El libro de los Misterios LIBRO QUINTO PARTE SEGUNDA RITOS DE FERTILIDAD
Oh Isis! Madre del Cosmos raíz del amor tronco, capullo, hoja, flor y semilla de todo lo que existe. A ti, fuerza naturalizante, te conjuramos Llamamos a la reina del espacio y de la noche. Y besando sus ojos amorosos bebiendo el rocío de sus labios respirando el dulce aroma de su cuerpo exclamamos: ¡Oh Nuit! Eterna deidad del cielo, que eres lo que fue y lo que será ¡Isis, a quien ningún mortal ha levantado el velo! Cuando tu estés bajo las estrellas radiantes del nocturno y profundo cielo del desierto con pureza de corazón y en la flama de la serpiente te llamamos.
Invocación preliminar Salve Isis, señora de la fertilidad, Luna fecunda, Estrella de la mañana, Estrella del atardecer, Que de Osiris guardaste la sagrada semilla, Yo te ofrezco un espejo Para que reflejes en él tu don de fertilidad.
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Ofrecerás un espejo a la diosa.
Cuando pidas fertilidad no lleves nudos, ni tengas anillos cerrados a menos que seas hierofante, ni te cruces de brazos o piernas, y jamás te cruces de brazos o piernas delante de una mujer encinta.
En la primer creciente de Beltane, tomarás junto a tu compañero o compañera, en un recipiente sin mácula, semillas de sésamo o arroz bañadas en leche, y ofrecerás esta comida a Isis. En el segundo día de creciente dibujarás el sigilo de una liebre, que es agradable a las divinidades de la fertilidad, y lo colocarás bajo el mantel de tu altar. Recuerda, tu altar debe tener un mantel o serás odioso a tus dioses. En la luna llena limpia tu cáliz y llénalo con el agua más pura, bébela en honor de Osiris. En la luna nueva recuéstate en un sitio oscuro, y deja que Hécate llene tus pensamientos, vacía tu mente para que la diosa la llene. Desde el punto de vista de la magia, el sistema egipcio exige
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a sus seguidores que, en lo que se refiere a los dioses, sigan a un grupo de ellos claramente definidos, por lo que el aspirante a mago debería mostrarse tajante acerca de su elección inicial. Por eso no usarás más que en los casos que se te ha indicado el panteón egipcio.
Usa como se te ha dicho en el libro primero el estoraque en el altar, que se reemplaza por azúcar negra. Antes de pensar en tu propia fertilidad haz ofrendas a la Madre Tierra y a aquellos que han visto morir a sus hijos.
La Isis nórdica, Freya, es la dadora de fertilidad, cuando comience una nevada, en los primeros copos, realiza una plegaria a Freya y en menos de un año concebirás un hijo o una hija que será descendiente de la estirpe de Ur.
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