El libro de los Misterios LIBRO CUARTO LA MAGIA DEL EQUINOCCIO DE PRIMAVERA
Hay un secreto que debes saber: Lo que hay grabado en la piedra de Heliorus es una figura varonil con rostro de león: en la mano izquierda sostiene la esfera celeste y un látigo; a su alrededor aparece una serpiente que se muerde la cola y, bajo la base de la piedra, este nombre (manténlo oculto): acha achacha chach charchara chach,
Prógnosis El equinoccio de primavera, que llaman Ostara, es la época en la que tu dios y tu diosa se enamoran, y descubren el velo del futuro para que tú espíes. El día del equinoccio, siembra la tierra y escribe proyectos de tu vida en tu grimoire. Convida a tus amigos con huevos cocinados con salsas dulces o saladas, a modo de regalo, que es el símbolo de la fertilidad en todos los aspectos. Práctica para pronosticar el futuro que tiene toda la mágica y hace decaer todos los padecimientos. En la profundidad de un río o en una cueva ... desciende y arroja un sigilo de oscuridad con una banda.. . cesará el sufrimiento y conocerás lo que quieras. Di de esta manera: Cumple sin engaño, la visión de cada práctica, según el mandato de Febo
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A Febo habrás de agradarle con música de flauta o arpa. Obtención de la fuerza mágica. Hay que poner sobre la mesa un Apolo hueco en madera de laurel; escribe en una lámina de oro, plata o estaño, el sigilo de Apolo y coloca la lámina debajo del pebetero, frente a la imagen de madera del dios que se preparó junto con el pebetero; pon al lado del trípode una copa o concha con agua pura y escribe en el suelo, un sigilo que represente al sol. Hay que estar purificado previamente durante tres días. Que la mesa de adivinación y su espacio estén tapados.
Si quieres ver, mira dentro: con una vestidura blanca y pura, y coronado con una guirnalda de laurel sobre su cabeza, el dios, contento y... un tallo de artemisa de un solo ramo vaticinando ... Antes de la invocación, quema en su honor laurel ... sobre la ofrenda cantando el peán (al dios) al amanecer ... suplica ofreciendo cardamomo la flor de la almendra.. . toma un crisantemo. Ofrece un sacrificio de música, pintura o tejidos y haz una libación con vino que no sea rojo. Di: Hazme conocer de antemano cada una de las entidades mágicas ... temprano, a la salida del sol conocer a cada uno de los objetos que cerca de mí posean embrujo maligno y conocer de antemano todo lo que tienen en el alma los brujos oscuros y toda su entidad. Una planta de artemisa, la única crecida, con una sola rama, nacida al sol, nacida de la luna.. . fruto del loto, lirio, una almendra, espera en tu casa, en ayunas, la salida del sol.
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Recorre con el péndulo que ya has consagrado anteriormente en este libro los objetos sospechosos y coloca sobre ellos una hematite, si uno de ellos resultara ser el que llaman Hor quid, parte de un golpe la hematite en dos. Comenzará a sangrar la piedra y sabrás que la maldición ha terminado. De esto ha dicho Solón:
... La Moira es, en efecto, quien da a los humanos el bien y el mal y son inevitables los dones de los dioses inmortales. En todas las acciones hay riesgo y nadie sabe en qué va a concluir un asunto recién comenzado. Así que uno que pretende obrar bien no ha previsto que se lanza a un duro y enorme desastre, y a otro, que obró mal, le concede un dios para todo la suerte del éxito, que contrarresta su propia torpeza. De la riqueza no hay término alguno fijado a los hombres; pues ahora entre nosotros el que más bienes tiene el doble se afana. ¿Quién puede saciarlos a todos? Las ganancias, de cierto, las dan a los hombres los dioses, y de ellas procede el desastre, que Zeus de cuando en cuando envía como castigo, y ya uno, ya otro lo recibe.
Agradece la primavera que llega Ahora que estás libre de magia pide que no te falte el amor como Anacreonte:
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Venga ya, tráenos, muchacho, la copa, que de un trago la apuro. Échale diez cazos de agua, y cinco de vino, para que sin excesos otra vez celebre la fiesta de Dioniso.
Oh Soberano, compañero de juegos de Eros seductor y de las Ninfas de párpados azules y de la purpúrea Afrodita, tú que recorres las elevadas cumbres de los montes. A ti te imploro, y tú benévolo acúdenos a escuchar nuestro ruego agraciado. Sé un buen consejero, y que acepte, oh Dioniso, mi amor.
Ofrenda a los dioses con las primeras flores de la nueva estación y pide amor, porque es lo que sostiene las columnas de la magia. Recuerda quién eres.
Plegaria Madre Tierra cubierta de Sol, Aroma de tiempos antiguos, A ti toda la honra, Y al dios astado que mora en el viento.
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Puedes encender palo santo o un aroma dulce que ofrendarás a la Gran Madre esta estación. Y cuando la luna pase de menguante a nueva, recita: Febo, que ayudas con la adivinación, ven contento, Letíada , certero desde lejos, protector del mal, aquí, ven, anda!: ven aquí!, vaticinador, da tus oráculos durante la noche. Espera entonces la señal de tu dios y tu diosa, pues ellos deciden si eres digno de abrir este pórtico.
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