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Cristtoff Wolftown
Opalina Cartonera
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Cristtoff Wolftown© Registro de Propiedad Intelectual N° 258718 Opalina Cartonera 2015 Edición a cargo de Jhon Bacanalés Diseño por Macarena Yupanqui Impreso en Santiago de Chile por Opalina Cartonera Reloaded Edition
“Colección Poesía Inalámbrica” Contacto autor: cristtoff@gmail.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor
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Agradecimientos
A mi parlanchina amiga Lorena, que tan bien se auto identific贸 con la coneja; por su buena onda y simp谩tico cero aporte; me inspir贸 como para recopilar y decidirme a lanzar estas Web'adas.
A los amigos de Opalina Cartonera, por su amplitud de criterio en aceptar estas Micro Web'adas y atreverse conmigo a publicarlas.
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“Si sometiera a juicio cada idea, cada frase o cada deseo vertido de volátiles pensamientos... me vería convertido en un insano seudo cuerdo”
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Un caballero no tiene memoria, pero quien peque en ser un desmemoriado al rehusarse a recordar hasta el mĂĄs mĂnimo detalle de aquellos buenos momentos, por decirlo menos, serĂa un miserable desgraciado.
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¿Sabías qué, El Templo de Los Lamentos o de la Pena Eterna, suele alimentarse de quienes le visitan en peregrinación sagrada día a día?
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隆Rechazo cualquier tipo de fingida y puta autovictimizaci贸n y a quienes recurren a ella para lograr acaparar nuestra falsa atenci贸n!
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Haciendo las estupideces que tan mal haces, si Tatita Dios te viera... ยกseguro le pide apoyo al Cole Flecha pa' sacarte la cresta!
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Un buen día la Gatita María logró escapar a hurtadillas para satisfacer su celo de agosto; cuánta decepción, su Gatito estaba con otro!
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Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araĂąa. Por distraĂdo se fue de espalda; muriĂł ahogado por el peso de su gran panza.
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Tranquilo amigo, la vida es bella y nos brinda altos y bajos; bueno, de igual forma gordos y flacos, negros y blancos, imbĂŠciles, tarados, machistas y amanerados.
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Tal parece que las cosas aquí no andan como debiesen. - ¡¿Y cómo quieres, si mancos y cojos nos mantienes?!
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Deja de hostigar a este pasivo Puerco EspĂn. Ha tenido suficiente limpiĂĄndose sus espinas; ÂĄdeja ya de joderle la vida si no quieres ser blanco de mil y un heridas!
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¡Miénteme Pinocho, miénteme! Gritaba desaforada Doña Juana sosteniéndole con fuerza su naricita de madera por entre sus sórdidas piernas
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Dime que mañana, al despertar de este bello letargo que es amarnos, volverás a ser mía. Claro que sí, mi amor -dijo la Mantis, algo contrariada y enternecida; lamentablemente su amado estaba destinado a servir de comida.
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La coqueter铆a de Pepa sedujo a Pepe; la chequera de Pepe encandil贸 a Pepa. Se dice que sobran cornudos Pepes ...y Pepas con amantes por doquieres
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Hay temporadas en que Pepe logra mantener a Pepa encantada con una vida tranquila y sin malos pasares; Han habido ĂŠpocas de Pepa sin amantes
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Dicen las malas lenguas, de aquellas bisagras parlantes acomodadas en ventanas cercanas, que cada siesta de Pepe es, por Pepa entre las sombras, muy bien aprovechada
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LevantarĂa un altar a Pepa por su paciencia y por su pasiva entrega; Pepe tendrĂĄ buena billetera, pero tambiĂŠn maĂąas a diestra y siniestra.
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Vamos Pepa, quĂŠdate un ratito mĂĄs y no precisamente quieta; ven, goza y disfruta este recreo forzado, mientras no llegue Pepe, Pepa.
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Eso no se avisa; ยกse hace, querida! Replicaba aun embobado Pepe desde su lecho a Pepa que, oculta en la noche, se le manifestaba coqueta.
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Un día, de paseo Pepa y Pepe se fueron, felices se les veía de la mano sonriendo; simulaban tan bien el frío en el alma de noches sin sexo.
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Pepa y Pepe, terminaron distanciados. A los brazos y lecho de su cuĂąado fue Pepa; ya tenĂan algo. Mientras, Pepe ahogaba sus penas en el trago.
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Pepa, supe lo que hiciste el verano pasado. - Ok, mi amado Pepe, pero avĂsame cuando partas de viaje nuevamente para repetirlo, amor mĂo.
Pdta. Pepe, no seas tan iluso haciendo bromas, que mal parado frente a Pepa te asomas
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Dicen, las mal habidas bisagras con patas que, dĂa por medio a casa de Pepa llega una visita pasajera. Lo raro, segĂşn dicen, nunca con la presencia de Pepe coincide...
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Pepe comenzó a salir a trotar las mañanas de cada domingo. A su regreso, el cansancio es supremo; Pepa, por hacer causa común, extrañamente agotada, lo espera con un tierno beso y, muy atenta le sirve un pan con queso.
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A pesar de todo, todos quieren a Pepa. Para el pesar de muchos Pepes, existen quienes hacen felices a sus Pepas en las sombras y hasta en sus cabezas, sin que Pepe alguno lo sepa.
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Pepa! Atiende a nuestros invitados mientras me ausento un rato. - Pepe! No me hables en ese tono, sino quieres que los eche a todos!
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- Pepe, weón, te salió un cuerno! - Acaso insinúas que Pepa tenga algo que ver en ello, viejo perro? - No, para nada amigo mío; solo y por aquella espinilla lo decía. - Me asustaste, desgracia’o! Bueno, entonces brindemos por mi espinilla con care’cuerno. Pdta. Quién soy para delatar a Pepa y quedarme sin ella?
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Nadie iba a venir; pero no vino.
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Nadie dijo que perder铆a; y por we贸n perdi贸!
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Nadie se escondi贸; nunca lo encontraron!
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Que a quién estoy mirando? Ay, Dios! A quien mi amor, sino a tu sombra que camina con retardo; solo la ojeo pa’trás pa’ que se vaya apurando…
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A prosópito y en vista y condesirando…Haguemo’ algo güeno; apaguemo’ la tele y jueguemo’ a darno’s, digo, por si pasa algo, así como jugando…
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Señor Cara’inero, tenga piedad de este humirde ciuda'ano. Le juro, por Tatita Dio’, que sería una junta a lo caballero’ pero, algo salió mal …hic!
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Gloria, la comadreja, no soportรณ por mรกs tiempo seguir su recomendada dieta; tomรณ el toro por las astas ยกy se lo comiรณ hasta decir basta!
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Lorena, una singular y enojona Coneja, se aburre de la rutina y cambia de un dĂa para otro de cueva; se dice que lo idiota la mantiene soltera.
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Ay, Alberta, mi querida mosquita muerta, no hay como entiendas. Por salir a jugar al patio en plena ventolera; volando lejos sali贸 mi Alberta.
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Alberta, mi mosquita muerta, a veces me enferma. Ayer querĂa jugar, como los humanos lo hacen con el barro; ÂĄpero ella sumergida en la mierda!
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Vengo a reiterarles que aquella Alberta, de la que inocencia alegan, es culpable; hay pruebas de que solo se hace la mosquita muerta.
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No se hagan de las chacras, aquí no hubo fechoría alguna, sino una cruel y encubierta trampa; ¡Alberta, mi mosquita muerta es inocente, no ha hecho nada!
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de Cristtoff Wolftown© se terminó de imprimir en el mes de octubre del 2015 en los talleres de editorial Opalina Cartonera www.opalinacartonera.blogspot.com
Tiraje según demanda
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Los libros de la editorial opalina cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaci贸n, delicadeza y amor
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