El Libro de los Misterios
Libro Noveno Parte Segunda
Un gusano comió palabras. Creí escuchar una maravilla: Aquella larva, un ladrón en la oscuridad, había devorado el famoso canto de un hombre y su irrefutable fundamento. Nada aprendió el furtivo huésped con haber devorado palabras.
En la época en que los profanos celebran el carnaval encontrarás el yermo de las rocas grises y los lirios blancos, al que le ha cantado el mayor de los poetas. O Fortuna velut luna statu variabilis, semper crescis aut decrescis… Tú no vienes del polvo ni volverás al polvo porque esos son los hijos del que se esconde en su ciudad de barro y desolación.