Palabra, 22 de noviembre de 2015

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Editor: Rael Salvador l Diseño: Arturo Corpus l raelart@hotmail.com / palabra@elvigia.net

DOMINGO 22 de noviembre de 2015 / Núm. 242

PEN S A R L O I M P E N S A B LE

Por Bernard-Henri Lévy


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DOMINGO 22 de noviembre de 2015

FIGURAS DE CONSTRUCCIÓN III Por Magdalena Calderón

ta que Ares logró liberarCONTINUAMOS CON NUES- la. Cuando TRO tema de las figuras de cons- murió, consitrucción, en esta ocasión nos refe- guió engañar riremos a la silepsis. a Hades diLa silepsis, también conocida co- ciéndole que mo discordancia, consiste en que- su esposa no brantar la coherencia de género o había cumnúmero para dar un sentido dife- plido con los rente a la expresión. Veamos: Su ritos funerarios que se le Majestad (femenino), el Rey (mas- debieron practicar y que tenía que culino), está decidido a hacer un subir a castigarla. Hades se lo perplebiscito; la mayor parte (sin- mitió y Sísifo se quedó en Corinto gular) han aceptado (plural) vo- hasta que Hermes lo regresó al intar. Un caso muy común de silep- framundo. Como castigo ante tansis lo encontramos en ciertos sa- ta desobediencia, fue condenado a ludos afectivos: ¿Cómo estamos empujar una roca gigantesca monhoy? ¿Cómo amanecimos?, en es- taña arriba; al llegar a la cima, la te caso utilizamos un plural que no roca caía rodando hasta el valle y tiene sentido sintácticamente, pe- Sísifo tenía que empujarla de nuero que en el habla cotidiana lo es- vo hasta la cumbre. No podía descuchamos con naturalidad, gra- cansar ni tenía, como Prometeo, la cias a esa licencia llamada silepsis esperanza de que alguien llegaría que nos concede la sintaxis. Vea- a liberarlo como estaba vaticinado mos otro caso: Vinieron a ayudar para el titán. a Pedro una multitud de amigos. Este mito puede considerarse coUna multitud es singular, siguien- mo una metáfora de la vida condo las reglas de la sintaxis regular temporánea que obliga a los homdeberíamos concorbres, tal como a dar el verbo en sinlos antiguos hé“Al llegar a la gular: Vino a ayuroes, a soportar ducima, la roca ras pruebas, a estar dar a Pedro una multitud de amisiemcaía rodando dispuestos gos. Otro caso de pre, como el castisilepsis muy usado hasta el valle y go de Sísifo, a empor los políticos y Sísifo tenía que pujar por siemotro tipo de goberpre, montaña arriempujarla de ba, una pesada ronantes consiste en el uso del plural nuevo hasta la ca. Pero igualmennosotros para refete es una metáfora cumbre” rirse a su persona: del valor para conNosotros, ciudadatinuar la existencia. nos, estamos aquí para trabajar El mito ha sido reinterpretado a por ustedes. la luz de la filosofía existencialisMitos y leyendas. El mito de ta y del absurdo, bella y sutilmenSísifo. te, por el escritor y filósofo Albert Sísifo, rey de Corinto, según la mi- Camus en su ensayo El mito de Sítología griega, hizo enfadar a los sifo (1942). dioses por su extraordinaria as- El latín de día. Margaritas antucia y sus actitudes irrespetuosas te porcos. No arrojar perlas a los hacia ellos: denunció a Zeus cuan- puercos. En sentido figurado signido, disfrazado de águila, secuestró fica que no debe hablarse a los iga Egina, hija del río Asopo; furioso, norantes de cosas que son incapaZeus le envió a Tánatos, la muerte, ces de comprender. para que lo llevara al inframundo, NB: La palabra margarita viene pero Sísifo se las arregló para po- del griego y significa perla. nerle grilletes, debido a ello, nadie Vale. fallecía en el mundo terrenal hasatena2221@hotmail.com

VENCER Por Leila Guerriero

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e gustaría creer que sirve para algo. Que, ante los horribles atentados de París, sirve para algo declamar que todos somos Francia, ir a la plaza de la República, dejar las flores, enlutar monumentos y edificios, ver cómo los ilustradores dibujan banderas francesas y corazones sangrantes, ver cómo los diarios titulan con portadas negras y palabras compungidas, ver –reproducidas hasta el vómito– las imágenes de la gente descolgándose por las ventanas del teatro Bataclan, escuchar a Ángela Merkel declamar todos juntos ahora, escuchar a Madonna cantar La vie en rose en un concierto en Suecia, escuchar a un pianista tocar una versión de Imagine en las calles de París, escuchar a los analistas políticos recordar que la inmensa mayoría de los musulmanes es pacífica, escuchar al Papa decir que utilizar la violencia en nombre de Dios es una blasfemia, escuchar otra vez –escucharme otra vez– decir

que cuando esto mismo pasa en África no pasa nada. Me gustaría creer que el cúmulo de todas esas cosas es un escudo protector que sirve para algo. Pero no puedo dejar de pensar en el otro lado: en el grupo de gente que planificó esto y que, ahora mismo, estará mirando y escuchando esas reacciones ¿con impavidez, con regocijo? Y entonces todo lo anterior me parece –con perdón– tan cándido. Porque sospecho que no entendemos –y no veo que estemos haciendo ningún esfuerzo por entender– qué clase de cosa es la que está del otro lado. Escucho a Rajoy decir una vez más, en versión castiza y mal doblada de John Wayne, que “nos pueden hacer daño, pero no podrán vencernos”, y me pregunto si los ciudadanos que gobierna están dispuestos a poner su firma al pie de esa ecuación, con todo lo que implica. Y me digo que para la gente que hizo esto, para esa gente cuyo pensamiento no somos –parece– capaces de entender, hacernos daño ya es, quizás, haber vencido.

“Me gustaría creer que el cúmulo de todas esas cosas es un escudo protector que sirve para algo”

@leilaguerriero

Suplemento Cultural de

No. 242/ 22 de noviembre / 2015 Director General Santiago Garín Walther Director Editorial Enhoc Santoyo Cid Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin Editor Rael Salvador Críticos / Colaboradores Héctor García Mejía, Marcela Danemann, Ruth Gámez, Arnulfo Estrada, Federico Campbell (†), Olga Aragón, Jorge L. Osiris Fernández, Gerardo Sánchez, Montserrat Buendía, Sergio Gómez Montero, Elia Cárdenas, Jesús López Gorosave, Paúl Nazar, Renata Sández Oseguera, Lauro Acevedo, Heberto J. Peterson L., Iliana Hernández P., María Eugenia Bonifaz de Novelo, Kepa Murua, Ana M. Mora, Herandy Rojas, Alina I. Gallardo, Ramiro Padilla, Daniel Salinas, Óscar Ángeles Reyes, Gerardo Ortega, Deÿ López, Aldo Calderoni Etcheverri, Elba Jordán S., Gabriel Ríos C., Diana Venegas, Fernando Macillas T., Jaime E. Delfín V., Manuel Quintero, Martín Caparrós, Eduardo Cruz Vázquez, Miguel Lozano, Jhonnatan Curiel, Gustavo Dessal, Óscar Villarino Ruiz, Alberto Manguel, Carmen Gaitán, Myriam Moscona, Martín Solares, Daniel Iván Arellano G., Carlos Patiño, Joatam De Basabe, Jorge Calderón, Leobardo Sarabia Quiroz, Magdalena Calderón, Enrique A. Velasco Santana, Guadalupe Beatriz Aldaco, David Castillo, Gerardo Navarro (Nemónico), Andrea Torres, Natalia Rivera Lugo, Concha Moreno y Fabiola del Castillo. Corresponsal en Francia Cony Singüenza Corresponsal en Italia Ferdinando Scianna Corresponsal en Chile Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” Corresponsal en Argentina Patrick Liotta Fotografía Enrique Botello

Foto: Cortesía

DE PALABRAS Y PALABRAS

Correo electrónico raelart@hotmail.com palabra@elvigia.net Teléfonos para publicidad 120.55.55, ext. 1023 Ensenada, B.C. México.


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ALEATORIEDADES

EL LECTOR TIENE QUIEN LE ESCRIBA

UNA ESTIRPE EN EL BORDE*

DEMONIOS SOMOS TODOS Por Alberto Manguel

Foto: Thomas Allen.

¿Y CÓMO ESTÁ TIJUANA? La pregunta solía repetirse con no poca frecuencia y era la invariable llave de apertura con la que Federico Campbell iniciaba sus periódicas charlas telefónicas con el periodista cultural tijuanense Jaime Cháidez. Federico requería tirar cables y anclas con la frontera. Así como llamaba a Cháidez, solía llamar cada cierto tiempo al librero español Alfonso López. Si en lo familiar Federico Campbell, Edmundo Lizardi, Jesús Ramón y en lo práctico su ancla era su sobrino Ibarra, Jorge Ortega, Jaime Cháidez Bonilla y Leobardo Eduardo Flores Campbell, Cháidez era su Sarabia, en el bar del hotel Real del Río, observando brújula sobre el movimiento cultural tijua- la pelea de Manny Pacquiao vs. Antonio Margarito nense. Pese a que su círculo de amistades (Noviembre 23 de 2010). en la Ciudad de México incluía lo mismo a Juan Rulfo que a José Emilio Pacheco, dicas citas y elogios a la labor de los más Federico Campbell se aferraba a estar jóvenes. siempre actualizado sobre lo que estaba Uno de los recuerdos infantiles más anpasando en Tijuana no solamente en el tiguos de Eduardo Flores Campbell, fue campo de las letras, sino en todas las artes. haber acompañado a su tío a reunirse Preguntaba siempre a Jaime qué jóvenes es- con Rubén Vizcaíno en el antiguo Hotel taban destacando, quiénes publicaban en Nelson en la calle Revolución. En la hislos periódicos, quién exponía en el Cecut toria de su vida, Vizcaíno siguió en cierta y la Casa de la Cultura, forma un camino inverso qué conciertos se habían “Desde su lejanía, al de Campbell. Nacido en ofrecido. Colima en 1919, emigró a Campbell siguió “Gustaba de caminar por Baja California en su julas banquetas de Tijuana, con lupa a varias ventud y se transformó ver los aparadores, descuen el más entusiasta anigeneraciones brir edificios conocidos mador de la cultura reen su niñez, charlar con gional. Sin haber llegado de escritores los telegrafistas amigos a ser, nunca, un brillante fronterizos” de su padre, tomar café escritor, Vizcaíno fue un actualizándose sobre el promotor cultural incansurgimiento de nuevos escritores, los es- sable y siempre se mantuvo en contacto trenos cinematográficos y los peloteros con Campbell. mexicanos en las ligas mayores de beis- Cuando Federico Campbell ya estaba bol”, narra Jaime Cháidez, quien conoció instalado en la Ciudad de México y se a Federico Campbell en 1986, pocos días había labrado un prestigio desde su editodespués de la muerte de Rulfo. rial Máquina de Escribir, algunos escritores Desde su lejanía, Campbell siguió con lupa bajacalifornianos nacidos a principios de a varias generaciones de escritores fronte- los 50 lo tomaron como guía y punto de rizos. De la misma forma que mantuvo referencia. Los ejemplos emblemáticos siempre un contacto permanente con la son la mexicalense Rosina Conde y el tivieja guardia intelectual capitaneada por juanense Luis Cortés Bargalló. Doce y trece Rubén Vizcaíno y mantuvo una amistad años menores que Campbell, Rosina y Luis cercana con el poeta Luis Cortés Bargalló fueron asiduos visitantes al apartamento de y con la cuentista y poeta Rosina Conde, la calle Damas, en San José Insurgentes, a Campbell siguió de cerca los pasos de mediados de los años setenta. Luis Humberto Crosthwaite y se interesó mucho por el trabajo de Heriberto Yépez danibasave@hotmail.com y Rafa Saavedra. No se recuerda una sola crítica pública a la obra de algún creador *Fragmento de El lobo en su hora. La frontera narrativa de cultural de la región y sí en cambio perióFederico Campbell.

Foto: Cortesía

Por Daniel Salinas Basave

lector entiende que son también envidiosos, avaros y celosos, su maldad AL PRINCIPIO de nuestras literaturas, esencial es una calidad mayor que la el mal no es humano. En la epopeya suma de las otras. de Gilgamesh, es un toro salvaje que El Marqués de Sade entendió esto cuanel rey y su compañero matan. En la do dio a sus sádicos razones filosóficas: historia anglosajona de Beowulf, es un el lector escucha estas razones, pero el monstruo llamado Grendel (y también mal de las acciones sigue estremeciénsu madre) cuya guarida está en un dole sin justificación válida. pantano. En el libro de Génesis es la Después de los horrores de la II Gueserpiente, y en el de Job es el demonio, rra Mundial que otorgaron visibilidad universal al mal que antes pensábamos que apuesta con Dios. Poco a poco, el mal empezó a parecerse (equivocadamente) estaba sólo en los a nosotros y, con ello, cobró tonos más cuentos, la literatura intentó proponer sutiles. En la literatura española apa- explicaciones más complejas al horror recen la Celestina, el ciego de ciertos actos infames. que abusa del Lazarillo, “Poco a poco, Aparecen entonces hisel comendador de Fuentorias del mal cotidiano teovejuna, los duques que el mal empezó cuyos protagonistas inse burlan de Alonso Quia parecerse morales adquieren en una paradójano, Don Juan Tenorio. a nosotros y, lajicapágina calidad heroica: el Son malvados sutiles cuya crueldad (los críticos decla- con ello, cobró mal redimido porque ran) nace de antecedentes es aceptado por la víctonos más sociológicos, psicológicos, tima (Sombras de Grey) políticos que, sin embargo, o porque comete actos sutiles” no sirven (el lector siente) brutales en nombre de para entender a la madre de la víctima (la saga de Grendel o al demonio. Hannibal Lecter). Sabemos que el mal En la literatura infantil, los malvados fue siempre actual, inefable e incomtambién tienen razones, mas éstas tam- prensible. poco son importantes para entender las Quizás la literatura, aunque no logre exacciones del personaje: la madrastra, la plicarlo, sea nuestra manera de decir el bruja, el ogro necesitan ser malos para mal y confrontarlo. que La Cenicienta, Hansel y Gretel y Pulgarcito tengan finales felices; si el @albertomanguel


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P ENSAR L O I M P E N S A B LE

El filosofo, biógrafo de Jean-Paul Sartre, refiere que el atentado en Francia no es terrorismo y tampoco una dispersión de lobos solitarios ni de desequilibrados… Por Bernard-Henri Lévy

Foto: Cortesía

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ues bien, aquí está la guerra. Una guerra de un nuevo tipo. Una guerra con y sin fronteras, con y sin Estado; una guerra doblemente nueva porque mezcla el modelo desterritorializado de Al Qaeda con el viejo paradigma territorial que ha recuperado el Estado Islámico (ISIS). Pero una guerra, en cualquier caso. Y ante esta guerra que no deseaban ni Estados Unidos, ni Egipto, ni Líbano, ni Turquía, ni hoy Francia, solo podemos hacernos una pregunta: ¿qué hacer? Cuando nos cae encima una guerra así, ¿cómo responder y ganar? Primera ley: llamar a las cosas por su nombre. Al pan, pan, y al vino, vino. Y atrevernos a decir esa palabra terrible, guerra, frente a la que lo deseable, lo propio y, en el fondo, lo noble por parte de las democracias, pero también su debilidad, es rechazarla hasta los límites de su comprensión, de sus referencias imaginarias, simbólicas y reales. La grandeza y la ingenuidad de Léon Blum, que en un famoso debate con Elie Halévy dijo que no lograba concebir –salvo como una contradicción– ni la idea misma de una democracia en guerra. La dignidad y los límites de las grandes conciencias humanistas a finales de aquellos mismos años treinta, que vieron surgir, espantados, a Georges Bataille, Michel Leiris, Roger Caillois y otros colegas del Collège de Sociologie con sus llamamientos al rearme intelectual de un mundo que creía haber dejado atrás su parte maldita y su Historia. Ahí estamos hoy. Pensar lo impensable de la guerra. Consentir esa contradicción que es la idea de una república moderna obligada a combatir para salvarse. Y pensarlo aún con más tristeza porque varias de las reglas establecidas por los teóricos de la guerra, de Tucídides a Clausewitz, no parecen servir para ese Estado fantoche que lleva la llama más allá en la medida en que sus frentes están desdibujados y sus combatientes tienen la ventaja estratégica de no establecer diferencias entre lo que nosotros llamamos

la vida y ellos llaman la muerte. Las autoridades francesas lo han comprendido, hasta en las más altas instancias. La clase política ha aprobado unánimemente su gesto. Quedamos usted, yo, el cuerpo social en su conjunto y en su detalle: queda la persona que, cada vez, es un blanco, un frente, un soldado sin saberlo, un foco de resistencia, un punto de movilización y de fragilidad biopolítica. Es desesperante, es atroz, pero así están las cosas, y es necesario actuar con la mayor urgencia. Segundo principio: el enemigo. Quien dice guerra, dice enemigo. Y a ese enemigo no sólo hay que tratarlo como tal, es decir (las enseñanzas de Carl Schmitt), verlo como una figura a la que, según la táctica escogida, se puede engañar, hacer dialogar, golpear sin hablar, en ningún caso tolerar, pero sobre todo (enseñanzas de san Agustín, santo Tomás y todos los teóricos de la guerra justa), darle, también a él, su nombre auténtico y preciso.

Ese nombre no es terrorismo. No es una dispersión de lobos solitarios ni de desequilibrados. En cuanto a la eterna cultura de la excusa que nos presenta a los escuadrones de la muerte como individuos humillados, empujados al límite por una sociedad inicua y obligados por la miseria a ejecutar a unos jóvenes cuyo único delito era que les gustaba el rock, el fútbol o el frescor de una noche de otoño en la terraza de un café, es un insulto para la miseria y para los ejecutados. No. Esos hombres que están en contra del placer de vivir y la libertad propia de las grandes metrópolis, esos bastardos que odian el espíritu de las ciudades tanto –dado que son lo mismo– como el espíritu de las leyes, del Derecho y la dulce autonomía de los individuos liberados de antiguas sumisiones, esos incultos a los que habría que replicar, si no les fueran completamente desconocidas, con las bellas palabras de Víctor Hugo cuando gritaba, en plenas matan-

zas de la Comuna, que atacar París es más que atacar Francia porque es destruir el mundo, merecen el nombre de fascistas. Mejor dicho: fascislamistas. Mejor dicho: el fruto del cruce que vio venir otro escritor, Paul Claudel, cuando en su Diario, el 21 de mayo de 1935, en uno de esos destellos cuyo secreto solo poseen los grandes, anota: “¿Discurso de Hitler? Se crea en el centro de Europa una especie de islamismo...” ¿Qué ventaja tiene dar un nombre? Poner las cosas en su sitio. Recordar que, con este tipo de adversario, la guerra debe ser sin tregua y sin piedad. Y forzar a cada uno, en todas partes, es decir, tanto en el mundo árabe musulmán como en el resto del planeta, a decir por qué lucha, con quién y contra quién. Eso no significa, por supuesto, que el islam tenga afinidad alguna con el mal, como no la tienen otras formaciones discursivas. Y la urgencia de este combate no debe dis-


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traernos de esa otra batalla, también esencial, que es la batalla por el otro islam, por el islam de las luces, el islam en el que se reconocen los herederos de Massud, Izetbegovic, el bangladesí Mujibur Rahman, los nacionalistas kurdos o el sultán de Marruecos que tomó la heroica decisión de salvar, enfrentándose a Vichy, a los judíos de su reino. Mas eso quiere decir dos cosas, o quizá tres. Para empezar, que, como se supone que la tormenta fascista de los años treinta no rebasó el perímetro de Europa, las tierras del islam son las únicas del mundo en las que se ha eludido asumir la memoria y el duelo que sí han llevado a cabo los alemanes, los franceses, los europeos en general, los japoneses. Después, que hay que poner de relieve con más claridad la disyunción decisiva, primordial, que enfrenta esas dos visiones del islam, enzarzadas en una guerra letal que es, pensándolo bien y por utilizar una expresión conocida, el único encontronazo de civilizaciones en activo. Y, por último, que ese trazado de la línea sobre la que se enfrentan los seguidores de un Tariq Ramadan y los amigos del gran Abdelhawahb Meddeb, ese señalar lo que, a un lado, puede alimentar el “Viva la muerte” de los nuevos nihilistas, y al otro, el tipo de trabajo ideológico, textual y espiritual que bastaría para conjurar el regreso o la llegada de los fantasmas, debe ser, sobre todo, obra de los propios musulmanes. Conozco la objeción. Oigo gritar a los biempensantes que llamar a quienes son buenos ciudadanos a desvincularse de un crimen que no han cometido es suponerlos cómplices y, por tanto, estigmatizarlos. Pero no. Porque ese “no en nuestro nombre” que esperamos de nuestros conciudadanos musulmanes es el de los israelíes que se desvincularon, hace 15 años, de la política de su gobierno en Cisjordania. Es el de las masas de estadounidenses que en 2003 protestaron contra la absurda guerra de Irak.

Bernard-Henri Levy, en la adultez y en la juventud madura.

Es el grito más reciente de todos los británicos, fieles o simples lectores del Corán, que decidieron proclamar que existe otro islam –manso, misericordioso, apasionado de la tolerancia y la paz– que no es ese en cuyo nombre pudieron apuñalar a un militar en plena calle. Es un grito hermoso. Es un bello gesto. Pero, sobre todo, es el gesto sencillo, de justicia, que consiste en aislar al enemigo, separarlo de su retaguardia y hacer que deje de sentirse como pez en el agua en una comunidad para la que, en realidad, es una vergüenza. Porque quien dice guerra dice otra vez, inevitablemente, la identificación, la marginación y, si es posible, la neutralización de esa fracción enemiga que actúa en el territorio nacional. Es lo que hizo Churchill cuando encarceló, en el momento de la entrada de Gran Bretaña en guerra, a más de 2 mil personas, a veces muy próximas –su propio primo, Geo Pitt-Rivers, número dos del partido fascista inglés–, a los que consideraba enemigos interiores. Y es, salvando las distancias, lo que debemos decidirnos a hacer hoy, por ejemplo prohibiendo a quienes predican el odio; vigilando más de cerca a los miles de individuos fichados y marcados con una “S”, es decir, sospechosos de yihadismo; o convenciendo a las redes sociales estadounidenses de que no permitan los llamamientos a cometer atentados suicidas a la sombra de la Primera Enmienda. Es un gesto delicado, que está siempre al borde de las leyes de excepción. Y por eso es crucial, en estos momentos, no ceder ni sobre el derecho ni sobre el deber de hospitalidad, más necesarios que nunca ante la avalancha

de refugiados sirios que huyen precisamente del terror fascislamista. Seguir recibiendo inmigrantes al mismo tiempo que se incapacita al mayor número posible de células dispuestas a matar. Abrir aún más los brazos a los fugitivos del ISIS ahora que nos disponemos a ser implacables con quienes, entre ellos, quieren aprovecharse de nuestra fidelidad a nuestros principios para infiltrarse en tierra de misiones y cometer sus crímenes. No es contradictorio. Es la única forma de no dar al enemigo la victoria que da por descontada, que es vernos renunciar al tipo de convivencia abierta y generosa que caracteriza a nuestras democracias. Y es, lo repito, ese razonamiento inherente a toda guerra justa que consiste en no mezclar lo

“Es crucial no ceder ahora sobre el deber ni el derecho de hospitalidad” que tiene vocación de división, y mostrar, en este caso, a la gran mayoría de los musulmanes de Francia, que no son solo nuestros aliados, sino nuestros hermanos y conciudadanos. Y, para terminar, lo fundamental. La verdadera raíz de esta irrupción del horror. Este Estado Islámico que ocupa un tercio de Siria e Irak y que ofrece, a los artificieros de posibles futuros Bataclan, bases, centros de mando, escuelas de crimen y campos de entrenamiento, sin los que no sería posible nada. Sabemos que la semana pasada, en el Sinjar,

los peshmerga lograron, con la coalición internacional, una victoria decisiva. Podríamos mencionar numerosos ejemplos, desde hace seis meses, en los que los kurdos, que hasta ahora son los únicos que han entablado combate cuerpo a cuerpo, han visto retroceder sin resistencia a los malvados soldados de Daesh. Y, como en otro tiempo en Sarajevo, como en la época en la que presuntos expertos agitaban el espectro de los cientos de miles de soldados que iba a hacer falta desplegar sobre el terreno para impedir la limpieza étnica, en realidad, llegado el momento, será suficiente un puñado de fuerzas especiales y de asalto: estoy convencido de que las hordas del ISIS son mucho más valientes a la hora de hacer volar a unos jóvenes parisienses indefensos que cuando se trata de enfrentarse a auténticos combatientes de la libertad, y por eso pienso que la comunidad internacional, si quiere, dispone de todos los medios para acabar con esta amenaza a la que se enfrenta. ¿Por qué no lo hace? ¿Por qué somos tan mezquinos con la ayuda a nuestros aliados kurdos? ¿Y qué es esta extraña guerra que Estados Unidos, con Barack Obama al frente, no parece querer ganar? Lo ignoro. Pero sé que la clave está ahí. Y que la alternativa está clara: “No boots on their ground” equivale a “more blood on our ground” (si no hay tropas en su terreno tendremos más sangre en el nuestro). @BHL Traducción: María Luisa Rodríguez Tapia.


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FOTO DE LA SEMANA: TEXTURA

ECONOMÍA CULTURAL: DOMINIOS POR UN PROGRAMA CULTURAL PARA PRESUPUESTO PRECARIO (PCUPP)

ALBERTO GONZÁLEZ Es originario de Lagos de Moreno, Jalisco. Está jubilado y radica en Glendale, Arizona, USA. La Foto de la Semana es un reconocimiento que se otorga por el mayor número de votos, avalando el dominio del tema, en el sitio de Facebook Fotografía Diaria.

EL HUMOR TAMBIÉN ES UNA IDEA P A M

LA QUEJA DE LA INSUFICIENCIA presupuestal para el aún Subsector de Cultura y Arte de la SEP, es decir, el Conaculta y los numerosos organismos que coordina, ya no es suficiente para una posible rectificación. Es importante conocer a mayor profundidad cómo se estructura el gasto y cómo se ejerce. Esta es una responsabilidad pública que no debería ser objeto de una solicitud de transparencia. En las comisiones de cultura del Senado y la Cámara de Diputados tendría que ser ordinario que al menos una vez al año comparecieran para este fin los funcionarios del subsector. Como debería ser parte de una política de rendición de cuentas facilitar oportunamente el conocimiento de los programas de trabajo, de su integración y de sus resultados, más allá de la formalidad con el que se entregan de manera rutinaria a las autoridades superiores y de pronto a la opinión pública. De ahí que proponga elaborar un Programa Cultural para Presupuesto Precario (PCUPP), puesto que es la mejor forma de conceptualizarlo para lograr el diseño de su estructura operativa de cara a su insuficiencia. Bajo esta tesis, corresponde a las autoridades culturales y al legislativo presentar cómo se gastarán los poco más de 17 mil millones de pesos que se han destinado para el año 2016. Cierto que el propio decreto del Presupuesto de Egresos señala el gasto corriente, el gasto de inversión y los recursos etiquetados a proyectos específicos, entre otros rubros. Pero como muchos saben, a partir de que se conoce el “techo presupuestal”, los diferentes organismos federales, como estatales y municipales, proyectan su realización. Van las que considero las premisas básicas para integrar un PCUPP: 1.- Para fines comparativos, conocer el presupuesto ejercido de 2012 a 2015: señalar los ingresos/egresos y los montos autorizados en los respectivos PEF contra lo que realmente se gastó. Hacerlo dependencia por dependencia del subsector. Y desagregar lo que es gasto corriente, lo que se va en salarios, prestaciones y demás erogaciones que permiten el funcionamiento de los organismos, a lo que se conoce como gasto líquido o de inversión. Es decir, lo que se gasta en llevar a cabo lo que se ofrece como programa de trabajo. 2.- Conocer el plan de trabajo para el 2016 desagregado a detalle, particularizando tanto en el monto de los fondos por dependencia, como por el tipo de acción a ejecutar. Por ejemplo, cuántas exposiciones se montarán en el INBA, cuánto gastará en cada una y en qué rubros (honorarios, impresiones, montaje, etc.). En esa perspectiva, el PCUPP debe brindar la seguridad de las prioridades del ejercicio presupuestal, el que la derrama estimule el empleo y las cadenas productivas. 3.- Conocer el calendario de entrega del subsidio

Foto: Cortesía

Foto: Alberto González

Por Eduardo Cruz Vázquez

por parte de la SHCP. Esto es fundamental, ya que de ello depende la eficacia del plan y asignaturas tan sensibles como el que los prestadores de servicios y los proveedores cobren oportunamente por lo que bien ofrecen. 4.- Comprometer una mejora en los procesos administrativos para la elaboración de todo tipo de contratos, para concretar las licitaciones y para la entrega de los recursos etiquetados por el Congreso. Es vital que ante la precariedad presupuestal se den garantías de que los recursos que se tienen operen de manera fluida en toda la cadena productiva que genera el subsector. 5.- Que a los estados y municipios se les entreguen oportunamente sus asignaciones una vez que han pasado la fiscalización del Conaculta. Las instituciones culturales estatales deben contar también con un calendario que dé certeza a sus planes de trabajo. 6.- Hacer claro compromiso de informar cada trimestre sobre el desempeño del PCUPP, especialmente de dos aspectos: los subejercicios que se presenten y de las reasignaciones que se hagan. Es sabido que de lo que se promete a lo que se lleva a cabo, hay diferencias. Es importante identificarlas, transmitirlas y resolver según el caso. 7.- Trazar una estrategia de colaboración y de corproducción con grandes empresas del sector privado, nacionales y extranjeras, con el propósito de ampliar la cobertura de bienes, servicios y productos culturales. El presupuesto es precario porque acusa disminución con respecto al del año anterior, amén de otros agravantes de los que poco se habla, como son el paso del tiempo, el impacto de la inflación y el costo de numerosos insumos propios de la gestión pública. También porque suele haber recortes del gasto durante el año y por la disminución de la oferta de trabajo por parte de las instituciones, lo cual acentúa la precariedad laboral. Poner en marcha un PCUPP, es asumir no sólo una responsabilidad pública, es comprometerse al aprovechamiento de los recursos y tratar de que impacten de la mejor manera en la sociedad. asesoresencultura@yahoo.com.mx


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La Enciclopedia: un documento para maravillarse “Sabemos muy poco, y sin embargo es sorprendente que sepamos tanto, y es todavía más sorprendente que tan poco conocimiento nos dé tanto poder”. Bertrand Russell. Por Iliana Hernández Partida

Ilustración: Cortesía

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a Enciclopedia (17511772) es un compendio de 71 mil 818 artículos de diferente extensión, arbitraria si se quiere, aunque con la intención clara de poner el dedo en la llaga de los males que oprimían a la sociedad de su tiempo, su valor es ese: el registro detallado de lo que preocupaba a los intelectuales del siglo XVIII y la manera en que sortearon la censura para publicar denuncias veladas tras las referencias cruzadas que se incluían en los artículos, los temas que se alargaban con la intención de llegar a otros más punzantes, el padrinazgo de mentes influyentes como Voltaire, unidos por un mismo propósito que desde épocas tan lejanas como el siglo VI d. C. ha empujado a las comunidades a registrar todo lo conocido, su utilidad y el impacto en sus vidas. La aventura que significó para el pensamiento de su época la redacción de la Enciclopedia, tiene varias vertientes ya que es un texto único en su tipo, al ordenarse alfabéticamente su contenido se le dio al lector un panorama tipográfico y estructural de las nuevas propuestas ideológicas explícitas o subyacentes en la obra. Por ejemplo, en la definición de la palabra “Rey”, se encuentra primero la descripción de cierta ave parecida al pavo, después viene la definición en relación a soberano. La Enciclopedia es un esfuerzo por poner en perspectiva el conocimiento a través del filtro de la razón y el alejamiento de las creencias sin fundamento, así como la crítica a la burguesía parasitaria. La redacción de los artículos de la Enciclopedia presenta excesos

«En la definición de la palabra “Rey”, se encuentra primero la descripción de cierta ave parecida al pavo, después viene la definición en relación a soberano» en las descripciones por parte de los colaboradores, porque al ser cobijados bajo la libertad de expresión, se ostentaron como especialistas en materias en las que no tenían injerencia directa, enarbolaron descripciones que habrían obtenido de trabajadores y artesanos que en su mayoría no fueron mencionados en los créditos sobre la recopilación de la información, mucho menos se les invitó o permitió colaborar como escritores especialistas en sus áreas. la Enciclopedia tuvo varios autores consistentes y brillantes como Jaucourt, quien

escribiera alrededor de 17 mil 266 artículos. Muchos artículos de la Enciclopedia pueden considerarse obras literarias por derecho propio debido al dedicado análisis que los autores les dedicaron, estos textos influyeron en otros trabajos que secundaron a la Enciclopedia inspirados por sus visos progresistas, como es el caso de La riqueza de las naciones (1776) de Adam Smith. La influencia política que la Enciclopedia emanó se debe a un artículo denominado Économie (Moral y Política) de Rousseau, aunque tardaría en ser valorado como una aportación de gran peso en los sucesos políticos que estaban cambiando al mundo, el mismo Diderot, aparte de la tarea descomunal de coordinar todas las etapas editoriales de la obra, escribió artículos de índole política que contribuyeron a la claridad y reflexión sobre fenómenos políticos. Cabe resaltar la aportación que el doctor Quesnay (1694-1774) dio a la Enciclopedia, en la esfera económica y a través de sus

artículos Fermiers y Grains (Agricultores y Granos) en los que establecía su reacción contra el mercantilismo del gobierno al enaltecer el pensamiento fisiocrático que ponía su fe en la riqueza a largo plazo y consistente que vendría de la agricultura a través de la propiedad de la tierra y no la propiedad de los medios de producción. Estos postulados de Quesnay

quedarían invalidados en los años siguientes, mas si trasladamos su preocupación al presente se puede afirmar que el sentido último de proteger y mantener a la tierra que él infirió, tiene mucho de la inquietud que ahora concierne a las naciones; la inminencia de que las nuevas tecnologías además de servir a la humanidad garanticen el menor impacto ecológico a la tierra, su productividad tiene que ser regulada porque al final del día es la proveedora de todas las materias para el sustento colectivo. La Enciclopedia promovió la investigación, la escritura con propósito, la trascendencia del conocimiento humano desarrollado, el pensamiento crítico, la inclusión de saberes dispersos, la reflexión sobre fenómenos sociales, económicos y políticos, la curiosidad, el trabajo en equipo de intelectuales y hombres renacentistas que se echaron a cuestas una tarea titánica con limitados recursos de investigación. Es hasta nuestros días testimonio de un atrevimiento intelectual desproporcionado que antecede a la misma sed de acumulación de hechos y conocimiento que ahora tenemos al alcance de una tecla: Internet. Sin duda que los creadores de la Enciclopedia estarían maravillados de que exista un “texto” accesible y modificable que está a la mano, digámoslo como una generalidad, de cualquiera. Y si se reflexiona sobre las debilidades de la Enciclopedia, algunas de ellas pueden encontrarse fácilmente en Wikipedia, como la información que puede ser desvirtuada, puesto que mucho de estos registros se ingresan por colaboradores no siempre especialistas en los temas. Lo anterior recuerda a lo expresado por los entusiastas de la Enciclopedia cuando se hizo evidente la cantidad de errores que contenía, éstos aseveraban que de igual manera y en esas condiciones era preferible a que no existiera. premoniciones@hotmail.com


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DOMINGO 22 de noviembre de 2015

ATRABILIARIO EN SÉNECA

PHILIP ROTH Y LA MELANCOLÍA DEL PADRE

TREN NOCTURNO LA MUERTE, LA LUJURIA Y EL SENTIDO DE LA VIDA

Por Guadalupe Beatriz Aldaco “No se puede tener padre para siempre”.

Por Rael Salvador

Philip Roth, Patrimonio.

EL AMOR A LOS PADRES ahoga escrúpulos, violenta jerarquías, se erige como motivo pleno. La amenaza real y efectiva de la partida definitiva del padre y de la madre desencadena esa dinámica en su expresión más intensa, como si el amor, la conciencia de la pertenencia y el agradecimiento hicieran, de repente, explosión. Como si de pronto ebullera lo que por años permaneció tan vivo como escondido, tal cual solemos mantener, resguardados, en las capas más profundas de la sensibilidad, los sufrimientos que desde que tenemos uso de razón habitan el nicho de lo posible. Patrimonio. Una historia verdadera (Seix Barral, 2003, Barcelona), novela de Philip Roth, publicada por primera vez en 1991, narra el calvario del padre del escritor, Herman Roth, hacia la muerte. A partir de que le descubren un tumor en el cerebro, la vida de este judíoamericano, hombre tozudo y perfeccionista, disciplinado y entregado al trabajo, comienza a ir en declive a un ritmo dolorosamente lento. A ese mismo compás se va dibujando en el imaginario del hijo la verdadera identidad del padre, su yo profundo. No se trata de un gran descubrimiento, de una gran verdad que de repente emerja, contundente y avasalladora, a los ojos del hijo, sino de la reconstrucción del perfil del padre a través de la ilación de pequeños acontecimientos que, desordenadamente, empiezan a ser rememorados a la luz del aferramiento a la vida del vendedor de seguros de 86 años que sabe, en el fondo, que el muro que marca el final está muy cerca, pero se resiste a aceptarlo. Y, entonces, reconstruir el pasado es un recurso un tanto desesperado por impedir que se haga efectiva la sentencia última, como si dejar de hacerlo ahuyentara el débil hálito de vida que aún queda. La memoria trae al presente pequeñas circunstancias nunca nombradas, sensaciones jamás verbalizadas, opiniones ninguna vez externadas, claves no descifradas, sentimientos que nunca se expresaron. De todo ello es testigo el hijo, al tiempo que presencia una a una las dolorosas fases del deterioro de la salud del padre, más dramático aún por su “supervivencia, su calidad de sobreviviente, su sobrevitalismo” derivado de la condición de judío

“No puedes quedarte esperando la inspiración. Tienes que ir a buscarla a un Bar”. Jack London.

en trabajo permanente por convertirse en norteamericano: “Lo que en él hay de Europa es la supervivencia. Son personas, éstas, que nunca se rendirán”. Patrimonio es la historia del acompañamiento del padre, de la devoción del hijo ante la fragilidad del progenitor; la dedicación en cuerpo y alma a quien ha dado la vida, la entrega incondicional ante las sombras inminentes de la muerte. El patrimonio que queda, la herencia, no es todo aquello que toda una vida uno se ha imaginado, sino aquello que sobreviene, como dádiva novedosa y decantada, al momento en que la voluntad y el control del ser que va a partir comienza a ceder, en un crudo deslizamiento hacia lo inevitable. Todo es memoria. En el momento de mayor debilidad surge el imperativo de fijar para siempre la presencia: “Me quedé mirándolo, atentamente, como si hubiera sido la primera vez, esperando que se me presentasen los pensamientos. Pero no hubo ninguno más, excepto la recomendación que me hice de fijarlo en la memoria cuando él estuviera muerto. Quizá pudiera evitarse, así, que con el paso de los años mi padre se trocase en algo atenuado y etéreo. ‘Tengo que recordarlo todo con precisión –me dije–. Tengo que recordarlo todo con precisión para poder recrear en mi mente el padre que me creó, cuando él ya no esté’. No hay que olvidar nada”. aldacoe@gmail.com

NO ES MI GÉNERO, pero te la voy a presentar. Es una novelita del inglés Martin Amis, titulada Night Train (Tren nocturno). Apenas 190 páginas para no dormir, para pensar que la vida dispone de más salidas que las que habitualmente estamos acostumbrados… La trama es el suicidio. La muerta es la bellísima Jennifer Rockwell, joven científica de filosofía y pareja de Jenni–¿puedes creerlo, apenas vein- fer, en una burda confrontación tisiete años?– que, de no ser por demás exquisita, donde la por sus desestabilizadas incli- muerte, la lujuria y el sentido naciones, ahora debería estar de la vida vuelven a tomar ruminvestigando astrobiología, bo… Tren nocturno. costras de semen en el espacio Hace unos días utilicé un afode ochenta millones de años de rismo de él, Martin Amis, para antigüedad, intentando develar abrir una de mis columnas. el origen de nuestra especie. Me pareció que sabía de lo que Pero eso es lo de menos. hablaba: “Un buen artículo es La encargada del caso es Mike aquel que cuando terminas de Hoolihan (es mujer, aunque leerlo te entran ganas de pagartenga nombre, voz y aparien- le una copa a su autor”. Gasolina del alma. cia de hombre), una detective que trabaja para el departaHoy salí a buscarlo. Y lo enmento de Homicidios de New contré. Apenas 190 páginas York, teñida para no dormir, de rubio, con pensar que “Las reflexiones para una vida exla vida dispone circundan la pectante, que de más salidas además carga lucidez alucinada que las que en su cuenta habitualmente sentimental el de la inteligencia, estamos acosfracaso de su tumbrados… la ternura y el relación con Llueve, la nomisterio” algunos cache es un agujenallas, incluiro bordeado de do su propio luces urbanas. “Ahí viene el tren nocturno. padre. Más cercana a un trailero Primero ese sonido como de ruso, su faceta de alcohólica cuchillos que alguien estuviera acaba de terminar y las re- afilando. Luego el grito, duro flexiones circundan la lucidez pero sinfónico, como un arpealucinada de la inteligencia, la gio de cláxones”. ternura y el misterio. Investiga a fondo la psique raelart@hotmail.com de Trader Faulkner, profesor

NUMERALIA Libros de Bernard-Henri Lévy: 1. Enemigos públicos. 2. American vértigo. 3. ¿Quien mató a Daniel

Pearl? 4. El siglo de Sartre. 5. La comedia de este mundo. 6. Las aventuras

de la libertad.


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