Sueños de una tarde de verano elmundo.es /cultura/2017/08/09/598acb2822601d33188b45bf.html 09/08/2017
El director estadounidense Ben Russell URS FLUEELEREFE 0Comentar El Concoro Internazionale de Locarno remonta y se eleva con '9 Doigts', de F.J. Ossang, y 'Good Luck', de Ben Russell, dos películas que nos obligan a convivir con los sueños y con los somnolientos. Al final, despertamos con el ritmo lisboeta de Pedro Cabeleira y su 'Verão Danado' Los enfermos que definimos la vida como esa cosa que pasa entre festival y festival de cine, sabemos que este tipo de celebraciones equivale a una carrera de fondo. De resistencia. Un maratón, si se prefiere, que ante todo exige un uso sabio y comedido de las energías. La gracia no está en terminar primero, sino en llegar a la línea de meta manteniendo la vertical. Lo normal es que estos certámenes lleguen a los diez días, y lo normal es que a partir del sexto, sea vea quién va a lograrlo y quién no. Es como el legendario "Sacacorhos" del circuito de Laguna Seca, vertiginosa chicane diseñada por el mismísimo Diablo, en la que se ve quién ha ido ahí a pasárselo bien, y quién a ser campeón. Con esto en mente, pasamos de la línea imaginaria del temido sexto día, el punto de no-retorno, y como no podía se de otra manera, Locarno empezó a cobrarse víctimas. A las cuatro de la tarde, emanan del teatro Kursaal unos vientos huracanados que ningún rechiste onomatopeico es capaz de acallar. Ahí está aquella señora, y aquel señor, y aquellos jóvenes... Con los ojos cerrados, todos ellos. Acurrucados en sí mismos, con una expresión facial que nos habla de paz en el universo... haciendo gala de una respiración cuya profundidad nos lleva al más cavernoso de los abismos. Se está proyectando 9 Doigts, film a concurso dirigido por F.J. Ossang, y cuya acción transcurre, principalmente, entre las claustrofóbicas paredes de un carguero que surca los océanos. Las olas arremeten con fuerza titánica contra el casco de la embarcación, y dicho choque encuentra su eco, para mayor gloria de esta proyección, en los ronquidos propagados desde el patio butacas. Al principio, los más nerviosos protestan airadamente, en un vano intento por romper tan mágica sintonía entre 1/3