Obras Misionales Pontificias de Colombia
REVISTA DE ISSN 0122-5693 JULIO - AGOSTO de 2013 No. 793
Fe profunda de pueblo colombiano
Asamblea anual OMP
Fiesta colombiana en Roma
VIII Encuentro nacional misionero de seminaristas
www.wacom2014.org wacomsecre@gmail.com Transv. 28B # 36-70 -La Soledad- Bogot谩, Colombia Tel: (57+1) 2442070 M贸vil: (57+1)3156411496
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l domingo 12 de mayo de este año 2013, SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR, en la Plaza de San Pedro, en Roma, vivimos un acontecimiento, el primero en su dimensión para Colombia, particularmente emocionante y pleno de satisfacción espiritual: El Papa Francisco, en nombre de la Iglesia Universal, incluía en el Santoral de nuestra Iglesia Católica, a la primera Santa nacida en Colombia: SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI. En el frontispicio de la Basílica de San Pedro, lucía, hermosa, la imagen de esta gran mujer, orgullo y gloria de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestra Colombia.
La Providencia divina dotó a Santa Laura Montoya de unas facultades, normalmente ajenas de nuestra naturaleza humana, en los momentos cruciales de su existencia cuando se viven sin la certeza de Dios o aún con la certeza de Dios pero con una dosis de soberbia humana; momentos en los cuales, ofuscada la naturaleza humana, suele tomar decisiones que dan al traste con el proyecto de su vida o echan por la borda la empresa o empresas nacidas o puestas en sus manos. Su vida, íntimamente unida a Dios, no escapó a las naturales vicisitudes humanas, muchas en ella y muy dolorosas, pero finalmente triunfó el bien, salió bien librado Dios, así ella apareciera oscura y terminara su vida golpeada por los más crueles sufrimientos físicos y morales. Ahora La Iglesia, único árbitro para definir las contiendas del espíritu humano en su relación con Dios, declara justo todo su proceder y SANTA, en definitiva, toda su vida. ¡Gloria a Dios para siempre!
La delegación colombiana en este gran acontecimiento fue muy significativa: la Superiora General, el Consejo y delegadas de todas las Provincias y casas en donde desarrollan su misión las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, las Lauritas; veinte obispos de Colombia, encabezados por nuestro Cardenal Rubén Salazar Gómez; más de un centenar de sacerdotes colombianos, un grupo muy nutrido de Religiosas colombianas de diferentes Congregaciones y un innúmero de hombres y mujeres, colombianos, con el Presidente de la República como el primero, que hicieron todo lo posible por vivir in situ este momento único hasta ahora en la historia de nuestra Nación. Todo era alegría, todo era emoción y, seguramente, en el interior de cada uno de nosotros todo esto exigía un compromiso.
Es oportuno, entonces, desde este areópago informativo y formativo como debe ser la REVISTA DE MISIONES, de Obras Misionales Pontificias de Colombia, escrutar en los numerosos escritos de Santa Laura, y alcanzar para nuestros lectores, luz y verdad de los momentos más críticos de la vida y acciones de nuestra santa. Este es parte del compromiso adquirido con nuestra primera santa colombiana ya que la rica herencia espiritual que recibió toda Colombia, debe ser más conocida y más amada. SANTA LAURA MONTOYA, nos abre, entonces, el camino hacia Dios.
Los privilegios en la vida de un ser humano se dan, no por merecimientos propios, sino por un entramado misterioso de la vida, de Dios en la vida de cada ser humano, de los impulsos propios de soñar y querer alcanzar algo desprendido de toda ambición ajena a lo noble y no distante del deseo profundo de servir al otro. Quienes allí estuvimos, como un privilegio según lo señalado, adquirimos un compromiso que debe plasmarse en acciones concretas de paz y bien en el entorno que vivimos. De mi parte siento este compromiso en rogar a Dios por intermedio de Santa Laura el poder dejarme contagiar por sus heroicas virtudes de santidad y compartir, desde estas páginas de LA REVISTA DE MISIONES, lo que fue la vida y obras de nuestra santa colombiana.
“Lo que esta mujer providencial trabajó por Colombia no es dado conocerlo y justipreciarlo todavía. No ya como misionera de talla gigantesca, sino como propulsora del progreso del país y como bienhechora de los colombianos más olvidados, descuidados y necesitados. La Madre Laura se merecería la más alta de las condecoraciones y un monumento perenne construido con aportaciones de todos los pueblos de Colombia” (P. Carlos E. Mesa cmf; LAURA MONTOYA, una antorcha de Dios en las selvas de América. Pág. 550. Año 1990). Colombianos: ¡LA HORA DE DIOS, para Santa Laura, ha llegado! Mario Álvarez Gómez Pbro.
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Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
Contenido Editorial Santa Laura Montoya. Primera Santa Colombiana: Misionera de talla gigantesca Intenciones Misioneras Intenciones misioneras para julio y agosto Puente Misionero La misión, escuela para la vida Actualidad Asamblea anual de Obras Misionales Pontificias Figuras misioneras El aporte de los Misioneros Vicentinos de Colombia a la evangelización
Misión Colombia “Cuando el otro es de los mismos, es hasta mejor” Luces para el camino Jóvenes misioneros: a renovar la Iglesia Tema central
¡Fiesta colombiana en Roma! Especial Boletín de Espiritualidad MAB N. 9 y 10 Reviviendo el espíritu misionero Fe profunda de pueblo colombiano Así vamos POPF Pontificia Obra de la Propagación de la Fe Así vamos POIAM Pontificia Obra de Infancia y Adolescencia Misionera Así vamos POSPA Pontificia Obra de San Pedro Apóstol Así vamos PUM Pontificia Unión Misional
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Para Pensar
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Notimisión
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Rincón Misionero
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OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS REVISTA MISIONES FUNDADA EN JUNIO DE 1925 ISS 0122-563 Julio - Agosto de 2013 Año 89 N. 793 Director Nacional OMP Pbro. Mario Álvarez Gómez Coordinación y Redacción Viviana López Sánchez Diseño y Diagramación Aura B. Guacaneme A. Dpto. de Comunicaciones OMP Impresión Instituto San Pablo Apóstol www.ispaeducacion.edu.co Pbx: (1) 202 0657 Valor de Suscripción: Un año (6 numeros) $ 30.000 Administración y Suscripciones Transv. 28B # 36-70 Pbx: 3689693 - 2442070 Fax: 2699840 comunicaciones@ompdecolombia.org www.ompdecolombia.org Bogotá D.C., Colombia 2013 Revista de Misiones es una publicación de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP) dirigida a las familias y a los grupos misioneros. Su objetivo es informar sobre la labor misionera de la Iglesia en Colombia, así como incentivar y promover, dentro de los colombianos, una mayor conciencia de Misión Ad gentes.
OMP de Colombia
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Nuestra Portada El día de la canonización de Santa Laura Montoya, en la plaza de Roma se expuso un lienzo con su imagen. El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos lo entregó oficialmente a la población de Jericó, el martes 14 de mayo de 2013, lugar donde nació nuestra Santa y en donde se mantendrá debidamente conservado. -Foto Archivo CEC-
Tarifa Postal Reducida N. 2007 - 304
JULIO Que en toda Asia se abran las puertas a los mensajeros del Evangelio.
Foto. OMP España
En Asia, la Iglesia es apreciada porque se le considera la defensora de la dignidad humana y de los derechos humanos. La dedicación y compromiso de muchos – tanto misioneros como los cristianos localmente – se aprecia por que está cercana a diferentes sectores de la población con institutos de salud, de educación y de servicios sociales. En Asia, se comparte la fe en la práctica, así como Benedicto XVI dice en la encíclica Porta Fidei: “La fe en Dios es ante todo un don y un misterio que hemos de acoger en el corazón y en la vida, y del cuál debemos estar siempre agradecidos al Señor. Pero la fe es un don que se nos ha dado para ser compartido; es un talento recibido para que dé fruto; es una luz que no debe quedar escondida, sino iluminar toda la casa. Es el don más importante que se nos ha dado en nuestra existencia y que no podemos guardarnos para nosotros mismos.” Señor Jesús, da fuerza a cada misionero que esté en el Asia, que la alegría de tu salvación y del bien que está haciendo sea el objetivo constante de su labor y que en el encuentro Eucarístico descubra el alimento para culminar su misión.
AGOSTO Que las Iglesias locales en África, fieles al Evangelio, promuevan la construcción de la paz y la justicia. Aunque es verdad que África es el «pulmón espiritual de la humanidad» (AM 13), también sigue siendo verdad que la «fidelidad al anuncio del evangelio» continúa siendo un reto. Una de las tareas de la Iglesia en África consiste en formar conciencias rectas y receptivas a las exigencias de la justicia, para que sean cada vez más los hombres y mujeres comprometidos y capaces de realizar ese orden social justo por medio de su conducta responsable. El modelo por excelencia, a partir del cual la Iglesia piensa y razona, y que propone a todos, es Cristo. (Benedicto XVI Exhortación apostólica postsinodal“Africae Munus”) Ángel de la Victoria, Misionero Javeriano de Yarumal en África.
Señor, te pedimos por nuestros hermanos del África, para que les guíes y hables a sus corazones con tu Palabra, pues el evangelio es la verdadera fuente de paz y de justicia.
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LA MISIÓN, ESCUELA PARA LA VIDA Hna. Janeth Giraldo -Misionera Laurita-
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i nombre es Janeth Giraldo y soy religiosa de las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena –Madre Laura- más conocidas como Misioneras Lauritas.
Mi Congregación tiene como finalidad, buscar la gloria de Dios en la santificación de sus miembros y la salvación de los hombres y mujeres, insertándonos en las comunidades para la inculturación del Evangelio; el trabajo evangelizador es entre los indígenas destinatarios preferenciales entre los no cristianos y marginados. He de confesar que cuando conocí la Congregación poco o nada sabía de carismas, ni mucho menos la distinción entre vida apostólica activa y contemplativa; sin embargo para Dios esto no representó ningún obstáculo para hacer arder en mi corazón su: “ven y sígueme”. Y seducida por la propuesta de seguir a Jesús al estilo misionero de la Santa Laura Montoya: Saciar la sed de Jesús en la Cruz, sed de la gloria del Padre, abrasé la vida religiosa misionera. ¡Que Dios sea conocido, amado y servido de todos y por todos…hasta aquí muy romántico incluso idealista! Durante el proceso de formación, fue muy significativo compartir con personas de diferentes lugares y costumbres además, fortalecer la experiencia de Dios conociéndolo desde su Palabra. Acercarme a la realidad desde la propuesta del Evangelio me llenaba de profundo gozo, no veía la hora de salir del noviciado a la misión y compartir el fuego en mi corazón. Hasta aquí creo que sigue siendo romántico e idealista, ¿Cierto?... Pues bien, se llegó el tan anhelado día de la profesión religiosa. Recuerdo que una gran emoción me poseía: repetía “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad” y en mí resonaban las palabras de la predicación del Sacerdote: Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
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“Que lo que Dios ha iniciado en ti, lo lleve a feliz término”. Y me dispuse a viajar hacia el lugar al que me habían destinado: un poblado de campesinos e indígenas Emberá Katíos. Para ser sincera yo creí que todo iba a ser como “inflar y hacer botellas”, pero la realidad era otra: Todo lo que sabía por el estudio y la reflexión debía ser asimilado por el único camino: la vivencia. De este modo conceptos como fidelidad, perseverancia, sacrificio, paciencia, fe, testimonio, humildad entre otros, adoptan carne y sangre en el caminar. Lo que inició con romanticismo idealista empieza su descenso cara a la realidad. Los lugares en los que he prestado mi servicio, las personas con las que he sido testigo de la misericordia de Dios y su “misteriosa” intervención ante las súplicas de sus pueblos; me han dado la oportunidad para aprender y desaprender muchas cosas, además de
desmontar muchos esquemas. La metodología ha sido muy variada, entre alegrías y satisfacciones unas y entre lagrimas, angustias y soledades otras. Me siento muy agradecida con Dios por todas las situaciones que ha permitido en mi historia para acercarme a Él y llevarme a experimentar su gracia: mi vida, mi vocación, el amor y apoyo incondicional de tantas personas – entre ellas mi familia- y un Carisma que me hace vibrar. Pero sobre todo, por aquellos momentos conocidos como “crisis”, pues han sido precisamente los que han puesto en evidencia mis miedos, mis dudas y frustraciones. Momentos en los que he querido hacer mucho pero en realidad he logrado muy poco, desesperarme por la respuesta de la gente, el dejarme seducir por la tentación muy bien disfrazada y terminar preguntándome: ¿En realidad esto vale la pena? La vida consagrada misionera es exigente y tiene su cuota de sacrificio que nunca deja de pasar factura. Es más que renunciar a la experiencia de un amor exclusivo que forma una familia, dejar la tierra y las costumbres. Es dejar
“Que lo que Dios ha iniciado en ti, lo lleve a feliz término”
En catequesis con la comunidad indígena Emberá Katío. -Llano Nutibara, Antioquia-
el mundo conocido: experimentar la frustración a pesar de buenas intenciones y la dedicación para descubrir que, Dios se goza más en los fracasos que en las victorias; para recordar: la obra es de Él y no mía. Siempre recuerdo esta cíta bíblica: “Subió después a la montaña, llamó a los que él quiso y se acercaron a él. Designó entonces a doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar“ Mc.3, 13-14. De este modo, no se debe olvidar que para poder predicar, es necesario antes que nada, estar con Él. Es abrazar la cruz cada día, hacerlo todo como si dependiera de mí y confiar en Dios como si todo dependiera de Él. Que es más que llevar doctrinas y cumplir ritos, es compartir la vida en sus expresiones más sencillas y sobre todo querer a la gente y dejarse querer de ellos. Experimentarlo todo como una celebración y hacer de la esperanza una actitud permanente sabiendo que, todos somos mediaciones en las cuales Dios mismo se revela para ponernos en camino, darnos la luz y devolverle la vida a aquello que agoniza, más aún que ha muerto. Es propiciar el calor de hogar en la vivencia fraterna, disculpar la intención cuando la acción nos hiere, permitirnos ser distintos pero nunca distantes descubriendo con quienes se convive no sólo el carisma sino también las diversas formas de amar de Dios y por esa diversidad complementarnos. Bien claro tengo que Dios mismo se puede hacer conocer y amar por sí mismo, pero también sé que me ha invitado a ser su testigo que cuenta con mis cualidades y mis limitaciones para hacer su obra allí donde la obediencia me lleve, desde mi capacidad de ternura posibilitar la experiencia de un amor oblativo y, el agradecer más que reclamar para compartir la vida entre los pobres.
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ASAMBLEA ANUAL DE OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS Roma, mayo 13 a 18 de 2013 Pbro. Mario Álvarez Gómez*
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esde el lunes 13 de mayo, en la mañana, hasta el sábado 18 de mayo, también en la mañana, estuvimos reunidos en Roma, en el Salesianum, todos los directores nacionales de Obras Misionales Pontificias del mundo. Éramos unos 140 integrantes, entre sacerdotes, religiosas y laicos. Antes, esta Asamblea, era de 15 días. Por múltiples razones se redujo a ocho días lo que exige que se trabaje en una agenda muy apretada, con temas determinantes para la realización eficaz de nuestro trabajo, buscando una mejor animación y cooperación misionera en nuestros países.
La Asamblea de este año estuvo precedida, sin haberlo pretendido así, por una ceremonia de canonizaciones realizada por el Papa Francisco el domingo 12 de mayo. Entre los canonizados estaba SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI, la primera santa colombiana en adquirir esta condición oficial por parte de la Iglesia. ¡Y qué santa! Se trata de una de las mujeres más importantes, si no la primera, de toda la historia de nuestro país. Santa Laura Montoya, gran misionera y mujer de valiosos quilates como fundadora, escritora y mística. Bien pudiéramos llamarla Patrona de los indígenas por quienes trabajó incansablemente,
Reunión General de Directores Nacionales OMP 2013. -Salesianum, Roma. Mayo 12 al 18 de 2013-
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haciendo de ellos su “llaga” como compromiso para llevarlos por el camino de la salvación. A la luz de esta SANTA MISIONERA, iniciamos nuestras actividades todos los integrantes de esta Asamblea de directores de Obras Misionales Pontificias. Lo primero fue el saludo del Señor Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, indicándonos el estado actual de la Iglesia misionera en el mundo. Lo acompañaban el Secretario general de la Congregación y el Secretario adjunto de la misma, que es el Presidente de las Obras Misionales Pontificias. En la mesa principal estaban, por supuesto, los cuatro secretarios generales de las Obras. Después de este saludo y ponencia vienen los nombramientos de presidentes de la asamblea para cada día, los secretarios por grupos lingüísticos y el secretario general de la Asamblea, quien al inicio de cada día lee el Acta del día anterior para la aprobación de la Asamblea General hasta concluir con el acta general, al final de la Asamblea.
Los días lunes y martes estuvimos empeñados en temas de formación sobre la importancia de la misionología en la vida de la Iglesia. La misión es inherente a la Iglesia y ésta existe por y para la misión; no desarrolla una misión propia, sino que lucha, en medio de luces y sombras, por continuar la misión que el Padre encomendó a su Hijo Jesús. Los días miércoles y jueves estuvieron dedicados a analizar cada una de las Obras. Los secretarios internacionales fueron dando su informe a toda la Asamblea, la cual, después de trabajos por grupos lingüísticos, iban dando su aprobación a los balances presentados y estudiados debidamente. Este paso es bien importante porque se tiene una visión de cómo funciona y avanza el trabajo de la misión en el mundo entero. La evangelización es lo fundamental, pero se tiene especial cuidado de observar cómo se distribuye a los distintos lugares la ofrenda económica que se recibe de los fieles para cada una de las Obras: Propagación de la fe o DOMUND, Infancia misionera y San Pedro Apóstol para las vocaciones nativas y que auxilia a cerca de mil seminarios en el mundo entero. Cabe destacar que en este punto se analiza el aporte de los países y nosotros no resultamos bien librados en el aporte dado a la Infancia misionera y, mucho menos, a la Obra de San Pedro Apóstol. Infinitas gracias a las jurisdicciones eclesiásticas y grupos apostólicos que, haciendo un gran esfuerzo, año por año remiten a esta Dirección Nacional las ofrendas de estas dos Obras. Respecto de la ofrenda del
DOMUND, Colombia ocupa el 5° lugar de buen aporte a nivel de América pero en Roma, año por año, me señalan como una Iglesia que pude aportar mucho más. Y es que al analizar allí en Roma el aporte de las jurisdicciones eclesiásticas de nuestro país, causa mucho dolor el tener que señalar jurisdicciones eclesiásticas que no entregan su aporte para esta causa Su Santidad Francisco con los Dir. Nacionales universal de las misiones.
de OMP -Sala Clementina, mayo 17 de 2013-
El día viernes en la mañana trabajamos temas propios por continentes. Primero nos reunimos, para nuestro caso, todos los directores de América y tratamos y programamos acciones comunes. Luego nos encontramos por regiones. La nuestra es la región de los Países Bolivarianos. Otra es la región del Cono Sur; otra de Centroamérica y el Caribe y la otra de Norte América.
predilección la misión Ad gentes”. Bien sabe el Santo Padre que Colombia es un país que tiene mucho que ofrecer en bien de la primera evangelización y de la nueva evangelización en el mundo entero. Nos queda este gran compromiso. Adjunto a este informe el valioso mensaje dado por el Santo Padre a las Obras Misionales Pontificias, en esta ocasión.
Luego un momento grandioso: el encuentro con el Santo Padre. Allí, en la Sala Clementina, estuvimos todos: los integrantes de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Obras Misionales Pontificias y todos los Directores Nacionales de las Obras. Era la primera vez que nos encontrábamos con el Papa Francisco y el ambiente fue muy cálido, fraterno, acompañado de una gratificante emoción. Al final cada uno pudo acercarse al Papa e intercambiar, rápidamente, un saludo de presentación. Al presentarme como Director Nacional de Colombia le agradecí, en nombre de la Iglesia misionera de Colombia, por la canonización de la Madre Laura y él me dijo: “Pídele a todos los sacerdotes de Colombia que miren con
De regreso al Salesianum, continuaron los trabajos en grupos, los nombramientos de quienes representarán a todos los Directores en la Asamblea restringida que se tiene siempre en Roma, cada año, en el mes de noviembre. Es un nombramiento por tres años y Colombia, nuevamente, fue señalada para representar a América en esta Asamblea. Luego, en Plenaria, se aprobó todo lo acordado durante la Asamblea y se señalaron tareas específicas.
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El sábado 18 de mayo, después de la Santa Misa, terminó la Asamblea. Una vez más tuvimos esta gran oportunidad de vivir, como Iglesia, el espíritu y la alegría que alienta y anima la misión universal. *Director Nacional OMP de Colombia
DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO Directores Nacionales de Obras Misionales Pontificias -Vaticano 17 de mayo de 2013-
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e complace de forma especial, queridos hermanos y hermanas, reunirme por primera vez con vosotros, Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias de todo el mundo. Saludo cordialmente al Cardenal Fernando Filoni, le doy las gracias por el servicio que realiza como Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, así como por las palabras que me ha dirigido en vuestro nombre. El Cardenal Filoni realiza un trabajo adicional en este momento: él es profesor. Viene para “enseñarme la Iglesia”. Sí, viene y me dice: esta diócesis es así, así y así... Yo conozco la Iglesia gracias a sus lecciones. ¡Y son lecciones gratuitas! Saludo también al Secretario, Monseñor Savio Hon Tai-Fai, al Subsecretario Adjunto Mons. Protase Rugambwa, y a todos los colaboradores del Dicasterio y de las Obras Misionales Pontificias, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas. 1. Me gustaría deciros que os aprecio de forma especial porque ayudáis a tener siempre viva la actividad de evangelización, paradigma de toda obra de la Iglesia. La misionariedad es el paradigma de toda obra de la Iglesia; es una actitud paradigmática. De hecho, el obispo de Roma está llamado a ser pastor no solamente de su Iglesia particular, sino de todas las Iglesias, para que el evangelio sea anunciado hasta los extremos de la tierra. Y en esta tarea las Obras Misionales Pontificias son un instrumento privilegiado en las manos del Papa, el cual es principio y signo de la unidad y de la universalidad de la Iglesia, (cfr Conc. Ecum. Vat. II, Cost. dogm. Lumen gentium, 23). De hecho se llaman “pontificias” porque están bajo la directa disposición del obispo de Roma, de manera que sea ofrecido a todos el don precioso del evangelio, Estas son plenamente actuales, más aún, necesarias porque hay tantos pueblos que todavía no han conocido ni encontrado a Cristo y urge encontrar nuevas formas y Encuentro del Santo Padre Francisco con el Director de OMP de Colombia, Pbro. Mario Álvarez Gómez - Roma, mayo 17 de 2013-
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caminos para que la gracia de Dios toque el corazón de cada hombre y cada mujer y los lleve a Él. Todos nosotros somos instrumentos sencillos, pero importantes; hemos recibido el don de la fe no para ocultarlo, sino para difundirlo, para que pueda iluminar el camino de tantos hermanos. 2. Ciertamente la misión que nos espera es difícil, pero con la guía del Espíritu Santo se transforma en una misión que entusiasma. Y aunque todos experimentamos nuestra pobreza, nuestra debilidad al llevar al mundo el tesoro precioso del Evangelio, debemos recordar la frase de san Pablo: «...Pero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que todos vean que una fuerza extraordinaria procede de Dios y no de nosotros» (2Cor 4,7). Y esto nos tiene que dar siempre coraje: saber que la fuerza de la evangelización procede de Dios, le pertenece. Nosotros estamos llamados a abrirnos cada vez más a la acción del Espíritu Santo, a ofrecer toda nuestra disponibilidad para ser instrumentos de la misericordia de Dios, de su ternura y de su amor por cada hombre y mujer, sobre todo por los pobres, los excluidos, los que están lejos. Y esta para cada uno de los cristianos, para toda la Iglesia, no es una misión facultativa, sino esencial. Como decía San Pablo: «Anunciar el Evangelio no es para gloriarme, sino un deber ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!» (1 Cor 9,16). La salvación de Dios es para todos!
Solemnidad de Pentecostés, Plaza de San Pedro - Roma, mayo 19 de 2013-
3. A vosotros queridos directores nacionales os repito la invitación que hizo Pablo VI casi cincuenta años atrás, de cuidar celosamente la universalidad de las Obras Misionarias «que tienen el honor, la responsabilidad y el deber de sostener la misión [de anunciar el evangelio], con las ayunas necesarias» (Discurso a las Obras Misionarias Pontificias, 14 de mayo de 1965: AAS 57 1965, 520). No os canséis de educar a todos los cristianos, desde la infancia, a un espíritu verdaderamente universal y misionero, y de sensibilizar a toda la comunidad a apoyar y ayudar a las misiones de acuerdo a las necesidades de cada uno (cf. Concilio Ecuménico Vaticano II, Decreto Ad gentes, 38). Aseguraos de que las Obras Misionales Pontificias siguen la estela de su tradición centenaria, animando y formando a las Iglesias, abriéndolas a una dimensión más amplia de la misión evangelizadora. Si bien las OMP están puestas también bajo la solicitud de los obispos, para que se «radiquen en la vida de las Iglesias particulares» (Estatuto de las Obras Misionarias Pontificias, n. 17); deben convertirse realmente en una herramienta privilegiada para la educación en el espíritu misionero universal y en la comunión y colaboración cada vez más intensas entre las Iglesias para el anuncio del Evangelio al mundo. Frente a la tentación de las comunidades de encerrarse en sí mismas, preocupadas por sus problemas vuestra tarea es llamar a la “missio ad gentes”, de testimoniar proféticamente que la vida de las Iglesias es misión y es misión universal. El ministerio episcopal y todos los ministerios son para el crecimiento de la comunidad cristiana, pero también se ponen al servicio de la comunión entre las Iglesias para la misión de la evangelización. En este contexto les invito a tener una atención particular por las Iglesias jóvenes que, a menudo, viven en un clima de dificultad, de discriminación y también de persecución, para que sean sostenidas y ayudadas a la hora de testimoniar con la palabra y las obras el Evangelio.
Iglesias locales asuman cada vez con más generosidad, su parte de responsabilidad en la misión universal de la Iglesia. Invocando a María, Estrella de la evangelización, hago mías las palabras de Pablo VI, palabras de una actualidad como si hubieran sido escritas ayer. El Papa decía así: «que el mundo actual, que busca a veces con angustia, a veces con esperanza, pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo, y aceptan consagrar su vida a la tarea de anunciar el reino de Dios y de implantar la Iglesia en el mundo» (Exhort. Apost. Evangelii nuntiandi, 80). Gracias. A vosotros, a vuestros colaboradores, a vuestras familias y a todos los lleváis en el corazón, a vuestro trabajo misionero, a todos imparto mi bendición.
Queridos hermanos y hermanas, al renovar mi agradecimiento a todos, os animo a continuar con vuestro compromiso para que las
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EL APORTE DE LOS
MISIONEROS VICENTINOS DE COLOMBIA A LA EVANGELIZACIÓN P. Carlos Albeiro Velásquez Bravo, CM -Misionero Vicentino-
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os primeros misioneros lazaristas (vicentinos) que llegaron a territorio colombiano lo hicieron en 1870 desde Francia, enviados para asumir la obra de la formación del clero en la vasta diócesis de Popayán. Rápidamente, al lado de esta tarea formativa, se dedicaron a las misiones populares. Este aporte a la evangelización del país se hizo en poblaciones donde
los obispos iban pidiendo a los hijos de San Vicente, a medida que iban siendo conocidos, para misiones itinerantes. Tenemos así una presencia vicentina en el Cauca, la Costa Pacífica, Quindío, sur del Tolima Grande (hoy Huila) y Boyacá. La Provincia Vicentina recibió por encargo de la Santa Sede dos territorios misioneros que en su
P. Gratiniano Martínez. Misionero Vicentino. -Arauca-
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historia han dejado mucha huella y han nutrido el celo de muchos vicentinos: Tierradentro y Arauca. En la primera misión, Tierradentro, el trabajo vicentino se remonta a 1904, pero la lejanía y las dificultades para la comunicación con el Arzobispo de Popayán, de quien dependía directamente, era grande; esto llevó (desde 1917) tanto al Arzobispo como a los Padres de la Misión a pensar en la posibilidad de pedir que se erigiera como Prefectura Apostólica, con un prelado propio que dependiera directamente de la Santa Sede. Efectivamente, el Papa Benedicto XV erige el 13 de mayo de 1921 la Prefectura Apostólica de Tierradentro, dejándola confiada a la Congregación de la Misión y nombrando como primer Prefecto a Monseñor Emilio Larquère. En el año 2000 el Papa Juan Pablo II elevó la Prefectura a Vicariato y nombró a Monseñor Jorge García como Vicario, que estuvo al frente de esta Iglesia particular
hasta 2004. El otro territorio de misión lazarista fue la Prefectura de Arauca (1916-1956). Para sumir esta misión la Santa Sede pidió primero (en 1914) a los vicentinos que dirigían el Seminario de Tunja que adelantaran una serie de expediciones apostólicas para entrar en contacto con los indígenas Tunebos, a fin de conocer su realidad y evangelizarlos. Estas expediciones y la amplitud del territorio del Casanare que tenían a su encargo los Padres Agustinos, dieron origen a una reorganización de ésta jurisdicción y a la consecuente creación de la Prefectura Apostólica de Arauca el 26 de mayo de 1915, con el nombramiento del primer Prefecto, Monseñor Emilio Larquère. La presencia vicentina llegó a su término en 1956 cuando, por escasez de personal, se resolvió confiársela a los misioneros javerianos. Pero el abanico misionero vicentino es más amplio aún, pues hay otras mieses significativas donde la Provincia colombiana está haciendo presencia: El Bajo Cauca (entre los departamentos de Bolívar y Sucre), desde 1977, con la atención pastoral en los municipios ribereños de Guaranda, Montecristo, Majagual y la región del Caribona.
P. Gabriel Naranjo. Misionero Vicentino. -Ruanda, África-
La misión de Ruanda-Burundi (África), asumida en 1998 cuando estos dos países se levantaban de las cenizas de la vergonzosa guerra tribal y del terrible genocidio. Los objetivos iniciales de nuestra presencia allí eran principalmente dos: suplir la falta de sacerdotes diocesanos y asistir a las Hijas de la Caridad en las dos naciones. Ambos se han venido cumpliendo, aunque del primero es preciso decir que pasado el tiempo ya hay suficiente clero.
en 1966, son personas laicas, la mayoría campesinos; que presiden y reúnen semanalmente a las Comunidades para celebrar el día del Señor), catequistas de infancia, animadores catequistas de jóvenes, animadores de comunidades eclesiales (acompañan todas las semanas a las comunidades que ya existían), agentes de promoción humana (responsables de coordinar las acciones sociales).
La Mosquitia Hondureña como una misión interprovincial que dependía de la Provincia de Barcelona, cuya presencia vicentina se remonta a 1910; y ahora de Zaragoza. El apoyo de los vicentinos colombianos se comenzó a dar allí en 2004. Se ha dado un marcado énfasis a la formación evangelizadora de los agentes de pastoral: Delegados de la Palabra (nacidos
Para los vicentinos, el aporte a la evangelización desde el carisma es una gran convicción, de hecho nuestro compromiso provincial afirmamos que “nos comprometemos con la tarea de la nueva evangelización, consagrándonos al servicio misionero de los pobres, primordialmente de los campesinos y a la formación de clérigos y laicos para la misión, a imitación de Jesucristo Evangelizador de los Pobres”.
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“CUANDO EL OTRO ES DE LOS MISMOS, ES HASTA MEJOR”
Fray Mario Rafael Toro Puerta, OFM.*
de los que son originarios se puede lograr la traducción de los valores universales del Evangelio a cada cultura. La tarea de una pastoral diferencial exige que los métodos que se empleen para la divulgación del Evangelio se adapten a la cultura que lo recibe. Ahí es donde se construye lo diferencial.
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Celebración de Semana Santa. - Diócesis de Istmina- Tadó. Chocó, 2013-
ace ya más de 25 años, el Beato Juan Pablo II dijo en Popayán, en su célebre encuentro con los indígenas: “Especialmente deseo y pido al Señor que haga surgir de vuestras comunidades nuevas vocaciones al apostolado, a la vida consagrada, a los diversos ministerios y de modo particular al sacerdocio ministerial para que podáis contar con sacerdotes de vuestra propia sangre”.
Y muy unido también a los sueños episcopales de Aparecida que en el kairós (momento de gracia) que hoy son para la Iglesia los pueblos indígenas y afro descendientes, sigue esperando vocaciones laicales, religiosas y sacerdotales de esos pueblos.
Este clamor del Papa sigue vigente.
Todo esto es más válido cuando se quiere una pastoral diferenciada. Es más fácil llegar a las culturas cuando se manejan los mismos códigos mentales, cuando se es nativo del lugar. Es decir a través
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No podemos negar que las regiones que tienen agentes propios, han podido avanzar más en el camino de la fe que la Iglesia Católica propone. Esto lo podemos visualizar en una región como la gran Antioquia, en la que sin duda la fe ha tenido expresiones más significativas gracias a que sus evangelizadores son paisas. Paisa llega más fácilmente a paisa. Y así es, si nos vamos a cualquiera de las regiones en que culturalmente se puede dividir Colombia. Por eso mismo qué bueno si en Colombia fueran más los evangelizadores nativos. Que a los indígenas llegaran indígenas a anunciarles la Buena Noticia de Jesús. Más cuando es una tarea por hacer en esta Iglesia tan querida, la
de buscar cómo poner en diálogo las culturas con la cultura Greco Romana en la que está vaciado el Evangelio. Los hermanos afro descendientes han hecho progresos significativos en algunas iglesias particulares como Quibdó, Istmina, Buenaventura, Guapí, Tumaco. Cierto que se podría avanzar mucho más si existiese un seminario para formar presbíteros Afros o negros como otros prefieren denominar a los habitantes de esa región. Hubo un tiempo en el que en Guapí cuando era Prefectura, su pastor Monseñor José Miguel López Hurtado, tuvo la iniciativa de una casa de formación para negros. No tuvo continuidad. ¿Qué pasó? La respuesta se fue a la tumba con el promotor. Pero ahora, ¿será que se puede resucitar esta iniciativa? de todos modos está el Seminario de Istmina en donde la mayoría son de la raza negra. Qué bueno que ellos tengan una formación con énfasis en la espiritualidad afro. Existe el Seminario Inter Misional, en el que están como acompañantes
sacerdotes paisas muy inquietos por formar a sus seminaristas, que vienen de diferentes latitudes -algunos son indígenas- en una dimensión que respete la tradición, la cosmovisión de las culturas de origen. No es tarea fácil, pero eso no quiere decir que no se pueda y deba hacer el esfuerzo. Queridos lectores, si ustedes por alguna razón son trabajadores de la viña del Señor, no olviden que es un deber trabajar por una pastoral que tenga en cuenta las distintas culturas. No vayan “sin querer queriendo” como el Chapulín colorado, a ser irrespetuosos de la diversidad cultural de sus acompañados pastoralmente. Y además animen a los mismos a asumir en sus regiones la tarea evangelizadora. Sin duda entre más nativos existan que asumen en serio la tarea de ser discípulos y misioneros más profundamente llegará a las poblaciones que acompañamos esta Buena Noticia de Jesús, que ya no llegará a ser solamente un barniz superficial. Y en las jurisdicciones donde las vocaciones nativas son escazas
preguntemos qué ha pasado. Cuando la pastoral no despierta el ímpetu misionero sin duda algo está fallando. Y ahora no vamos a decir que es culpa del obispo. Esta tarea es responsabilidad de todos los fieles, laicos y ordenados, y si no resulta contagiosa como para que otros se entusiasmen hay que revisar los métodos y los contenidos de la Pastoral. Los primeros discípulos rompieron las barreras culturales porque estaban convencidos profundamente de que el Señor Jesús estaba vivo y actuante en sus historias. Y porque fueron creativos y se inventaron métodos que les permitieron llegar a los no judíos, que se llamaban paganos. Animémonos pues hoy a ser, como nos lo pide la Iglesia, capaces de llegar con Jesús a los distintos lugares de nuestras jurisdicciones a descubrir a Dios que está escondido en ellos y a hacer que salga a la luz su verdad de amor para que todos la aprovechen. * Asesor de Etnias y Director del Dpto. de Promoción de la Unidad y el Diálogo de la Conferencia Episcopal Colombiana.
Jóvenes Arhuacos que se forman para la labor misionera. -Instituto Misionero de Antropología. Medellín, Antioquia -
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JÓVENES MISIONEROS: A RENOVAR LA IGLESIA
Dra. Consuelo Vélez Caro *
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os jóvenes siempre han constituido una fuerza de renovación en todos los ámbitos. Si no cuidamos la juventud, velamos por su formación y nos dedicamos a su verdadero desarrollo, no podemos esperar un futuro mejor para las nuevas generaciones. Por esto es tan importante acompañar la Jornada Mundial de la Juventud, próxima a realizarse en la ciudad de Río de Janeiro, en el mes de julio. Estas jornadas tuvieron su inicio en el Encuentro Internacional de la Juventud con el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en 1984. Allí el Papa entregó a los jóvenes la Cruz que se transformaría en símbolo de estas jornadas. Todas las JMJ han convocado a jóvenes de todos los continentes y han movilizado sus mejores energías para una vivencia eclesial con rostro nuevo, actual, renovado. Los grupos apostólicos, las comunidades religiosas, las parroquias, han aprovechado esos encuentros para invitar a jóvenes que participan de Jornadas Mundiales de la Juventud Año Ciudad 1987 Buenos Aires Santiago de Compostela 1989 Polonia 1991 Denver 1993 Juan Pablo II Manila 1995 París 1997 Roma 2000 Toronto 2002 Alemania 2005 Benedicto XVI Austria 2008 Madrid 2011 Rio de Janeiro Francisco 2013 Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
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sus apostolados o que no lo hacen para fortalecer su pertenencia eclesial. Los esfuerzos no han sido en vano porque para estos jóvenes la experiencia de reunirse con tantos otros de lugares tan diversos, ha dejado una huella grata en el corazón. Además, la posibilidad de compartir la fe, expresarla y celebrarla, cambia la vida creyente de estos jóvenes haciendo que esa vivencia sea el potencial religioso que alimente sus vidas cuando pasados los años, necesiten de esa agua viva que brota de la fe, reanimándolos y confortándolos en los momentos difíciles que a todos llegan. Pensando en esta nueva JMJ Rio que se aproxima y en contextos de renovación y cambio, tan invocados con el Papa Francisco ¿qué podemos desear e impulsar para estas jornadas? Muchas podrían ser las respuestas pero señalemos tres aspectos que son inaplazables: el encuentro con Jesucristo más que con la estructura eclesial, la alegría propia del reino anunciado por Jesús y el dinamismo misionero que surge de una fe viva y comprometida. Sobre el primer aspecto digamos una cosa esencial: la vitalidad del cristianismo no vendrá de reforzar las estructuras eclesiales sino del encuentro con Jesucristo vivo. Y vale la pena señalar esto porque la tentación de poner el énfasis en lo primero no es ajena al caminar eclesial de estos tiempos. No se quita que el Papa exprese la unidad de la fe y, al mismo tiempo, su universalidad y que por eso un encuentro con él tiene sentido y valor. Pero como el mismo Papa
Francisco ha expresado con sus actos, tanto él como todos los demás ministerios eclesiales están para el servicio y no para la vanagloria personal. Hay que aclamar a Jesucristo, reconocer su presencia y su gracia y en este encuentro como en todos, Jesús ha de ser el centro y la razón de todo acontecimiento eclesial. La alegría del reino anunciado por Jesús ha de ser también vivida con más fuerza en la Iglesia. Porque Jesús anunció “buenas noticias”, su mensaje -a diferencia del de Juan Bautista-, fue un llamado a la conversión “por la alegría que da el tesoro encontrado en el campo” (Mt 13,44). La lástima es que muchas veces se ha olvidado esta realidad y el cristianismo se convierte en un conjunto de preceptos que en lugar de liberar, se hacen “carga pesada” al estilo de aquellas cargas que los fariseos imponían a sus contemporáneos y que Jesús con tanta dureza criticó (Mt 23,4). Y en este aspecto que mejor que los jóvenes para ayudarnos a recuperar la alegría con todo lo que ella trae de sencillez, novedad, apertura, dinamismo, libertad. Es preciso creer que los jóvenes pueden enseñarnos mucho y que desde su forma de ser y ver el mundo pueden evangelizarnos con esa cara alegre del evangelio.
Delegación de Brasil, recibiendo la Cruz de la JMJ 2011 -Madrid, España-
dinamismo misionero que ha de caracterizar nuestra vida cristiana. De hecho el himno oficial de la JMJ dice “Cristo nos invita vengan mis amigos, Cristo nos envía sean misioneros”. En definitiva, nuestra oración y nuestro deseo porque la JMJ Rio 2013, sea una experiencia significativa para los jóvenes y que no se quede en la vivencia de esos días. Necesitamos que sea un paso más en la renovación eclesial que tanto deseamos y deje como fruto aires nuevos de juventud, riesgo y audacia para vivir la dimensión misionera de nuestra fe. Los jóvenes son, en efecto, fuerza de renovación y cambio y hemos de dejarles que sean mucho más protagonistas de la vida eclesial y de la manera de ser Iglesia en estos tiempos actuales. * Teóloga Docente de la Pontificia U. Javeriana Facilitadora del Programa Virtual de Formación Misionera
La delegación colombiana es la tercera más grande en número de participantes; compuesta por jóvenes, laicos, seminaristas, sacerdotes y obispos.
Finalmente la JMJ ha de ser un motor de arranque para el dinamismo misionero, fruto innegociable del verdadero encuentro con Jesús. Su presencia no nos encierra en el intimismo con Él. Por el contrario nos lleva a comunicar su presencia que dinamiza toda la vida. De hecho, el ponerse en camino para peregrinar a otra ciudad, el ir “ligero de equipaje” -se sabe que la mayoría de jóvenes se hospedarán en lugares sencillos que les abren las puertas para acogerlos y pasaran muchas horas como verdaderos peregrinos, con pocas comodidades y muchas actividades por realizar-, da ya un ambiente propicio para vivir este
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Pbro. Mario Álvarez Gómez*
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uestro país, en su inmensa mayoría, es bautizado y se profesa católico. A lo largo de toda su historia, desde la Colonia, hasta hoy, no han faltado ejemplos de grandeza espiritual, abonada en el espíritu católico que nos da la seguridad de caminar en la Iglesia de Cristo. También el espíritu de la reforma protestante del siglo dieciséis y otros movimientos cismáticos que lastimaron profundamente la Iglesia Católica, han tenido cabida en nuestra variopinta comunidad humana. Seguidamente todo el movimiento de la Ilustración y los efectos de la Revolución francesa se hicieron sentir en nuestro medio y fueron muchos de los nuestros, parlantes en este medio de aquellas ideas y propagadores de aquellas tesis, convencidos de haber encontrado la verdad. Los años de nuestra independencia nos encontraron envueltos en las más variadas y distintas teorías, todas ellas encaminadas a entregar a los hombres las herramientas de la verdadera libertad. Contra ellas pugnó la verdad de Cristo, anunciada por los misioneros católicos, propios y foráneos y la República nació y fue creciendo sosteniendo las banderas que nos enseña a blandir el Evangelio de Cristo. No fue nada fácil sostener en aquellos años la verdad evangélica anunciada y testimoniada por los miembros de la Iglesia Católica. La furia de unos postulados,
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claramente anticatólicos y muchos totalmente contra el cristianismo, hacían mella en la mente y las acciones de nuestros gobernantes y en la de los hacedores de las leyes que habrían de mostrarnos el camino de la libertad. A los postulados utilitaristas del inglés Jeremías Bentham (1748-1832) se sumaban corrientes francmasonas y, avanzando el siglo XIX, las teorías del materialismo histórico y dialéctico, fueron hallando puesto en una vida republicana que incipiente, necesitada de líderes de mirada de largo alcance, que superara lo novedoso y, tantas veces peligroso, para implantar leyes exentas de ambiciones partidistas y recelos de guetos. ¡Qué difíciles fueron los años en esta tierra amada de Colombia desde la Constitución de Cúcuta de 1821, hasta la Constitución de 1886! Tantísimas vicisitudes que llenan y colman, aún hoy, páginas enteras, que señalan, entre tantos dolores, el derramamiento fratricida de sangre de hombres y mujeres, que lucharon por tener un mundo mejor. Sin señalar que una bandera era buena por tener los postulados del Evangelio de Cristo entre sus principios y la otra era mala porque indagaba por los principios de la libertad ofrecidos por el pensamiento humano, una y otra bandera se enzarzaron en las más sangrientas batallas que buscaban imponer una ideología rubricada con la sangre de los compatriotas.
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La Iglesia en todo esto jugó un papel de fundamental equilibrio, llegando a tener entre sus hijos, ya quienes desaterrados, ya quienes sacrificados por acompañar una verdad que el tiempo y todas las circunstancias adversas no podrán disolver. En honor a la verdad, también hay que reconocer que el fanatismo encegueció a unos cuantos de los nuestros e impidió llegar a puertos más tranquilos en donde esa verdad, con serenidad y paz en los espíritus, no hubiera encontrado resistencia para su aplicación. La Constitución de Rionegro del año 1863, nacida ella en un ambiente anticatólico, sostuvo el ánimo enardecido de muchos compatriotas y el surco abierto por la sangre derramada en las batallas intestinas se ahondó y las muertes, vejaciones, expropiaciones, destierros y odios entre los colombianos aumentaron. Las guerras civiles se sucedían unas y otras con prontitud. En este ambiente de rencillas murió asesinado don Juan de la Cruz Montoya, padre de la niña Laura Montoya, que con poco más de dos años de edad emprendió el camino de la orfandad en todos los sentidos. Aquel día fue el 2 de diciembre del año 1876, en la población del suroeste antioqueño, la hidalga Jericó. La situación continúa siempre en un ambiente de crispación generalizada. El final del siglo nos sorprende con una batalla que por poco destruye
definitivamente lo alcanzado en casi cien años de vida republicana. Se trata de la Guerra de Los Mil Días, que en poco más de tres años, hizo morir a más de cien mil colombianos, una cifra escandalosa en esos momentos cuando nuestra población apenas sí contaba unos cuantos millones. Desde finales del año 1899 hasta iguales días del año 1902, una nube gris cubrió nuestro suelo patrio impidiéndonos ver la luz de la verdad en el perdón y la reconciliación. Continúa en una apretada calma el concierto nacional hasta llegar al viernes 9 de abril del año 1948, cuando es ya el Comunismo, amasado en todas las ideas antievangélicas, provoca el día más negro y la época más aciaga de la historia de nuestra vida republicana. “El Bogotazo” tuvo repercusiones en toda la Nación y fueron muchos los connacionales sacrificados ciegamente. De ello nos da razón la vida del MÁRTIR DE ARMERO, Padre Pedro María Ramírez Ramos, asesinado sacrílegamente en la plaza de Armero, Norte del Tolima, en la tarde del sábado 10 de abril de 1948. Tantas situaciones hacen necesaria una nueva Constitución y ésta será posible en el año 1991, amparando ella, entre tantas cosas, la libertad de cultos y buscando el noble fin de este propósito, dotarnos de capacidad humana para vivir en paz respetando las creencias ajenas a la nuestra.
S.S. Francisco saluda al Exmo. Cardenal Rubén Salazar Gómez durante la canonización de Santa Laura -Roma, mayo12 de 2013- Foto. CEC
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Es bueno hacer notar que el 9 de abril del año 2000, EL GRAN AÑO JUBILAR, el Papa Juan Pablo II, declaraba en Roma beato a un sacerdote colombiano, el Padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos, Párroco durante 45 años en Angostura, Antioquia. Era necesario mitigar el recuerdo doloroso de otro nueve de abril, 52 años atrás, en la historia de nuestra Colombia. Así las cosas, el domingo 12 de mayo de este año 2013, en la Plaza de San Pedro en Roma, el Papa Francisco proclamaba la primera Santa de Colombia, SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI, cuya vida no esquivó los más crueles sufrimientos provocados por la orfandad, la pobreza rayana en la miseria, el desprecio y la persecución hasta por hombres de la misma Iglesia de Cristo. Allí estuvimos en un ambiente de verdadera fiesta muchos y muchos colombianos: cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos en número muy grande. Allí, representando a toda la Nación, estaba el Doctor Juan Manuel Santos Calderón, Presidente de la República. Allí sentíamos a millones y millones de colombianos que robándole horas al sueño merecido, esperaron ansiosos poder contemplar por la televisión aquella escena plena de fe, que colmaba con creces nuestra historia de grandezas y miserias. Allí nos llevaron poco más de 200 años de historia republicana salpicados de sangre derramada sin sentido y colmados de las más agrias contiendas y los más dispares pensamientos. Allí confluyeron, en unos minutos, dos siglos y dos años más de historia grande la de la FE CATÓLICA de esta Católica Colombia que se resiste a morir sin “comprender las palabras del que murió en la cruz”. Allí nos llevaron la perseverancia, el heroísmo, la humildad y la grandeza de tantas y tantos colombianos que han sostenido la fe de Cristo en los más duros momentos de la historia nacional. Allí se agolparon en nuestro pensamiento, atropellados por la rapidez de la proclamación de la santidad de Laura Montoya, pronunciada por el Papa Francisco, los más grandes sentimientos y los más dolorosos padecimientos de colombianos sin número que han muerto en el altar patrio de la dignidad, rodeados de honores y reconocimientos o en el surco sacrílego de campos y ciudades, únicamente acompañados por la misericordia divina que no sabe distinguir entre nobles y plebeyos. Allí, en la Plaza de San Pedro en Roma, COLOMBIA FUE UNIVERSAL, y su tricolor ondeaba orgulloso mecido por los aires primaverales de la Roma de los Emperadores y de los Mártires. Allí, en la Plaza de San Pedro en Roma todos
Reliquias de Santa Laura -Roma, mayo12 de 2013- Foto. CEC
los colombianos presentes y millones de colombianos en el solar nativo, elevamos confiados una oración a Dios, por intermedio de Santa Laura Montoya, para que mantenga nuestra Patria libre del comunismo, en cada una de sus manifestaciones y concreciones. Allí, ante el Vicario de Cristo y por su ministerio Petrino, como que se detuvo el tiempo para esculpir en el mármol inmortal que sostiene la Iglesia de Cristo, el nombre tan colombiano como el que más, de SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI, Virgen y Fundadora. Gracias, Oh Dios; gracias antepasados nuestros; gracias contemporáneos de bien y deseosos de paz y reconciliación. Al día siguiente, lunes 14 de mayo, cuando en Colombia iniciábamos la celebración del AÑO CENTENARIO, para conmemorar los 100 años de fundación de esta magna Congregación, en la Basílica de San Pedro, en solemne concelebración, todos los colombianos nos unimos en acción de gracias a Dios por este regalo tan oportuno y comprometedor de la canonización de la Madre Laura. Cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos, en compañía del Señor Presidente de la República y gran número de sus colaboradores elevamos confiados esta acción de gracias unida a la petición de paz para nuestro país. Sigamos escribiendo esta página de grandeza, abierta por Santa Laura Montoya, como la primera Santa proclamada, nacida en “la hermosa tierra de Colombia” y continuada por beatos mártires y heroicos sacerdotes, por grandes obispos y laicos numerosos que, vestidos de blanco, como los visionados por el Apocalipsis, llevan al Cielo nuestra historia tejida de grandezas y miserias para alcanzarnos la verdadera paz que necesitamos. ¡VIVA SANTA LAURA MONTOYA! ¡VIVA COLOMBIA!
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*Director Nacional OMP de Colombia
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MIGUEL ÁNGEL BUILES PASTOR SEGÚN EL CORAZÓN DE DIOS + Flavio Calle Zapata -Arzobispo de Ibagué-
Monseñor Builes le dio organización definitiva a la diócesis de Santa Rosa de Osos, fue el encuentro de todas sus ovejas en los más distantes lugares mediante las Visitas Pastorales, fue maestro de la doctrina cristiana que repartió como ración oportuna a los fieles con su palabra viva y en sus Cartas Pastorales. Una importante faceta que salta al recordarlo es su condición de gran guerrero en las batallas por la defensa de la fe y las costumbres cristianas. Asumió como lema la instrucción de San Pablo a Timoteo “mantente firme en el noble combate de la fe” 1Tim 6, 12. Sembró siempre en las almas el tesoro de la fe, salió en defensa tanto de la sana doctrina como de los fieles engañados por los errores y herejías o atrapados en vicios y malas costumbres.
Monseñor Miguel Ángel Builes
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a riqueza de frutos que heredó a la Iglesia Monseñor Miguel Ángel Builes, tiene su fuente y explicación en que fue un “pastor según el corazón de Dios”. Fue fiel a la Palabra de Dios que pide a los pastores: “Apacienten el rebaño que Dios les ha confiado, … como modelos del rebaño…” 1Pe 5, 2-4 El alma de Monseñor Builes fue moldeada en la cultura humana y cristiana que recibió de sus padres y de su familia. Su vocación sacerdotal fue clara y en todo tiempo bien correspondida. En su ministerio como párroco aprendió el arte de vivir para los fieles, alimentándolos con el pan de la Palabra divina y la gracia de los sacramentos. Dios tenía para él un horizonte que le exigiría ensanchar su corazón de pastor, no sólo a la dimensión diocesana sino hasta los confines de la Iglesia universal. Dios se agradó por su inmensa fe, le abrió un mundo nuevo, le inspiró grandes proyectos, lo asistió con las gracias y oportunos recursos en la ejecución de los mejores sueños de su vida. Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
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Los títulos y la argumentación de sus Pastorales dejan ver a un moderno Atanasio que expone la verdad y el bien con sólida doctrina, en lenguaje claro y directo, equipado de valentía evangélica, sin temor alguno ante los riesgos. En todos sus escritos se refleja el pastor que ama a la Iglesia y pone en fuga al lobo para que no devore las ovejas. Como apologista se equipó de poderosa armadura espiritual, en especial como él lo decía, empuñó la espada de San Miguel Arcángel. Cultivó una profunda devoción y amistad espiritual con Santa Teresita del Niño Jesús y San Francisco Javier, los grandes cómplices celestiales de su gesta misionera. Por su condición de pastor e inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia dio oportunas indicaciones a los fieles para su participación política y ciudadana, denunciando lo que causaba daño material y espiritual a la Iglesia y a la Patria. Celoso pastor en la búsqueda y cultivo de las vocaciones sacerdotales tanto para el clero diocesano como para las misiones. Construyó los Seminarios de
Santa Rosa de Osos y Yarumal, amplios y modernos para su tiempo, dotados de todo lo necesario para un buen funcionamiento. Como fruto de su corazón misionero florecen en la Iglesia tres grandes comunidades religiosas que siembran la fe católica en países de varios continentes. Sus hijos religiosos se siguen alimentando de la sabiduría y altura mística de su testamento espiritual. Llevó en el alma no sólo la Iglesia, sino la humanidad entera que quería evangelizar y conducir a la salvación. Amó a la Virgen María con entrañable afecto, la predicó sin descanso, le compuso oraciones e inspirados cantos, le prometió y edificó una hermosa e imponente basílica que hoy se eleva como una permanente oración hasta el corazón de Dios. TOMADO DEL BOLETÍN DE ESPIRITUALIDAD N. 9
TESTIGO DE LA CONTEMPLACIÓN
de oración. Para el Señor Builes, el énfasis hay que ponerlo en la contemplación porque es en ella en donde Dios realiza las verdaderas transformaciones en la vida de una persona, y es allí en donde se vive realmente “vida espiritual”, es decir, una vida guiada, orientada por el Espíritu Santo: “Jamás me volveré a ocupar de mis acciones humanas y personales, sino de la acción divina del Espíritu Santo en mí. No es quietismo estulto que anule mis actividades por Dios, sino un abandono total y absoluto en la acción del Espíritu Santo en mí. Cuántas veces, por estar en elucubraciones y preocupaciones habré impedido la labor de mi Dios en mí, en vez de dejar al Señor realizar su obra. No más agitaciones pues, no más actividades locas: me reduciré al estado pasivo de mi Teresita para que pueda trabajar el Espíritu Santo. Por mí mismo nada puedo; mi actividad personal me parece egoísmo; que obre pues, en mí, el Señor. Para ello, calma, serenidad, paz, dulce tranquilidad interior, humildad en fin, a lo Teresita y confianza absoluta en nuestro Señor”. TOMADO DEL BOLETÍN DE ESPIRITUALIDAD N. 10
Pbro. Guillermo Olmos León Misionero Contemplativo Javeriano Ad-Gentes
El Siervo de Dios Miguel Ángel Builes nos ha dejado el testimonio de su propia búsqueda. Para él no era suficiente la oración vocal con sus largas cadenas de rosarios que recitaba durante el día, ni el rezo de la liturgia de las horas, ni la meditación diaria de los misterios de la vida de Jesús que practicó con una perseverancia envidiable. Tampoco era suficiente el repetir de las jaculatorias que recomendaba hacer. Más allá de estos esfuerzos por disponer su alma a la unión de amor con Dios Trinidad, durante toda su vida buscó siempre la contemplación de Dios en todo, según su propio testimonio. Las citas son innumerables: “Mi principal pensamiento hoy ha sido este: ser contemplativo en mi actividad. Y ello no lo creo imposible porque es mi Dios quien me inspira, es mi Dios quien me mueve, es mi Dios quien me guía y es mi Dios el único por quien laboro”. El hace una distinción muy importante -que valdría la pena mantener y que no siempre ha sido tenida en cuenta- entre contemplación y las otras formas
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Santa Teresita del Niño Jesús
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FE PROFUNDA DE Excmo. Mons. Libardo Ramírez Gómez*
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al vez para unos pocos es motivo de vergüenza, pero para la inmensa mayoría título de honor, la fe profunda del pueblo colombiano. Lamentablemente, tantos crímenes de la violencia armada e intrafamiliar y tantos negocios turbios de algunos de los nuestros, difunden fama negativa de nuestro país, pero, en medio de esas innegables fallas de algunos compatriotas, el denominador común es el de una religiosidad que se lleva en las venas, es algo que, podemos decir “pertenece al alma nacional”. No que sea exclusivamente nuestro, sino, felizmente, compartido por diversos credos religiosos, es realidad que nos coloca en primera fila de los creyentes.
vivencialidad de los sembradores. Graves antitestimonios hubo de parte de conquistadores y colonizadores, pero, el germen religioso que había en los aborígenes, el testimonio de misioneros, y la defensa de parte de ellos de los nativos, la constancia y sacrificio con que se hizo la siembra religiosa, la visible protección de Dios y materna presencia de la Virgen María en obra evangelizadora, lograron esa realidad de fe profunda del pueblo colombiano.
Exmo. Mons. Daniel Falla en rueda de prensa, ratificando “no al aborto”. -Bogotá, octubre 2012- Foto. CEC
Propagan algunos que la cristianización del Continente y de Colombia fue algo superficial e impositivo, pero la profundidad de convicciones y la estabilidad en ellas son demostración que la siembra fue de calidad por la sencilla, y por el estilo y Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
Que a nombre de Dios y del manto religioso se hayan cometido abusos, es innegable realidad, pero, el positivo y valioso contenido de la evangelización ha dado potencia para defenderse de esas carcomas, así como un organismo sano se defiende de los virus que tratan de inficionarlo. Es que actitudes como las de los misioneros De las Casas, o vidas ofrendadas a favor de los negritos esclavos como la de S. Pedro Claver, y, a favor de los indígenas
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como la Madre Laura Montoya, o la sacrificada vida de un Padre Marianito entre sus campesinos de Antioquia o de un Padre Almanza entre los pobres de Bogotá, son testimonios vivos que gritan un mentís a quienes quieran minimizar la siembra evangelizadora, y respuesta irrefutable a quienes la sindican hasta de “negocio religioso”, según calificativo de obcecados columnistas de prensa envenenados con fobia antirreligiosa. Pero, es de destacar, también, que como contribución a esa siembra de fe en nuestras gentes está el hecho de que líderes de nuestra nacionalidad como un Bolívar o un Santander, un Nariño o un Sucre, un Núñez o un Marco Fidel Suárez, en medio de los ires y venires de los pensamientos de su época dieron muestras de la fe presente en sus mentes y corazones. Es que hasta los mismos que ostentan “ateismo”, son los que dicen “gracias a Dios soy ateo”. Hasta allá llega esa profunda fe de los colombianos, consciente o inconscientemente manifestada.
Congreso Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera. -Bucaramanga, 29 junio de 2012-
Cómo, conforta, en nuestros días, que a pesar de los ríos de tinta en escritos contrarios a la religión, y de diarias vociferaciones en radio y televisión en esa línea negativa, sentir la perseverancia de tantas personas que disfrutan con gozo de la preciosa herencia de fe recibida de nuestros mayores. Hay quienes con arrojo y decisión, desde todas las clases sociales, defienden los principios religiosos en cuanto al respeto a la vida humana desde el vientre materno, y la dignidad del matrimonio y de la familia, que piden, mano firme ante tanta corrupción en negocios públicos y privados y ante crímenes atroces cometidos desde violencia organizada, que dolosamente quieren cubrir bajo manto de reivindicaciones sociales. Tenemos, además, una multitud innúmera de colombianos que con purificada devoción acuden a la Misa dominical, a piadosa celebración de Semana Santa, a orar en Santuarios de la Virgen bajo advocaciones del Carmen, de las Mercedes o del Rosario, al Señor de los Milagros o al Divino
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Niño, y testimonios de familias enteras que festejan devotante la Primera Comunión, o el Bautismo o el Matrimonio exaltado a Sacramento. Gentes sencillas del campo, obreros que ofrecen su trabajo a Dios, funcionarios públicos de las diversas categorías, banqueros o profesionales, de todas las edades y de todas las latitudes de la Nación, los encontramos, por igual, dando testimonio y continuidad a esa fe profunda que es orgullo del pueblo colombiano. Felizmente, tenemos hoy bien organizados en todas las Diócesis del País, y con respuesta entusiasta del Clero y de las feligresías, programas de NUEVA EVANGELIZACIÓN que van dando continuidad a la obra evangelizadora del ayer, de frente a las circunstancias de urbanismo y clima de absorbente secularización, siempre confiados en la fuerza de lo Alto y de un Jesucristo que nos dice: “en el mundo encontrarán dificultades y tendrán que sufrir, pero tengan ánimo, yo he vencido al mundo”. (Jn. 16,33). *Presidente del Tribunal Eclesiástico Nacional y Obispo emérito de Garzón, Huila
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Pontificia obra de la Propagación de la Fe
JÓVENES: “DÉJENSE AMAR POR CRISTO Hna. María Ofelia Gómez Ruíz *
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eguimos agradeciendo y valorando la vida y misión de la Madre Laura Montoya, nuestra primera santa colombiana, su aporte invaluable a la gran tarea evangelizadora. Al visitar el sitio web de las Hnas. Lauritas, encontramos: ”…Alguien comparó a la Madre Laura, con un mar inmenso de tonalidades distintas y de insospechadas riquezas, de profundidades escondidas como si Dios hubiera volcado en su ser diferentes carismas, porque necesitaba una mujer polifacética para cumplir la misión para la cual la había destinado…” Por ser ejemplo y modelo para todas las generaciones, la proponemos para los jóvenes, puesto que ella como todo buen maestro al igual que el sol, expande por doquier, luz y calor. Dejémonos seducir y contagiar por su gran amor a Dios y a los hermanos. Cómo es edificante compartir mensajes que transforman vidas y afirman el caminar misionero en breves y significativas líneas resaltemos apartes del mensaje del Papa Benedicto XVI, para la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro -julio de 2013Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
Y SEAN LOS TESTIGOS QUE EL MUNDO NECESITA”
üEscuchemos ü una llamada apremiante: es urgente testimoniar la presencia de Dios. üInvitados ü a ser discípulos de Cristo: el compromiso misionero es una dimensión esencial de la fe; no se puede ser un verdadero creyente si no se evangeliza. üSe ü nos exige Ir: cuánto más conocemos a Cristo, más deseamos anunciarlo. üDebemos ü llegar a todos los pueblos: ser instrumentos del amor inmenso y universal de Dios. üLa ü tarea es hacer discípulos: debemos conducir a los evangelizandos para que encuentren a Cristo vivo, en modo particular en su Palabra y en los sacramentos. üPermaneciendo ü firmes en la fe: la evangelización auténtica nace siempre de la oración y está sostenida por ella. üEn ü comunión con toda la Iglesia: nadie puede ser testigo del Evangelio en solitario. üY ü responder: Aquí estoy, Señor: sean el corazón y los brazos de Jesús. Den testimonio de su amor. Grupo de jóvenes de la EFAM. -Zipaquirá; Cundinamarca, Semana Santa 2013-
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Que nada sea obstáculo para seguir avanzando hacia la realización de la Jornada Mundial de la Juventud, sino que todo se transforme en escalón para seguir ascendiendo por las rutas trazadas.
Juventud Misionera de Barranquilla, participando en el CONIAM. -Bucaramanga, 1 de julio de 2012-
Nos uniremos a las múltiples actividades que allí se vivirán, entre ellas:
üPuntos ü turísticos: lugares como Cristo Redentor, Pan de Azúcar, listos para recibir a los peregrinos.
üCelebraciones ü litúrgicas y actividades religiosas: encuentros, momentos fuertes de espiritualidad y formación. üMúsica: ü en los escenarios del Festival de la Juventud, se entona un sólo canto: la fe en Jesucristo. üExposiciones: ü los jóvenes ven cómo los artistas buscan y reflexionan a Dios por medio de las artes. üTeatro: ü en cada expresión, sonrisa y lágrima, un lenguaje universal de jóvenes corazones entusiastas. üItinerarios ü de fe: en algunas Iglesias de Río de Janeiro, una riqueza única y una belleza indescriptible. üSenderismo: ü muchos caminos llevarán al peregrino a encontrar a Dios en la naturaleza. üDanza: ü será al igual que las olas de los mares cariocas que bailan por la rambla de la ciudad. üCine: ü programación en torno al Séptimo Arte.
En ambiente de oración y con toda la información que se ha difundido por diversos medios sobre este gran acontecimiento eclesial, tendremos motivación para estar en comunión y proyectar desde ya nuestras celebraciones en cada rincón de la patria colombiana, el 03 de agosto, jornada nacional de la juventud. Hay que cultivar en las familias los valores del evangelio, sólo así será posible que nuestros hogares sean semilleros de vocaciones. Invitamos a los jóvenes, a no tener miedo de la llamada de Cristo, a tener la certeza de que Él colma de alegría a los que responden a su invitación a dejar todo para quedarse con Él y dedicarse con todo el corazón al servicio de los demás. Del mismo modo, es grande la alegría que Él regala al hombre y a la mujer que se donan totalmente el uno al otro en el matrimonio para formar una familia y convertirse en signo del amor de Cristo por su Iglesia.
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Ofrezcamos fervientes plegarias por los jóvenes, para que sean capaces de mantener el corazón puro, ideales nobles y una vida orientada por el espíritu de las bienaventuranzas, que les lleve a adquirir poco a poco pero con firmeza el coraje profético que impulsa y mantiene grandes causas y se forjen en la paciencia histórica que permite liderar procesos de cambio en aras de una auténtica evangelización para todos. Y puesto que todos vivimos bajo el arco iris de la gracia y del gesto misericordioso y liberador de Dios en Jesucristo, nos queda emprender el vuelo y elevar la mirada hacia la Virgen María madre y modelo de la juventud, en cuyas manos y bajo su manto protector confiamos el ser y que hacer de los jóvenes en esta su Iglesia que cuenta con ellos. Y juntos oramos así: ¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, con el esplendor de Tu Verdad y con el fuego de Tu amor, envía Tu Luz sobre todos los jóvenes para que, impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud, lleven a los cuatros rincones del mundo la fe, la esperanza y la caridad, convirtiéndose en grandes constructores de la cultura de la vida y de la paz y los protagonistas de un nuevo mundo. ¡Amén! * -Misionera TeresitaSecretaria Nacional POPF propagafe@ompdecolombia.org
Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
Pontificia Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera
JORNADA NACIONAL DE LA IAM Y SU CUMPLEAÑOS 170 Disney López Lara *
CARTAGO El pasado 1 de mayo, los niños, niñas y adolescentes de la IAM, se reunieron en el municipio de Zarzal - Valle para celebrar los 170 años de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera en el mundo. Nos acompañaron los sacerdotes: Néstor Vinasco, Jorge Mario Betancourt, Carlos Alberto Vásquez, Fernando Arango; algunas religiosas, coordinadores de la IAM, de las parroquias de: El Dovio, San Pedro y San José de la Unión, Perpetuo Socorro de la Unión, Ansermanuevo, Bolívar, Fátima de Cartago, Obando, el Carmen y las Mercedes de Zarzal, San Sebastián, la Trinidad y el Misericordioso de Roldanillo. En total asistieron 438 personas, en compañía también de padres de familia.
TUNJA Con motivo de los 170 años de la Infancia y Adolescencia Misionera, el pasado 5 de mayo, 300 niños pertenecientes a las diferentes parroquias de la Arquidiócesis de Tunja se unieron a esta gran celebración, comenzando esta Jornada con la consagración de los niños y las niñas en el Santuario de Nuestra Señora del Milagro por parte del Padre Milton Sánchez, quien nos regaló una bendición muy especial. Con el apoyo de la administración municipal de Oicatá y Soracá, nos desplazamos al municipio de Oicatá donde fuimos acogidos cariñosamente, compartimos con la Policía infantil, acólitos de las parroquias de la Santísima Trinidad, Soracá, Oicatá y las Nieves. La Sagrada Eucaristía fue trasmitida en directo por Telesantiago y celebrada por el Pbro. Justiniano Barón (Párroco de Oicatá), Pbro. Ángel Auli Rojas (Director de Pastoral Infantil) y nuestro Vicario de Pastoral Pbro. Jaime Sanabria, quien en su homilía nos recordó los 3 sueños de JESÚS: Unidad, Estar con Jesús y Contemplar su gloria.
CARTAGENA El 5 de mayo, se reunió la Infancia y Adolescencia Misionera de la Arquidiócesis de Cartagena de 8 a 12 a.m. El punto de encuentro fue en el barrio Las Palmeras; parroquia “Inmaculada Concepción” de la zona 3, asistieron la gran mayoría de las parroquias de la ciudad de Cartagena. En total 500 niños fueron los que con gran aceptación, cariño, entusiasmo y alegría motivaron el encuentro. Se realizaron presentaciones culturales, talleres y se rezó el rosario misionero. Se finalizó el Encuentro con la Eucaristía, presidida por el Padre Alejandro Pimentel, Director Arquidiocesano de Misiones OMP Cartagena. Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
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CON EL COMIMALEX EL COLEGIO TERESITA DE LISIEUX–DIÓCESIS DE FONTIBÓN Bajo el lema: Para Conocer, Amar y Seguir a Jesús, se realizó el pasado sábado 25 de mayo el Congreso Misionero Mariano Lexoviense COMIMALEX, en el marco de la celebración de los 170 de la Infancia Misionera. Con la participación de 170 niños y niñas, y la compañía de algunos padres de familia. Dicho evento fue organizado por el Colegio Teresita de Lisieux desde el proyecto de la Infancia Misionera, este fue un espacio brindado a niños, niñas y adolescentes para fortalecer su ser de discípulos misioneros de Jesucristo. Fue un tiempo de gracia y bendición para todos los organizadores y participantes: Padres de Familia, Comunidad de Hermanas Misioneras de Santa Teresita del Niño Jesús, docentes del Colegio y por supuesto los homenajeados de la jornada, niñas, niños y adolescentes.
MEDELLÍN La Infancia Misionera de la Arquidiócesis de Medellín, celebró los 170 años de la IAM, ¡170 años animando, formando y comunicando en la fe!. Con la participación regional de las Diócesis de Santa Rosa de Osos, Jérico, Girardota, Santa Fe de Antioquia, Sonsón-Rionegro. También, se contó con la presencia de la Secretaria Nal. de la IAM Disney López Lara. El evento se realizó en Plaza Mayor, con la asistencia de 1.500 personas, la Secretaria de Misiones, Liliana María Restrepo y el Coordinador de la IAM, Andrés López organizaron toda una logística excepcional para llevar a cabo un evento de tan gran magnitud. El concierto estuvo a cargo de Diego Torres, cantante de música católica, quien amenizo con sus melodías y grupo toda la jornada. Agradecemos al Director Arquidiocesano de OMP Medellín, Mons. Macario Botero y a su excelente equipo de trabajo.
ISTMINA – TADÓ Con la participación de 194 niños de Infancia y Adolescencia Misionera, celebramos la Jornada diocesana el 25 de mayo, conmemorando los 170 años de esta bella Obra Pontificia. El Excelentísimo Monseñor Julio Hernando García Peláez, Obispo de la diócesis, dio apertura a esta significativa jornada con la celebración de la Eucaristía en la que animó a todos los niños a ser grandes misioneros de Jesús en el mundo entero, convirtiéndose también en evangelizadores de otros niños. Agradecemos la presencia de los sacerdotes, seminaristas, religiosos y asesores que acompañaron y motivaron el encuentro. Los niños, niñas y adolescentes de la diócesis misionera de Istmina – Tadó envían un saludo a todos los niños del mundo y los invitan a unirse a esta gran obra del Papa. * Secretaria Nacional POIAM infanciamisionera@ompdecolombia.org
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Pontificia Obra de San Pedro Apóstol
APOYAR LAS VOCACIONES MISIONERAS
Pbro. Javier Alexis Gil H. *
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esús nos enseña cómo realizar la pastoral vocacional. Él llamó a hombres concretos con rostro y cultura propia. La Iglesia, a lo largo de la historia de la evangelización, ha ido promoviendo el clero nativo y ha visto con claridad que Dios es generoso y que siembra la semilla vocacional en el corazón de muchos jóvenes de las diversas comunidades cristianas que el mismo Señor suscita con la predicación que su Iglesia hace en todas las naciones.
ES EL MEJOR REGALO PARA LA IGLESIA Y EL MUNDO Desde el año 1889, dos mujeres laicas, Estefanía y Juana Bigard, madre e hija respectivamente, recibieron un rayo del Espíritu Santo para fundar la Obra de San Pedro Apóstol. Ellas escogieron el nombre del primer Papa para expresar su adhesión al Vicario de Cristo y su comunión universal en la causa vocacional. Fue el Papa Pío XI quien la instituyó Pontificia, junto con la Infancia Misionera y la Obra de la Propagación de la Fe, el 3 de mayo de 1922.
Estudiante del Seminario Mayor San Pío X, participando del VIII Encuentro Nacional Misonero de Seminaristas. -Istmina, Chocó. Junio 27 de 2013-
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El objetivo principal de la Pontificia Obra de San Pedro Apóstol es sensibilizar al Pueblo de Dios sobre la urgencia de apoyar espiritual y económicamente las vocaciones nativas, sobre todo a los seminaristas de los Territorios de Misión presentes en todo el mundo. Acojamos con fe la propuesta de recibir una foto del Papa Francisco en donde pedimos su colaboración económica voluntaria para apoyar esta causa vocacional universal. No hay duda de que nuestra mejor ofrenda es una vida fiel al Señor, ser de verdad un creyente que honestamente está en camino de dejarse transformar por Jesús y en él vivir su bautismo como llamada a la santidad y a la misión, así lo indicaba el Papa Pablo VI. Vida cristiana vivida como entrega total a la Voluntad de Dios y al servicio de los hermanos. Y en esa entrega dar también, de lo mismo que Dios nos ha dado, nuestra colaboración económica para “que ninguna vocación se pierda por falta de ayuda”.
Rosario misionero en Tadó, Chocó, durante el VIII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas. -Istmina, Chocó. Junio 28 de 2013-
En el siglo XVII, el beato Papa Inocencio XI decía: “quiero más la ordenación de un sacerdote indígena que la conversión de 50.000 cristianos”. De esta expresión denota la magna importancia que tiene el apoyar a los seminaristas, especialmente a aquellos que en África, Asia y América se preparan para servir en las diversas Iglesias misioneras que carecen de clero nativo. Monseñor Gerardo Valencia Cano decía: “Sentimos la orden imperiosa del Vicario de Cristo de formar al clero nativo... este clero secular para la selva y el llano, el desierto y la costa, había de ser un invento tan maravilloso como la luz eléctrica”. Es maravilloso considerar el particular momento de Gracia que el Señor nos permite vivir con el pontificado del Papa Francisco, el Papa alegre, el Papa humilde y sencillo, el Papa sabio y decidido. En sus mensajes encontramos un constante llamado a SALIR DE NOSOTROS MISMOS, a darnos y a dar el Evangelio a los demás, a tener la valentía de anunciar a Cristo viviendo nosotros, no un
cristianismo mundano, sino un cristianismo auténtico que implica el gozo de abrazar la cruz por amor al Señor y por amor a los hermanos. Es en esa perspectiva de fe que debemos vivir nuestra participación en la POSPA, la Obra del Papa que apoya las vocaciones misioneras del mundo entero. Y en ese ambiente especial de gracia, nosotros los colombianos, hemos recibido el tesoro inagotable de fe y de fuego misionero, en la persona de Santa Laura Montoya. La Iglesia, al canonizarla, nos la propone como testigo auténtico y seguro del seguimiento del Señor. Dos de las convicciones fundamentales de fe vivida en la Madre Laura fueron la fidelidad a Dios y la plena confianza en él. En una ocasión una mujer desesperada por su vida disoluta y ya al borde del suicidio, es atraída por el rostro sereno y lleno de paz que ella vio en la joven maestra Laura Montoya. El golpe de gracia para la conversión de aquella mujer desesperada, fueron las siguientes palabras que escuchó de Santa Laura: “piense en que mi paz es hija de la confianza en Dios”.
Confiemos plenamente en Dios y pidamos la gracia de la generosidad apostólica y del celo por ganar a muchos para el Señor. De esta atmósfera de fe brota espontáneamente el dinamismo misionero y la alegría de contribuir para que haya santos sacerdotes que renueven la Iglesia en todo el mundo. Una fe que se estanca en nuestros esquemas mentales, en nuestro parecer y que no sale por temor a fallar o por la pereza espiritual que es inevitable consecuencia de una vida según los criterios del mundo, que en el fondo se reducen a uno solo: el egoísmo. Una vida guiada por el egoísmo no sirve, imposibilita la felicidad y frustra el proyecto de Dios para cada persona. Es tiempo de cambiar de mentalidad, de abandonar toda inercia o indiferencia y potenciar todo lo que implique hacer el bien a los demás. El mayor bien que podemos hacer es dar a Jesucristo. El sacerdote tiene como misión hacer que los hombres se reconcilien con Dios y vivan en su amistad. * Secretario Nacional POSPA Y PUM pospa@ompdecolombia.org
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Pontificia Unión Misional
VIII ENCUENTRO NACIONAL MISIONERO DE SEMINARISTAS Una experiencia significativamente misionera
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esde el 26 de junio hasta el 1º de julio nos hemos reunido en la diócesis misionera de Istmina – Tadó, para vivir el VIII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas bajo el lema “Seminaristas de corazón creyente y testimonio atrayente”. Ha sido una experiencia de encuentro verdaderamente significativa: la alegría, la comunión, el estudio, la misión y la vivencia espiritual de la fe fueron los baluartes de este gran evento misionero que celebramos los 117 delegados de 45 seminarios, casas religiosas e institutos misioneros de nuestra Iglesia colombiana. Encomendados a la Santísima Madre, La Virgen María, Estrella de la Nueva Evangelización y a nuestra querida santa misionera colombiana, Madre Laura Montoya Upegui, se dio apertura al encuentro el día miércoles 26 de junio a las 6:00 p.m. con una emotiva procesión por el municipio de Istmina, orando al lado de la Madre del Cielo y con alegres cantos que empezaban
a reflejar el espíritu de alegría y comunión misionera. Los habitantes de Istmina, en su mayoría afro descendientes, nos acogían con gran festejo y felicidad, en medio del “bunde” y al lado el sonido de la tambora fueron experiencias de gozo que entusiasmaron a los participantes, los cuales veían con gran admiración estas ricas y valiosas manifestaciones culturales de la población afrodescendiente. Hombres y mujeres que, sin duda alguna, llevan en su sangre el folclor que da significado y sentido a la vida misma, llenándola siempre de felicidad. Iniciamos la procesión en una parroquia ubicada a la entrada de este bello municipio llamada San Francisco de Asís. Anduvimos aprox. 2 kilómetros hasta llegar a la Iglesia Catedral, cuyo titular es San Pablo. Después de esta experiencia procesional en la que tuvimos el primer encuentro de cercanía a la comunidad istmineña, se dio inicio a la eucaristía de apertura, presidida por el Excmo.
Mons. Julio Hernando García Peláez, Obispo de la diócesis anfitriona. Nos acogió con alegría, resaltó los nobles y significativos valores culturales, humanos, ambientales y, sobre todo, espirituales que poseía su diócesis; ubicada en el departamento de Chocó, zona caracterizada por poseer una enorme riqueza ambiental: montañas, selva, ríos y mar. Y así lo íbamos constatando al sentirnos rodeados por toda esta hermosura natural. La eucaristía de apertura nos comprometió con el quehacer misionero. Sabíamos muy bien a qué veníamos: a vivir como hermanos, a ser testigos del amor de Jesús y compartirlo con las familias de Istmina. El día sábado sería la gran oportunidad misionera, y ya estábamos ansiosos de salir a encontrarnos con las familias para compartirles nuestra experiencia de encuentro con Jesús y, mucho más, para aprender de ellas, conocerlas y escuchar la voz de Dios por medio de estos hermanos que seguramente, tendrían mucho que aportar a nuestra formación como futuros presbíteros.
Seminarista en experiencia misionera durante el VIII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas. -Istmina, Chocó. Junio 29 de 2013-
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Participantes del VIII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas. -Istmina, Chocó. Junio 26 de 2013-
Después de la eucaristía nos dirigimos al seminario mayor San Pio X, lugar donde estaríamos pernoctando durante los días del encuentro. Los seminaristas y formadores de la diócesis nos dan una fraternal y alegre acogida. Veíamos en ellos un rostro nuevo, en su mayoría afrodescendientes, que reflejaban un gran espíritu misionero. Nos íbamos dando cuenta, cada vez más, que estábamos en la gran diócesis misionera de Colombia: Istmina – Tadó.
Se abre el segundo día de jornada, jueves 17 de junio. Celebramos la eucaristía en las horas de la mañana y un nuevo impulso nos contagia de espíritu misionero. Preside la eucaristía el P. Mario Álvarez Gómez, Director Nacional OMP de Colombia; su homilía centrada en el don de la libertad nos lleva a meditar sobre la vocación misionera como una respuesta al amor de Dios que se realiza en este contexto humano. Dios nunca nos deja solos, camina siempre con nosotros, acompaña nuestra respuesta; pero, ¡Qué experiencia, qué admiración!... ciertamente, somos nosotros quienes Veíamos cómo iban pasando varios decidimos. Somos libres, de esto no presbíteros de la diócesis, todos con hay duda alguna. su cruz misionera en el pecho, botas hasta las rodillas con la que deberían Los ecos del sínodo sobre la nueva atravesar los ríos y la selva para llegar evangelización fue el tema de la a sus comunidades parroquiales y, en primera ponencia a cargo de S.E. su semblante, una sonrisa con que Julio Hernando García Peláez, quien transparentaban el rostro de Jesús fue un padre sinodal y nos compartió con la que nos decían: bienvenidos a la experiencia que tuvo en Roma nuestra diócesis misionera. durante el sínodo. Esta asamblea sinodal, por las palabras de Mons. Llega la noche del primer día, después Julio Hernando, ha sido una gran de la presentación de las delegaciones oportunidad para vivir la catolicidad. y el rezo de las completas vamos a Allí se hizo presente la Iglesia con descansar. Estábamos alegres, ya nos delegados de todos los continentes, íbamos contagiando del baile y los cada padre sinodal tuvo cinco minutos cantos del pueblo chocoano con el cual para su participación y, con paciencia, nos acogieron. Experimentábamos se escuchaban las intervenciones de cómo Jesús nos hablaba, susurraba todos. Un punto de partida común a nuestros oídos diciéndonos esto que resaltó el sínodo fue la Iglesia y es misión, no sólo comprendido su misión evangelizadora como obra territorialmente, sino por las de la Santísima Trinidad: “la Iglesia situaciones de la evangelización. La continúa la misión del amor de Dios en sencillez con la que vive este pueblo, la el mundo”. Y desde esa idea, Monseñor humildad, el despojo de tantas cosas nos invitó a todos los participantes a materiales dejaba brillar la noticia del llevar esta experiencia de amor de Dios Evangelio. Además de mucha teología al mundo con entusiasmo y coraje. dogmática se percibe una teología vivencial. Las condiciones y situaciones El Concilio Vaticano II en la formación en que se desarrolla la vida normal de de la fe del seminarista fue el segundo este pueblo nos habla de Dios. Aquí sí tema reflexionado a cargo del P. Mario que experimentamos que no somos Álvarez Gómez, quien nos llevó a nosotros los que hemos venido a traer entender esta experiencia del Concilio el evangelio; al contrario, Dios nos como un gran acontecimiento en sale al encuentro en las cosas sencillas la historia de la Iglesia, “un nuevo que empezamos a vivir y que nos paradigma eclesial y teológico”. Fue, evangelizan.
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efectivamente, un impulso del espíritu que nos ayudó, como Iglesia, a “salir de sí” y abrirnos al mundo, a ser luz de los pueblos, testigos de la vida y de los valores del reino de Dios en medio de un nuevo mundo que, paulatinamente, va cambiando y reformándose en todas sus dimensiones. Y, en este mismo sentido, hizo la primera intervención el P. Juan Álvaro Zapata Torres, Director del Dpto. de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la CEC, con el tema Desafíos para el seminarista hoy. Inició acercándonos a la palabra desafío, definiéndola como una situación que suscita una conducta de reto, lleva a enfrentarse a las dificultades con decisión. Ha dicho que una actitud desafiante es lo contrario a una actitud conformista; quien desafía lucha, se opone y critica. Estos desafíos nos llevaron a detenernos un momento para reflexionar mucho más en nuestra llamada y nuestra respuesta. La verdad y la libertad se convirtieron en dos aspectos fundamentales de esta experiencia de introspección que generó en cada uno grandes deseos de continuar respondiendo con fidelidad a este impulso misionero al que Dios y la Iglesia nos motivan. El tercer día del encuentro lo hemos vivido en el municipio de Tadó, CoCatedral de la Diócesis. Una población del Chocó con gran desarrollo. Allí nos esperaba el Excmo. Mons. Guillermo Orozco Montoya, Obispo de Girardota y miembro de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados, quien nos compartió el tema “el reto de la catequesis para el presbítero de hoy”; nos ha dicho, fundamentalmente, que hoy se propone una nueva visión de la identidad de la catequesis: el rostro de una catequesis renovada y evangelizadora, al servicio de una fe personalizada y madura, en función del nuevo modelo de cristiano, de Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
comunidad y de Iglesia que estos tiempos reclaman.
testigos de una experiencia de amor y confianza en Dios.
Seguidamente, el P. Juan Álvaro Zapata, nuevamente intervino compartiéndonos el tema “el presbítero que necesita hoy la nueva evangelización”, en donde nos invitó a ser hombres integrales, fieles discípulos de Jesucristo, pastores según el corazón de Dios, servidores solícitos de las comunidades, buenos obreros de la Iglesia diocesana, inculturizados, defensores de la vida y promotores de la paz, abiertos a la misión universal; en síntesis, presbíteros a imagen del buen samaritano.
Terminamos el tercer día en el municipio de Tadó con la celebración Eucarística Presidida por el Excmo. Mons. Julio Hernando García Peláez y acompañados por la comunidad parroquia de la Co-Catedral San José, Monumento Nacional. Al final de la Santa Misa fuimos enviados oficialmente por el Señor Obispo como mensajeros a una misión que realizaríamos durante el día sábado, 29 de junio, en toda la población de Istmina: se visitarán mil familias, se les entregará el tríptico de Aparecida y se les anunciará el amor de Dios. Luego regresamos a Istmina.
Y, finalmente, el P. Oscar Múnera Ochoa, Director del Dpto. de Animación Misionera de la CEC, nos compartió el tema “discipulado y misión”. Enfatizó en el encuentro con Jesucristo como punto de partida para ingresar a la escuela de Jesús que nos hace discípulos – misioneros. Seguidamente, marcó el camino en cuatro etapas: conversión, discipulado, comunión y misión. En el encuentro nos acompañaron también el P. Cesar Alcides Balbín Tamayo, Síndico Director Nacional Fundación Mutuo Auxilio Sacerdotal Colombiano, y el P. José Ignacio Capador Tinjacá, Presidente de la Unión Apostólica del Clero, quienes compartieron su experiencia espiritual y misionera motivándonos fuertemente a vivir en fraternidad y ser
Y llegamos al gran día, el sábado 29 de junio, en que llevaríamos a cabo la jornada misionera por todas las comunidades parroquiales de Istmina. Salimos muy temprano a visitar las familias y llevar el anuncio del Kerigma. Fuimos de casa en casa, compartiendo con los hogares nuestra experiencia de fe y nuestro encuentro con el amor del Padre manifestado en Jesús. Nos dimos cuenta cuánta sed tienen nuestros hermanos de Dios. (Soledad, tristeza y desilusión fueron situaciones que nos compartieron muchas personas.) Buscan a Dios pero no encuentran una orientación. Aunque en casi todos los hogares nos recibieron, sin embargo, experimentamos también frialdad e indiferencia. La gente sufre, desean
Visita a las familias durante VIII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas. -Istmina, Chocó. Junio 29 de 2013-
ser felices, desean experimentar el amor de Dios pero al mismo tiempo se visualiza poca apertura a la gracia. Esta misión que hemos llevado a cabo ha servido en primer lugar para nosotros, hemos sido evangelizados con la experiencia de fe de muchas personas y familias. También hemos sido interpelados sobre nuestro testimonio como Iglesia que en varias realidades no es atrayente. Hemos constatado que Dios nos llama para que continuemos esta obra evangelizadora en el mundo entero. Dios quiere contar con nosotros para llegar a muchos hombres y mujeres sedientos de él. Quizás no con muchas palabras, sino con el testimonio y la escucha. Muchos hermanos desean ser escuchados. Terminamos el día de la misión celebrando la eucaristía en cada una de las comunidades parroquiales donde nos hicimos presentes. Allí festejamos, compartimos como hermanos y sembramos una semilla de Evangelio. Y lo más importante, nos renovamos y animamos en nuestro deseo de continuar respondiendo a este llamado de Dios y llegar a ser presbíteros de una nueva evangelización, de corazón creyente y testimonio atrayente, misioneros del amor, la esperanza y la fe. Pero aún esta experiencia no termina. El domingo 30 de junio nos hemos dirigido en peregrinación hacia el santuario del Divino Ecce Homo, donde veneran la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Caminamos 3 horas para llegar a este santuario donde compartimos con las personas que visitaban también al Señor y celebraron con nosotros la eucaristía. Allí tuvimos también la oportunidad de evangelizar, conversando con las personas y manifestándoles el amor de Dios que se hace presente en todas las realidades de la vida. Y este gran acontecimiento misionero terminó con el compartir fraterno, vivimos nuestra experiencia de hermanos en una misma fe y con alegría anunciamos que Dios nos ama y nos llama a ser hombres de evangelio.
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Una experiencia bastante enriquecedora del encuentro fueron las reflexiones en grupo. Después de cada ponencia nos reuníamos por equipos de trabajo para profundizar la temática abordada. Entre las conclusiones están: Quien camina respondiendo al llamado de servir a Dios y a sus hermanos en el servicio presbiteral está abierto a la acción del Espíritu Santo, configura su vida con Cristo Buen Pastor, cree en la Palabra, la proyecta para iluminar las diversas realidades del mundo y es testigo de la libertad que es fruto de la verdad. La formación de los seminarios podría ser llena de mayor humanismo, preparar al futuro presbítero para que, contextualizado con el mundo, conozca al ser humano de hoy, sea capaz de llegar con un mensaje orientador, cercano, lleno de misericordia y de amor. No sería útil ni admisible contemplar un sistema de evangelización piramidal en el que se desee hacer prevalecer más el poder que el servicio. La Iglesia debe testimoniar con gran fuerza el valor de la humildad y sencillez. Ella es la servidora pobre de la humanidad. El presbítero del siglo XXI tiene un nuevo campo de misión en donde será imprescindible su presencia: el espacio cibernético. Un nuevo mundo está frente a nosotros. El novedoso paradigma de las tecnologías de la información y las comunicaciones se va desarrollando vertiginosamente. Y aquí también la Iglesia debe hacerse presente; pues ella recibió el encargo del Señor: “ir hasta los confines del mundo”. Seguramente, si Jesús histórico viviera ahora entre nosotros nos diría: “lleven también la buena nueva al espacio virtual”. El programa virtual de formación misionera que nos ofrece las OMP de Colombia es un recurso que nos ayudaría a responder a este desafío. El seminarista ha de prepararse para enfrentar las nuevas realidades de la sociedad actual, él no puede desconocer el mundo y sus avances porque en esta realidad, en este
Trabajo por grupos en el VIII Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas. -Istmina, Chocó. Junio 27 de 2013-
terreno, es donde sembrará la semilla del Evangelio en su realidad presbiteral. Constatamos que es urgente llegar al corazón del hombre moderno y mostrarle el rostro de Dios que ama y acompaña su historia; y que, en medio de todos los avances científicos que son útiles al desempeño del hombre, será necesario unir la fe porque ella le ayudará a encontrar sentido y orientación a todo su progreso y descubrimiento, si no es así terminará por destruirse a sí mismo. El seminarista debe madurar integralmente en la doctrina, en la práctica pastoral y misionera, en la vida cristiana y, con mucha mayor razón, en su realidad humana. El amor universal será su reto, amar a todos y todas con los mismos sentimientos de Cristo, acoger con alegría, caridad y misericordia, ser hombre de la justicia, la verdad y la paz, que con su testimonio atraiga a todos no hacia él sino hacia Cristo que es el centro de todo nuestro quehacer cristiano. Ante una realidad de incredulidad e indiferencia el presbítero se identificará por ser hombre de fe, que cree y espera en Dios, que pone toda su confianza sólo en Jesús, camino, verdad y vida. ¡Qué maravillosa experiencia que hemos vivido!... Nuestras pocas palabras no alcanzan a describir a plenitud este acontecimiento misionero vivido en la diócesis de
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Istmina – Tadó. Agradecemos a las Obras Misionales Pontificias de Colombia, a la Conferencia Episcopal de Colombia representada por el Departamento de Animación Misionera y el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada, y a la diócesis misionera de Istmina – Tadó por habernos permitido tener esta experiencia de fe y misión. Hemos elegido como próxima sede, para el IX encuentro, la arquidiócesis de Cartagena. Desde ya animamos a todos los seminarios, casas religiosas e institutos misioneros de nuestra Iglesia colombiana a que se preparen para que tengan esta misma oportunidad significativamente misionera, que anima y forma en todos los candidatos al presbiterado el espíritu misionero universal. Y a todos los seminaristas que hemos participado de este VIII encuentro nos queda el gran compromiso de un corazón creyente y un testimonio siempre atrayente. Estaremos unidos en la oración y en nuestro grupo de facebook: VIII Encuentro Nacional
Misionero de Seminaristas en el siguiente link: www.facebook.com/groups/477001999053509/
Javier Alexis Gil Henao Pbro. Secretario Nacional de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. pum@ompdecolombia.org Samir García Valencia, Diácono, Diócesis de Istmina-Tadó Coordinador del Programa virtual de formación misionera. programavirtual@ompdecolombia.org
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Para Pensar
“Y les dijo: Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda criatura.”
Marcos 16,15
#yoledijesi es una campaña liderada por la Conferencia Episcopal de Colombia inspirada en el mensaje del Papa Benedicto XVI para la 47 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en la que se resalta la importancia de las redes sociales como canales de evangelización. -Esta campaña es apoyada por OMP de Colombiawww.facebook.com/yoledijesi
www.twitter.com/yoledijesi
Nuevo Nuncio Apostólico en Colombia Excelentísimo Monseñor Ettore Balestrero
Obispo de Florencia Excelentísimo Monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo
Obras Misionales Pontificias de Colombia da la más cordial y sincera bienvenida al Excelentísimo Monseñor Ettore Balestrero, nombrado por el Santo Padre Benedicto XVI, su nuevo representante en Colombia, y le desea que su estadía entre nosotros fortalezca inmensamente la animación y cooperación misionera entre todas las 77 jurisdicciones eclesiásticas del país y sea aliento y esperanza en el esfuerzo conjunto en bien de la nueva evangelización. Monseñor Ettore Balestrero nació en Génova (Italia) el 21 de diciembre de 1966. Recibió la ordenación sacerdotal el 18 de septiembre de 1883, incardinado en la diócesis de Roma. Obtuvo el doctorado en Derecho Canónico. Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede el 1° de julio de 1996 y ha trabajado en las representaciones pontificias en Corea, Mongolia y Países Bajos, y en la sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, donde era subsecretario desde el 17 de agosto de 2009. El 22 de febrero de este año fue nombrado por el Santo Padre Benedicto XVI Arzobispo titular de Victoriana y Nuncio Apostólico en Colombia. Fue consagrado el 28 de abril de este año por el Eminentísimo Señor Cardenal Tarcicio Bertone, Secretario de Estado.
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El pasado 27 de abril, el Papa Francisco, designó a Monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo como nuevo obispo de la Diócesis de Florencia. El sábado 13 de julio tomará posesión de su cargo en una ceremonia que se realizará en la catedral Nuestra Señora de Lourdes. Florencia, Caquetá. Monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo nació en 1966 en El Santuario (Antioquia) y fue ordenado sacerdote en 1991. Es licenciado en Filosofía y Ciencias religiosas por la Universidad Católica de Oriente de Río Negro (Antioquia) y en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. En su ministerio sacerdotal ha sido formador en el Seminario diocesano Nuestra Señora; delegado diocesano para la Pastoral juvenil y vocacional; vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen en El Carmen de Víboral; director del departamento para la Pastoral en la Universidad Católica de Oriente de Río Negro, vicario parroquial de “Madre de la Sabiduria”, vicerrector del Seminario nacional “Cristo sacerdote” en La Ceja y desde 2008 rector del mismo seminario. Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
directores de OMP de la Región Caribe, quienes tuvieron la responsabilidad de dar a conocer lo que dice el documento en forma dinámica.
ENCUENTRO DE LA REGIÓN CARIBE PARA LA PREPARACIÓN DEL CAM4 COMLA9
Hna. Michelline Towanou*
Del 14 al 16 de marzo se realizó el encuentro regional de preparación al CAM4 (Congreso Americano Misionero)- COMLA9 (Congreso Misionero Latinoamericano) bajo el lema: “América misionera comparte tu fe”, en la Arquidiócesis de Barranquilla. Contamos con la presencia de los directores de OMP de la región Caribe, los cuales participaron con sus delegaciones conformadas por sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos. Participantes:
Arquidiócesis de Barranquilla Arquidiócesis de Cartagena Diócesis de Santa Marta Diócesis de Valledupar Diócesis de Montería Diócesis de Magangue Vicariato Apostólico San Andrés y Providencia
En el encuentro estudiamos el documento enviado por las OMP y la Conferencia Episcopal de Venezuela, cuyo objetivo es lograr que todos seamos verdaderos discípulos y misioneros de Jesucristo, que estamos llamados a anunciar el evangelio en un mundo cambiante, secularizado y pluricultural. Cada tema fue preparado con mucha dedicación por los Revista Misiones N. 793// Julio - Agosto 2013
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En la evaluación de los participantes se resaltaron aspectos como: formarse para vivir en estado permanente de misión, ir más allá de las fronteras y continuar la misión de Jesucristo encarnado muerto y resucitado, para renovar nuestro ser y el de toda la iglesia y motivar a todos los fieles laicos a vivir como verdaderos discípulos – misioneros. Todos los participantes quedaron motivados para vivir el CAM4 – COMLA9, además fue un momento para compartir entre las diferentes Diócesis de la Región Caribe. El viernes 15 de marzo, en la noche, fueron invitados por la comunidad religiosa Oblatas Catequistas Pequeñas Siervas de los Pobres, a la cual pertenezco, momento en el que celebramos con mucha fraternidad y alegría ya que cumplimos 99 años de fundación y nos preparamos para el próximo año conmemorar nuestro centenario. Extiendo mi agradecimiento a la Sede Nacional de Obras Misionales Pontificias, por el apoyo que nos brindaron para que el encuentro se realizara de excelente forma, logrando el objetivo de reunir a quienes vamos en representación de la Región Caribe al CAM4-COMLA9. Desde ya nos unimos en oración para que todas la delegaciones de los países participantes al CAM4COMLA9 se preparen con todo el ardor misionero para vivir esta gran experiencia misionera y de intercambio cultural. -*Oblata Catequista Pequeña Sierva de los PobresCoordinadora Coremi Región Caribe Directora OMP de la Diócesis de Barranquilla