El libro de los Misterios LIBRO SEXTO SEGUNDA PARTE EBBATRE
Ningal es la madre luna, a ella cantarás en los esbats. Donde tú cantes estará tu ciudad y tu tierra Levanté mis talones [hacia Babilonia] a través... tierras [fui] a mi ciudad su futuro establecer, para [instalar] un rey en Babilonia en la casa de mi alianza... en el montañoso Esagil... creado por Anu... en el Esagil... elevar una plataforma... en mi ciudad... alegría...
Canta en los esbats a la Luna como le cantaron en Egipto a la señora, diciendo:
Es una joven única, no existe su par, en belleza no tiene quien la alcance.
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¡Mirad! Es como una estrella divina que surge al nacer el Año Nuevo, con la palidez radiante de su refulgente piel; ojos graciosos para ver, labios dulces para hablar, nunca dicen una palabra de más. Cuello alto, pecho blanco, cabellos de lapislázuli puro, sus brazos, ¡brillam más que el oro! Y sus dedos, son flores de loto… Ayúdanos, madre Luna, En nuestra magia, En nuestra vida, Protégenos, Señora sin par, Danos fuerza Y aleja al enemigo
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Y al que nos hace bajar la cabeza.
Ofrece flore, plumas y caracoles a la se帽ora de la Luna Como en otro tiempo la sacerdotisa de Ur ofreci贸, Y Nanna, llamado Sin, le dio para su coraz贸n un rayo que lleva Rodeado de estrellas por siglos y d铆as.
Haz tu magia en esta luna.
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