GRUPO EDITORIAL SÁNCHEZ
El Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado (OFSCE) realiza auditoría desde hace varios años, de la que aún no se conocen resultados y no se pueden tomar decisiones”
¿QUIÉN DA LOS MEJORES CONSEJOS DE INVERSIÓN, UN HUMANO O UN ROBOT?
Los robots llegaron a la medicina, a la manufactura de autos, al espacio y sí, ahora también están dando consejos de inversión. No se trata de un Robocop vestido de traje, corbata y zapatos feos, sino de un software al que puedes acceder desde la computadora de tu casa y que, con algo de información clave, te ofrece recomendaciones sobre cómo deberías invertir tu dinero. Se llaman robo-advisors o robots asesores. Ya existen en México. En el mundo hay varios muy famosos como Betterment y Wealthfront que nacieron en 2008, Hedgeable en 2009, Acorns en 2012, WiseBanyan en 2013, Schwab Intelligent Portfolios, un sistema de la empresa de inversiones Charles Schwab en 2015, y muchos otros. En México ya hay un par de sistemas de este tipo operando. Uno mexicano y uno latinoamericano, ¡pero vienen más! Y es que el campo digital se vuelve más fértil porque cada vez más personas están usando internet para resolver sus necesidades financieras. Según el Estudio de Banca Electrónica de la AMIPCI de 2016, siete de cada 10 internautas utilizan la banca en línea y, en México, 60% de la población ya es internauta. En términos de estrategia, no es ni mejor ni peor. Detrás de la construcción del algoritmo que calcula las recomendaciones de inversión se usan los mismos principios o consideraciones financieras que usan los humanos para hacerte una sugerencia y el propósito es el mismo. Pero usar un robo-advisor sí tiene otras ventajas como la agilidad para abrir una cuenta y que te pide montos mucho más bajos para entrar. Para abrir un contrato tradicional en una operadora de fondos de inversión debes tener entre 100,000 y 500,000 pesos, mientras una plataforma digital te deja abrir contratos desde 1,000 pesos. Para algunos inversionistas, usar un algoritmo puede ser una ventaja porque elimina la posibilidad de que un asesor te venda algo que no necesitas. Aunque -para otrosla atención de una persona es un valor agregado.