El libro de los Misterios LIBRO TERCERO Cuarta Parte
Prácticas mágicas de la época de Imbolc: desde la candelaria hasta el equinoccio vernal
Para hacerse invisible. Importante: toma un sigilo de un ojo y una planta de peonia (quiere decir rosa) y mézclalo todo con aceite de lilas; luego, al amasarlo de derecha a izquierda, pronuncia la fórmula como sigue: Levántate, demon (servidor) subterráneo si yo, fulano, os ordenare algo, me habréis de obedecer. Ten cuidado con la fórmula anterior, porque puedes acarrear un Tíndalo para siempre, agazapado entre tus cabellos. Si quieres hacerte invisible, unge tu frente sólo con esta mixtura y te volverás invisible durante el tiempo que quieras. Y si quieres volver a ser visible, anda desde la puesta del sol hasta su salida de nuevo y pronuncia la fórmula siguiente, y te harás claramente visible y te verán todos los hombres. Ésta es la fórmula:
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Hacedme a mí, fulano, visible para todos los hombres en el día de hoy, ya, ya, pronto, pronto.
Contra enfermedades con versos de Homero, conjuros griegos
Huyamos de la muerte y la ruina fuera del combate [con los troyanos.
Otra fórmula contra la hemorragia: La cólera del soberano Apolo que hiere desde lejos.
Diciendo esto a la sangre cura la hemorragia; mas si s alguien se libera y no te lo agradece, toma un brasero, echa el amuleto y ponlo sobre el humo; añádele una raíz y escribe este verso:
Por esto dio dolores el flechador y aún seguirá dando. Escribe contra el dolor de pechos y de matriz: Lo crió la hija de Zeus, lo parió la tierra fértil.
Para deshacer un hechizo Toma plomo y graba en él una figurilla dotada Singularmente, sosteniendo en su mano derecha una lámpara y en la izquierda una espada, y sobre la cabeza tres
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halcones y bajo las piernas un escarabajo; y debajo del escarabajo una serpiente que se muerde la cola. Di: Yo soy el hijo de la Tierra Y el cielo estrellado, Borro este hechizo, Del libro de Ea, Enki, nuestro señor. Amanu, amanu, amanu.
Oración al sol, remedio para dominar la cólera y obtener victoria y gracia; no hay otro mejor
Habla dirigiéndote al sol, el señor Shammash, siete veces; unge tu mano con aceite y frótala sobre tu cabeza y tu rostro. La oración es: Yo te saludo a ti, el que está colocado sobre el Este y el cosmos, para quien montan guardia todos los dioses en tu hora buena, en tu día bueno; tú, Shammash, señor del cosmos que vemos, tú, corona del mundo habitado el que se alza desde el abismo, el que cada día sale joven y se pone anciano, suplico, señor, que no fracase, que no sea objeto de insidias, que no tome ninguna pócima mortal, que no caiga en la desgracia ni en la pobreza, sino que tome y reciba de ti
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vida, salud, fama, riqueza, fuerza, poder, suerte, encanto y favor frente a todos los hombres y todas las mujeres. Bebe hidromiel o miel de tu cáliz y haz una libación para Shammash. Guarda contigo un aro de oro y cárgalo con la luz del sol.
Contra hechizos de magia negra Fabrica púas de metal o toma espinas de rosal, colócalas en una cadena alrededor de tu tobillo, con la punta hacia abajo. Protege a tus hermanos de la misma manera. Para saber si te han hecho un maleficio coloca espinas de rosa en un recipiente blanco que no haya sido usado antes, en agua, y con 7 gotas de aceite, una por cada maskim. Pide a los augures su intercesión. Toma una amatista y sosténla en tu mano de poder. Si las espinas han rotado en el recipiente, tienes un maleficio sobre tu cabeza.
Tinta mágica para los conjuros Al señor Adar debes consagrar el frasco donde guardarás la tinta. Ésta es la preparación de la tinta: cuatro dracmas de mirra, tres higos pasos, siete dátiles secos, siete piñones secos, siete troncos de ramas de la planta artemisa, siete plumas blancas, agua de una fuente. Después de quemar todo esto, guárdala en el frasco durante una luna nueva
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y escribe con ella durante creciente o menguante. Recuerda quién eres.
Conjura una tormenta pintándola Para representar con viveza una tormenta se deben considerar primero los efectos que causa, cuando soplando el viento con violencia sobre la superficie del ruar ó de la tierra, mueve y lleva tras sí todo lo que no está unido firmemente con la masa universal. Para figurar, pues, la tormenta se hará las nubes rotas, dirigidas todas hacia la parte del viento con polvareda de las riveras arenosas del mar; hojas y ramas levantadas por el aire, y á éste modo otras muchas cosas ligeras que igualmente las arrebata.
Cuando la luna esté en su primer cuarto O menguando y sea bien visible, Toma en tu cáliz cristalina agua Y mira a Nanna bajando a beber.
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De otro mundo vienes Y hacia otro mundo vas caminando, Tienes un ala que te espera en un camino pedregoso, Y aún te falta media vida, Media copa, Medio sueño que has de realizar. Escribe esta noche tus deseos En una lengua que no comprenda el profano. Bebe la media copa Y pide sabiduría. Tú eres hijo de la Tierra, Y el Cielo Estrellado, Entonces, Qué te detiene? Qué te detiene de seguir el camino trazado antaño? Mira cómo se mueven las llamas Y cómo saltan como chispas las estrellas. Aún le queda a este mundo tuyo una esperanza, Vigila los días, Vigila las horas, Porque tu alma está enjaulada Y los tíndalos te mojan las pisadas Con su saliva. Deja ir el mal que ha hecho estragos en tu alma. Vuelve a Ur, aquí, y en este instante, porque Donde tú estés está Ur, Donde tú cantes está Ur, Allí fue creada la Palabra, Y la magia.
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Mira como Nanna baja resuelto a tu cáliz. La luna ha pronunciado un conjuro para que puedas seguir caminando. Esta tierra nueva es la tierra de antaño. Recuerda quién eres. Los días de la candelaria Hasta el equinoccio vernal, Serena tu alma, Estudia la magia Y las palabras antiguas. Purifícate. Olvida el mal porque debes cicatrizar. Olvida el mal y recuerda quién eres Y quién fuiste. Hay un secreto que debes saber todavía: Hay hojas en el viento y hojas en la tierra. Elige donde abres tu ventana. Usa tu ala. Vuélvete de agua. Crece como una ola en el mar de Enki. Prospera en la tierra de Mashu y camina con la vista en los Zonei. Recuerda Que el pórtico se quiebra como el cristal de Akkad Y esta es la oportunidad que tienes en esta vida, Pues debes volver Allí donde todo lo dejaste.
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Recuerda, pero olvida el mal. Avanza, pero deja el mal atrás. Si llevas malos recuerdos, Los adeptos y los tíndalos, Los maskim, Se apoderarán de tu fuerza. Tú has renacido en el solsticio Y eres un infante para esta tierra, Sin poder para desatar los nudos de tu alma. Aprende a desatarlos, escucha La voz del que habla por los dioses, Y pone su pie sobre la cumbre del zigurat. Escucha el silencio del que ha elegido No pronunciar palabra.
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