Yepes antropologia sexualidad y familia (castellà)

Sexualidad y familia { Ser varón y ser mujer La sexualidad afecta a toda la amplia variedad de estratos o dimensiones que constituye la persona humana. La persona humana es hombre o mujer, y lleva inscrita esta condición en todo su ser. w En el caso del hombre la diferenciación corporal no afecta sólo a los órganos sexuales y al aparato reproductor, sino también a una distinta morfología anatómica y corporal, que se completa con unos diferentes rasgos psicológicos afectivos y cognitivos, propios de cada sexo. w La sexualidad del hombre no afecta sólo al cuerpo, sino también al espíritu, puesto que ambos pertenecen a la unidad de la persona. La sexualidad humana, a diferencia de la animal, modula también la psicología y la vida intelectual: los varones y las mujeres tenemos diferencias que afectan al modo de ser, de pensar, de comportarse, de ver las cosas, de "estar" en el mundo. w Las diferencias corporales y psicológicas se corresponden con el diferente papel que cada uno desempeña en el conjunto de tareas que lleva consigo tener hijos y criarlos. El sexo asigna un reparto de tareas familiares que pronto se convierten en oficios y roles dentro de la familia y del hogar. { Definición de sexualidad humana La sexualidad es un modo de ser, pero antes es también un impulso sensible, un deseo sexual, biológico, orgánico. Si no se acoge ese impulso en el ámbito de la conciencia y de la voluntad, se generan conflictos y desarmonía. Si se ejercen el amor y sus actos de una forma específica. w Por eso, la sexualidad es importante, pero el amor y sus actos lo es más: con él puede lograrse la armonía del alma al integrar el impulso sexual con el resto de las dimensiones humanas, los sentimientos, la voluntad, la razón, etc. w Esa integración puede lograrse, pero no está asegurada. El modo de conseguirlo es que "se encargue" de ello la voluntad amorosa, y que exprese el amor y sus actos de manera nueva, sirviéndose de la sexualidad, elevándola al nivel de los sentimientos y la inteligencia, humanizándola en definitiva. w Dicho de otro modo: la sexualidad, aislada de la inteligencia, se independiza de ella, por ser uno de los impulsos más fuertes del hombre. en cambio, armonizada con las restantes dimensiones del alma, contribuye a la armonía de ésta y encuentra su sentido humano: la donación recíproca del varón y la mujer. { El eros y el enamoramiento w Eros: es el estado que llamamos estar enamorado; o, si se prefiere, la clase de amor en el que los enamorados están. w En la sexualidad se puede actuar sin eros o como parte del eros.

Puede decirse que enamorarse y sentir excitación sexual en absoluto son 1

lo mismo: El eros hace que un hombre desee realmente no una mujer, sino una mujer en particular. De forma misterioso, pero indiscutible, el enamorado quiere a la amada en sí misma, no el placer que pueda proporcionarle. { El sentido de la sexualidad Explicar el sentido que el eros da a la sexualidad exige hablar del don amoroso de sí misma que hace la persona, y del modo en que interviene el cuerpo en ese don.

El don de sí. w El eros conduce a la unión con la persona amada, es decir, a darse y destinarse a ella, no con un poco, sino totalmente. Es una unión radical y peculiar, que tiene dos caracteres: es exclusiva (no puede compartirse más que con una mujer o con un varón) y es corporal; es decir, incluye la tendencia sexual y la realiza. w La unión de los amantes engloba en el eros todas las dimensiones de la vida humana: no se trata de sólo una unión sexual, que dura un tiempo corto, sino de una unión de voluntades, sentimientos y deseos, de proyectos, fines y acciones: una verdadera concordia. Es, en el fondo, vivir la misma vida.

La corporalidad w La exclusividad del son de sí propio del eros se debe a su carácter corporal. "La dimensión humana de la sexualidad instituye una forma de entrega que se abre a la donación de la vida como una expansión de su dinámica propia". La unión sexual propia del eros supone la entrega del propio cuerpo, con toda su intimidad, a una persona del otro sexo, y a ella le añade la perspectiva de que sea fecunda y nazca un hijo de ella, porque en ella participan los órganos corporales que están dispuestos naturalmente para la reproducción. Primero es el amor, el eros; después la unión de las personas, y en tercer lugar la participación de unos órganos corporales que, al mismo tiempo que efectúan la unión, posibilitan que nazca un hijo de se amor, porque están dotados para ello. w El sentido de la sexualidad es la donación interpersonal fecunda porque en ella participan los órganos corporales que guardan en sí mismos la capacidad de fecundidad. El valor de la sexualidad reside en esta donación de la persona. Si esta no se da, se vive la sexualidad de un modo que no es verdaderamente humano. w Puede concluirse que la unión sexual es de suyo realización de una donación de las personas, abierta a la fecundidad. La unión sexual no sólo significa, sino que realiza la fusión de intimidades, y la hace fecunda de modo natural. w La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal.

La pérdida del sentido humano de la sexualidad Puede hacerse de dos modos:

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w Despojarla de fecundidad: es la unión sexual sin la consecuencia natural de un nuevo ser. Es algo que sólo se puede hacer de una manera sistemática mediante el exilio de medios técnicos que modifiquen el comportamiento cíclico y espontáneo de la naturaleza. Hoy es un modo casi universal de entender y practicar la sexualidad. w Ejercer la sexualidad fuera del eros, y por tanto, prescindir de su significado más propio: Una entrega corporal que no fuera a la vez entrega personal sería en sí misma una mentira, porque consideraría el cuerpo como algo simplemente externo, como una cosa disponible y no como una realidad personal { El amor como tarea El eros, cuando es fecundo, nos lleva mucho más lejos de lo que sospechábamos. Sin embargo para perdurar necesita apoyarse en algo más que un simple sentimiento: el amor entre el varón y la mujer no es sólo un sentimiento que se tiene o no se tiene, sino sobre todo una tarea que construye una vida común llena de sorpresas imprevisibles El lugar de la sexualidad en el eros w La vida sexual es sólo una parte del eros. Cuando se quiere basar éste en el sexo, se identifica sobre todo con una vida sexual satisfactoria.

En realidad, la sexualidad necesita estar incrustada en una comunidad de vida en la que otras muchas cosas tienen que ser satisfactorias para que ella también lo sea. Y cuando esa otras cosas son satisfactorias, se cae en la cuenta de que la vida sexual ocupa un lugar menos importante de la que parecía en un principio.

El matrimonio y la familia w La madurez de la sexualidad se alcanza cuando se otorga a una sola persona y se continúa después en la familia y en los hijos. Dicho de una manera abrupta: la familia humana es naturalmente estable y monógama. Esto es algo que hoy no se acepta, pues ha sido puesto en cuestión el concepto mismo de familia, e incluso se llega a considerar que ella es algo prescindible en la vida humana. w Hay tres razones que excluyen la posibilidad de que la unión del varón y la mujer humanos sea temporal: +No se concibe una donación personal plana condicionada en el tiempo. +La monogamia es necesaria para que el hombre pueda educar a su prole porque permite una división del trabajo entre el padre y la madre. Los hijos y la familia no soportan una ruptura de la comunidad de vida de los padres. La propia naturaleza, al traer hijos, pide que la familia sea indisoluble. Una familia soluble en realidad no es tal, sino un grupo episódico, nacido de un acuerdo temporal. +Sólo el matrimonio reconoce, protege y hace posible y estable la unión de los esposos y asegura la supervivencia y crianza de los hijos { Tomarse el sexo en serio La trivialización del sexo

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La sexualidad se ha trivializado y al mismo tiempo se ha convertido en algo extraordinariamente importante a la vez. w Hay inflación de sexo porque su valor ha disminuido: por poco dinero se pueden comprar toneladas de él. Antes había menos sexo disponible, porque valía más, era un bien escaso: estaba más protegido, detrás de los férreos muros del pudor y la intimidad conyugal, y no se exhibía; se consideraba algo demasiado valioso y trascendente como para salir a la luz pública. La raíz de todo el asunto parece estar en la tendencia existente a ignorar el sentido propio del ato sexual y a disponer de él y de la sexualidad para muchos y muy diversos fines: 1.El sexo se ha convertido en una técnica sobre el que proporciona una exhaustiva información. Se considera a la actividad sexual necesaria para la buena salud psíquica y física.

2.El sexo es un producto que vende. Se ha llegado a la banalización lúdica y comercial del sexo. El sexo se ha transformado en un producto de consumo.

3.Hoy se piensa que el sexo se elige y la propia identidad sexual se construye, a partir de una elección entre varias opciones de vida sexual, todas igualmente respetables y defendibles, puesto que no hay que imponer a los demás nuestros valores y censurar opciones.

4.Hoy se busca el sexo seguro por dos caminos. El primero es usar del sexo sin fecundidad. Por otra parte se rechaza el compromiso estable de la pareja y se usa del sexo como placer, por lo se llega a un sexo sin eros, pues el mejor modo de disfrutar de él es evitar compromisos que pueden complicarse: el sexo no debe tener implicaciones afectivas.

El sexo seguro y la sustitución de la familia por la pareja El sexo seguro se caracteriza porque no tiene fecundidad, es decir, consecuencia "desagradables", como por ejemplo el embarazo no deseado, porque es una técnica para "trocear" el acto sexual. w Ordinariamente, la actitud del sexo seguro, forma parte integrante de la cultura de la pareja, que considera la relación varón-mujer como una relación de amistad que incluye el sexo, y que se lo piensa mucho antes de convertirse en institución, en algo definitivo. En este contexto el niño sería más bien un intruso que perturbaría el curso de la amistad, alguien con quien no se sabría qué hacer.

En la relación actual de pareja, suele haber tres elementos: una amistad intensificada o un eros inicia, un sexo seguro, y la sustitución del matrimonio como promesa por un acuerdo temporal mediante el que dos individuos (incluso homosexuales) conviven mientras van bien las cosas, al tiempo que mantienen sus proyectos vitales independientes. Hay un horror a los compromisos definitivos. w La cultura del sexo seguro ve a los hijos como una consecuencia que depende exclusivamente de la libre elección de la pareja. Cuando la fecundidad pasa a ser una elección libre, separada del sexo, tener hijos es una cuestión que depende ante todo del deseo, y después de la

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técnica y de la oportunidad de tenerlos. Las verdaderas razones por las que el sexo seguro no desea tener hijos son las siguientes: 1.Falta la fuerza arrebatadora del eros por lo que el amor es más bien frágil y a prueba, en el cual un hijo supone demasiado compromiso, pues complicaría una separación posterior.

2. La pareja no es una comunidad una familia, sino una pareja de dos: un tercero rompe el equilibrio.

3.La venida de un hijo al mundo es sumamente problemática: carestía de la vida, qué hacer cuando no hay nadie en casa, viviendas reducidas, el trabajo que da, pérdida de libertad e independencia. w Una de las consecuencias más nefastas es que cuando falla la seguridad del sexo se recurre a la "interrupción" del hijo que viene en camino pues una opción no deseada que puede causar un trastorno psicológico w El sexo seguro forma parte de una cultura que ve en la fecundidad un valor negativo y una irresponsabilidad, es decir, una amenaza para el desarrollo económico y social del planeta, una esclavitud propia de culturas subdesarrolladas y un obstáculo para el desarrollo de opciones vitales autónomas. w La familia, entre personas de nivel cultural medio-alto, es una simple asociación temporal de pareja en la cual ambos mantienen sus proyectos vitales autónomos, sobre todo en materia profesional, y en la que los hijos encajan con dificultad, en los intersticios de una actividad profesional competitiva y absorbente, para la cual el hogar es una complicación muy costosa, más que un estímulo.

"Fundamentos de antropología". Yepes,R. Eunsa 1996

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