El libro de los Misterios LIBRO TERCERO Tercera Parte
Amor y magia de las sombras
Busca un ágata naranja, la que se llama cornalina, u otra piedra naranja o roja. Sosténla sobre la yema de tu dedo índice de la mano de poder. Haz esto cuando la luna esté en su primer cuarto, o en un día viernes, que está dedicado a la señora. Si la piedra permanece sin caerse es que ha llegado quien ha enviado el destino y la diosa del amor a la vida del mago o maga. Entonces has con la piedra un anillo, rodeándola con un tejido de metal o alambre, y colócatela en el dedo como ofrenda a Ishtar. Si la piedra cae, pide que se te revele el nombre del ser amado que llega, en sueños. El mago debe escribir su petición en un jirón de lino, envolver con él una rama de olivo y acostarse con ello bajo la parte izquierda de la cabeza recitando siete veces una plegaria, escrita por el mago mismo, a Hermes (en realidad, a Hermécate o Hermes-Hécate, pues los nombres mágicos hacen relación a Selene).
Dominar la sombra Después de hacer una ofrenda consistente en harina de trigo, moras maduras, sésamo y hierbas que no han tocado el fuego, añádele acelgas y serás el dueño de tu propia sombra, de tal manera que se pondrá a tu servicio. Dirígete
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en la hora sexta del día hacia el Oriente a un lugar solitario, provisto de un cesto tejido con negros juncos nuevos, y en la cabeza una piedra naranja o roja y en la oreja derecha una pluma negra, y en la izquierda una pluma blanca. Después de poner el pie en el lugar, arrodíllate, extiende las manos y recita esta fórmula: Haz que ahora esté a mi servicio mi sombra; porque conozco tus nombres santos y tus signos y símbolos y quién eres en cada momento y cuál es tu nombre. Tras decir esto, recita de nuevo la fórmula que aparece arriba y, en caso de que no te escuchare, di: Pronuncio tus nombres santos, tus signos y tus símbolos. Por ello, señor, haz que esté a mi servicio mi sombra. Y en la hora séptima se acercará a ti desde el lado opuesto y, hablándole a ella, di: «Sígueme a todas partes.» Tu mira, no vaya a ser que te deje. Recuerda que la sombra es tu poder oscuro, tu poder contra los enemigos de tu pueblo y contra los servidores de los antiguos.
Secretos de vida y muerte
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Inscripción secreta para que inscribas en tu grimoire, USA ESTA FÓRMULA PARA CONSAGRAR UN PÉNDULO QUE TÚ MISMO HAS DE FABRICAR: Puedes quitar las palabras que no están en tu lengua para no equivocar el conjuro. «Te saludo, lazo de unión total del espíritu aéreo phogalóa. Te saludo, espíritu, que alcanza del cielo a la tierra erdeneu y desde la tierra que está en el hueco central del cosmos, hasta los límites del abismo meremanga. Te saludo, espíritu que te acercas a mí y me rodeas, y te apartas de mí según la voluntad de Marduk en el bien, espíritu é zanophie. Te saludo, principio y fin de la naturaleza inmóvil dóryglaophón. Te saludo, torbellino de incansable servicio a los elementos rhog yeus anad pelsgeón adara eiph; te saludo, servidor de los rayos del sol, iluminación del mundo te saludo, inigualable círculo de la luna, Nanna, que brilla en la noche sió rhema rhodoiópia; os saludo, espíritus todos de las aéreas formas rhomidoue; os saludo a vosotros, a quienes se ha concedido alegrarse en la alabanza, hermanos y hermanas, magos y magas; oh grande, muy grande, de forma circular, incomprensible forma del cosmos; celestial enrochesyél; que estás en el cielo peletheu, etéreo íogaraa, que estás en el éter thopyleo dardy, acuimorfo ióédes, geomorfo peréphia, ignimorfo aphthalya, anemomorfo, fotomorfo alapie, con forma de sombra iepseria, resplandeciente como una estrella adamator, espíritu húmedo, ardiente y frío. »Te alabo a ti, el dios de los dioses, el que ordenó el cosmos are pieua, el que ocultó el abismo como un tesoro en un lugar invisible de la situación geográfica peró Misel o pentanax, el que separó cielo y tierra, protegiendo al cielo con sus doradas y sempiternas alas rhóderou ouóa
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y apoyando la tierra sobre bases eternas aleioóa, el que sostiene el éter en una altura por encima de la tierra, Bel Marduk, mi señor y padre, el que dispersa al aire con vientos que se mueven espontáneamente el que ha encerrado en círculo el agua ofipélya, el que levanta los huracanes dristhaua, el que truena theplu'chyone, el que relampaguea ourénes, el que llueve osiórni pheugalga, el que agita peratónél, el que engendra a los seres vivos afisigalaia, el dios de los Eones: grande eres, señor, dios, dueño del todo, Cielo Estrellado, Marduk Kurios, arehizo nyon thénar methór pary phezor thaps: mydo: mardmi chelópsa. »
El mago en el jardín INSTRUCCIONES SOBRE LA RECOGIDA DE PLANTAS CON FINES MÁGICOS Entre los egipcios, las plantas (mágicas) se cogen siempre así: el que coge las plantas purifica primero su cuerpo: primero fumiga con sal gruesa quemada todo alrededor y purifica la planta haciendo arder resina de pino, dando tres vueltas alrededor del lugar; luego quema una hierba perfumada y hace la libación con leche de tu cáliz, al mismo tiempo que pronuncia las oraciones y arranca la planta, invocando por su nombre al demon (es decir, elemental) a quien la planta está consagrada, y apelando a la finalidad por la que se arranca, pidiéndole que sea muy eficaz para ello.
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Así pues, la invocación que se hace al recoger cada planta, en general, es ésta: Fuiste sembrada por Cronos, concebida por Hera, guardada por Amón, parida por Isis, alimentada por la lluvia de Zeus y creciste gracias a Helios y al rocío. Tú eres el rocío de todos los dioses, tú eres el corazón de Hermes, tú eres la simiente de los dioses primeros, tú eres el ojo de Helios, tú eres la luz de Selene, tu eres el celo de Osiris, tú eres la belleza y la gloria de Urano, tú eres el alma del espíritu de Osiris, la que se regocija en todo lugar, tú eres el espíritu de Amón. Como tú exaltas a Osiris, así exáltate a ti misma y levántate igual que Helios se levanta cada día; tu tamaño coincide con el de la mitad del camino de Helios, tus raíces son como las del abismo, tus fuerzas están en el corazón de Hermes, tus partes leñosas son los huesos de Mnevis, y tus flores son el ojo de Horus; tu semilla es la semilla de Pan. Yo te lavo con resina igual que a los dioses, también para mi salud; queda purificada con mis oraciones y danos fuerza como Ares y Atena. Yo soy Hermes. Te tomo con la Suerte Buena y con el Demon Bueno y en buena hora y más en buen día y con un buen hacer en todo.
Después de decir esto, enrolla la planta recogida con una cinta purificada (en el lugar de la raíz echa siete granos de trigo y lo mismo de cebada, empapados en miel) y, después de amontonar la misma tierra que excavó, se marcha. Un demon es una forma de llamar a los elementales en las religiones mistéricas clásicas.
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