Fe verdad y tolerancia Entrevista al Cardenal Ratzinger En su último libro «Fe, verdad, tolerancia - El cristianismo y las religiones del mundo» («Fede, verità, tolleranza - Il cristianesimo e le religioni del mondo», editorial Cantagalli), publicado recientemente en italiano, el cardenal Joseph Ratzinger interviene en los principales temas del momento: la relación entre las religiones, los riesgos del relativismo y el papel que el cristianismo puede jugar. Son cuestiones que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe abordó también en una entrevista concedida a Antonio Socci, publicada íntegramente en «Il Giornale» el pasado 26 de noviembre. Reproducimos aquí el texto difundido por el diario milanés y luego publicado por ZENIT.
Eminencia, hay una idea que se ha afirmado en la alta cultura y en el pensamiento común según la cual las religiones son todas vías que llevan hacia el mismo Dios, de forma que lo mismo vale una que otra. ¿Qué piensa, desde el punto de vista teológico? Diría que incluso en el plano empírico, histórico, no es cierta esta concepción, muy cómoda para el pensamiento de hoy. Es un reflejo del relativismo difundido, pero la realidad no es ésta, porque las religiones no están de una forma estática, una junto a otra, sino que se encuentran en un dinamismo histórico en el que se convierten también en desafíos la una para la otra. Al final, la Verdad es una, Dios es uno, por ello todas estas expresiones tan diferentes, nacidas en diversos momentos históricos, no son equivalentes, sino que son un camino en el que se plantea la cuestión: ¿dónde ir? No se puede decir que son caminos equivalentes porque están en un diálogo interior, y naturalmente me parece evidente que no pueden ser medios de salvación cosas contradictorias: la verdad y la mentira no pueden ser de la misma forma vías de salvación. Por ello, esta idea sencillamente no responde a la realidad de las religiones y no responde a la necesidad del hombre de encontrar una respuesta coherente a sus grandes interrogantes. En varias religiones se reconoce el carácter extraordinario de la figura de Jesús. Parece que no es necesario ser cristiano para venerarlo. ¿Entonces no hay necesidad de la Iglesia? Ya en el Evangelio encontramos dos posturas posibles referentes a Cristo. El Señor mismo distingue: qué dice la gente y qué decís vosotros. Pregunta qué dicen aquellos que Le conocen de segunda mano, o de manera histórica, literaria, y después qué dicen aquellos que Le conocen de cerca y han entrado realmente en un encuentro verdadero, tienen experiencia de Su verdadera identidad. Esta distinción permanece presente en toda la historia: existe una impresión desde fuera que tiene elementos de verdad. En el Evangelio se ve que algunos dicen: «es un profeta». Así como hoy se dice que Jesús es una gran personalidad religiosa o que hay que contarlo entre los «avataras» --las múltiples manifestaciones de lo divino--. Pero los que