El pensamiento de Darwin en relación a un Dios CreadorFrancesc Nicolau Profesor de la URL, subdirector del Museo Geológico del Seminario de Barcelona, licenciado en Sagrada Teología y en Ciencias Exactas. Todos sabemos que la teoría evolucionista, descrita desde el punto de vista puramente científico, es perfectamente compatible e integrable con la Doctrina cristiana. La fe nos dice que Dios lo ha creado todo, pero no que lo haya hecho desde un principio tal como lo vemos ahora. Pudo haber hecho que las causas segundas hayan provocado una evolución que ha llevado hasta el mundo actual. Más aún, podemos decir que se ve más conforme a la sabiduría y manera de actuar divinas que no se entretuviese en crear especie por especie sino que diera a la naturaleza la potencialidad de ir originándolas. Y el Papa Juan Pablo II no solo lo veía así, sino que incluso, del hecho científico de la evolución biológica con su desarrollo armónico, hacía un argumento en favor de la existencia del Creador. Dijo: “La evolución de los seres vivos, de la cual la ciencia busca determinar las etapas y discernir el mecanismo, presenta un finalismo interno que suscita la admiración”. Esta finalidad, que orienta los seres en una dirección de la cual no son amos ni responsables, obliga a suponer un Espíritu que es e1 inventor, el creador» (catequesis de 17.7.1985). No obstante, la publicación del libro de Darwin sobre e1 origen de les especies en 1859 provocó controversias entre eclesiásticos y naturalistas, e incluso la misma Iglesia católica mostró reticencias, como se vio, por ejemplo, en la oposición a la publicación de las obras de Teilhard de Chardin. Hay que decir, sin embargo, que no hubo ninguna condena católica oficial o pontificia de la teoría darwinista. La oposición más fuerte contra 1a evolución surgió de la Iglesia anglicana. Ahora bien, el año 2009 se ha declarado «año de Darwin» porque coincide con el bicentenario del nacimiento de Charles Robert Darwin (1809-1882) y se cumplen los 150 años de la publicación