El privilegio de ser madre

El 15 de mayo es uno de los festejos más importantes en nuestro país. Para los paraguayos, agasajar a mamá es una de las ocasiones más importantes del año. Por eso, en el Club Centenario le homenajeamos con distintas actividades tanto sociales como culturales y deportivas. ¡Porque ella se merece lo mejor! Porque es el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la esperanza. Porque representa el amor y apoyo incondicionales en el desarrollo de sus hijos como personas. Por esto, y por mucho más, es que honramos, de manera muy especial, ¡a todas las madres!

No en balde muchos poetas dedicaron sus letras a mamá, como el poeta Pablo Neruda, que dijo: «Desde el fondo de ti y arrodillado, un niño triste como yo nos mira». Hermosa expresión del momento de la dulce espera de un ser humano en el vientre.

También la poetisa Gabriela Mistral escribió Dulzura: «Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas...». Porque ella es toda dulzura, porque lucha con amor y convicción; con fidelidad y valentía, asegurándose de que a sus hijos no les falte nada. Mamá es la que forja raíces y brinda alas para volar; es la que inspira a sentir que sus hijos son las personas más importantes del mundo.

Es valiente, luchadora, comprensiva, consejera, atenta, protectora, bondadosa, cariñosa, alegre, seria, responsable, sabia, trabajadora… ¡Sobran las palabras para calificar y describir la grandiosidad de mamá!

Sin duda, dar vida, poder dejar huellas y convertirse en una guía segura y consistente a seguir, es un gran honor que crea responsabilidades y obligaciones. Es uno de los privilegios más grandes de ser mujer. Por todo ello, conmemorar el mes de la madre es vital, agradeciendo a todas las madres por su gran labor en la crianza de sus hijos.

¡Feliz día, mamá!

Madre no hay más que una. Cuánta razón contienen estas palabras que tantas veces escuchamos, porque no hay valentía más guerrera, ni amor más grande que el de una madre.