El libro de los Misterios LIBRO SEGUNDO Cuarta parte
La magia que viene de la Tierra, esbats y sabbats Los pequeños signos de la Gran Madre llamada Dera
Plegaria del tiempo que gira
Mira como el Sol, Shammash, ha traído las estaciones, En su figura, Marduk ha creado el tiempo, Y te ha dado la ventaja del renacimiento, A ti que tienes muchas vidas, Y que el Éufrates es pequeño comparado con tus lágrimas. Recuerda quién eres: Hijo de la Tierra, Y del cielo estrellado. Caminaste por Ur, Por Santorini Y por los Andes,
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Y de todos los lugares te llevaste Una risa que fue risa en el amuleto de Ur, Una mirada de tu dios, el seĂąor, Bel. Una palabra que resuena de tu diosa, Como eco en la naturaleza. Recuerda. Has venido a recuperar tu historia, A secar tus lĂĄgrimas, A sanar la tierra herida. Pon a sonar una campanilla Que es la risa de los seres que nacen Con cada rayo de luna, Con cada rayo de sol. Vive del amor y la belleza Como te ha sido designado. Festeja los ocho sabbats Y los trece esbats, Que se han celebrado de la misma manera Por los perdidos en el tiempo.
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Magia de sabbats y esbats En los equinoccios y en la fiesta de la cosecha, pide abundancia y bonanza con una ofrenda de semillas, granos o frutos, o si no tienes nada, sal u hojas:
Si encuentras una piedra agujereada, arrójala al aire y guárdala con un cordón alrededor de tu cuello o tobillo, pues es signo de bendiciones. Si es el solsticio de verano, conságrala al Sol, y toma en ella su fuerza. Enciende estos días un fuego solar, da gracias a Shammash por la vida que te rodea. La música de arpa y lira agrada al señor del Sol. Si te hace daño una persona, toma un limón podrido y clávale tantos clavos de olor como males te haya hecho. Arrójalo a la entrada de su casa.
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En luna llena ofrece plumas blancas, caracoles y leche a la Luna. Cuando los pájaros empiezan a cantar en la tormenta, todavía lloverá pero toma estas gotas para el agua de tu altar. En el equinoccio vernal comenzarán las tormentas. El dios y la diosa se enamoran y la tierra se llena de fertilidad. Has esos días una comida con huevo y convida a quienes amas. A veces Venus, Ishtar, se abre como un ojo, esa noche puedes comunicarte con alguien que está lejos, pero también llorarás de alegría o de ausencia. El primero de mayo, recuerda a los que se han ido, pero festeja el haber vivido junto a ellos. Enciende un fuego para ellos y cocina con papas, zapallos, hervidos y sírvelos con queso. Bebe vino rojo o café en su honor. Un collar de semillas rojas aleja a la enfermedad y corta su influjo en el enfermo. Conságralas a Nergal, quien la combatirá. A la noche da gracias a tu diosa, al levantarte, da gracias a tu dios. Una piedra blanca es señal de la gracia de los elementales de tierra. Conságrala en febrero, en la fiesta de la cosecha. Cocina con frutas del bosque y llénate de la prosperidad y abundancia de la naturaleza. En el equinoccio de otoño, corta manzanas y descubre en el interior la alianza de los dioses, troza las manzanas y cómelas, pide inteligencia y sabiduría.
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Pon tréboles en un jarro si las palabras de una persona te han dañado. Que tu sangre nunca toque la tierra.
Recuerda que en tu trabajo, en tu arte, ha de haber una revelación que te ayude a continuar, si es arduo, o si los tiempos no son propicios. Espera con el corazón abierto esa revelación. Todas las cosas surgirán nuevas y brillantes entonces.
Τοῦτο ὅτι μὲν μυριάκις μύρια ἔτη διελάνθανεν ἄρα τοὺς τότε, χίλια δὲ ἀφ’ οὗ γέγονεν ἢ δὶς τοσαῦτα ἔτη, τὰ μὲν Δαιδάλωι καταφανῆ γέγονεν, τὰ δὲ Ὀρφεῖ, τὰ δὲ Παλαμήδει, τὰ δὲ περὶ μουσικὴν Μαρσύαι καὶ Ὀλύμπωι, περὶ λύραν δὲ Ἀμφίονι, τὰ δὲ ἄλλα ἄλλοις πάμπολλα, ὡς ἔπος εἰπεῖν χθὲς καὶ πρώιην γεγονότα.
“Entonces, dices que durante muchísimos años estas cosas fueron desconocidas para los hombres de entonces, pero que no hace más de mil o dos mil años, unas fueron reveladas a Dédalo, otras a Orfeo, otras a Palamedes, las que tienen que ver con la música a Marsias y Olimpo, la lira a Anfión, y otras muchísimas a otros muchos, que, por así decirlo, surgieron ayer o anteayer” Con un emplasto de centaurea, miel y vino, puedes sanar músculos y huesos enfermos, siempre que no haya una herida abierta.
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Curar con leche: Si pasas una gran angustia tu estómago se deteriora. En un cuenco redondo, que puede ser de barro o cerámica, sirve leche hasta la mitad, que no esté fría. Bébela de a tres sorbos, sin dejar de mirar la leche. Algunas almas navegan la ruta del olvido para calmar su dolor. Esta leche también calma a quienes han sufrido demasiado. En la fiesta de la leche, cuando el dios se amamanta, en agosto, bebe en el cáliz leche endulzada levemente con miel, y restaura tu salud. El dios es niño y se amamanta. En la fiesta de la fertilidad planta una semilla o adora en el altar de Ishtar.
Al mal que provenga de la cabeza del enfermo, lo ahuyentas en los esbats con esta plegaria:
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En los esbats, la diosa recita a través de sus magas este encargo: Soy la madre de la inmensa naturaleza, la dueña de todos los elementos, el tronco que da origen a las generaciones, la suprema divinidad, la reina de los Manes, la primera entre los habitantes del Cielo, la encarnación única de dioses y diosas; las luminosas bóvedas del cielo, los saludables vientos del mar, los silencios desolados de los infiernos, todo está a merced de mi voluntad; soy la divinidad única a quien venera el mundo entero bajo múltiples formas, variados ritos y los más diversos nombres. Los frigios, primeros habitantes del orbe, me llaman diosa de PESSINONTE y madre de los dioses; soy MINERVA CECROPIA para los atenienses autóctonos; VENUS PAFIA para los isleños de Chipre; DIANA DICTYMNA para los saeteros de Creta; PROSÉRPINA ESTIGIA para los sicilianos trilingues; CERES ACTEA para la antigua Eleusis; para unos soy JUNO, para otros BELLONA, para los de más allá RHAMNUSIA; los pueblos del Sol naciente y los que reciben sus últimos rayos de poniente, las dos Etiopías y los egipcios poderosos por su antigua sabiduría me honran con un culto propio y me conocen por mi verdadero nombre: soy la reina ISIS. He venido por haberme compadecido de tus desgracias; heme aquí favorable y propicia. Déjate ya de llorar, pon fin a tus lamentos, desecha tu pesimismo; ahora, por mi providencia, empieza a amanecer el día de tu salvación.
Has de recordar ante todo ( y sea ésta una convicción grabada para siempre en el fondo del corazón) que el resto de tus días, hasta exhalar el último suspiro, te debes a mi servicio. Por lo demás, tu vida será feliz y gloriosa bajo mi amparo, y cuando,
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llegado el término de tu existencia, bajes a los infiernos, también allí, en el hemisferio subterráneo, como me estás viendo ahora, volverás a verme brillante entre las tinieblas del Aqueronte y soberana en las profundas moradas del Estigio; y tú, aposentado ya en los campos Elíseos, serás asiduo devoto de mi divinidad protectora. Y si tu escrupulosa obediencia, tus piadosos servicios y tu castidad inviolable te hacen digno de mi divina protección, verás también que sólo yo tengo atribuciones para prolongar tu vida más allá de los límites fijados por tu destino. Yo soy la que está al final de todos los deseos.
Lee el encargo de la diosa en cada esbat. No olvides que estás a su servicio.
En los solsticios, llama a Shammash para salvar a un enfermo de cuerpo o espíritu de la siguiente manera:
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Si necesitas hacer un exorcismo, en la fiesta de mayo di:
En los sabbats o esbats puedes tener que hacer retroceder a un antiguo. S贸lo en esos d铆as, y no en otros, di:
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La labor del neofante Como neofante, has una lista de sabbats, qué celebras, qué magia puedes hacer de la que se te ha detallado aquí. Conjura el círculo mágico, come, bebe, acompáñate con música. Escribe en esta luna una plegaria de agradecimiento y pedido para cada Sabbat, que irás reformando durante tu vida como mago. Escribe el encargo de la diosa y la magia que puedes hacer en cada esbat. En ciertas regiones, cada lunación tiene su nombre. No uses nombres de lunaciones inventados por tradiciones superficiales. Compendia poemas estacionales y poemas a la luna que puedas usar en tus celebraciones. Usa los clásicos y los grandes poetas.
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