El Cuaderno del Carnicero / Jorge Carrasco

Page 1

Jorge Carrasco

Opalina Cartonera 3


El Cuaderno del Carnicero Jorge Carrasco Opalina Cartonera 2015 Edición a cargo de Juan Canales Diseño por Francisco Escobar Impreso en Santiago de Chile por Opalina Cartonera Primera edición

“Colección La Protocultura” Contacto autor: jcarrascomartnez@yahoo.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor

4


5


6


Para Antonia mi sangre

7


8


Acto I.

9


10


La ciclovía Fue una tarde azul del último verano bajando íbamos rajados por la ciclovía de Pocuro tu cabellera flotaba al viento como las alas negras de un cuervo luego comenzamos a bordear el Mapocho mientras el sol ensangrentado empezaba a hundirse detrás de Matucana seguimos pedaleando a concho por los faldeos del San Cristóbal al fin llegamos al cementerio era el católico recorrimos los senderos entre silenciosos mausoleos y melancólicas estatuas

11


de pronto te besé nos calentamos y ahí mismo atinamos en medio de ese océano de muertos lo hicimos a la paraguaya todavía me acuerdo el condón quedó tirado sobre una elegante lápida de mármol de carrarra corrimos felices hasta la salida jugando a perseguirnos y a meternos miedo subimos a nuestras bicis y nos despedimos nunca volví a escuchar tu voz.

12


La carne Una mano invisible nos suelta un par de piscolas y en la tele que cuelga de la pared como un crucifijo están dando una película triple X pones cara de asco entonces aprieto el botón rojo del control remoto llueve llueve y llueve por los laberintos de la noche como de tu carne tu sagrada carne mejor que los filetes de los “Braseros de Lucifer” al amanecer subimos a la moto y en la puerta de tu casa bajo un cielo pintado con sangre me das el último beso un beso carnívoro y satánico.

13


88.7 a.m. Cuando viniste a mi cuarto nos alumbramos con velas como en los velorios de mi infancia allá en Lautaro y navegamos en medio de la lluvia que invadía la noche nos mandamos a guardar unas copas de Carmenère y tú encendiste una aguja de marihuana escuchamos a Sandro y a Camilo Sesto en la 88.7 a.m. Sentimos acercarse reptando como una serpiente de acero el tren de carga de la medianoche con su aroma añejo a carbón de piedra luego vino tu baile de cabaretera en ropa interior

.

14


20 versos de amor y una pasión desesperada. Tenías 20 años menos que yo y yo 20 razones más que tú para amarte 1. por tu silueta de bailarina rusa 2. por tu voz obscura y cavernosa 3. por tu sonrisa perturbadora 4. por tus gemidos irreales y lúgubres 5. por tu mirada de invierno 6. por el pan con palta y el café cortado ___que me servías en la sombría cocina ___de tu casa 7. por las Bálticas de a litro que tomábamos ___en el jardín al atardecer 8. por los paseos en bici en la ciclovía de Pocuro 9. por los helados de a $200 que íbamos ___a comprar abrazados al almacén ___en Rosita Renard 10. por el polvo en el sótano de tu casa…

15


11. por el cementerio… 12. y por todos los que nos pegamos en el asiento ___trasero de la vieja Volkswagen 13. por tus bailes de striptisera 14. por planchar mis camisas blancas 15. por las piscolas veraniegas en “Las Lanzas” 16. por el join que fumamos una noche de luna ___junto al canal San Carlos 17. por el velero que me regalaste 18. por tu pellejo de modelo de alta costura 19. por haber puesto mi foto en tu celular 20. por hacerme sentir como un enjendro ___entre James Dean y Marlon Brando

por todo esto y otras 20 razones más ___que no caben en esta hoja.

16


Acto II.

17


18


Entre 2 y 3.

Le pedí pololeo en un ascensor entre el piso 2 y 3 en un edificio de Ñuñork yo pensé que duraría entre 2 y 3 años al final duró entre 2 y 3 semanas.

19


Chichi I.

Eras rica como un arrollado con papas cocidas rociadas con merkĂŠn buena como el padre Hurtado y lujuriosa como la Cicciolina.

20


Chichi II. Eras linda por dentro y por fuera por adentro como Teresa de Calcuta por fuera como la Kate Moss.

21


22


Acto III (a la casa).

23


24


En el living. Fue en el living de tu casa mientras tu madre veĂ­a teletrece solo bastaron tus labios carmesĂ­ y que en el cierre de mi blue jeans estuviese abajo.

25


En la cocina. fue en la cocina de tu casa donde la Betty descuartizaba las gallinas para la cazuela dominguera

te arrojaste de espaldas sobre el mesón agujereado por 100 machetazos y entonces plagiamos a Jack Nicholson y Jessica Lange en “El Cartero Llama Dos Veces”

Aquí no hubo crimen ni tragedia solo lujuriosas puñaladas de humana carne.

26


En el sótano. ___Fue en el sótano de tu casa invadido de penumbras y de telarañas encima de un moribundo sillón de felpa roja te sentaste sobre mis piernas cubierta solamente por la túnica blanca de tu piel en la pared sobre un montón de maniquís una armadura vieja y una locomotora a vapor que hace un par de décadas viajaba sobre la alfombra de tu pieza el retrato de tu abuelo nos observaba inquisitivamente ya veía que saltaba desde el marco ovalado a recriminarnos severamente creo que tus gemidos no eran de su agrado seguro estoy de eso definitivamente.

27


En el desvรกn. El desvรกn de tu casa es donde mรกs cerca he estado del cielo.

28


Acto IV.

29


30


Cuerpo y alma.

Estábamos unidos por el alma y por el cuerpo por el alma viajaríamos juntos en la carreteras de la eternidad por el cuerpo cabalgaríamos enloquecidos en caballos desbocados

la mala raja es que todo se fue a la cresta.

31


Black Magic Woman. La mina más hembra la hembra más mina de cuantas pude manosear en paños menores de a cuantas pude morderle las entrañas solo hacía falta que tu voz negra bañada en agua ardiente a lo Marlene Dietrich se deslizara silenciosa por las paredes del mundo para que el universo por algunos instantes se detuviera siempre creí que eras una hechicera buena onda hasta que al fin el muy ahuevonado vine ha cachar que tu negocio era la santería el vudú y la magia negra enferma de negra.

*-Carlos Santana.

32


Todas las mujeres. Tú eras todas las mujeres la Mistral la Violeta la Michelle la cajera del Unimarc y la bailarina taciturna del Passapoga eras la Quintrala y la virgen María cuando te conocí las conocí a todas

33


Algo. Lo que tuvimos no fue algo entre un caballero y una seĂąorita fue algo entre animales entre bestias entre lobos que se mordĂ­an en silencio.

34


Volcanes. ___Éramos dos volcanes el Villarrica y el Llaima esos de la Araucanía ahí donde está el cementerio de mis antepasados lanzábamos fuego por los ojos la lengua y las manos

los genitales

al cruzarse las miradas bastaba con un minúsculo chispazo para que la lava corriera ardiente por entre las piernas voy viajando al sur y mientras tomo una cerveza en el coche comedor veo que los dos embudos blancos están - ahora - distantes y apagados no sé si mañana o pasado siento que sus cráteres dormidos volverán a disparar fuegos artificiales.

35


Festín desnudo. ___Éramos simple y exquisita como un plato de erizos remojados con un Sauvignon blanco a 5° en ese restaurante de Las Cruces donde las mesas con manteles a cuadritos están puestas encima de las olas como una cazuela esa con asado de tira papas chilotas y perfumado cilantro verde como el pasto del estadio nacional como caldillo de congrio con rosados camarones como pétalos de rosas

36


como zamparse un hirviente ajiaco hecho con autĂŠntico charqui de veloz caballo arriba en la cordillera junto a un par de ladrones de ganado con sombreros de ala ancha y cuchillos pendencieros en el cinto como las longanizas con purĂŠ picante que almorzĂĄbamos en la trilla con mi abuelo sentados en la carreta con bueyes junto al puente ferroviario tĂş eras el postre y el bajativo al arroz con leche y la menta frappe.

*-Williams Burrows.

37


La noche. ___No creo que hayas olvidado aquella noche cuando en la vieja Volkswagen amarilla nos fuimos a vagar por La Reina alta en el cielo había nubes blancas como arroz con leche y la luna era como una Aspirina partida por la mitad nos tomamos unos piscos sour en una lata de aceitunas que llevamos pa’ picar en seguida con una gillete de las que usaba mi abuelo para afeitarse nos rajamos los dedos y unimos nuestras sangres en el asiento trasero quedé abajo tuyo unos instantes después se abrían los portones del cielo

38


tu rostro estaba pálido demasiado bello como el de un vampiro al acecho luego mientras bajábamos por el aeródromo de Tobalaba y te ponían unos ajustados jeans y tus botas de vaquero nos prometimos la eternidad solo un par de semanas después la vida ese caramelo que a veces se pone amargo arrojó aquel amor salvaje a las profundidades más profundas de la noche.

39


Se arrienda. Hoy cuando amanecía pasé en bici por Hamburgo con Echeñique la esquina donde está la casa vieja la que decía “se arrienda” esa igualita a la casa Usher la del viejo Allan Poe siempre quisimos irnos a vivir a esa casa embrujada hoy tú vives con tu madre y yo en cuarto piso al lado del Unimarc solo espero que cuando nos hagan un traje de pino a la medida y pintado de negro nuestros mausoleos queden en el mismo barrio para que así nuestras almas en pena se encuentren por ahí de vez en cuando.

40


Mucho, poquito, nada. Los primeros tres meses me quiso mucho los dos siguientes poquito y el último nada no hay drama porque ahora yo me quiero mucho un par de años atrás me quería poquito y hace diez nada

41


Te recuerdo Chi Chi. ___Aún te recuerdo cuando llueve así como Víctor Jara recordaba a su amando será porque la primera vez que probé de tu carne en un cuarto en el que cobraban 10 lukas por un par de horas llovía como en esta nocho allá en el Santiago antiguo la lluvia nos une sé que bajo alguna nube tu pensamiento y el mío deben estar mojándose juntos ahora puedo recordarte sin dolor sin anestesia ahora que eres una gota de la lluvia no como antes cuando eras la lluvia entera Suena la sirena de vuelta a la pega tú no volviste tampoco Manuel

42


Motel. Cuando paso en bici por Marín con Bustamante todavía recuerdo tus gemidos tus satánicos gemidos como los del que muere apuñalado.

43


Agua. Eras la fruta más exquisita del jardín de las delicias el licor más fino de la botillería de la esquina la carne más deliciosa que me vendía el carnicero pa’ tirar a la parrilla la mejor substancia sicotrópica que circulaba por calles y avenidas

eras el agua y el vino el pan y el fuego.

44


Parque de diversiones. Siempre estĂĄbamos arriba de una montaĂąa Rusa en la casa de los fantasmas o en el barco de los piratas contigo siempre estaba en un parque de diversiones.

45


Mujer animal. Eras un animal una pantera negra como las que veía cuando cabro chico en las películas de Tarzán como esas que me agitaban el pulso como las que me llenaban de sangre el corazón tú eras una marciana un ser alienígena que caminaba al amanecer en constelaciones lejanas las mujeres de la tierra no son como tú no tienen alas ni menos esa voz de ultratumba esa voz que brota en los sótanos de la tierra tampoco tienen una nave espacial como la tuya en laque me transformaba en Neil Amstrong cuando cabalgábamos jadeando hasta la luna.

46


Las calles de los fantasmas. Rosita Renard Coventry Hamburgo Echeñique La Verbena Celerino Pereira son calles prohibidas están proscritas para mi circulación porque en todas ellas permanece tu perfume tu aroma a flores muertas tu olor a cementerio

cada vez que paso por alguna de ellas tu fantasma ineludible amenaza con ensartarme en el cuello sus colmillos de rodwailler como lo hacía Barnabás Collins a las 7 de la tarde cuando yo era un pendejo en las “Sombras Tenebrosas” o si no intentaba meterme una puñalada venenosa cerca del corazón por eso las evito las ignoro y las maldigo.

47


365 Un año ya pasó uno desde el día en que mientras trotaba como todas las mañanas divisé tu silueta de bailarina rusa cuando buscabas a tu pequeña hija en su pequeño colegio ha corrido mucha agua bajo los puentes y también mucho semen entre las piernas solo espero encontrarte un día cuando seamos viejos para que me invites a tomar una Express cuando ya no tenga una lágrima en la garganta.

48


Sexo, drogas & rock and roll ___De lo Ăşltimo en esta manoseada frasecita contigo tuve un poco de lo segundo algo de lo primero mucho y mĂĄs que mucho del mejor

contigo siempre fue como tomar Johny Walker etiqueta negra o comer de entrada un plato de centollas como viajar en el transiberiano en coche dormitorio o escuchar a Mozart sentado en una banca en la capilla Sixtina.

49


Árboles negros.

Anoche me metí en tu cama por última vez te manosié por debajo de tu enagua negra por última vez saqué tus calzones rojos por última vez y nos pegamos un par de aquellos sagrados polvos por última vez después de aquello busqué a tientas en el velador de mármol una caja de fósforos y encendí una vela me puse los bototos mis Levi’s desteñidos y una camisa de franela a cuadros que parece un mantel de “LasLanzas” luego cerré tu puerta por última vez y me fui pedaleando por la vereda bajo una hilera de árboles negros sumidos en la niebla y en medio de algunas criaturas que solo deambulan por la noche.

50


Silencio ___Te volviste lejana irreal parece que estuvieras en Moscú o en Siberia sin embargo vives a 7 cuadras de mi casa ahora tú eres el pasado como el combate naval de Iquique o el golpe del ‘73

ya no estás hecha de carne y huesos sino que de silencio como el que se siente al atardecer en la casa abandonada que duerme en Bremen con Echeñique

como el que hay en las penumbras de la catedral a la medianoche

ahora solo eres

silencio.

51


Ya no eres mรกs que una foto en la puerta del refrigerador.

52


En el bosque. Cuando amanezca voy a cavarte una tumba en el medio del bosque la niebla será mi cómplice y con el hacha que usaba mi abuelo allá en Lautaro voy a descuartizar tu cadáver

primero cortaré las piernas luego los brazos para el final dejaré tu cabeza con su cabellera negra como tu sonrisa y su rostro hierático de nieve eterna.

53


La luna me llena Me tiene lleno la luna llena con su amplia sonrisa en su cara de Aspirina como una Gioconda iluminada me recuerda insistentemente inevitablemente e ineludiblemente aquellas noches cuando después de vagar en medio de caballos salvajes por los cerros que amurallan Santiago tú y yo nos portábamos como salvajes como antropófagos que se devoraban mutuamente

la vieja Volkswagen toda empañada por eso será que para el próximo plenilunio con mi arco indígena dispararé una flecha justo al medio de la luna para que estalle en forma escandalosa como los globos en el cumpleaños de mi sobrinita Rosa 54


FĂĄbrica de poemas ___Tengo que darte las gracias fue por ti que escribĂ­ estos pinches poemas

aunque no sean la gran cosa cada vez que fabrico uno siento un chorro una lluvia negra de felicidad.

55


No amarás Ya lo sé como dijo Kieslowzky el amor no existe entonces como digo yo “que viva el enamoramiento mierda”.

56


Acto V.

57


58


Poema negro.

Me enamorĂŠ de tu carita linda como esa de las minitas que pintaba Botichelli me desenamorĂŠ de tu corazĂłn negro como el de las tipas que colaboran con la CNI.

59


Café sin azúcar.

Todavía me persigue tu recuerdo amargo como un Nescafé sin azúcar como la sombra negra que camina a mi lado quiero deshacerme de él como de un dolor de muelas como del perro muerto que está en la entrada de mi casa o como la vecina que pega martillazos en la pared a la hora de la siesta quisiera arrojarle una Molotov a triturarlo en la máquina de moler Carne.

60


Intento de homicidio.

He intentado eliminarte varias veces con un Colt 38 con una ballesta con un F16 en vuelo rasante apuntando los caĂąones sobre el techo de tu casa con veneno para ratones todo ha sido inĂştil continuas sobreviviendo aunque intente arrancarte de cuajo como a las zarzamoras allĂĄ en los potreros lluviosos de Lautaro te volviste inmortal como Borges como Elvis Pinochet o como Stalin

61


Vuelo non stop.

___Esposaste mis manos y me tiraste arriba de un Lan Chile en vuelo directo a Siberia no me dijiste adi贸s ni siquiera con la mano.

62


Viento negro.

En las mañanas y por las noches todo está en calma el problema es el atardecer a la hora en que el sol se pone colorado muerto de vergüenza por tener que ir a esconderse es cuando tu fantasma se escapa y se lanza a vagar en las mismas calles por donde caminan mis zapatos y me corretea un buen rato luego al caer la noche se disuelve entre ráfagas de viento negro.

63


Prefiero 100 veces.

SabĂ­s guachona rica prefiero 100 veces no haber escrito ninguno de estos pinches poemas pero que no te hubieses virado borrado del mapa tragado la tierra extinguido como un detenido desaparecido.

64


La aparecida.

Te apareciste después de 1 siglo luego de buscarte incansablemente por todos los cajones y gabinetes de la tierra por todas las prisiones y comisarías por todos los hospitales y morgues te apareciste como si nada con tu estampa de bailarina del Bolshoi volviste a mi cuarto volviste a cantar “Ligth my fire”.

65


Detenida desaparecida.

Nunca hubo nunca fue eso que llaman despedida te desvaneciste como la llovizna sobre las olas como los que desaparecieron el ‘73 se apago tu voz oscuro y cavernosa como cuando giro hacia la izquierda el volumen de la Telefunken

un par de veces divisé tu silueta ese camino con más curvas que rectas tu silueta de fantasma tu silueta de cadáver que camina por la ciudad es como si estuvieses incomunicada en la cárcel de alta seguridad es como si te hubieras desaparecido una mañana de invierno en el camino de tu casa al almacén.

66


Bye bye guachona.

___Te quise aunque te gustasen Arjona y Luis Miguel Y detestaras a la Violeta Parra hoy solo existen los escombros de aquel castillo gótico invadido por pasiones

y ayer vi un pájaro negro que volaba en círculos sobre el techo de tu casa ubicada en Celerino Pereira con La Verbena “Ñuñork”.

67


Decíamos por travesura.

___Parece que llegó el momento del olvido que te desaparezcas de una buena vez como el último vagón de un tren por la boca sin dientes de un negro túnel van ya muchos soles y muchas lunas desde que tu voz se apagó como una radio sin pilas decíamos por travesura que éramos dueños el uno del otro solo por travesura no somos dueño de nada solo de nuestro aliento mientras se nos cuele por las narices

el resto es todo prestado.

68


69


Índice Acto I La ciclovía La carne 88.7 a.m.

11 13 14

20 versos de amor y pasión desesperada 15 Acto II Entre 2 y 3 19 Chichi I 20 Chichi II 21 Acto III En el living 25 En la cocina 26 En el sótano 27 En el desván 28 Acto IV Cuerpo y alma 31 Black Magic Woman 32 Todas las mujeres 33 Algo 34 Volcanes 35 Festín desnudo 36 La noche 38 Se arrienda 40 Mucho, poquito, nada 41 Te recuerdo Chi Chi 42 Motel 43 Agua 44 70


Parque de diversiones Mujer animal Las calles de los fantasmas 365 Sexo, drogas & rock and roll Árboles negros Silencio Ya no eres… En el bosque La luna me llena Fábrica de poemas No amarás Acto V Poema negro Café sin azúcar Intento de homicidio Vuelo non stop Viento negro Prefiero 100 veces La aparecida Detenida desaparecida Bye bye guachona Decíamos por travesura

71

45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68


El Cuaderno del Carnicero Jorge Carrasco se terminĂł de imprimir en el mes de diciembre del 2015 en los talleres de editorial Opalina Cartonera www.opalinacartonera.blogspot.com

Tiraje segĂşn demanda

n°_______

72


Los libros de la editorial opalina cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaci贸n, delicadeza y amor

73


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.