Comprensión entre culturas

El concepto de diversidad cultural actúa también como un principio de apertura y tolerancia entre etnias, lenguas, religiones, valores, cosmovisiones. Es decir, un principio de apertura al contacto entre culturas sin que ninguna de ellas presuponga superioridad sobre la otra.

En diciembre del 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, el que se celebra para destacar la importancia del diálogo entre civilizaciones, culturas y religiones, abrazando así la comprensión mutua, el respeto, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos del mundo. Actualmente, la diversidad cultural es una realidad fácil de constatar en la mayoría de las sociedades por efecto de la globalización. Pero también es cierto que en algunos países se expresa de una manera más evidente, lo que hace que las sociedades culturalmente uniformes sean muy escasas, desencadenando grandes dificultades para asegurar su continuidad en un mundo interdependiente y globalizado.

En nuestro país, el mapa cultural comprende, además de la civilización mestiza mayoritaria, unas veinte etnias indígenas dispersas y varios enclaves extranjeros, lo que supone una alta diversidad cultural, potencialmente muy enriquecedora.

Efectivamente, la diversidad cultural es valiosa. De ahí que recomiendan compartir algo característico de las culturas o de otras latitudes. Es lo que se experimenta en el Club Centenario, es decir, la inclusión de la cultura al tener entre nuestra gran familia asociados extranjeros o descendientes de extranjeros.

Se palpa también, desde el arte culinario, con la amplia variedad típica de distintos países, a través de los diferentes sectores gastronómicos que ofrecemos a nuestros socios.

Son muchas las formas de fortalecer la interculturalidad. La religión es una de ellas también. Cada grupo social pone en práctica su religión en particular e incluso invita a otros para que aprendan y conozcan más acerca de su fe, sin que esto implique una transformación religiosa. Al contrario, se trata de reconocer la existencia de otros tipos de fe diferentes a la nuestra.

El cine igualmente es una de las expresiones artísticas más ricas en cuanto a diversidad cultural se refiere, tanto por el tema de la película como por sus intérpretes. En nuestro ciclo de cine de los domingos —cuya apertura se dio recientemente— se aprecian distintas costumbres.

La música es otra de las expresiones culturales más apreciadas por los seres humanos. A través de las sugerencias socioculturales, como Miércoles Culturales, Viernes de Bohemia, Café Concert o Piano Bar, vamos conociendo otras identidades.

Otro ejemplo son los campeonatos deportivos tanto locales como regionales, y en los que está presente el Club Centenario. Estas son actividades que permiten el contacto de un gran número de personas, no solo entre deportistas, entrenadores o equipo técnico, sino también del público, sin distinciones de ningún tipo, creando nuevos lazos de amistad y familiares en los que se puede conjugar la diversidad cultural sin mayores obstáculos.

En definitiva, la cultura, en su rica diversidad, posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz; además, forma parte indisoluble del mundo que les tocará vivir a las nuevas generaciones; ayuda a reconocer y respetar «maneras de ser» que no son necesariamente como la nuestra. Así que cuando interactuamos con otros, estamos construyendo puentes de confianza, respeto y comprensión entre culturas.