1 minute read
TAXI Y UBER: ¿DEL AMOR AL ODIO HAY UN SOLO PASO?
Con el transcurso de los años, se ha presentado una importante redensificación en gran parte de los países del mundo. Según datos del Banco Mundial (2019), la población urbana pasó de 1019 millones en 1960 a 4196 millones de personas asentadas en las ciudades en el año 2018. En este escenario, lograr implementar políticas de movilidad sostenible se ha convertido en uno de los más grandes retos para los centros poblados del mundo.
El aumento en el flujo de personas dentro de las ciudades implica una mayor demanda del servicio en distintas formas. Es así que surgen nuevas alternativas de movilidad y con mayor capacidad de suplir esa demanda, sumadas a la llegada y constante desarrollo de herramientas tecnológicas. Esto puede ser positivo en un escenario de un mercado perfecto, pues da incentivos para que los agentes dentro del mercado se hagan más competitivos que el resto, pero catastrófico para aquellos que les sea más difícil responder a esos cambios. En estas dinámicas se enmarca la disputa que hay entre los taxis convencionales con las plataformas tecnológicas de transporte, disputa que se ha vuelto común en varios países del mundo y que ha tenidos desenlaces muy distintos.
Advertisement