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Entendiendo el consumo energético
Los hogares mexicanos
Carlos Emiliano Villaseñor Moreno
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carlos@oem.org.mx Graduado de la licenciatura de ciencia política en el ITAM y actualmente analista en temas de equidad de género en Latinoamérica en Aequales.
Cada vez es más común el uso de información para la toma de decisiones. Las organizaciones que garantizan el acceso público a la información como el INEGI, el CONEVAL o Data México son todas relativamente recientes siendo el INEGI la más antigua fundada en 1983 y el resto a partir del inicio de los años 2000.
El acceso a información confiable que nos permita un mejor entendimiento del sector energético y especialmente de las tendencias de los consumidores es todavía más reciente. En el 2018 se realizó la Encuesta Nacional sobre el Consumo de Energéticos en los Hogares (ENCEVI), la primera en su tipo en el país que ofrece una imagen a gran escala . En primer lugar, se puede observar que los hogares dependen de manera casi absoluta de la energía que provee la red energética pública con 99.6%, 0.10% que operan únicamente con paneles solares y 0.15% que operan con una combinación de la red pública y paneles solares. Esto muestra la presencia de una gran oportunidad para el impulso de la adaptación de los hogares a las energías renovables, lo cual reduciría la carga en la red pública y fomenta la autonomía energética. Otra tendencia fácilmente identificable es la prevalencia de gas LP como principal combustible utilizado en la cocción de alimentos en todo el país, lo que hace que los abusos en su suministro por las compañías privadas y las potenciales soluciones que se han propuesto, como la reciente creación de Gas Bienestar por la administración de López Obrador, tengan alto impacto en la vida cotidiana de millones de mexicanos. De igual forma, es notable que el porcentaje de hogares que usan leña o carbón es considerablemente más grande en la región tropical al sur del país, resaltando la ya bien sabida deficiencia en infraestructura y acceso a bienes y servicios
que existe en varios sectores de esa región comparada con el resto del país.
Las diferencias regionales también se dejan ver en el acceso a aire acondicionado. Mientras que parece normal que en la zona templada del centro del país haya solo 1.3% de los hogares con aire acondicionado las diferencias entre la región cálida extrema del norte del país y la tropical en el sur son importantes de mencionar. Esto debido a que a pesar de contar con climas donde se vuelve más necesaria la regulación de la temperatura dentro de los hogares solo el 12.4% de estos cuenta con aire acondicionado en el sur, mientras que en el norte este porcentaje es del 48.1%. Así, se muestran las diferencias ya sea en el acceso a estos insumos o a la capacidad económica para adquirirlos, a pesar de que el sistema de tarifas de la CFE opera usando la temperatura de la regiones como referencia para establecer las tarifas, tomando en cuenta el potencial
Resaltando la ya bien sabida deficiencia en in“ fraestructura y acceso a bienes y servicios que existe en varios sectores”
aumento del consumo energético en zonas con temperaturas más elevadas, queda claro que esta medida es insuficiente frente a la inmensa proporción de la población que vive con pobreza de ingresos. Como podemos observar, esta encuesta nos ofrece aportaciones importantes para entender las tendencias, aciertos y deficiencias del sector energético y su impacto en los hogares. No solo esto, sino cómo el consumo energético de los hogares interactúa con otros factores socioeconómicos creando un panorama cada vez más completo de los caminos a tomar para México.