El libro de los Misterios LIBRO SÉPTIMO
Segunda parte Escucha a la Tierra
La metáfora usada en este rito es la de un guerrero en la selva, observando el paisaje y los sonidos de la naturaleza buscando pistas que le ayuden a encontrar a un enemigo no visto que lo está acechando. Si usted desea, puede vestirse como tal guerrero y/o realizar realmente este rito en un medio natural, pero ni lo uno ni lo otro es imprescindible. Lo importante es encontrar un lugar privado y tranquilo donde puede realizar este rito sin ser molestado. Al elegir su sitio debería hacerlo con cuidado y respeto. Mire. Escuche. Busque. Observe cualquier señal. Todas los detalles son relevantes en este rito y son parte del oráculo.
El Rito 1. Después de que usted haya estado un cierto tiempo observando los alrededores, encare el norte y saque su herramienta adivinatoria- en este rito es dado como ejemplo los naipes del tarot. Tome las cartas y mézclelas como usted normalmente lo hace. Ahora comience la tirada, colocando siempre las cartas con la cara hacia abajo, de la siguiente manera,: 2. Al norte, presente a una carta. Ésta es la naturaleza del problema - su enemigo (el enemigo puede ser una persona o una situación).
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3. Al sur, presente tres cartas. Estas cartas representan las mejores herramientas, armas, y aliados que su enemigo tiene de su lado. 4. Al este, presente a tres cartas. Estas cartas representan las mejores herramientas, armas, y aliados que usted tiene de su lado. 5. Al oeste, presente a una carta. Esta carta representa un factor oculto que ni usted ni su enemigo están teniendo en cuenta. 6. Después de haber colocado todas las cartas en su lugar especifico, enfrente el norte y de vuelta la primera carta. Si ésta es una carta que no le dé una explicación satisfactoria de la naturaleza del problema, puede cruzarla con otra carta para un aclaración adicional. 7. Gire y vaya al sur , lea las cartas que ahí se encuentran, haga lo mismo con las que se encuentran en el este. 8. Finalmente, lea la carta del oeste - el factor oculto. Una vez más si la carta no lo satisface, puede cruzarla con otra sacada del mazo. Notas Éstas son señales y observaciones que solo usted va a saber descifrar. Note que esta práctica adivinatoria, está deliberadamente diseñada para que no haya una carta que nos prediga el resultado final de la situación. Ya que el propósito de la misma es solo obtener información. Usted debe tomar su propia decisión basada en lo que las cartas le han mostrado.
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Cuando haya terminado, cubra el sitio antes de irse (figurada o literalmente) para ocultar el hecho de que usted ha estado allí.
Cernunnos, padre de los animales
Profundo en los antiguos bosques y campos de Europa, el Hombre Verde, Cernunnos, el dios astado, el Marduk de los bosques, por mucho tiempo ha vagado libre y majestuoso. Las sendas del Hombre Verde son los caminos de la salvaje naturaleza y las estaciones del año. Él está presente dondequiera que los cultivos crezcan y sean cosechados. Él está allí mientras los animales copulan y dan a luz. Él está allí cuando las estaciones cambian y el sol brilla. Su reconocimiento y la reverencia hacia él, y a la energía de la vegetación y la naturaleza, fue universal. Durante la Edad Media, su figura fue esculpida en piedra y en las paredes y los arcos de las catedrales más finas; Hay miles de cabezas del Hombre Verde esculpidas a través de toda Europa. En la época del Renacimiento, las religiones aborígenes europeas estaban bajo el constante ataque de la poderosa Iglesia Católica. Éste fue también un ataque al Hombre Verde y su magia. A pesar de eso, su presencia en las catedrales fue una fuente constante de fortaleza para la gente. La imagen del Hombre Verde silenciosamente imitó el
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espíritu de la naturaleza. Su vigorosa energía masculina era simultáneamente misteriosa y familiar. Él es el dios moribundo y restituidor de la vegetación. Por ello es el dios de la cosecha. La sabiduría de Hombre Verde es el de las verdades eternas, los ciclos, y los pasajes. Todos nosotros nacemos, crecemos, envejecemos, y morimos, cada uno a nuestro propio tiempo. Es esta verdad profunda y sagrada la que se hizo eco en la figura del Hombre Verde. El Hombre Verde es un puente mágico entre la naturaleza y nosotros. Humano en forma, él es también vegetal y animal al mismo tiempo. Sus misterios son los secretos de todas las cosas que está creciendo. Él está presente en todos los alimentos naturales - las verduras, el maíz, los granos y las frutas de la Tierra. Él vive en todos los cultivos y en todas las cosas verdes y crecientes. El Hombre Verde es tanto una parte de nosotros como nosotros lo somos de él. Su energía llena los árboles que elaboran el oxígeno que respiramos. El Hombre Verde nos da el aliento de la vida. En la cosecha, él entrega su esencia a la altura de su magnificencia. Aunque él muera como una planta, él nace nuevamente en las células y los tejidos de los animales y los humanos. Aquí él nos alimenta y nos hace crecer, hasta el tiempo en que dejamos de existir entonces su energía es liberada otra vez en la tierra. Allí brota otra vez en la forma de cultivos o plantas en el ciclo interminable de muerte y renacimiento. Un Ritual del Hombre Verde Caminar las sendas del Hombre Verde significa vivir a tono con la naturaleza y vivir conforme a las estaciones. Significa buscar las bendiciones y regalos que son únicos para cada uno de los tiempos del año. Sin invierno, no hay primavera; Sin verano no hay siega. Los rituales del Hombre Verde pueden
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hacerse para muchos propósitos - para sanar el entorno, restaurar el balance, o asegurar la abundancia y el éxito de los nuevos cometidos. Los rituales Hombre Verde deberían ser realizados con velas verdes, blancas, o amarillas. Las velas verdes para el crecimiento, la salud, y la vegetación. Las velas blancas representan el aire. Las velas amarillas brillan con la luz del sol y su calor y energía vital. Los símbolos usados en los Rituales del Hombre Verde pueden incluir: Una planta que está creciendo, una rama, una fruta, granos desecados, un tazón pequeño con tierra, hojas, bayas, y bellotas u otras nueces. Invocación al Hombre Verde
Yo te invoco, poderoso y libre espíritu de la naturaleza Ven y enséñame, me dispongo a honrarte Celebro tus dádivas; Estoy listo para aprender tus verdades, Como mis antepasados lo hicieron antes de mí, Veo tu poder y el dolor, debajo del manto verde De las cicatrices en tu cuerpo y la gran tristeza en tus ojos. Ya no estás abandonado, te escuchamos otra vez; Estamos listos, para honrar tus caminos. Revélate, Hombre Verde, Trama tus hechizos de magia verde. Enséñame y escucharé tu voz; Celebraré tus caminos sagrados de sabiduría.
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Es mejor hacer el ritual del Hombre Verde en el exterior, y si es posible en un lugar arbolado. Quítate los zapatos, hunde tus dedos en la tierra fría, y siente la energía del Hombre Verde ascender a través de tu cuerpo. Antes de que empieces tu ritual, tómate un momento para escuchar a los árboles, nota cómo susurran, crujen, y gimen como el viento los atraviesa. Respira en el oxígeno que han producido para ti, y sabe que esto es milagro de la magia del Hombre Verde. En nuestro tiempo como en la tierra perdida de Ur, el Hombre Verde está emergiendo con una voz clara, fuerte, guiándonos hacia una estabilización más sana y más estable con la naturaleza.
Recuerda - Que las plumas te elevan y te llevan a los espacios de los dioses, de la Madre Tierra, de Cernunnos, llévalas en el cuello o en las orejas en luna nueva, cuando oigas el encargo de Hécate. - Que las espinas de las rosas, las púas de los pinos, o las que se fabrican, te protegen del enemigo. - Lleva semillas de peonía a los enfermos y cuélgalas de su cuello, y ajo si la enfermedad es por un tíndalo.
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- Pon a sonar campanillas para que los elementales te ayuden felices. - Ten el mantel del altar sin mĂĄcula, porque tu altar no debe tocar la mesa en la que se erige. - Cuando no sepas a dĂłnde ir en tu vida, monta una brĂşjula en tu vara y mira las estrellas: este es un gran secreto.
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