4 minute read

El valor del padre

El Día del Padre se originó en 1909, cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd, quien vivía en Washington, propuso marcar una fecha en el calendario, con la idea de homenajear a todos los padres y, en especial, al suyo, que era un veterano de la Guerra Civil llamado Henry Jackson Smart. Su esposa tristemente falleció de su sexto hijo y Henry tuvo que ser madre y padre al mismo tiempo.

La primera vez que se celebró fue justamente en Washington, específicamente en la localidad de Spokane, un 19 de junio de 1910, y ese mismo día, este acontecimiento ya se estaba haciendo en varias localidades de Estados Unidos.

Advertisement

Pasarían 14 años antes de que se conmemore oficialmente el Día del Padre; fue cuando el presidente Calvin Coolidge, decreto mediante, declaró como fecha de festejo nacional; posteriormente, en 1966, el presidente Lyndon Baines Johnson decretó que la celebración sería el tercer domingo de cada junio.

En esta fecha tan especial, enfatizamos el rol que cumplen los padres en la vida de sus hijos, ya sean biológicos o padres de corazón que actúan como figura paterna.

Según estudios sobre el tema, los niños y niñas cuyos padres se mostraron emocional y físicamente accesibles, presentes y activos en el ejercicio de su rol, evidencian mayor tolerancia a eventos estresantes, tienen una mejor adecuación al mundo que los rodea, poseen autoestima y confianza en sí mismos mucho más desarrolladas.

EL PAPEL DE UN PADRE

Asimismo, cuando tienen una relación positiva con un padre altamente comprometido con su rol, se asocia mayor capacidad cognitiva (sobre todo, las verbales), mayor empatía, creencias sexuales menos estereotipadas y mayor capacidad de autocontrol. La forma en que los padres juegan con sus hijos e hijas también tiene efectos directos

«Un buen padre vale por cien maestros».

Jean Jacques Rousseau

en su desarrollo: debido a la tendencia paternal de apoyar las conductas exploratorias y novedosas, combinadas con la preferencia por enriquecer las actividades más cotidianas; incentivan la resolución de problemas; agudizan la capacidad de análisis, desarrollan la curiosidad por su entorno y mejoran sustancialmente su capacidad de adaptación.

Sin duda, el papel de los padres, en el desarrollo y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, es fundamental y más aún en estos tiempos de la pandemia por COVID-19.

Unicef, en el 2020, instó a fomentar el rol como padres en la crianza compartida con las madres, destacando sus responsabilidades en todos los procesos de desarrollo, comunicación, diálogo y participación en el hogar.

Las recomendaciones de Unicef siguen tan vigentes, ya que continuamos con los cuidados para evitar contagios. En esta situación de pandemia por el COVID-19, es clave que los hijos encuentren en sus padres todo el apoyo para sobrellevar cualquier dificultad, incertidumbre o preocupación a través del diálogo, explicándoles sobre el momento actual que atraviesa el mundo, generando espacios de aprendizaje, distracción y juego a través de actividades compartidas.

Durante este tiempo, los padres deben ayudar a sus hijos e hijas con la definición de rutinas y hábitos saludables que les permitan sentir y expresar sus emociones, adquirir autonomía, responsabilidad, disciplina y orden. A pesar de los momentos difíciles, es bueno que el padre de familia aproveche para explicar que los miedos y temores que genera la cuarentena son normales y que estos sentimientos y sensaciones deben ser expresados y en un momento pasarán.

Es necesario tener paciencia ante los comportamientos de angustia y estrés de sus hijos e hijas, y reaccionar de forma afectiva y comprensiva, enseñando con el ejemplo las formas apropiadas de relacionamiento con los demás y entendiendo que estas son reacciones normales dentro de la coyuntura actual.

En este periodo también es importante priorizar acciones simples y cotidianas, darles cariño y amor, garantizarles una alimentación saludable y buenas prácticas de higiene; cambiar los pañales, jugar, cantar, bailar, pintar, leer un cuento y pro-

«Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil; un padre es el que da el amor».

Denis Lord

«Quien ama a sus padres encontrará amor en sus hijos».

Eusebio Gómez Navarro

piciar una buena actividad física, entre otras.

Involucrarse en las tareas del hogar y la crianza en relaciones de igualdad, compartiendo responsabilidades de forma respetuosa es la mejor manera de crear ese entorno protector en el hogar que todos los niños y las niñas merecen.

Los padres son los educadores por excelencia de los hijos. Los padres educan a través de la instrucción, el modelaje, los contactos realizados, los vínculos construidos y los contextos organizados. En estas funciones papá y mamá son indispensables.

No hay una forma única de ser padre, pero independiente de la forma que escoja ser, recuerde que, para su hijo, usted es un actor principal en su historia de vida y eso le da la posibilidad de darle a él o ella una experiencia de vida nutritiva y gratificante, que le acompañará por siempre. Exprese amor y cariño de todas las formas que le sean posible: caricias, palabras, gestos, risas y actos amorosos son fundamentales para que su hijo o hija se sientan seguros, protegidos y queridos. Muchas veces creemos o esperamos que nuestros hijos e hijas sepan lo que sentimos por ellos, pero la única forma de que este mensaje llegue con fuerza es que seamos especialmente activos al demostrarlo. ¡Feliz Día del Padre!

This article is from: