NOMBRE Y APELLIDOS: TAMARA OÑA
PROFESIÓN: PSICÓLOGA CLÍNICA
La Psicopatía Definiciones: Según Pichot, es posible delimitar en este tema tres desarrollos históricos parcialmente relacionados entre sí. El primero, basado en la idea de personalidad anormal definida por su inadaptación social. El segundo, incluido por la doctrina de la degeneración mental, incluía a individuos con una personalidad anormal, que podían ser antisociales o no pero presentaban de forma primaria una fragilidad en su personalidad y, como consecuencia, cierta predisposición a ciertos estados psicóticos. Finalmente, el punto de vista de la escuela alemana, está basado en la definición de tipos de personalidades anormales (personalidades psicopáticas) que excluyen cualquier referencia a la conducta antisocial en su definición Para Kurt Sneider, el punto de vista de dicho autor sobre las personalidades psicopáticas se basa en tres aspectos fundamentales: la definición del concepto, el rechazo a considerar la conducta antisocial como un criterio en su definición y la idea de que la personalidad psicopática tiene componentes constitucionales. Para Schneider los psicópatas son individuos que, como resultado de su personalidad anormal, están siempre implicados en conflictos internos o externos, en función de las características de la situación. En definitiva, son personas que sufren por su anormalidad o hacen sufrir con ella a la sociedad. Trastorno psicopático significa un trastorno o discapacidad persistente de la mente (que puede incluir o no inteligencia subnormal) que produce una conducta del paciente anormalmente agresiva o gravemente irresponsable y requiere o es susceptible de tratamiento médico. (British Mental Health Act, 1959). Para el Dr. Hugo Mayetán, "El psicópata en su accionar no es visiblemente 100% psicópata. No tiene una característica física que lo distinga. Es uno como nosotros. Puede estar tomando apunte o dar una clase, ser un compañero de trabajo, un líder social. Sólo cuando actúa 'psicopáticamente' se lo puede reconocer. Tampoco son todos brillantes y exitosos, los hay errabundos y marginales; otros se manifiestan en un ámbito tan privado (perversiones) que, excepto para el complementario, es una persona común. Son pocos, algunas estadísticas señalan un 3% de los varones (1.050.000 accionando o en crecimiento, para nuestro país) y 1% de las mujeres (350.000)."
Tipos de Psicópatas: Para Theodore Millon, un prestigioso Psicólogo de la escuela de Florida que investigó sobre la personalidad humana. Entre las muchas aportaciones de Millon publicó en 1998 un capitulo concreto en el que describía los subtipos de psicopatía (“Subtypes of psychopathy”, en “Psychopathy”, editado por Millon, Th. y otros, Guilford Press) compuesto por 9 subtipos: el carente de principios, el solapado, el tomador de riesgos, el codicioso, el débil, el explosivo, el áspero, el malévolo y el tiránico. Millon resalta que ninguna de estas categorías es mutuamente excluyente, puesto que se puede tener un perfil compuesto de varios subtipos. Existen dos tipos generales de psicópatas con dos subdivisiones: Psicópatas primarios: No responden al castigo, presión, tensión ni desaprobación. Carecen de conciencia y son capaces de inhibir sus impulsos antisociales para cumplir sus objetivos. Padecen afasia semántica, no comprenden el significado de las palabras y los que consiguen hacerlo no lo hacen con el mismo significado que el resto. Son incapaces de experimentar emociones. Psicópatas secundarios: Son arriesgados y propensos a reaccionar ante situaciones de estrés. Tienen sus propias reglas, son aventureros, audaces y diferentes al resto. El principal deseo que les mueve es la evitación del dolor y su incapacidad de evitar la tentación.
1. Psicópata carente de principios: Normalmente se le asocia a sujetos con rasgos de personalidad de base narcisistas. Suelen mantenerse exitosamente fuera de los límites de lo legal mostrando sentimientos ególatras y desleales, indiferentes hacia el bienestar ajeno y con estilos sociales fraudulentos, acostumbrando a explotar a los demás.
No suelen ser capaces de vincularse a un tratamiento y son muy buenos en crear fantasiosas y expansivas mentiras para conseguir sus objetivos. Carecen totalmente de sentimientos de culpabilidad y conciencia social, se sienten superiores al resto y además disfrutan del proceso de engañar a los demás. La relación con este tipo de psicópata durará el tiempo en el que él considere que tiene algo que obtener de la persona, pasado ese plazo sencillamente lo finalizará. Suelen demostrar una imagen fría, con actitudes temerarias, vengativas y crueles.
2. Psicópata solapado Se le caracterizaría principalmente por la falsedad. Su comportamiento aparentemente es amigable y sociable, pero por dentro oculta una gran impulsividad, resentimiento y falta de confianza al resto. Puede tener una vida social amplia, dónde presenta una búsqueda persistente de atención anormalmente a través de la seducción, pero sus relaciones en mayoría son superficiales y fluctuantes. Normalmente exhibirán entusiasmos de corta duración, por lo que serán irresponsables e impulsivos, constantemente buscando sensaciones nuevas. Suelen ser insinceros y calculadores, no admitirán debilidades a los demás, siempre exhibirán una faceta de falso éxito; siempre parece que todo les va bien, se muestran como triunfadores. A pesar de que a veces este subtipo de psicópatas se intente convencer de que sus intenciones son buenas, solamente intenta obtener de los demás lo que le conviene a través de manipulaciones, no busca el bien ajeno.
3. Psicópata malévolo La mayoría de asesinos en serie y/o asesinos comunes encajan en este perfil. Son muy hostiles y vengativos y sus impulsos son descargados con fin maligno y destructivo. Gozan de una crueldad fría y deseo constante de venganza por traiciones y castigos supuestamente sufridos o por sufrir. Las características psicopáticas son muy similares a la de los sádicos ya que reflejan un profunda depravación, deseo de retribución compensatoria y hostilidad, como ya se comentó en el artículo sobre los “asesinos en serie sádicos”. Podrían ser descritos como rencorosos, viciosos, malignos y mordaces. Las sanciones judiciales harían aumentar más aún su deseo de retribución y venganza. A pesar de que comprenden racionalmente lo que es la culpa, el remordimiento, los conceptos éticos, la moral… no lo experimentan en su interior. No pierde la autoconciencia de sus acciones y no finaliza hasta que sus metas de destructividad y retribución hayan finalizado.
4. Psicópata tiránico Conjuntamente con el Malévolo, este subtipo es de los más crueles y peligrosos. Ambos son intimidatorios, abrumadores y destructivos. A diferencia del anterior, este parece ser estimulado por la resistencia o la debilidad, las cuales incrementan el ataque en vez de suavizarlo o detenerlo. Obtiene un placer especial en forzar la víctima a acobardarse.
5. Tomador de riesgos: Se involucra en situaciones de riesgo para sentirse vivo, son personas impulsivas e irreflexivas. Son individuos que se muestran temerarios e insensibles en situaciones que cualquier persona normal sentiría miedo. Son capaces de imponerse autodisciplina y hábitos de vida rutinarios, siempre querrán cambios. Este subtipo sería una mezcla de personalidad de base tipo antisocial e histriónica. No le preocupan las consecuencias de sus actos sobre terceros, solamente prevalece su necesidad de estimulación.
6. Codicioso: Su gran motivación en la vida es engrandecerse, de tener retribuciones. Sienten que “la vida no les ha dado lo que merecen”, por lo que a través de actos criminales compensarían el vacío de sus vidas y compensarían la “injusticia” que ellos han vivido. Ellos racionalizan sus actos a través de la idea de que restauran un equilibrio alterado. Les satisface estar por encima de los demás y perjudicarles en la vida (en el ámbito que sea), sintiendo que son sus peones. Tienen además pocos o nulos sentimientos de culpa por lo que hagan a los demás, nunca lo consideran suficiente. Además, son tremendamente envidiosos, codiciosos, agresivos, celosos… se sienten bien con el dolor ajeno y les enrabia los éxitos de los demás. Exitosos empresarios podrían encajar en este perfil, considerando objetos a los demás para satisfacer sus deseos. Lo peor es que nunca logran un estado de completa satisfacción, siempre ansían más.
7. Psicópata Débil Este subtipo tendría una base de conducta de tipo evitativo y dependiente. Muestra a los demás una imagen de falsa seguridad y confianza en sí mismo que en realidad esconde todo lo contrario. Sus agresiones suelen ser para demostrar su falta de miedo y adoptar el rol de agresor y nunca de víctima. Suelen resultar caricaturas de pequeños tiranos, mantienen una actitud intimidatoria, mostrando al mundo que “es peligroso meterse con ellos”.
En este caso habría muchos componentes del trastorno explosivo intermitente (t. de control de los impulsos, código F63.8 según DSM-IV-TR). Su característica principal es la súbita y repentina afloración de extrema hostilidad. Su conducta “explota”, de manera que no da lugar a tiempo de contención. Estos ataques de furia se caracterizan por cólera incontrolable hacia los demás, que suele provocar sumisión y pasividad en la víctima.
8. Psicópata Explosivo En este caso habría muchos componentes del trastorno explosivo intermitente (t. de control de los impulsos, código F63.8 según DSM-IV-TR). Su característica principal es la súbita y repentina afloración de extrema hostilidad. Su conducta “explota”, de manera que no da lugar a tiempo de contención. Estos ataques de furia se caracterizan
por cólera incontrolable hacia los demás, que suele provocar sumisión y pasividad en la víctima.
9. Psicópata Áspero Este subtipo muestra su rechazo a los demás de forma pasiva e indirecta. Suelen tener discordias de manera incesante con los demás, magnificando hasta la acción más pequeña para estar enredados en amargas y constantes disputas con las personas que le rodean. Tienen pocos remordimientos o sentimientos de culpa sobre las molestias que causan en los demás. Suelen ser amargados e irónicos, compartiendo rasgos de personalidad con trastornos negativistas y paranoides de la personalidad. Siempre creen tener la razón en todo y los demás siempre están equivocados y les es especialmente placentero contradecir a los demás. Les causa menos satisfacción la lógica y legitimidad de sus argumentos que el uso que le dan para frustrar y humillar a la otra persona.
Las consecuencias sociales: Devastación social Si bien es cierto que no existe consenso sobre las causas de la psicopatía, sí hay acuerdo en torno a la devastación que causan en la sociedad. Los psicópatas son legalmente imputables por los delitos que cometen. Pese a ello, “un buen psicópata” debe tener afectación en las tres esferas, es decir, biológica, psicológica y social. No debe pensarse que en la actualidad existen más psicópatas cognitivos que antes, pues la prevalencia estadística del trastorno se mantiene constante (entre el 1,5% y el 3% de la población –para la psicopatía en general–, los porcentajes de la psicopatía cognitiva son menores y de difícil medición), sino que, con la gran capacidad de difusión mediática del presente siglo a través de los distintos soportes de comunicación, ello produce un efecto multiplicador de la gravedad de sus acciones. Dado que, a la fecha, no existe un tratamiento efectivo para la psicopatía, la solución actual es contenerlos donde se minimice la posibilidad de que continúen perpetrando delitos. El psicópata no es recuperable para la sociedad y, por ende, esta tiene derecho a defenderse. Son por lo general los efectos devastadores de una infancia cruel, de haber sufrido abusos y negligencia los que sacan a flote estos rasgos y dan como resultados individuos peligrosos, que son los que asociamos con el término de "psicópata". Para McLean, el comportamiento del psicópata es causado por el mal funcionamiento, según su teoría, de su cerebro racional y emocional. Parte este autor de la idea de que el cerebro humano esta formado por tres tipos de cerebros sub diferenciados
producto de una era diferente de la historia evolutiva: el cerebro racional, que es el responsable del pensamiento racional; el cerebro emocional que regula las funciones vitales del ser humano y sus reacciones emocionales y el cerebro reptiliano, el más antiguo de los dos y el que tienen los reptiles. Según este autor, el cerebro reptiliano es el único que sí funciona en el psicópata, ya que, al igual que los reptiles, no muestran interés hacia sus descendientes, no se preocupan por lo que pueda pasar en el futuro porque solo viven el momento presente y son incapaces de mantener relaciones sociales y vínculos afectivos y /o emocionales verdaderos. Existen otros autores que van más allá de las investigaciones biológicas, neurológicas o sociales para explicar el comportamiento del psicópata. Así G. T. Harris, M. E. Rice y M. Lalumière creen que la psicopatía sería una estrategia de vida evolucionada. Es decir, la psicopatía sería una estrategia permanente en la que la toma de riesgos, la búsqueda de sensaciones, la insensibilidad al castigo, la promiscuidad, la manipulación, el engaño y la violencia son aspectos de esos individuos que se relacionan con estrategias de reproducción que funcionaron bien durante la prehistoria y en algunas sociedades contemporáneas9 En el orden penal y, a efectos de determinar la responsabilidad penal de estos individuos, la regla general es que el psicópata es un sujeto plenamente imputable ya que en el mismo coinciden tanto el elemento intelectual como el elemento volitivo requeridos por la norma para considerarle culpable o responsable de la comisión de un acto tí- pico y antijurídico. Diagnosticar a un delincuente de psicópata requiere la utilización o empleo del método de evaluación más adecuado y fiable. Éste es, en mi opinión, el PCL-R de Robert D. Hare ya que goza en la actualidad de una gran validez predictiva de la psicopatía y puede predecir, incluso, el alto riesgo de reincidencia que se suele dar en estos peligrosos delincuentes. Ahora bien, y como afirma el propio autor, el manejo de esta compleja herramienta requiere de una formación específica que no se entiende muy bien por qué no está extendida en nuestro país, ya que la utilización de un método válido y fiable (como es el PCL-R) es de suma importancia de cara a la toma de decisiones del Tribunal enjuiciador. Hay que reseñar que, en este aspecto, tan importante es la utilización del método como que el sujeto sometido al diagnostico cumpla con la mayoría de los rasgos descritos en el mismo. Una de las principales dificultades para el abordaje de este preocupante fenómeno es que la gente se resiste a creer que existe la psicopatía. Se piensa que se trata de inexistentes personajes lejanos o cinematográficos, cuando, en realidad, los psicópatas pueden estar muy cerca y aparentemente integrados en el engranaje comunitario. Basta examinar la página de sucesos, informarse por Internet o ver los telenoticieros para corroborar que la psicopatía no es un mito, sino una inquietante realidad.
Análisis de caso: Richard Ramírez (Asesino en serie)
Richard Ramírez, conocido como el "depredador nocturno", el asesino en serie que mató a 13 personas en el sur de California entre 1984 y 1985, falleció en la cárcel de San Quentin a los 53 años, informaron portavoces de la prisión. Su vida delictiva empieza cuando tan sólo tenía nueve años. Cómo la gran mayoría de los asesinos en serie, fue un adolescente muy problemático, empezando a robar y posteriormente a consumir drogas. De Texas, su ciudad natal, se va a los Ángeles en dónde empezaría su etapa en tanto que criminal. Tanto los médicos como los agentes del FBI encargados de perseguir y estudiar su persona, coinciden al afirmar que una de las cosas que lo diferencia de los demás asesinos, es que los crímenes de Richard Ramírez no siguen ninguna pauta concreta. Él no seleccionaba a sus víctimas, no le importaban ni el sexo ni la edad de éstas. Mató indistintamente a hombres y mujeres de edades comprendidas entre los dieciséis y los ochenta y cuatro años en tan sólo unos pocos meses. El día del juicio, el 4 de Octubre de 1989, se muestra más provocador que nunca, apareciendo con un pentagrama tatuado en la palma de la mano y haciendo declaraciones como las siguientes: "...Yo no creo ni en la hipocresía ni en los dogmas morales de la llamada sociedad civilizada. Sólo me basta con mirar dentro de esta habitación, para conoceros tal y cómo sois: mentirosos, cobardes, asesinos, ladrones... y cada uno con su propia profesión legal. Sois unos gusanos hipócritas, me ponéis
enfermo..." "...No necesito oir todas los raciocinios de vuestra sociedad. Ya los he oído antes y los argumentos siempre son los mismos..." "... No me entendéis. Tal y cómo suponía, no sois capaces de hacerlo. Yo estoy más allá de vuestra experiencia. Estoy más allá del bien y del mal..."
Según las propias declaraciones del asesino, su juego favorito al salir de "caza", era buscar a la presa. Lo hacía paseándose entre las casas del vecindario, escuchando en un walkman música de AC/DC. Una vez que elegía a la futura víctima, entraba en la casa tranquilamente y con una frialdad inhumana procedía a violar, golpear y matar. Sus crímenes no siguen ningún móvil aparente. Son totalmente imprevisibles, puesto que el asesino no sigue ni el mismo ritmo ni el mismo patrón en su manera de actuar.
Ramírez se encontraba en el corredor de la muerte. El asesino entraba en los hogares de las víctimas a primera hora de la mañana a través de ventanas o puertas. Aquel
terror en la zona provocó un aumento en la venta de armas, munición y sistemas de seguridad en todo el condado de Los Ángeles. Las fuentes carcelarias no especificaron las causas de la muerte de Ramírez. El 31 de agosto de 1985, Ramírez, justo cuando intentaba robar un automóvil, tuvo que ser rescatado por la policía de manos de un grupo de gente de un barrio del este de Los Ángeles, que a punto estuvo de matarlo tras identificarlo como el sospechoso a partir de un retrato robot que se había publicado ese día en un diario local. Los asesinatos cometidos entre 1984 y 1985 tenían unas características sádicas. Todas las víctimas fueron agredidas mientras dormían, algunas fueron tiroteadas, otras golpeadas o cuchilladas y a una de ellas le arrancó los ojos. Además de los homicidios, a Ramírez se le acusa de otros intentos de asesinato, varias violaciones, abuso de menores y robos. Ramírez se declaró adorador del diablo y en una de las audiencias judiciales enseñó un pentagrama que se había dibujado en la palma de la mano y gritó "Ave Satán". De hecho se encontraron varios símbolos satánicos en las paredes de las casas donde mató a sus víctimas. El 20 de septiembre de 1989 fue condenado por el asesinato de 13 personas. Un mes después, un jurado decidió que afrontaría la pena de muerte, que se ha visto retrasada en varias ocasiones por peticiones de sus abogados. Finalmente es acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las cuales 3 han sido a menores), 2 secuestros, 4 actos de sodomia, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada. En 1989 es condenado a pena de muerte en la cámara de gas. Desde la celda, espera el día de su ejecución sin perder la fe en el poder de Satanás: "... ¡Legiones de la noche!, ¡Razas de la noche!, no repitáis los errores del Night Stalker y no concedáis clemencia alguna... Yo seré vengado. Lucifer está con nosotros..." El caso fue reflejado en una película para televisión de 1989 llamada "Manhunt: Search for the Night Stalker" y protagonizada por el actor Gregory Cruz, que encarnó a Ramírez.
Bibliografía: Tuotromedico.com, 2017 Recuperado de: http://www.tuotromedico.com/temas/psicopatia.htm Psicología y Mente, Los nueve tipos de psicopatía, 2017,
Recuperado de: https://psicologiaymente.net/clinica/subtipos-psicopatia-theodoremillon#! Recuperado de: https://tusintoma.com/psicopatia/ Recuperado de: http://www.nacion.com/opinion/foros/psicopatiaia_0_1462453743.html Recuoa[{rdio de richard-ramirez-murio-en-la-carcel-a-los-53-anos Tomado de: http://manuelcarballal.blogspot.com/2006/12/richard-ramirez-elmerodeador-nocturno.html