Caballito de la Lonja - Zaragoza - Aragón - España

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Caballito de la Lonja Zaragoza – España En memoria de Ángel Cordero Gracia el último minutero, que con una cámara de madera en la que se incluía el “laboratorio” e instalado en el exterior del Palacio de la Lonja de Zaragoza, permaneció desde 1925 hasta 1978+ haciendo fotografías.





































































































Pedro en GENTES DEL CASCO El martes pasado, en el programa que tengo en COPE Zaragoza, a eso de la una menos cuarto del mediodía, hablaba de un caballito que está ubicado detrás de la Lonja de Mercaderes, en ese espacio en el que la calle Don Jaime I irrumpe en la ribera frente al Puente de Piedra. Y hablaba de ese caballito, una escultura en bronce de ese gran artista aragonés que fue mi amigo Paco Rallo, porque me ha parecido obligado rendir homenaje a un fotógrafo zaragozano que se llamó Ángel Cordero Gracia y que se pasó su vida, los días buenos y los malos, los de la primavera y los del otoño, haciendo fotografías a los niños y niñas zaragozanos que se subían a ese recordado caballito de cartón, desde el que todos esperaron ver salir el pajarito que debía salir cuando el fogonazo de la vieja máquina te dejaba viendo chiribitas. La sombrilla en el verano, la estufa en el invierno que le venía bien para secar las fotos, su profesionalidad en todo tiempo y su entrañable imagen por los siglos de los siglos. El se fue en el frío febrero de 1978, después de sesenta años al pie de la vieja máquina con cortina por la cabeza, pero nunca pudo imaginar que en la red miles y miles de personas le harían en homenaje más bonito que se le podía hacer: colocar sus fotos subidos al caballito que hiciera Rallo, recordando el viejo caballo de cartón. Entren y disfruten. Y no olviden colgar la suya.

EL CABALLO DE CARTÓN (Manolo). Buenas tardes, queridos/as amigos/as. Nuevamente estoy aquí para recordar cositas de mi libro “Barrabás, la infancia de un gaditano”. En esta ocasión se trata del capítulo nº 6, que lleva por título “Anatomía de un caballo”. Su leyenda gira en torno a un precioso caballo de cartón que nos trajeron SS.MM los Reyes Magos, allá por los años 60, a mi hermano José Antonio (q.e.p.d.) y a mi. Lógicamente, todo juguete guarda una leyenda, y nuestro caballo de cartón no iba a ser menos. Yo no la voy a desvelar aquí, porque para eso está el libro, pero aquellos que la hayan leído estarán de acuerdo en que el título que le puse le viene como “anillo al dedo”. Una vez escrito este capítulo pensé: -Y… ¿a quién le puede interesar la historia de un caballo de cartón?, a fin de cuentas no es más que un juguete-… ¡Qué equivocado estaba! Trasteando documentos pude descubrir que los cantautores Joaquín Sabina y Víctor Manuel (entre otros) tienen escritas sendas canciones al preciado juguete equino. Ahí no quedó la cosa. También comprobé con alegría que el gran periodista, escritor, articulista y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, Arturo PérezReverte, autor de obras tan relevantes como “El Capitán Alatriste ”(Don Diego Alatriste y Tenorio), escrito en unión de su hija Carlota, también tiene un artículo dedicado a su caballo de cartón, que terminó sus días como consecuencia de un desafortunado accidente (al igual que ocurrió con el nuestro, aunque el nuestro… fue peor). Una vez llegado a este extremo, y viendo la importancia de tan singular juguete dije - ¿A nadie se le ha ocurrido hacerle un monumento? El mundo entero está plagado de estatuas ecuestres, pero el caballo pasa desapercibido, ya que a quien realmente se inmortaliza es al caballero que va a la grupa. Y…nuevamente, mi asombro tocó “techo”.


Resulta que en Zaragoza (capital), en el Paseo de Echegaray y Caballero, junto al Puente de Piedra, en plena calle, se encuentra el “precioso monumento”. Se trata de una réplica del caballo de cartón piedra, que Ángel Cordero Gracia, de profesión “retratista” o "minutero" (permitidme llamarle así, en lugar de fotógrafo, por ser más propio de la época), utilizó entre los años 1925 y 1978, en ese mismo lugar, dejando inmortalizado a todo aquél cuyo deseo fuese guardar un recuerdo a lomos del noble bruto. La obra, cuya autoría es del escultor alcañizano Francisco Rallo, tiene unas dimensiones de 105 centímetros de alto por 40 de ancho, es de bronce, con peana de mármol, y como dije anteriormente, luce majestuosa en plena calle. Si alguna vez vais por Zaragoza, no olvidéis hacerle una visita, yo tengo familia allí y prometoque cuando vaya, lo primero que haré será buscar al singular caballito, y juntos trotaremos por campiñas imaginarias evocando esos años pretéritos. Por supuesto, la fotografía será de “obligado cumplimiento”. Muchas gracias Zaragoza, por tan bonito y merecido homenaje. ¡Ah!... Decidle al caballito que aquí, en Cádiz, tenemos una novia para él que le va a encantar porque es muy bonita. Se llama "Caballa", y aunque no luce en tono dorado como él, la caballa brilla como la plata. ¡Jó!...ahora me doy cuenta de la importancia de los personajes de mi libro. El ratón Pérez, y el caballo de cartón tienen sus reconocimientos oficiales en Madrid y Zaragoza. ¡Qué pasadaaa…! A Dios pongo por testigo que yo, cuando escribí el libro, no tenía ni idea que ambos personajes infantiles habían sido tan merecidamente homenajeados. Así fue, y así lo he contado. Hasta la próxima, amigos. Besos y abrazos (según proceda). Manolo.


Héctor Rosmundo y José Antonio Duce El fotógrafo Cordero y su “minutera” en los jardines de la Lonja (1972) HÉCTOR ROSMUNDO - 02/11/2012

Cordero realizó fotografías en la Lonja durante más de 50 años

JOSÉ ANTONIO DUCE

El fotógrafo zaragozano José Antonio Duce nos presenta, en esta ocasión, una bella instantánea del año 1972 protagonizada por Ángel Cordero Gracia, conocido fotógrafo de la época que retrataba a los niños sobre su caballo de madera en los antiguos jardines de la Lonja. Ángel Cordero Gracia era uno de los fotógrafos "minuteros", profesionales que se instalaban con sus cámaras en lugares públicos ofreciendo instantáneas reveladas en escasos minutos (de ahí su nombre). En la fotografía lo vemos siendo retratado a su vez y observado por los ciudadanos que, curiosos, se acercaban hasta la Lonja, donde ejerció su profesión durante más de 50 años con su inseparable cámara y caballito. El Ayuntamiento de Zaragoza quiso recordar en 1991 la memoria del célebre fotógrafo ubicando en el mismo espacio un monumento de bronce: un pequeño caballo réplica del empleado durante todos sus años de profesión y en el que se lee: "Al fotógrafo Ángel Cordero Gracia. Estuvo como tal en esta plaza desde 1925 hasta 1978". Es un símbolo que ha pasado a formar parte de la Zaragoza actual y en el que sigue fotografiándose miles de personas, recordando aquellos años en los que el retratista ofrecía su mirada a través de la cámara. Además, se puede observar cómo asoma al fondo de la imagen el antiguo tranvía de Zaragoza, otro de los símbolos renovados de la ciudad. A la derecha, el majestuoso puente de Piedra transitado, como a día de hoy, por numerosos zaragozanos y visitantes.


José Ramón Miranda Martes, 4 de septiembre de 2012 Volatizar la melancolía

Mal futuro le espera a la “profesión” de gorrilla. Algo parecido les sucedió en su día a los “mozos del exterior”, o sea, a los maleteros de los andenes de estación, el día que se generalizaron las maletas con ruedas; o a los fotógrafos minuteros, a los cerilleros y a los limpiabotas de café, que dejaron de existir el día en el que los cafés se convirtieron en agencias de bancos. Paradójicamente, esos bancos que sustituyeron a los cafés y que tanto daño han producido a la economía española, reciben importantes socorros del FROB a cargo del contribuyente. Leo hoy en el diario ABC de Sevilla que “la Policía interpone más de 900 multas a gorrillas en lo que va de año”. Los aparcacoches ilegales, si les digo la verdad, cumplen una función social a cambio de una propina, como también la cumplían los fotógrafos minuteros, los maleteros, los cerilleros y los limpiabotas. Hubo un cerillero en el madrileño Café Gijón, Alfonso González Pintor, más conocido por Alfonso, que hoy dispone de una placa en su recuerdo: “Aquí vendió tabaco y vio pasar la vida Alfonso, cerillero y anarquista”. Con motivo de su fallecimiento dejó escrito Arturo Pérez-Reverte que “de vez en cuando le daba el arrebato libertario y montaba la pajarraca; como una vez que sus jefes del Gijón lo tuvieron tres días arrestado en casa, sin dejarlo ir al trabajo, porque Joaquín Sabina se lo llevó a una taberna a calzarse veinte copas, y a la vuelta, un poquito alumbrado, Alfonso cantó las verdades a un par de clientes que se le atravesaron en el gaznate”. “Los intelectuales-decía- sois una mierda”. (“Cerillero y anarquista”. El Semanal, 21 de diciembre 2003). También hubo un fotógrafo minutero en Zaragoza, Ángel Cordero Gracia, que permaneció soportando el cierzo detrás de La Lonja desde 1925 hasta 1978. Un caballito de bronce hecho por Francisco Rallo recuerda desde 1991 a aquel otro caballito de cartón-piedra de toda la vida, donde los padres montaban a los niños para la foto del recuerdo tras haber sido pasados de la mano de un infantico por el manto de la Virgen del Pilar. Con el final de ciertas profesiones se volatizaron para siempre los lugares donde residía toda la melancolía. Publicado por José Ramón MIRANDA


LA LONJA DE ZARAGOZA. CABALLITO MONUMENTO, A ÁNGEL CORDERO, FOTÓGRAFO. Publicado por Carmen Amigo, Posteado en Opinión, Zaragoza La Lonja de Mercaderes; fue edificada para dar satisfacción a la demanda que los Mercaderes del Siglo XVI alegaban en necesidad a sus actividades económicas, su construcción fuera iniciativa del Concejo de la Ciudad de Zaragoza en patrocinio de Hernando de Aragón. Obra adjudicada al Proyecto del Arquitecto; el Maestro de Obras de la Ciudad y de la Diputación del Reino, Juan de Sariñena. Edificio Civil de Estilo Renacentista con influencia de Palacio Florentino del “quatrochento” italiano, aunque con matices del mudéjar aragonés. En ladrillo. En su interior reza en banda epigráfica de caligrafía gótica en castellano, aunque existe presencia de aragonesismos en sus grafías; “SE ACABO ESTA LONJA, LA QUAL Y CIUDAD TENGA DIOS DE SU MANO PARA SIEMPRE SE EMPLEHEN EN JUSTICIA, PAZ Y BUEN GOBIERNO DELLA. ANYO DEL NASCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DE 1551. CORREGNANTES DONYA JUANA Y DON CARLOS SU HIJO, REYES Y EMPERADORES NUESTROS SENYORES, Y JURADO DON FELIPE, HIJO DEL DICHO EMPERADOR, POR REY EN ESTE NUESTRO REYNO Y REYNOS DE SPANIA, SIENDO JURADOS DESTA CIUDAD CARLOS TORRELLAS, JERONIMO ÇAPATA, JUAN BUCLE METELIN, JUAN CAMPI Y JUAN DE ROBRES”. Su entrada principal da a la Plaza del Pilar. Al opuesto del edificio y mirando al Ebro (Paseo Echegaray y Caballero) encontramos amplio espacio. Donde está colocada la Escultura del “Caballito” Monumento a Ángel Cordero Gracia aquel fotógrafo que con su cámara de madera durante cincuenta años, hizo y reveló allí sus fotografías. Perteneció a los llamados “minuteros”. Fotógrafos profesionales que se instalaban en espacios públicos; parques, plazas, fiestas. Y a la vez ambulantes que entregaban al minuto in situ la fotografía. De ahí “minuteros”. El caballito aquel (de cartón piedra) pasó al recuerdo en niños de generaciones pasadas. En el solían montar y llevarse la imagen de recuerdo. Considerado Arte Público es Obra del Escultor Francisco Rallo Lahoz. Encargo del Area de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza. Escultura en bronce colocada en el año 1991. Ángel Cordero Gracia permaneció desde el año 1925 hasta el momento de su muerte en 1978. Este hermoso caballito que a la vez recibe homenaje como compañero del fotógrafo, es ampliamente visitado y fotografiado. Y en ocasiones motivo de pasarela. Luciendo traje de punto. Colorido y curioso. Zaragoza; tiene sus curiosidades y para quien hubiera de pasar del otro lado del Puente de Piedra, antes se llevó sorpresa de la curiosa indumentaria. Carmen Amigó y Pérez-Mongay


OBITUARIO Era una estampa clásica en la ciudad de nuestros días, con su máquina de cajón y su caballito; con la sombrilla para preservase de los rigores del sol en los veranos; con la estufa en los inviernos, que de paso le servia para secar las fotografías. Los niños acudían a ver salir el pajarito. y también los mayores. Había algo ingenuo y feliz en el conjunto, de ilusión renovada minuto a minuto. El fotógrafo de los jardines de la Lonja fue fotografiado muchas veces, aunque no tantas como él fotografió a los demás. En 1972,la Sociedad. Fotográfica le rindió un homenaje, porque Ángel Cordero Gracia llevaba más de medio siglo en su sitio, fiel a la cita de todos los días, para alumbrar imágenes nuevas y dar así testimonio de varias generaciones de zaragozanos. Ayer nos llegó la triste noticia de su muerte. Ángel Cordero tenia setenta y tres años y había pasado casi toda su vida en los jardines de la Lonja; cerca de sesenta años al pie del trípode, de la máquina de cajón, con la cámara oscura incorporada. Sólo unos minutos y ya está. Ha muerto el último «minutero» zaragozano y con él se nos va, en cierto modo, una parte de la historia de la ciudad. Marcial Buj lo entrevistó para HERALDO DE ARAGON en 1953, porque Ángel Cordero era noticia siempre; yo volví a traerlo a estas páginas en dos ocasiones más, la última en 1972, cuando la Sociedad Fotográfica le rindió su homenaje. Ahora, Ángel Cordero andará buscando nuevas imágenes con las que sorprender a los seres celestes. Quién sabe. Se nos ha marchado montado en su caballito trotón, con la máquina a cuestas, la mirada en


el infinito, sólo unos minutos y ya está. Pronto, los jardines de la Lonja volverán a gozar de una nueva primavera, pero será mucho más triste que las demás, porque los niños ya no acudirán como antes a fotografiarse y ver salir el pajarito, aunque otros pájaros sigan llenando de trinos el ambiente. Descanse en paz el último «minutero» zaragozano, testimonio de más de medio siglo de nuestra historia ciudadana. ALFONSO ZAPATER



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