exista una vacuna para todos y que se pueda distribuir libre de costo para que todo el que la necesite tenga acceso a ella, pero el problema de logística que implica esta red de transporte y almacenamiento hace que, aún si la vacuna fuera gratis para todos, no sería posible llevarla a todos los lugares donde se necesita.
El refrigerador que se requiere para mantener la vacuna a -70 °C cuestan entre 400,000 y 1 millón de pesos, mide 2 metros de alto y pesa cerca de 200 kg y, trayéndolo al mundo eléctrico, consume cerca de 438 kWh al mes. Estos refrigeradores tendrían que estar en los centros de vacunación, sin embargo también se requerirían en los centros logísticos para recibir y agrupar las vacunas, donde tendría que haber más de estos equipos. Además los autos, barcos, vagones en los trenes y trailers que se requieren para transportar del centro logístico al lugar donde se necesitan las vacunas requieren refrigeración especializada y también consumen energía. Para ponerlo en contexto, un hogar en la Ciudad de México consume más o menos 450 kWh por mes, es decir que uno solo de estos refrigeradores consume casi lo mismo que un hogar completo. Ahora, ¿qué pasa en lugares de nuestro país sin acceso a la red eléctrica? o donde los cortes de energía temporales durante el día son comunes, la vacuna no podría sobrevivir a eso, por lo que la falta de acceso a la energía se vuelve un problema de acceso a la vacuna, o en otras palabras a las nuevas tecnologías de la salud. El acceso a la energía habilita el desarrollo
La realidad que ha traí do el nuevo virus y la en “ fermedad asociada ha hecho que el acceso a la energía adquiera una nueva dimensión”
de diversas actividades humanas, la iluminación nocturna, la refrigeración y la ayuda en la cocción de alimentos, son solo algunos ejemplos de cómo la energía eléctrica habilita a las personas, pero su ausencia también los pone en riesgo, si la única fuente de luz y de calor que hay disponible es quemar algún tipo de combustible como leña, carbón o diésel, también se tienen efectos sobre la salud que pueden favorecer la infección con el SARS-CoV 2 que causa el COVID-19. La realidad que ha traído el nuevo virus y la enfermedad asociada ha hecho que el acceso a la energía adquiera una nueva dimensión, además de habilitar diversas actividades humanas, cada vez es más importante para mantener la salud de las personas: ventiladores, monitores, refrigeradores y otro equipo médico, requieren energía y afianzan cada vez más el acceso a la energía como un derecho humano. Queremos saber tu opinión, escríbenos a nuestras redes sociales, estamos en contacto.
Colombia: país con turismo sostenible
José Hugo Carmona
johugocar@gmail.com Maestro en ingeniería, con experiencia en mercados de energía, modelación de escenarios y prospectivas del sistema energético mexicano, evaluación de cadenas de valor del sector hidrocarburos y su transformación.
El turismo es una de las actividades más importantes de crecimiento económico para algunos países. En las últimas décadas esta actividad ha tenido un crecimiento considerable, tan solo en el año 2019, antes de la llegada de la pandemia del virus del COVID-19 se registraron 1,500 millones de llegadas de turistas internacionales en el mundo, se espera que después de la incertidumbre que trajo la pandemia, el turismo vuelva a posicionarse como un sector económico importante, por lo tanto, es necesario gestionar el crecimiento del turismo con responsabilidad y aprovechar las oportunidades que el turismo puede traer a las comunidades de todo el mundo. Sin embargo, el turismo convencional también produce efectos negativos, como son la contaminación de las reservas naturales, la erosión, el hacinamiento hotelero y el desplazamiento de la población local. El turismo consume entre tres y cuatro veces más agua que la población local y contribuye al 8% de las emisiones mundiales de CO2, pero al mismo tiempo genera el 10.4% del PIB mundial, representa el 10% de la fuerza laboral y ayuda a frenar la despoblación rural. Por lo tanto, es necesario implementar medidas para mitigar el impacto que genera el turismo, esto se puede lograr mediante el turismo sostenible. Según la UNESCO, el turismo sostenible o responsable es aquel “que respeta tanto la población local como al viajero, el patrimonio cultural y el medio ambiente”, asimismo, la Organización Mundial del Turismo (OMT) define al turismo sostenible como “El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Uno de los países que está trabajando en la implementación del turismo sostenible es Colombia. Colombia posee una riqueza paisajista biodiversa, cultural y gastronómica importante, haciendo de este país un activo social innegable, es una nueva oportunidad para incrementar el crecimiento económico. Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo y por ello requiere que el turismo se lleve a cabo bajo responsabilidad. Se debe tomar conciencia de la importancia de desarrollar un turismo amigable con la naturaleza y respetuoso con el patrimonio cultural e histórico de este país de América del sur.
Los primeros lugares certificados para llevar a cabo turismo sostenible en Colombia son: el Puerto Nariño (Amazonas), el Centro Histórico de Cartagena, y parque Arvi en Medellín, en los próximos años se incluirán otros 12 sitios: Buga, Jardín, Villa de Leyva, Ciénaga, Mompox, Salento, Filandia, Pijao, Santa Rosa de Caba, Monguí, Jericó y el centro histórico de Bogotá. Además de los 59 Parques Nacionales que resguarda el país en todas sus extensiones, de las cuales 23 están abiertos al ecoturismo. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo ha implementado las Normas Técnicas Sectoriales de Turismo Sostenible, las cuales establecen que los prestadores de servicios turísticos deben renovar o inscribir su Registro Nacional de Turismo de manera transparente con acciones claras y formales, con el fin de alinearse con la responsabilidad de establecer un turismo responsable que sea promotor de desarrollo económico de Colombia. Esta práctica ha traído un crecimiento de un 76% en el numero de registros en la implementación del turismo sostenible. De la misma manera se han implementado programas de formación para guías turísticas con prospectivas de incrementar el número de prestadores de turismo sostenible a través del apoyo en la formulación de Planes de Negocios en iniciativas turísticas a grupos organizados, en desarrollo de las capacitaciones de la estrategia de Turismo Comunitario. Colombia está implementado un protocolo con el fin de que sus visitantes lleven a cabo turismo responsable tanto con sus comunidades, como con la riqueza natural del país. Entre estas recomendaciones se requiere que los visitantes atiendan las indicaciones de las autoridades locales en materia de seguridad: un total respeto a la ciudad que se visite, en todos los sentidos, una absoluta cultura de disposición para administrar las maravillas naturales y absorber lo mejor de la cultura local. El turismo sostenible en Colombia ha logrado convertir esta nación en uno de los mejores lugares para visitar en cualquier época del año. Uno de los ejemplos más significativos de los resultados de la implementación de este tipo de políticas públicas en Colombia en pro del desarrollo del turismo sostenible es el Parque Nacional Natural de La Macarena, en donde se ubica el Cañón Cristales, aquí el ecoturismo ha adquirido gran trascendencia, de acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, de 1,506 turistas que llegaron en 2010 a la Macarena, la cifra se elevó a 15,500 en 2015, razón por la cual el fator de conservación debe ser prioridad ante cualquier actividad de desarrollo local. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en conjunto con la OMT, han diseñado cinco esfuerzos fundamentales de crecimiento económico inclusivo y sostenible: inclusión social, empleo y reducción de la pobreza; uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático; valores culturales, diversidad y patrimonio; y comprensión mutua, paz y seguridad. Aplicando las políticas adecuadas, el turismo puede impulsar a la conservación de los ecosistemas y de la biodiversidad, así como la protección del patrimonio natural y cultural. Asimismo, un turismo desde un punto de vista inclusivo y participativo puede estimular el diálogo, fomentar el entendimiento mutuo y apoyar los esfuerzos destinados a construir una cultura de paz.