Mario Flores - The Remixes

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The Remixes Mario Flores

THE EbookMarioREMIXESFlores+Playlist @issuu, agosto de 2022 Compilación digital 1. Traducciones 2. Ciencias Ocultas 3. Inéditos 4. Bonus Track 5. Texto,Notasedición y fotografías: MF Imagen de portada: Aureliano Acevedo Traducciones: Eleanor Youtube.com/c/MarioFloresPoetryIssuu.com/operaelectricaPeters

You walk this distance Like it's a little dance You walk your walk Like a water-walk. Christian Löffler The usual: deaths like stars, dead, casting their fragile light on me for as much of forever as I will be privy to. Robin Myers

1. TraduccionesByEleanorPeters

Eleanor Peters (AUS, agosto de 1987: Eleanor Peters Carballo) es ciudadana australiana. Actualmente reside en Tarija, en el Estado Plurinacional de Bolivia. Desde hace once años investiga prácticas del idioma español.

Los siguientes textos traducidos al inglés han sido seleccionados del libro Tu fuerza primitiva [2015-2021], publicado por Gerania Editora (Colección Poéticas Ampliadas. San Miguel de Tucumán, 2021). Edición: Nacho Jurao. El volumen, compuesto por los libros Nosotros niños mutantes (Cuaderno de elefantes, 2015), Poesía para pasajeros con auriculares (Cuaderno de elefantes, 2016), Un silencioso modo de arder (Peces de ciudad, 2017), Cuando llegue el fin de los tiempos (Almadegoma Ediciones, 2017) y Tu fuerza primitiva (2021), presenta un total de 80 poemas en 224 páginas. Las presentes traducciones fueron realizadas durante el invierno de 2022.

Today i'm dripping into forests far into sleep where you can't find me Zoë Skoulding Baby do you got me? I’m falling, I’m falling right to this abyss Catnapp

The159 most beautiful atoms of this world take your form midst the fire. You knocked down these walls a little late that confined the wind, light & beasts. Now there is no time for burying the dead: the birds also have hunger.

The atoms most beautiful in this world made you appear in the least expected moment: all that I love is synonymous with catastrophe. You were also part of the chaos although in the end there is only I picking up the rubble of this beautiful ghost city.

Searching166 for the way back with faces illuminated by lightning like two insects that collide confusing the trajectory of dreams. Who knows if this world is real or the hallucinating metastasis of an overburdened god? All is blackness and to get back our only guide is what we find in the obscurity after a long while of silence. Yesterday, exactly when I came walking in the night with arms extended forwards I remember you, our crossing. What a strange way to love all this that has remained so far.

Don’t193 part your gaze, this time don’t choose blindness or muteness don’t doubt crossing to the other side where the a wild lights twinkle where around the beautiful fire souls and weapons are confused dancing in an infinite cycle. Don’t hesitate exterminating us if you have the opportunity: we are a colony of black ants climbing into your dream amongst the dry leaves of your garden. Do not waver igniting this temple do not delay devouring this cadaver. Your smile is so immense it erodes the pavements of all the streets of all the world. This giant spider that persecutes your sleep keeps your secrets. Do not tie your lips with wire nor bury the needed word in the indicated moment. If you have the power, use it: let it rain carnivorous pests

from some nook in heaven and let rivers of animal blood flood our summers. When you open your mouth and receive the lightning bolt I will be here looking on with amazement your lethal beauty of serpent that encoils my untilgentlyneckthe end.

How198 long since you came out to breathe? How long since you came out to see the moon? How long since you came out to embrace life? Now, right now I climb onto my roof under the light of the silver night and I ripped out my heart with one hand to throw it far to see how it bounces off the asphalt like a small rubber ball that later is lost in the adjacent wasteland. There is a dead bird there outside that fell slowly and soaked with rain. Do not ask for more winter landscapes because all I have to give you: a pair of electrified wings during dawn. I dream I am an animal and run at full speed through a frostbitten forest. You and your rifle and the ever imminent death the splashing blood draws a red constellation midst the snow then you raise my cadaver to return to the cabin,

I have never felt so happy: wounded deer in the arms of its hunter. Is it too late for us to find each other? Pardon my anxiousness, it’s that I remembered you whilst hearing a song that now qualifies as retro, it is like love: a horse that is already very old and should be sacrificed thus the gallop such is beauty. I also go through that fog covered field towards no promised paradise, I am left with only my hands and all the dead light of the stars. I was thinking of

illuminated.aandyousobyandthisphotographinggreylandscapesendingyouchatthateditsenditbacklittlemore

We205were going to the old station where the abandoned wagons are and we sat on the grass to smoke under the sun to imagine that other time when the metal tracks grinded life. It is not that I felt melancholy for an era I did not live: I have never been a fan of the past. In reality what I miss is walking there sunday afternoons you with your ideas and me with mine. I like to find a vestige of vitality amongst the wild undergrowth that grows around me, pretending I am posing for a black and white photo that you will never see. You with your silence and me with mine each one feeding an animal that finally eats us alive.

The weeds that grow around my head I want to up-root. The weeds that grow inside my head I want to root out. Preserving the essential. Keeping the invincible.

2. Ciencias ocultas(2022)

¿Cómo lidiamos con la extrañeza de tener/ser un cuerpo y estar rodeadxs por otros cuerpos y a su vez por ideas y palabras en el contexto del lenguaje? ¿Cómo nos relacionamos con este propio cuerpo y el resto de las materialidades que nos rodean (la comida, otrxs cuerpxs, etc.)? ¿Cómo acomodamos nuestra materia a las demandas sociales y lidiamos con nuestras ansiedades y malestares somáticos y emocionales? ¿Qué sentido le damos a lo que expresa el cuerpo, a los signos visibles del constante devenir de nuestra propia materia? ¿Dónde termina mi cuerpo y dónde empieza lx otrx? Josefina Labourt

El hombre del hacha ya está aquí también llegaron nuestras cabezas. Wang Yin Hoy en este despertar caníbal de inteligenciasqueartificialesarman con estos restos torpes siluetas falsas. Priscilla Hill No. Yo no soy ningún tesoro criticando al sistema desde adentro para hacerlo caer Maira Rivainera

Un texto del poeta chino Wang Yin se titula “Ya no hablemos de la depresión” y dice que “no hay remedio para los dientes caídos menos aún para el espíritu empantanado”, imagino el pantano, sus verdes marcando el límite de la cordura que tanto nos costó conseguir que tanto nos cuesta mantener, un débil equilibrio sobre los cables de alta tensión, no busco amar a las criaturas que habitan en lo profundo del pantano, sus verdes naturalezas corrompidas por el sabor de la sangre y el hambre que también es borde y frontera, recién acabo de llegar de las voces: dicen que ya saben de vos dicen que ya saben todo de nosotros y que no tendrán piedad con nuestra tristeza, después se acallan, pero siempre vuelven siempre estamos regresando del territorio que es carne y lejanía.

A veces me siento como Michael Fegan rompiendo los vidrios en la noche del palacio solamente para decir lo que ya saben que las calles son más grises de lo normal que son cada vez más tristes las largas filas de gente triste un desfile interminable de hombres armados la llovizna eterna, pátina de otoño permanente la abolición de nuestro derecho a ser frágiles, sabías en qué nos estábamos convirtiendo pero de todos modos las pesadillas no alcanza el oxígeno ni el espacio ya somos demasiados en este barrio colmena, la pintura corroída de las paredes y los caballos flacos hambrientos se multiplican las ventanas sombrías del otro lado no vive nadie.

Quise advertirte a tiempo: cien jaguares en llamas me persiguen huir o atacar, huir o atacar dicen que dedicamos demasiado tiempo a rompernos, el secreto consiste en tenerlo siempre presente, no supe cómo emerger de la laguna congelada que me resguarda en su fondo y el fondo de tus ojos, se ha hecho tarde y debemos emprender este viaje que es un círculo rumiante, ahí vienen las luces: dibujan mensajes en la piel del mundo perdido.

Están muy caras las pastillas por eso ando hablando solo, las fuerzas del Imperio miran con desconfianza, acaso yo soy el hacha, la cabeza y el tajo que corta para siempre, frontera: este debe ser el adiós que nunca revela su forma y yo no pude ver a tiempo el humo que ascendía, vos decías que mejor me dedicara a soñar con otras cosas.

¿Viste la serie de mi vida? Hay una, no es de acción, mucho menos de misterio parece, más bien, un documental sobre animales en extinción se devoran los unos a los otros.

No sabía qué era lo que pensaba sobre la vida y la muerte. Sólo podía recordar un sueño extraño que tuve varias noches seguidas. Había un velorio en mi casa mucha gente lloraba a los gritos, un sahumerio eterno dejaba aroma a flores secas quién es toda esta gente no puedo ver de quién es el cuerpo por el que lloran qué feo es no saber sentir un dolor obligatorio no conmoverse con los halos de luz muerta todos miraban hacia abajo clavaban la vista en el suelo yo miré hacia arriba un avión a chorro dejaba una línea de humo en el cielo.

Acaso fue una fuerza indescifrable la que permitió encontrarnos al borde de la ytalyhicimoslocruzabagotacomoendestinosennotentandoencomocontemplarnosnormalidad,enelprecipicioquienobservasupropiapielbúsquedadecielosestrelladosalvacíoinexplicable,saberquédecir,tampococreerdesignios,arcanosdelamagiaaleatoriosquecolisionanunacarreteradigital…tanfalsaloscoloresdelaúltimatardedesangre,elanimalheridoporlaoscuridaddelarutaatropellamosenuncruelimpactocomosinada,sinmirarnoslodejamosahí,pensandoquevezenaquelmañanalloveríanadienosharíapreguntas.

La fiesta ya había terminado y seguíamos bailando sin música sin pista sin luces sin ecos sin nosotros.

Por favor ya no hablemos de la depresión boca que viene directo al cuello, el hambre y todo lo que está en llamas, su fuego indemne lo único que me queda por hacer es buscar cuerpos entre los escombros.

Ahora que la realidad se dobla en tus manos podemos darnos el lujo de ser un poco más que dos personajes secundarios en el borde que retiene este silencio, recuerdo primitivo en los confines de la razón el sol implosiona, ya viste de lo que es capaz este vínculo precario corremos a escondernos entre la niebla aunque las palabras todavía no terminen de matar.

3. Inéditos

Mario Montalbetti

En ciudades pequeñas deja de importar la cercanía de la selva. No importa el silencio; el silencio es igual a la selva. Ana maría Caballero

El mundo continúa El mundo continúa interminablementebajomispiesnadalodetieneperotambiénnadalohacemío.

Metempsicosis Estoy viendo en sepia. El cuerpo responde torpemente si araño el deseo: si digo hambre si digo adiós si digo duele. Recurro al antes para responder las preguntas del ahora, y se duerme bajo estrellas indiferentes el nado de los astros en la madrugada resonancia de la tormenta, nos decodifica una fiera que devora el sol y la noche abre los ojos bailando una caricia de lagartos. Y el abrir será despertar y será herida y samsara y simbiosis la grieta en la realidad a través de la cual me dedico a recordarte desde esa otra mirada encarnada en la mía. Culmina la transformación, naturaleza tenaz animales que se huelen, se presienten ahora me doy cuenta de que nada importa ahora me doy cuenta de que nada explota ahora me doy cuenta de que nada. (2013)

Luminosos fragmentos Esa tarde de intenso sol, cerca del puente ibas manejando saboreando la velocidad. Estuvimos casi media hora o quizás más atascados a cien metros de la baranda inundados por las sirenas de ambulancias y patrulleros que cortaban el paso del tiempo. Es una minita, decían las voces en la banquina. Se agolpaban los vecinos y curiosos usuales y en cierto momento un grito de mujer cortó en dos el cielo y el tiempo-espacio. No sé de dónde venía pero me imaginaba a esa madre gorda y despeinada aún con un delantal con dibujos de frutas esperando a la hija con la comida lista en la mesa. Pendeja pelotuda, dijiste, justo ahora y con este calor. (2015)

Coelho siempre será famoso Coelho siempre será famoso. Coelho siempre será millonario. Coelho siempre venderá millones de libros. Coelho siempre tendrá quien lo publique. Coelho siempre será best-seller. Coelho es fan de Arjona. Me dijiste que te gusta Coelho. Coelho me cambió la vida, dijiste y contesté Coelho se puede ir a la garcha. Coelho no nos necesita. Coelho publica una novela por año. Coelho siempre será famoso. Coelho no sabe que estoy escribiendo esto. Nadie sabe que estoy escribiendo esto.

Porque no soy Coelho. (2015)

L’absente Acabo de despertarme y ya está lloviendo voy hacia el río a ver cómo crece a ver cómo devora las casas de madera y chapa, los cuerpos que tiemblan de miedo y frío, juro que los vi siendo arrastrados por la corriente eran como hojitas secas, tan frágiles tan frágiles. Vení y dame un abrazo, fuerza indómita extraño tanto tu piel, la constelación de lunares que se forma en tu cara. Voy hacia el río a ver cómo crece a ver cómo devora cada uno de mis recuerdos obsoletos cada una de las tardes que prometí no olvidar, juro que los vi siendo arrastrados por la corriente eran como hojitas secas, tan frágiles tan frágiles

te recuerdo un rato te mando un beso termino este libro te pido por favor que me enseñes a reírme aún de la catástrofe que me tragues entero con esa sonrisa, no tengo nada más para decir. No voy a decir la palabra ‘amor’ no voy a decir la palabra ‘adiós’ hoy llueve sobre el mundo, esa es la verdad.

(2015)

Te amamos, yo y mis agujeros negros. Yo y mis demonios, sucios y hambrientos que huyen de su jaula, cada noche, y te buscan. Yo y todas las cucarachas nocturnas que construyen su reino a escondidas, yo y todos los relámpagos que caen a la tierra. Te (2018)amamos.

The Day (Mario Flores Nite Version)

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Te amamos, yo y mis pesadillas. Yo y todos mis terrores nocturnos que de noche se ponen de pie y caminan con los infiernos en silencio. Yo y mis paisajes contaminados de ríos de desechos nucleares donde se bañan mis niños mutantes. Te amamos, yo y todas mis psicosis. Yo y todos los espectros danzantes que bailan ciegos alrededor de una hoguera clandestina. Yo y mis huracanes te extrañamos, siempre. Yo y toda la lluvia del mundo que inunda pequeños pueblos y hogares y puentes y campos estamos siempre pensando en vos.

Difusorio (EP) 1. Beso animal 5:15 2. Mojave 5:40 3. Hevelius 4:00 4. Muta 0:22 5. Für Dich 12:20 6. Esquina para la niña que salta la cuerda 5:05 7. Satoshi 4:50 8. Quasar (Dub Remix) 6:32 (2018)

Domingos de funeral Había un tipo borracho en el final de la barra, babeaba una savia etílica y digital, líquido en código binario, nadie podía levantarlo, era una roca y me quedé viendo su sueño fósil. ¿Te acordás dónde dejaste los corceles? Eran furiosos, babeaban infiernos y nos llevan hasta el más allá sobre las nubes. Es que no tengo quién me lleve a casa vivo lejos, en las antípodas de la lógica. No es culpa mía, el barrio lo construyeron sobre un cementerio indio, lo juro.

A veces me visitan en sueños hippies mochileros que hablan eufóricos sobre cambios energéticos en Machu Picchu. ¿Viste que el verano nos deprime la piel? Ahora entiendo que se trata de una maldición una gitana nos leía las palmas de las manos sucias nunca supe si nuestros padres eran reptiles. En la calle puedo sucumbir sin remedio es que acá somos todos cómplices del sol príncipes mestizos del chaco salteño,

Vienen riendo a los gritos cual hienas y nosotros tenemos cargados los rifles. Narcolepsia, un tipo vino zombie a preguntar si acá sonaba bachata. Le dije que acá no curtimos esa onda nos gusta el techno, el house y el éxtasis, ahora suena Don Omar pero no dejes que eso te distraiga de lo importante, almas estroboscópicas en la pista les pasan los autos por encima. Las guirnaldas parpadean al ritmo de la música, vine con la esperanza de acallar las voces de mi cabeza. Pero es demasiado tarde para la salvación creí que semejante elíxir podía ser real pero la sed no tiene redención alguna. (2019)

Estaba muy ansioso por derrumbar este estúpido sistema antiestético: asesinos de almas embarradas coqueando la hombría, escupiendo en todos lados su verdosidad.

qué me vienen a hablar de veganismo si ni siquiera las paltas de mi casa crecen a la misma velocidad que la inflación.

La cosa es así, hidra esperarte de este lado de la tormenta con la esperanza de que cuando llegues ya todo habrá quedado bajo el agua. Salí de ahí, o dejame entrar la permanencia de piel enfrenta el deseo de que con el tiempo entiendas que ya dejamos de ser mortales. Por eso me quedo observando el vuelo de los aviones llenos de gente anónima se paraliza un bello puñado de partículas perdoná que no haya ido a despedirnos.

Tigre sobre ciervo

La cosa es así, hidra nuestro diálogo atómico guardado en la nube tiene forma de tigre saltando sobre ciervo. Salimos y afuera hay sol, sus rayos pinchan como agujas, nos vamos a casa al parecer, pero ya no hay casa. Hay territorios de barro y de sombra, perdoná que empiece a extrañar tan pronto. (2021)

crecen lodosas unas flores mortíferas. La mudanza infinita, cargar descargar pierde objetos en el traslado nebuloso, miles de kilómetros de un árido desierto la cordillera lunar, cajas y cajas del ayer tenían un montón de tus cartas astrales. Tomando algo frente a la nada absoluta aguardando el estallido final y su inicio, de otra manera no soportaría este viaje tanto tiempo viendo estrellas titilantes como si no fueran apenas luz muerta una larguísima tormenta que nos llega ningún deseo, ningún antiguo conjuro tan sólo la cabeza en la lanza. Los recortes de una memoria cognitiva eran un collage terrible y sanguinolento era alimentado por un ciclo de pesadillas

Shiva el destructor Una huella de insecto en el polvo lunar de criatura indecible, flotante y eterna. Adentro, en el fondo del pozo de agua

Vimos a la última noche hacerse añicos manos enlazadas y anudados tentáculos, pasaron muchas madrugadas volcánicas hasta que se desvanecieron las espinas o al menos eso era lo que elegía creer. Tenía este extraño sueño que se repetía noche tras noche, un único film obsesivo que se empeña en saborear las heridas te juro que no estaba pensando en vos es sólo que me ha costado tanto saber hacia dónde sopla el viento hacia dónde se lleva tu recuerdo junto con las nubes las nubes grises cargadas de electricidad. (2022)

en las cuales te enfrentas a un ojo vivo te presagia todo lo que te va a ocurrir. Aquel era un tatuaje de un Shiva reptil y lo besaba sin remedio en tu espalda, para entonces aullaban perros feroces.

Águila de sangre Al final, cuando todo se redujo a cenizas, creí verte sonreír, el otoño prematuro del viento que acallaba la tarde tus manos con mi cuerpo harían un águila de sangre, tenía la certeza de que estaría nublado no sabía hasta cuándo, el incendio ardía en las palabras, enviando señales, hablaba el humo: decía que ya no teníamos tiempo para intentar apagar el deseo de la luz todo se quemaba, irremediablemente lo veíamos a lo lejos, como si se tratara de una grieta en la realidad, lo volátil que habita en la piel, a veces canta la debilidad con voz de animal su rugido reaviva las llamas es difícil de creer, tragar de un sólo sorbo la verdad líquida, se escurre áspera por la garganta no hay forma de convencernos de que todo esto es lo mejor que pueda ocurrir, hasta aquí llegaban las oleadas, el silencio cala hondo hasta el fondo del pozo, hay un eco que ya no reconozco de qué manera podría

si la ausencia, si la falta de sueño, si la melodía repetitiva que me hace un laberinto la salida es hacia arriba, el firmamento está hecho de puras preguntas dicen si ya cayó todo lo que debía caer dicen si ya se extinguió lo que debía extinguirse dicen si ya nos fuimos de donde ya no éramos parte y no nos dábamos cuenta. (2022)

4. Bonus Track

Niña japonesa duerme Tengo pesadillas. Eso soy: soy alguien que tiene pesadillas. Sueño que caigo al vacío, que salto en paracaídas sobre la boca de un volcán, que hablo en japonés, que vivo en una casa llena de sapos y ranas, que soy el león que salta en aros de fuego, que soy Marty Mcfly en su tabla sobre el agua, que te tengo a mi lado pero no sabés quién soy, que pierdo plata, que encuentro plata, que me paro frente al paredón y digo: venga nomás el fusilamiento, que trato de olvidarte y no puedo, que te olvido y desapareces del mundo. Tengo la cabeza llena de pesadillas, ojalá fuera de ideas geniales, de cosas funcionales o inspiraciones latentes. Pero tengo la cabeza llena de pesadillas. No me sirvió la medicación, ni la terapia, ni dejar de fumar, ni hacer yoga, ni cambiar de dieta, ni sacudirme con yuyos, ni llenar la casa de sahumerios, ni pararme de cabeza, ni que me lean la mano, ni que me tiren el tarot, ni leer el I-ching, ni comer ceniza de la India, ni rezar a María, ni cambiar la cama de lugar. Tengo pesadillas, sencillamente es así. Debería acostumbrarme y dejar de intentar hallar un significado oculto en mis sueños, algún pequeño síntoma de claridad, alguna forma de deletrear por fin el mantra que equilibra al universo, que ayuda a soportar la distancia. Tengo sueños dentro de otros sueños, y otros sueños que no tendrían sentido sin esos dos sueños de semanas anteriores. Existe el caso de un chino que experimentaba pesadillas tan violentas que, con tal de sacárselas de encima, se metió un taladro en la sien. Otro, un noruego, soñó que era el lobo

feroz y que devoraba a su hija de cuatro años, que al despertar seguía sintiendo a la niña en sus entrañas, y se abrió el vientre con un cuchillo de carnicero. Lo peor de las pesadillas es cuando despertás, cuando la frágil barrera de la realidad se quiebra y no tenés idea de cómo repararla. Despierto a los gritos, en un extraño lenguaje reptil imposible de descifrar. Siento que continúo en ese escenario onírico. Sueño que soy Rei Ayanami saltando a las vías del tren.

Vida de roedores

Te escribí un libro. Un libro todo entero para vos. Cuesta creerlo. Así como nos enseñaban en la escuela: introducción, nudo, desenlace. Suena burdo y quizás lo es. El libro que te escribí tiene su principio y su final, como nosotros. De nosotros se trata: vos sos un hámster y yo una niña de siete años cuyos padres le regalan ese hámster. Nos llevamos más o menos bien hasta el cuarto capítulo del libro, cuando te escapas de la jaula, te escondes bajo la cama y yo te doy por muerta, mascota mía. Después la historia da vueltas sin sentido: yo, la niña de siete años, lloro desconsolada la ausencia de vos, el hámster. Luego nos vamos de vacaciones yo y mis padres, los que me habían regalado el hámster. Nos vamos a la costa: me meto en el mar, me alimento de puras manzanas acarameladas, me revuelco en la arena, espío a mis padres haciendo el amor, mamá termina embarazada, espío a mis padres germinando su propio final, mamá recibe cachetadas. Cuando volvemos, la casa está llena de polvo y mi cuarto huele mal. Con una sensación muy parecida a la del descubrimiento de la materia oscura, decido fijarme bajo la cama y ahí estás vos, mascotita, muerta y descompuesta, podrida, despidiendo el hedor del fin de los días. La novela termina ahí. La escena final del libro ocurre en el jardín: cavamos una pequeña tumba y te sepultamos en una caja de zapatos. Será un best-seller. Salvará a la familia de la ruina.

Una araña gigantesca con luces y cristales domina el centro del techo y se queda un minuto ahí, observando directamente a la luz. En unos momentos abrirán las puertas, todavía no ha dado con ningún conocido y se pregunta qué habrá en el menú. La tarjeta de la boda estaba escrita en dos idiomas, ¿será un detalle de sofisticación forzada o es que se casa con un yankee? piensa.

Mucha gente grande por todos lados. Las puertas se abren y ella busca la tarjeta de invitación en su bolso para recordar el número de su mesa: 8. El salón está cubierto con telas de color salmón que se entrecruzan en el techo, hay otra araña gigantesca de cristal sobre el centro de la pista. Mientras busca los números de las mesas con la mirada, la ve. —Esta hija de puta sigue viva —dice en voz baja, sin darse cuenta. Después se lleva la mano a la boca, como si tratara de atajar el Carlasonido.también la mira, ninguna hace amague de saludar. Solamente se miden con la mirada. Cada una vuelve a su tarea de encontrar la mesa asignada. Como dos animales que van hacia la misma dirección. Se desplazan por el parqué del salón sin inmutarse. Hace tiempo que no se acordaba de Carla y se aparece justo aquí.

Debo irme, sólo quedan 3000 tigres en libertad

“Dale, comé, pelotuda, comé”, le decía en la cancha de básquet del colegio, tirándole la pelota a la cara, rebotando contra la nariz. Ella repasa mentalmente la escena pero vuelve al presente de inmediato. No voy a permitir que me arruine la noche, se Peroconvence.es fácil decepcionarse cuando repara en los otros convidados: Suárez, Lucía Rojas, el Chancho. Esto no es normal, piensa. De repente empieza a idear una forma elegante de levantarse de la mesa e irse, pero las luces se intensifican y la música resuena de repente: llegaron los novios. Un camarógrafo y dos fotógrafos los siguen a todas partes, se sirven las entradas y champagne. Ella deja de planear la huida: aplaude igual que todos. El Chancho devora sin parar, está más gordo que nunca. Debía cientos de pesos en el buffet del colegio: una grave adicción a los sanguches de salame y queso le impedían aprobar educación física. Lucía Rojas trata de hacer conversación, elogia el vestido de la novia, dice que él está re joven, que los dos se

Carla Yurovich, recordaré ese nombre hasta que ocupe mi oscura y helada tumba, piensa. Vuelve a taparse la boca por si lo dijo sin querer. Carla toma asiento en la mesa 8 y ella se queda de pie, no sabe si imitarla y ejercitar una frialdad superior o irse y sentarse en otra mesa cualquiera, hacer como si nada. Carla la mira y sonríe. Provoca. Ella se sienta de una vez pero no devuelve la sonrisa falsa. De a poco llegan los demás invitados y toman asiento: ninguno habla ni saludan. Miran hacia abajo, se refugian en los celulares o tararean la música ochentosa que está poniendo el DJ. Carla: la hija de puta que sigue viva, era la peor alimaña con las uñas más afiladas.

“¿Me sentás al lado de la hija de puta que me arruinó la vida?”. “Ay amiga, por favor… ¿Podés celebrar por mí? Es mi casamiento, “Enfermaboluda”. estás. De la cabeza estás enferma, tanto tiempo al pedo, no “Mirá,pensás”.haceme el favor de sonreír para la foto ¿dale? ¿Por mí? Dale, sonreí. Sonreí, hija de puta”.

mantienen bien, qué bien llevan puestos los años, ustedes también están muy bien, qué sorpresa verlos a todos.

Callate de una puta vez, piensa. Carla sonríe y sigue el juego teatral. Los novios se acercan a la mesa 8. Gloria, básicamente la única buena compañera que alguna vez acusó de que ella existía, y ahora de la mano de Martín Crespi, el hijo de la directora del colegio. La nerd se casa con el alcahuete, es increíble. Los fotógrafos disparan a diestra y siniestra. Ella se acerca a Gloria, le da un beso en cada mejilla y la toma por los hombros. Gloria no sabe si es un abrazo o el beso de la muerte. “¿Esto es una reunión de exalumnos, pelotuda? ¿Me estás “¡Amiga!cargando?”.Me caso con el hombre de mi vida, que lo conozco desde la primaria, también quiero que estén ustedes, si fuimos todos compañeros…”.

Martín Crespi se acerca a saludar después de la toma y le agradece por haber venido. Ya me voy, contesta ella. Se levanta y busca la salida con la mirada. Gloria y Martín se quedan ahí, no saben cómo reaccionar, deciden seguir saludando, tomándose fotos, recorriendo el salón. Antes de que ella se aleje unos metros, Suárez se levanta y la sigue. La alcanza tomándola del brazo y ella voltea para ver quién la está frenando. Qué querés, le dice. Él la suelta y se acerca para hablarle muy bajo, casi con vergüenza. “No sé si te acordás de mí, yo soy Eric Suárez, te mandé una cartita de amor en cuarto grado, vos eras la preferida del profesor y te la quitó, después me hizo pasar al frente para burlarse de mí, arrugó la carta y la tiró al tacho de basura, todos se reían y vos también, no sé si leíste lo que te había escrito, pero te remil reías, quiero que sepas que te podés ir bien a la mierda, me traumaste todo para siempre, vos y el viejo violador ese”. Suárez habla veloz, suelta el monólogo de una sola vez como si lo hubiese tenido atascado y ensayado desde hace un largo tiempo, después se retira: vuelve a la mesa y toma asiento al lado de Carla. Se sonríen mutuamente. Ella reemprende la escapatoria. Todavía es temprano. Tengo tiempo de ir a embriagarme a otro lugar, se dice a sí misma.

Reverb

Cuando Soda Stereo volvió a reunirse, durante los primeros ensayos Gustavo Cerati dijo: “somos la peor banda de covers de Soda Stereo”. No hay motivo real por el que alguien quisiera ser parte de una banda de covers. No hay un meme que rece “si no tuviste una banda de covers no tuviste infancia”. No hay mérito artístico alguno en conformar una banda de covers. Son bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos, y en el Reino de los Cielos no hay que escuchar bandas de covers. Una banda de covers no sabe -ni puede saber- dónde termina su piel y dónde comienza la piel de la discográfica que los demandará por violación a los derechos de propiedad intelectual. Es más que esperable que los mayores de treintaicinco sueñen con tener una banda de covers: es lo único que se puede soñar a esa edad. Las bandas de covers, según la revista Forbes de 2014, son “el último reducto de la miseria cultural en Occidente” y es preciso “acabar con esa cloaca de imitación y karaoke generalizado”. El karaoke y las bandas de covers arruinaron a la televisión argentina. En Argentina, las bandas de covers recaudan limosnas en bares de barrios turísticos y cosechan aplausos de otros mayores de treintaicinco, que son los únicos que entienden las referencias de las bandas de covers.

Quien no haya pecado que tire la primera piedra al escenario donde está tocando una banda de covers. La mayoría de los músicos que integran bandas de covers son los mismos que

tocaban la guitarra en el coro de la iglesia: así la hipocresía, así la inutilidad.

En cada pueblo hay una banda de covers a la que llaman para tocar canciones ajenas cuando se hace una campaña solidaria. Las bandas de covers ni siquiera tienen nombre propio: lo piensan de acuerdo al repertorio que van a mal ejecutar. Había una vez una banda de covers que ensayaba de madrugada y repetían los temas practicando hasta las seis de la mañana. Todo el barrio odiaba a esa banda de covers. Les mandaban a la policía y la banda de covers desenchufaba fugazmente los instrumentos. Esa banda de covers nunca actuó en vivo (puede decirse que, conceptualmente, una banda de covers nunca toca en vivo ni tampoco es un ser vivo). Uno de los integrantes de esa banda de covers era buen músico y tenía problemas para seguir el ritmo de las canciones (qué difícil debe ser saber tocar bien en una banda de covers) (saber tocar bien es un sacrilegio en una banda de covers). Los demás integrantes de la banda de covers se quejaban. “No sabés tocar covers” , le decían. El integrante de la banda de covers se disculpaba y se excusaba diciendo que había un ruido extraño. “¿Qué ruido?”, preguntaba el resto de la banda de covers. Y claro, en una banda de covers todo es ruido extraño. En japonés ‘banda de covers’ y ‘ruidos extraños’ se escriben igual. La banda de covers que ensayaba de madrugada interrumpió la práctica para escuchar esos ruidos extraños que venían de al lado. Parecía que estuvieran construyendo algo: sonidos de albañiles trabajando de madrugada. La banda de covers dió por sentado que se trataba de eso: hay una obra de construcción al lado a las tres de la mañana. Y es que una banda de covers no sabe lo que es construir algo, por eso. La banda de covers siguió ensayando y los ruidos molestos regresaron. La banda de covers interrumpió la canción.

Puede ser una canción de La Renga, o de Attaque 77, o

“No se puede laburar así”, decían los de la banda de covers. Decidieron ir a quejarse a la casa de al lado. Eran las tres de la mañana y no podían ensayar tranquilos. La banda de covers tocó el timbre en la casa de al lado y salió un hombre alto, gordo, pelado, con bigotes espesos. Parecía Alberto Laiseca. Tenía un delantal ensangrentado y una sierra en la mano. La banda de covers pidió por favor un poco de silencio. “Somos una banda de covers y queremos ensayar en paz”, le dijeron a Alberto Laiseca. Alberto Laiseca miró a la banda de covers a los ojos y se rió, mostrando los dientes podridos bajo el bigote salvaje. La banda de covers espió el interior de la casa y alcanzaron a ver dos cuerpos descuartizados en el piso. “Bueno, ya nos vamos”, dijo la banda de covers, asustada y cagona como todas las bandas de covers. “Por favor, déjenos ensayar en paz”, pidieron. Alberto Laiseca escupió en la vereda y antes de cerrar la puerta les dijo: “Tener una banda de covers es de puto”. Ningún niño, cuando le preguntan qué quiere ser de grande, contesta que sueña con tener una banda de covers.

de Patricio Rey, o de Viejas Locas. Todas son igualmente malas y fáciles como para una banda de covers. Era una canción de alguna de esas bandas malas y fáciles la que estaba tocando la banda de covers, cuando los ruidos raros de al lado volvieron con todo. Había una sola pared entre la banda de covers y la casa de al lado.

“Aldana en casa”, de Lucila Lastero: Final Alternativo 01 1. Su mamá y sus hermanitos habían salido y Aldana se había quedado sola. Vio un poco de dibujos animados, saltó a la piola y jugó con muñecas, pero después se aburrió y decidió pintar la casita de cartón.

Primero pintó las paredes de lila, con una fibra gruesa. Después pasó verde por encima del lila. Se cansó de la pintura sola y comenzó la pegatina de pedacitos de papel de diario alrededor de la casita. Sobre los papeles arrojó colores de témperas, y fideos y retazos de tela… No había caso. No le gustaba cómo quedaba. Harta de todo, prendió un fósforo, quemó completamente la casita y se fue a lo de Aldana,Magda. su mamá y los hermanitos, estuvieron casi un mes en la calle hasta conseguir una nueva vivienda. La2. familia desfiló por el canal de televisión local pidiendo colaboración, compasión, solidaridad. Todos preguntaban cómo se había iniciado el incendio y ellos cambiaban la respuesta conforme al paso del tiempo: un sahumerio que se olvidaron,

vivienda -igual de chiquita que la anterior- lo primero que hizo la madre fue agarrar a Aldana de los pelos y pasarle la boca por las paredes de madera astillada, lastimándole los labios.

poco que quedó fueron unas cabezas de Barbie truchas todas derretidas. Ni siquiera los fierros de los catres viejos servían para levantar un futuro refugio. Los4.

alguien de afuera arrojó la colilla de un cigarro mal apagado, un problema de la garrafa de gas, un brasero peligroso, falla eléctrica, la excusa que fuera. La madre pedía ropa de abrigo para los hijos y comida. Aldana también iba al canal de televisión y se quedaba detrás de cámara: pensaba que si la veían en vivo, descubrirían lo que había hecho. Lo3.

televidentes se apersonaron en el canal y dejaron sábanas, colchones sucios, billetes de cincuenta y de cien, leche en polvo, zapatillas usadas, algunos juguetes para los hermanitos y viandas de comida congelada. Aldana, en medio de toda esa mercadería sobrante que les dejaban, sentía ganas de volver a saborear el En5.fuego.lanueva

“Es tu casa, esta es tu casa”, le decía. “No la quemes, no la

día, cuando a Aldana le toca pasar al frente del pizarrón a explicar una radiografía del tórax en la clase de ciencias naturales, una nube negra cubre todo el cielo y ella se queda en blanco. No se acuerda de la lección, olvida por completo los apuntes y siente la vergüenza de estar al frente reprobando frente a todos sus compañeros. La maestra le dice que vamos, que se acuerde, que es fácil, que todos sus compañeros podían. En ese momento, alguien del fondo del aula, una voz de varón chillona y burlona, grita que la aprueben igual, porque sino Aldana quema la escuela con todos ellos dentro. La maestra pide silencio, pero todo el curso se ríe a carcajadas. Aldana no sabe si ya reprobó o no, pero elige tomar asiento y llora en silencio sobre su carpeta de tres

La7.anillos.segunda casita no es de cartón pero igual es frágil: un par de lluvias con viento y puede venirse abajo. Los hermanitos siguen compartiendo una cama, Aldana duerme en otra, la madre duerme en el suelo, al lado de la garrafa social. El techo, otra vez, presume un montón de goteras. La madre le dice a Aldana que, cuando pueda, traiga cajas de vino de la calle para tapar el techo.

quemes”, le decía. Los hermanitos miraban el castigo pero todavía no sabían que se trataba de un castigo. Un6.

La8. maestra de ciencias naturales le da a Aldana otra oportunidad para aprobar la materia: le permite elegir otra radiografía de la caja que hay en el closet del aula y que la explique. Ok, dice Aldana. Toca el timbre del recreo y ella es la única que no sale: se queda adentro a repasar. Mientras todos los compañeros están en el patio jugando a piñas y patadas, la maestra entra al aula y empieza a curiosear entre las mochilas de los niños: una banana, galletitas Oreo, un pebete, medialunas, sánguches de miga, más galletitas Oreo. Seño ¿usted nos roba la merienda?, pregunta Aldana. La maestra se percata de que Aldana está ahí, viéndola fijo, y le advierte: “Si decís algo, le cuento a toda la escuela lo que hiciste”. Aldana, después de eso, reprueba la materia. La9.

madre y los hermanitos acompañan a Aldana al cementerio para que deje sus cuadernos de escuela en la tumba de La Quemadita, una niña milagrosa que hace cien años fue quemada viva por la abuela. Cumple milagros a niños enfermos, niñas abusadas y estudiantes en problemas. Aldana tiene que repetir el cuarto grado. Deja la carpeta de tres anillos en medio del montón de cuadernos y carpetas que hay en la tumba, junto con trenzas de cabello, zapatillas, muñecas y juguetes. “Yo no le traigo nada más que la carpeta del año ¿igual sirve?”, pregunta Aldana. “Si tenés fe, sirve”, responde la madre. Pero ella no sabe si es una respuesta buena o mala. ¿Qué significa tener fe? Al final, sólo tenemos fe en el fuego que se propaga.

5. Notas

Gracias a: Eleanor Peters, Daniel Medina y Akira. Los textos del apartado Traducciones pertenecen al libro Tu fuerza primitiva (2021), correspondientes a sus dos partes: “Primavera Verano” y “Otoño Invierno”. La playlist incluida en este tomo incluye los tracks que originalmente componen el proyecto de poesía y paisajes sonoros Resonancia Vol. I. El poema “Ya no hablemos de la depresión”, del poeta y fotógrafo chino Wang Yin, pertenece a su libro Luz de cal viva (Editorial Catálogos, 2018: traducción de Radina Plamenova Dimitrova). Este libro me fue obsequiado por el mismo Wang Yin, durante el Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (Centro Cultural Kirchner, 2018), a quien agradezco semejante gesto de amabilidad y comprensión para con mi obsesión como “L’absente”lector. ha sido incluido originalmente en la plaqueta L'ABSENTE, publicada en diciembre de 2021 como un proyecto parte del programa Cultura Solidaria del Ministerio de Cultura de la Nación. “Domingos de funeral” es un título tomado de uno de los capítulos de la novela Los pibes suicidas, de Fabio Martínez (Editorial Nudista, 2013). “Niña japonesa duerme” fue publicado originalmente en formato verso en el libro Introspectiva (Cuaderno de elefantes, 2015). Fuera de catálogo. “Aldana en casa”, de Lucila Lastero, fue publicado originalmente en el libro Regreso en breve (Editorial El Mono Armado, 2015). "Me hago uno con el humo"...

Se diseñó y publicó en agosto de 2022 Mario Flores (Tartagal, Salta - ARG, 1990) es escritor y DJ de música electrónica. Participó en la residencia ENCIENDE de la Bienal de Arte Joven (Centro Cultural Recoleta, 2017) y en el Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (Centro Cultural Kirchner, 2018). Publicó Hikaru (novela, Editorial Nudista, 2018), Necrópolis (cuentos, Fondo Editorial de Salta, 2019), Tu fuerza primitiva (poesía, Gerania Editora, 2021), Queridos terrícolas (ciencia ficción, Kala Ediciones, 2022) y Cacería (novela, Editorial Nudista, 2022). Recibió el Primer Premio Literario Provincial en Categoría Cuento de la Secretaría de Cultura de Salta (2018) y la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes (2019 y 2021).

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