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De la crisis de Europa del este II

De la crisis de Europa del este, al naufragio de la 4T II

Un análisis del impacto en los sectores económico y energético del país

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Dr. Juan Manuel Cárdenas-Peña manuelcardenasp@gmail.com

Economista por la U. de Guanajuato, maestro en economía con especialidad en econometría, desarrollo regional y teoría de la elección pública, por la U. de las Américas, doctor en economía por la U. de Cornell-Nueva York. Especialista comportamiento del sector público por medio de econometría y estadística.

En relación al sector energético, Mexico, al ser importador de gas natural y gasolinas, también verá efectos del conflicto armado, aunque aún es muy temprano para estimar su magnitud. El impacto aún no es claro. Pero el conflicto entre Rusia y Ucrania ya agita de sobremanera los mercados y las consecuencias en la economía mundial, ya trastocada por la pandemia, serán inminentes. El precio de los energéticos, todos en aumento, se ha convertido en la principal señal del nerviosismo en los mercados. Y México, un importador casi absoluto de gas natural y un importante comprador de gasolinas, también verá algunas repercusiones, aunque los analistas aún no tienen claro el tamaño del impacto. Ese, dicen, se conocerá solo día a día, a medida en que las amenazas de los países involucrados se concreten. Los alcances económicos del conflicto armado se hacen tangibles en el aumento internacional del precio de los commodities, principalmente en los granos –como el maíz y el trigo– y en los energéticos. El golpe para México será en el segundo rubro. “El mayor impacto en el mercado agrícola va hacia Europa y el que nosotros vamos a recibir será vía los energéticos”, afirmó el, codirector de inversiones en Franklin Templeton, una firma con sede en San Mateo, California. Quizá la mayor señal de incertidumbre en los mercados puede observarse en el precio del crudo Brent, la principal mezcla de referencia que ayer superó los 105 dólares, su precio más alto desde 2014 y la expectativa de los analistas se mantiene con una tendencia a la alza para los siguientes días. Analistas estadounidenses tienen la previsión de que este incluso alcance los 120 dólares por barril, según se ha difundido en la televisión local. Y en ese tono también aumenta el crudo mexicano, la mezcla cerró ayer en 90.52 dólares por barril. Se trata también de su cotización más alta desde agosto de 2014, según los regis-

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Los impactos para los consumidores finales podrían verse en el corto “ plazo”

tros de Banco de México. Y con ello, México se enfrenta a dos escenarios: un aumento en sus ingresos por exportaciones –aunque se han reducido como parte de la política presidencial– y un precio más alto en el precio de las gasolinas. La Secretaría de Hacienda ya ha llevado al tope los estímulos al consumidor para la compra de gasolinas. Desde la semana pasada el gobierno federal decidió absorber la totalidad del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS) de la gasolina regular y ha dejado el estímulo para la premium en un 82.75% y el del diésel en 88.46%. Ahora todos los aumentos quedarán en los usuarios, dicen los analistas. En días pasados, la gasolina regular importada de Estados Unidos al país se vendió hasta en 14.30 pesos el litro, casi 26 centavos más que en días anteriores de enero, la primera cotización del año, la gasolina se vendió a 11.74 pesos por litro.. Los impactos para los consumidores finales podrían verse en el corto plazo, cuando los comercializadores comiencen a reponer las gasolinas actualmente en almacenes. Los analistas ya avizoran una caída en el consumo por temor de una nueva debacle económica y eso podría detener de nueva cuenta la recuperación de la crisis derivada de la pandemia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha descartado cerrar el suministro de petróleo y gas natural del que depende una gran parte de la Unión Europea. Pero los mercados se preparan para lo peor, después de la intervención rusa a tierras ucranianas. Los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte en Europa. El escenario central de tal resultado son los mercados energéticos, donde los precios del petróleo y el gas natural se han convertido en el barómetro del miedo de la crisis, sostuvo Norbert Rücker, Jefe de investigación Económica y de Next Generation Research del banco privado suizo Julius Baer. 2/3

ODS 7: Energía

Violeta Ortega Navarrete

violeta@oem.org.mx Editora, diseñadora multidisiplinaria por el INBA, activista ambiental.

Hoy hablaremos de nuestro ODS favorito: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y mo-

derna. Vayamos definiendo los conceptos, la energía es un bien económico que está presente en los procesos de producción, distribución y consumo. El consumo energético se puede clasificar en: · Nivel 1, necesidades humanas básicas: electricidad para iluminación, refrigeración, comunicaciones, salud y educación. Tecnologías y combustibles para calefacción del ambiente, del agua y cocción de alimentos. · Nivel 2, usos productivos: electricidad para bombeo de agua para la agricultura; ganadería; y sus procesamientos; e industrias. Combustibles para transporte. · Nivel 3, necesidades de la sociedad moderna: electricidad para servicios educativos, recreacionales y suntuarios.

El acceso a la energía –ODS 7– se refiere a la satisfacción de las necesidades energéticas de las personas. Estas necesidades pueden ser muy diferentes dependiendo de varios factores como el estrato sociodemográfico, el clima de la ubicación geográfica y los aspectos culturales de las poblaciones. La IEA (Agencia Internacional de Energía) lo define como “un hogar que tiene acceso confiable y asequible a combustibles o tecnologías no contaminantes para cocinar y electricidad suficiente para proveer, inicialmente, un paquete básico de servicios energéticos, y posteriormente, un nivel creciente de electricidad a lo largo del tiempo para alcanzar el promedio regional”. El acceso a la energía mejora las condiciones y calidad de vida, promueve el acceso a tecnologías de información, por lo tanto al conocimiento y a la educación.

Su contraparte, la pobreza energética puede definirse a grandes rasgos como la falta o carencia total de energías modernas para cubrir las necesidades enumeradas en el Nivel 1. Se puede dar por múltiples factores, como podrían ser: ingreso insuficiente para pagar por los servicios, inexistencia de infraestructura eléctrica (comunidades muy alejadas sin conexión a red eléctrica), red no segura en continuidad y potencia, entre otras.

En la actualidad casi 800 millones de personas en el mundo no tienen electricidad en sus hogares. Y aproximandamente 2600 millones, lo cual significa un tercio de la población mundial, no tienen acceso a combustibles limpios para cocinar. Estas pesonas viven mayormente en África sub-Sahariana y Asia, aunque el problema abarca muchos otros países. La falta de energía suficiente y limpia tiene impactos negativos importantes para el rezago económico, de educación y salud. Cuando una familia padece pobreza energética, por ejemplo para cubrir su necesidad de iluminación, podrá estar gastando montos mayores por adquirir combustibles menos eficientes, (como velas, linternas de baterías o lámparas de combustible) que los de fuentes modernas de electricidad. Por otro lado, para satisfacer la necesidad de cocción de alimentos, y/o calefacción muchas poblaciones siguen utilizando leña u otro tipo de biomasa. Lo cual tiene varias consecuencias negativas: por un lado, mujeres y niños invierten entre 1 mil millones y 5 mil millones de horas al año en la recolección, tiempo que podría ser utilizado en actividades económicamente productivas o educativas. En los hogares que dependen de la biomasa para cocinar, las mujeres pasan 1.4 horas al día recolectando leña y 4 horas cocinando, según la IEA. Por otro lado cocinar o calentar el hogar con la combustión de biomasa, provoca graves daños a la salud pulmonar, daños a la visión y muerte prematura, sobre todo en mujeres que son las que están expuestas a los gases más tiempo durante su vida. Por último y no menos importante, la combustión de biomasa como combustible para el hogar eleva las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y promueve la tala y pérdida de ecosistemas. En la próxima entrega seguiremos tratando los temas relacionados con el ODS 7. 1/2

La falta de energía sufienciente y limpia tiene impactos negativos impor“ tantes para el rezago económico, de educación y salud”

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