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Mela Chércoles • BOX34 El placer de escribir libre
BOX34 El placer de escribir libre
Nunca, creo recordar, me han obligado a escribir de motos tutelado por unas directrices concretas. Otra cosa es en el ámbito del fútbol, donde a veces sí hubo que redactar bajo la tendencia de la guía editorial de turno, pero no en las motos, y mucho menos para One Percent Magazine, la revista de mi buen amigo Rafa Marrodán cuya única consigna es siempre la misma: “Escribe de lo que te salga de los cojones”. Y así hago.
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Por eso quiero dejar constancia en este número tan especial como es EL NÚMERO 50 el placer que supone siempre escribir, y hacerlo con libertad absoluta, del Mundial de motociclismo, una de las pasiones de mi vida. Y para ello, qué mejor para entender este gustazo que supone colaborar aquí que comparar con otros momentos que no fueron tan libres…
Recuerdo concretamente de mi época de plumilla futbolero un serial titulado ‘Los siete pecados capitales de Toshack’, un entrenador que pasó en dos ocasiones por el banquillo del Real Madrid, la segunda de ellas con más pena que gloria. Uno de ellos estaba dedicado a la presunta mala relación entre Pedja Mijatovic y Savio Bortolini, a partir de la cual Mijatovic no quería pasarle el balón al brasileño, algo que evitaba según decían mis jefes. Tras escribir semejante afrenta, me tocó ir a la antigua Ciudad Deportiva del Madrid, donde desde hace años se elevan las cuatro torres de La Castellana, para acercarme hasta el montenegrino y preguntarle la razón por la que no le pasaba la pelota a Savio. Pedja, que era ni más ni menos que el héroe de La Séptima Copa
Rafa Marrodán
de Europa del Real Madrid, me miró mascando chicle, como solía, y me soltó que le podía decir a mi director que eso era la chorrada más grande que jamás había leído en un periódico. Es fácil imaginar el difícil papelón de aquel joven periodista de 23 años, comiéndose un sapo enorme que no le tocaba y que le llegaba en dos direcciones.
Cubriendo la información del Mundial de motociclismo, también he tenido enfrentamientos directos con algunos protagonistas pero, y sin embargo, siempre han sido a partir de mi libre pensamiento o defendiendo mis propias teorías. El periodista, según me enseñaron en la escuela, tiene un compromiso sagrado a la hora de escribir con el lector, pero no con el protagonista de turno. Me gusta pensar en qué le habrá parecido el artículo al lector que lo lee y no al piloto o personaje sobre el que haya escrito, el mismo que por cierto, generalmente, no se lo suele leer y sabe del texto más por oídas que por haberlo leído de principio a fin. En el primer lector que pienso al escribir es en mi padre, porque es buen conocedor de las motos, pero desde que arrancaron mis colaboraciones con esta revista ese pensamiento es mucho más global, porque me quedé alucinado el día que Rafa me dijo que sus páginas se traducían al chino y que hasta tan lejos llegaba lo que escribíamos.
Sin duda, ese ejemplo de llegar hasta la China y alrededores es sólo uno más del valor que le echa el bueno de Rafa Marrodán para sacar adelante esta revista. Por eso no me extraña que lleve ya 50 números de calidad y que vaya a por otros muchos más pese a la que está cayendo a nivel mundial. Gracias por ello, por el placer que supone escribir con absoluta libertad y olé tus huevos, amigo Rafa.