Develando el Misterio de Cerro Tusa. Investigaciones arqueológicas en el municipio de Venecia, Ant.

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Develando el Misterio de Cerro Tusa Investigaciones arqueolรณgicas en el Municipio de Venecia, Antioquia

Por: Pablo Aristizรกbal Espinosa Arqueรณlogo PhD Ingeniero Ambiental 1997 - 2019


Develando el Misterio de Cerro Tusa Investigaciones arqueolรณgicas en el Municipio de Venecia, Antioquia

Por: Pablo Aristizรกbal Espinosa Arqueรณlogo PhD Ingeniero Ambiental 1997 - 2019


La geografía mítica del departamento de Antioquia

Tabla de Contenido

Créditos La presente publicación se inscribe en la Convocatoria para

Primera edición: noviembre de 2019

los Recursos del IVA de la Telefonía Celular del Instituto para la

ISBN: 978-958-52513-1-1

Cultura y el Patrimonio de Antioquia Textos: Pablo Aristizábal Espinosa – Arqueólogo PhD Luis Pérez Gutiérrez

– Ingeniero Ambiental

Gobernador de Antioquia (2015 – 2019)

Gráficos

Juan Manuel Valdés Barcha

Artista – Gladys de la Cruz Franco

Secretario de Productividad y Competitividad

Ilustraciones – Ana María Giraldo Fotografías

Instituto de Cultura de Patrimonio de Antioquia - ICPA

Camilo Aristizábal Espinosa, Carolina Martínez Bermúdez, Jota

Isabel Cristina Carvajal Zapata

Valencia, Juan Camilo Mejía Maya, María Cristina Abad Ángel,

Directora ICPA

Santiago Chiquito García, Víctor Hugo Restrepo Pérez, Wilson

Mónica Henao Libreros

Andrés Urán Gil y Pablo Aristizábal Espinosa.

Antropóloga - Arquitecta

Cartografía

Carolina Zapata López Arquitecta

Presentación 4 Prólogo 5 Introducción - La geografía mítica del departamento de Antioquia

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I. Geografía sagrada del suroeste de Antioquia

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Mateo Arenas Ríos – Ingeniero Civil, Especialista en SIG

II. La región; El suroeste de Antioquia

Juan Camilo Montoya García – Ingeniero Geólogo, Especialista

– paraíso natural entre volcanes 20

en SIG Ferney Darío Fernández

Diseño y diagramación

III. Línea del tiempo

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Alcalde del Municipio de Venecia

Ana María Giraldo – Punto Tres

Gabriel Jaime Echeverri Herrera

Lina María Pérez – Punto Tres

IV. Historiografía de las primeras exploraciones

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Secretario de Productividad y Competividad

Corrección de Textos

V. Prospección y descubrimientos arqueológicos

Claudia Yanet Guzmán Sánchez

Ana Lucía Cárdenas

Directora del Museo Cerro Tusa Zenufaná

Logística y producción

Víctor Hugo Restrepo Pérez

Claudia Pérez – Punto Tres

Líder de los Guías Locales del municipio de Venecia Agradecimientos Dr. Jaime Alberto Zapata Cano y todos los miembros del Centro de Historia de Venecia por su apoyo, interés y acogida. Joaquín Javier Moreno Penagos, Víctor Hugo Restrepo Pérez, Camilo Maya, Jaime Acosta, Omar Giraldo y todos los guías locales quienes nos acompañaron y orientaron en nuestras salidas de campo. Familias Cano Saldarriaga y Sucerquia Berrío de la vereda La Portada – Cerro Tusa, por su amistad y apoyo por más de veinte años. A todos los finqueros que nos autorizaron realizar investigaciones en sus predios.

en los alrededores de Cerro Tusa

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Consideraciones finales

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Bibliografía 46 Cuadro Sinóptico de las poblaciones del Suroeste de Antioquia

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Cronología del Suroeste de Antioquia - Tabla de Dataciones

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Presentación

Prólogo

El paisaje de gran parte del suroeste antioqueño está decorado por la majestuosa y mágica presencia del Cerro Tusa, esta montaña que vista de cerca a veces da la impresión de estar colgada de las nubes y desde otros lugares muestra una forma piramidal. Desde cualquier ángulo que se le observe tiene bella presentación, por eso Cerro Tusa es ícono y símbolo. Su pasado ha sido estudiado por grandes conocedores de la historia y la antropología y el conocimiento que se ha venido adquiriendo la hace cada vez más especial para propios y visitantes. Montaña sagrada, montaña mágica, colosal, enigmática, diferente… Cada uno de estos términos usados para describirla hace apología a la belleza y majestuosidad de esta formación geológica que hoy ya ha sido declarada Parque Arqueológico y Natural. En todo el territorio veneciano se sabe que es nuestro referente. Venecia la tierra de Cerro Tusa, el Museo Cerro Tusa Zenufaná, el corredor turístico en dirección al cerro, la Plazoleta Símbolos, el obelisco en homenaje a los fundadores y forjadores del municipio, las fiestas tradicionales, todos estos símbolos hablan de él, celebran su imponente y exclusiva figura. Es la pirámide natural más grande del mundo, los lugares sagrados que están alrededor suyo: el megalito donde se divisa la Diosa de los Espejos o Cara de la India, la Piedra de las Escalas, las Cuevas de Santa Catalina y la Silla del Cacique, solo por mencionar algunos, le imprimen una connotación muy especial; es imposible no admirar esta belleza natural, su presencia es única. Venecia, la de Antioquia, es única porque en su territorio está sembrada una belleza exuberante y enigmática llamada Cerro Tusa.

Ferney Darío Fernández Alcalde Municipio de Venecia 2016 - 2019

Recordar el pasado para llegar al presente es compartir a otros lo que queremos expresar a través de un trabajo serio, y es esto precisamente lo que nos quiere presentar esta publicación. Desde que los primeros colonizadores llegaron a esta comarca, sentían algo maravilloso, pero sin conocer lo referente a Cerro Tusa y su herencia indígena. Inicialmente, la piedra del sacrificio era conocida como la piedra del tigre, porque este animal aparecía en el camino a Bolívar. Desde las monografías de Carlos Zapata Cano hasta las de Nacianceno García Monsalve, se refieren al ídolo como a la India o la Diosa del Espejo, ya que antiguamente era más blanca y brillaba con el sol. Se le daba a Cerro Tusa, ícono del departamento de Antioquia, un significado que no sabían explicar. Se creyó que la Piedra del Sacrificio era para ofrendas a la montaña, ya que se hablaba de que hubo otra frente a Cerro Bravo y fue destruida. Más tarde, se pudo observar que la Diosa de los Espejos incluye en su ojo izquierdo otra pequeña cara, por lo que el significado de este ídolo no se entiende. Es bueno tener en cuenta lo que significa que el cerro se divise desde todo el municipio. Es interesante ver que existen unos petroglifos en la vereda La Amalia y la quebrada Arabia sin que se le encuentre su significado. De verdadero interés son la Cuevas de Santa Catalina donde se encontraron restos arqueológicos que eran traídos de los paseos que allí se hacían. Hacia 1.940, en la Escuela de Niñas, las maestras Leonor Ángel y Margarita Cardona crearon un pequeño Museo que inexplicablemente desapareció años después. Se continuó recogiendo algunos tiestos, hasta por los miembros del Centro de Historia, más como suvenir que como algo serio. Debió llegar Pablo Aristizábal a realizar sus estudios y desentrañar los misterios del territorio y de sus primeros nativos para que fuera posible celebrar que ahora podemos entrar a conocer en forma científica, y por su libro, dónde estamos asentados y quiénes nos precedieron, hoy en día materializado en el Parque Arqueológico y Natural Cerro Tusa y el Museo Cerro Tusa – Zenufaná, para orgullo del municipio de Venecia. Dr. Jaime Alberto Zapata Cano Presidente Centro de Historia del Municipio de Venecia


La geografía mítica del departamento de Antioquia

INTRODUCCIÓN

La geografía mítica del departamento de Antioquia Éramos dioses y nos volvieron esclavos. Éramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata. Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras. Éramos felices y nos civilizaron. ¿Quién refrescará la memoria de la tribu? ¿Quién revivirá nuestros dioses? Que la salvaje esperanza sea siempre tuya, querida alma inamansable. Gonzalo Arango (Andes, 1931- Gachancipá, 1976)

Foto: Juan Camilo Mejía Maya

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sta historia comienza con un niño de 8 años a quien su abuelo Mauro lo lleva a una piedra ubicada en un lugar mágico. El impacto que ese día causó en aquel niño inquieto le abrió la puerta hacia el conocimiento indígena, lo sedujo a interesarse por siempre en el enigma de Cerro Tusa y sus alrededores… El paisaje del municipio de Venecia, encabezado por el Cerro Tusa, una montaña única en el mundo por su forma cónica o piramidal y su historia precolombina narrada a través de los sitios y vestigios arqueológicos, está lleno de aspectos interesantes como la relación respetuosa de los seres humanos con la tierra y la sacralización de sus sitios imponentes como las cuevas, cimas de colinas y montañas de origen volcánico. Cerro Tusa es un cerro ubicado en el Suroeste antioqueño, en el municipio de Venecia, departamento de Antioquia (Latitud: 5° 57’59” Norte y Longitud: 75o46’15” Oeste), con una altura sobre el nivel del mar de 1925 metros. Este cerro consiste en una formación volcánica la cual emergió de la tierra en el período Terciario, hace aproximadamente 50 millones de años, formando junto al Cerro Bravo lo que pudieron ser las chimeneas de un gran volcán.

La fertilidad y belleza de las tierras ubicadas en sus alrededores fue aprovechada por las sociedades indígenas que habitaron este territorio. Se han descubierto evidencias arqueológicas de los antiguos pobladores en varios sitios del municipio de Venecia, los cuales datan hasta de 2000 años antes del presente. Todavía hoy quedan en el municipio innumerables huellas de las sociedades indígenas del pasado de un gran valor arqueológico, antropológico y turístico. Entre ellos están las Cuevas de Santa Catalina que fue un importante santuario y sitio de ofrendas, los petroglifos en la vereda La Amalia y el petroglifo denominado “el Dios Rana” en la vereda Arabia.

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Cerro Tusa constituye el principal santuario precolombino del territorio del departamento de Antioquia. Investigaciones arqueológicas realizadas en la zona alrededor del cerro, durante los últimos 20 años, corroboran que entre los años 0-800 d.C. los pobladores de la zona, ancestros de la cultura denominada Zenufaná, que encontraron los Conquistadores en el siglo XVI d.C., habitaron la cuenca de la quebrada Sinifaná y realizaron sus ofrendas y pagamentos en las Cuevas de Santa Catalina, cercanas al cerro, donde se encontró un abundante depósito de ofrendas precolombinas como cerámicas de una vajilla muy fina, herramientas líticas, restos óseos de animales y semillas. En la base de Cerro Tusa, por el costado norte, se destaca un importante y misterioso santuario. Se trata de una piedra con 9 peldaños, posiblemente labrados, los cuales ascienden a una plataforma. Esta piedra fue utilizada por los indígenas como ofrendatario, lugar de culto y ceremonias, y se conoce en la tradición oral de los habitantes de la región como la “Piedra de las Escalas” o el “Altar de Sacrificios”. Desde dicha piedra, al elevar la mirada, sobresale entre el bosque un monolito que aflora de la montaña, donde se puede apreciar un aparente rostro humano conocido en la tradición oral como “La Cara de la Diosa” o la “La Cara de la India”. Este conjunto de altar e ídolo, pudo constituir un importante santuario precolombino, al cual conducían diferentes caminos en piedra que confluyen en el Cerro Tusa, posibilitando las peregrinaciones religiosas de los pobladores de una vasta región durante la época prehispánica. También se ha

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registrado y protegido un camino antiguo en piedra, localizado entre el casco urbano y el cerro, el cual comunica con las cuevas y con el sitio ceremonial de Cerro Tusa. Según las Crónicas de la Conquista Española, las cuales relatan lo acontecido durante la segunda expedición del Capitán Jorge Robledo en 1541, este territorio ubicado en las vegas del río Cauca era conocido como la provincia de “Cenufaná” o “Zenufaná”, de lo que quedó testimonio en el nombre de la quebrada Sinifaná. Los relatos de la expedición cuentan que la tribu de los Cenufanáes, asentada en las tierras bajas del municipio, era productora de diferentes productos agrícolas, entre ellos el algodón. En la actualidad, Cerro Tusa es ícono de la cultura e identidad del municipio de Venecia y uno de los 30 lugares del departamento incluidos en el primer Inventario Geológico de Antioquia por su historia y características geográficas, con fiestas en su nombre en los primeros días del mes de julio. En el 2017 fue declarado por acuerdo del Concejo Municipal como Área Protegida de Orden Local. En el presente año, 2019, y gracias al apoyo del gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, y del alcalde de Venecia, Ferney Darío Fernández, se creó el Parque Arqueológico y Natural Cerro Tusa por Ordenanza Departamental No. 01 y se declaró un Área de Reserva Natural e Histórico Cultural de 1206 Ha, la cual incluye el Cerro Tusa, un tramo del camino antiguo Venecia-Bolombolo, las Cuevas de Santa Catalina, el santuario en la base del cerro y los escarpes y zonas de reductos de bosques nativos.

Figurinas femeninas descubiertas en los organales del municipio de Titiribí (izquierda) y en las Cuevas de Santa Catalina, Venecia (derecha).

Alcarrazas a doble vertedera para fermentar bebidas rituales, recuperadas en las Cuevas de Santa Catalina, estilo cerámico Marrón Inciso (0-800 d.C.).

Poporos para el consumo de coca, recuperados en las Cuevas de Santa Catalina, estilo cerámico Marrón Inciso (0-800 d.C.).

Finalmente, después de más de veinte años de investigaciones científicas y gracias al apoyo de la Alcaldía de Venecia y de la Gobernación de Antioquia, y todo su equipo, este ícono del suroeste de Antioquia se convierte en el Parque Arqueológico y Natural Cerro Tusa con el fin de garantizar la conservación de sus importantes recursos arqueológicos y naturales para las generaciones futuras, como un lugar para el disfrute y el aprendizaje de nuestra nación y del mundo. Se recomienda a los visitantes, antes de emprender la aventura hacia la montaña sagrada, dirigirse a la Oficina de Información Turística del Municipio de Venecia, ubicada en el Museo Cerro Tusa Zenufaná, en el pasaje peatonal del casco urbano, donde encontrarán información completa para enriquecer su visita y tomar las precauciones necesarias en su expedición. Desde 1997, hemos estado estudiando una civilización perdida que ocupó los Andes Centrales de Colombia (departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío) entre 0-800 d.C. Algunos arqueólogos llaman a esta sociedad el periodo Quimbaya Temprano, otros lo conocen como el estilo Quimbaya Clásico, o como el estilo cerámico Marrón Inciso. Son elementos materiales que datan de muchas generaciones atrás, por lo que es difícil conocer los nombres de las tribus o su filiación étnica. El imponente sitio ancestral conformado por la montaña sagrada de Cerro Tusa y sus alrededores, se pierde en la memoria de las comunidades indígenas que

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Actividades de laboratorio de la muestra recuperada en las Cuevas de Santa Catalina.

aún habitan en la región, como los Emberás, probablemente porque en la cuenca del río Cauca hubo una fuerte lucha entre los conquistadores españoles y los indígenas durante el siglo XVI, debido principalmente a los recursos del oro. Encontramos un lugar sagrado muy interesante para esta cultura en el municipio de Venecia, departamento de Antioquia. Se trata de una montaña que se percibe como una pirámide casi perfecta por uno de sus costados. Es un templo natural donde hay algunos monolitos: uno parece un altar y el otro parece ser un ídolo, el cual aflora en la parte superior del altar en medio de la ladera boscosa de la montaña, probablemente representando a una deidad.

La geografía mítica del departamento de Antioquia

Cerca de la montaña hallamos un camino de piedra que lleva a una cueva donde encontramos miles de fragmentos de vasijas de cerámica y herramientas líticas muy elaboradas. Estas pudieron ser depositadas durante ceremonias rituales como ofrendas de reciprocidad dirigidas a la Madre Tierra o a los dioses de la lluvia, al igual que lo Mayas lo hicieron en los cenotes y en las cuevas de Yucatán y el Petén, América Central. Realicé mi tesis doctoral en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS) sobre las cuevas ceremoniales, y cómo los seres humanos sacralizan estos sitios geográficos, y las diversas representaciones y creencias que se construyen en las diferentes culturas. Me he centrado en estos sitios en Antioquia, pero los comparamos con las cuevas Mayas y otras cuevas en los Andes Centrales con el fin de entender su significado para los pueblos precolombinos, entendiendo la América Precolombina como una unidad que comparte conceptos simbólicos. Algunas de las piezas de cerámica que encontramos allí son de gran importancia simbólica. Poporos para el consumo de coca, alcarrazas de doble vertedera para el servicio de bebidas rituales, representaciones de murciélagos y seres mitológicos, pero la mayoría de estas piezas fueron quebradas intencionalmente contra las rocas, en un ritual de renovación, como los griegos lo hacen hasta nuestros días, o como los antiguos Mayas también lo hicieron en numerosas cuevas de las montañas del Petén y Yucatán.

Vista de Cerro Tusa y el Cerro Sillón desde el abra o sillar de La Albania. Foto: Jaime Naranjo.

Solía haber una civilización antigua en este territorio (la cuenca del río Sinifaná), también conectada con las culturas precolombinas asentadas en los alrededores del valle de Aburrá, hoy ciudad de Medellín. Eran especialistas en el comercio de oro y sal, la cual obtenían por evaporación a partir de fuentes de agua salada. Aún existen senderos de piedra muy bien trazados por las crestas de las montañas, los cuales fueron utilizados como rutas comerciales y de peregrinación. Los cronistas de la Conquista española como Pedro Cieza de León mencionan que “en toda la ruta entre Cenufaná y Aburrá existen caminos más anchos que el camino Inca en Cuzco y otras ruinas”, de los cuales se pueden en-

contrar tramos que aún están conservados y otros parcialmente inexplorados. El Cerro Tusa y sus cuevas circundantes constituyen un importante santuario precolombino debido a su ubicación panorámica y a los vestigios arqueológicos que nos acercan a su significado para los pueblos antiguos. Estos sitios siguen guardando secretos preciosos y datos útiles para comprender los rituales y la cultura indígena. La montaña mágica del Cerro Tusa también tiene una acústica perfecta, probablemente utilizada como un anfiteatro para ceremonias hace cientos de años, así que vale la pena el viaje...

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Geografía sagrada del suroeste de Antioquia

CAPÍTULO I

El uso antrópico de las cuevas

Geografía sagrada del suroeste de Antioquia

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a cosmovisión amerindia privilegia ciertos lugares, otorgándoles un valor religioso. Esta manera de comprender la geografía, siguiendo una interpretación trascendente, es uno de los principales rasgos de los sistemas simbólicos de las sociedades indígenas. La observación en detalle de la naturaleza durante varios siglos, les ha permitido apropiarse del medio ambiente, tanto desde un punto de vista físico (patrón de asentamiento) como simbólico. En el sistema de pensamiento amerindio, la roca en sus diversas formas: cueva, montaña y manantial, es un receptáculo de lo sagrado. La implantación de una sociedad en el espacio no debe nada al azar, más bien proviene de su cosmovisión: una organización del pensamiento que expresa una concepción compleja del universo, una especie de narración mitológica que concierne a los lugares que debían ser sagrados.

Cuevas de Santa Catalina, alrededores de Cerro Tusa. Foto: Carolina Martínez Bermúdez.

Las cuevas son uno de los atributos del paisaje que más ha atraído a los seres humanos. Este fenómeno natural no solo ha provocado curiosidad, sino que también ha seducido la imaginación de grupos culturales a través de la historia de la humanidad en el mundo entero. Su utilización ha sido reportada científicamente en los cinco continentes y cubre todo el rango temporal del homo sapiens, desde hace aproximadamente medio millón de años hasta la actualidad (Bonsall et Tolan- Smith, 1997). Este tipo de sitios representa contextos privilegiados para la arqueología debido a las condiciones de conservación en que generalmente se encuentran los vestigios. Se han reportado evidencias antrópicas de uso e incluso de transformación, tanto en formaciones geomorfológicas abiertas, más comúnmente llamadas abrigos rocosos, como en cuevas profundas o de galería subterránea. Las actividades desarrolladas en este tipo de contextos semi-cerrados o cerrados han sido tan variadas como la morfología o estructura de los mismos, entre las cuales se encuentran diferentes actividades de la vida de los seres humanos tales como: habitación, defensa o protección, depósito de desechos, área de almacenamiento, funerales o ceremonias.

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Las cuevas y las ceremonias en sociedades agro-alfareras amerindias Una de las principales teorías sobre el poblamiento del continente americano, propone que este fue poblado por grupos de cazadores recolectores de origen asiático, quienes ingresaron por el estrecho de Behring hace aproximadamente 25000 años. Estas bandas posiblemente viajaban largas distancias siguiendo rutas migratorias de manadas de megafauna. Según las dataciones arqueológicas con que se cuenta hasta la actualidad, estos grupos nómadas se encontraban dispersos por todo el continente hace 12000 años. Los abrigos rocosos fueron utilizados por los primeros pobladores del continente como sitios de vivienda, debido a que estos sitios constituían un buen refugio provisional durante sus largas travesías. Los prehistoriadores americanistas han descubierto vestigios precerámicos, correspondientes a los primeros pobladores del continente, al interior de abrigos rocosos distribuidos en toda su extensión, desde Alaska hasta la Patagonia. En el caso de Colombia, se tienen evidencias de grupos cazadores-recolectores de finales del Pleistoceno (12000 AP) al interior de abrigos rocosos ubicados en la sabana de Bogotá y en el valle del río Magdalena (Correal y Van der Hammen, 1977). A partir del período conocido como Formativo, aproximadamente hace 5000 años antes del presente, ocurrieron cambios drásticos a nivel climático que generaron otro tipo de respuestas por parte de los seres

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humanos. La megafauna desaparece casi por completo, por lo cual las estrategias de caza y alimentación debieron adaptarse a las nuevas condiciones ambientales. Las bandas nómadas se fueron sedentarizando mediante un largo proceso, en el cual paralelamente se desarrolla la domesticación de plantas y animales y algunas técnicas como la alfarería. Estos grupos dejaron de utilizar los abrigos rocosos como refugios temporales para pasar a conformar pequeñas aldeas, situadas cerca de fuentes de recursos como ríos o lagunas. No se considera que ocurrió un cambio drástico hacia la vida sedentaria en aldeas, sino un proceso en el cual la movilidad se fue reduciendo lentamente y, por lo tanto, se introducen nuevas estrategias de supervivencia alternas a la caza y a la recolección, como la horticultura y la agricultura. Muchos de los grupos sociales de agricultores sedentarios que se desarrollaron en el continente americano a partir del período Formativo continuaron utilizando los abrigos rocosos,principalmente las cuevas más profundas, pero ya no con fines domésticos, sino para actividades de carácter simbólico, como sitios ceremoniales o funerarios. La utilización de cuevas como espacios ceremoniales por parte de sociedades de agricultores sedentarios se evidencia en casi la totalidad del continente americano mediante el hallazgo de vestigios cerámicos y otros artefactos al interior de dichos sitios. Se han estudiado casos puntuales por parte de arqueólogos en Norteamérica, el área Mesoamericana, los Andes Centrales y el Área Intermedia, lo que evidencia el amplio rango de dispersión de este tipo de prácticas y creencias.

Cerro Tusa y la finca Rochiles 2. Foto aérea cedida por Luis Enrique San Juan.

También se cuenta con un amplio rango cronológico en asociación con ceremonias en contextos cerrados. Las fuentes arqueológicas dan cuenta de prácticas culturales en cuevas durante la época prehispánica. Las fuentes etnohistóricas sugieren su persistencia durante el siglo XVI y los datos actuales aportados por la etnología, evidencian que aún se conservan este tipo de tradiciones entre algunos grupos indígenas americanos.

Nuestro caso, en particular de Cerro Tusa y las Cuevas de Santa Catalina, trata de la apropiación de sitios determinados en el paisaje para actividades específicas y de las características que, según los vestigios y la información bibliográfica, podemos inferir acerca del desarrollo de dichas prácticas.

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Geografía sagrada del suroeste de Antioquia

El Binomio Conceptual Cueva-Montaña La cueva se articula con la montaña en el simbolismo religioso amerindio, materializando el concepto de Axis-mundi. Estas dos entidades topológicas conforman una pareja semántica en la cosmovisión amerindia, la cual funciona por binarismos. La cueva y la montaña no son concebidas de manera independiente sino como una dualidad. Se piensa que el agua es contenida al interior de las montañas en las cuevas, por lo que las cuevas son concebidas como el corazón de las montañas. Por eso muchas cuevas son asociadas a los nacimientos de agua y los cultos que se celebraban en su interior eran ofrecidos a un espíritu o divinidad del agua o de la tierra (Brady y Bonor, 1993). La montaña es el lugar que debido a su mayor elevación está más cerca del mundo celeste. Ella permite hacer la unión entre los hombres y las divinidades del cielo. Son sitios imponentes desde los cuales se puede controlar la situación, razón por la cual los dioses las escogieron como morada (Alonso et. al., 2004). De otra parte, la cueva se sitúa al interior de la montaña, permitiendo la comunicación con el Inframundo y así completar la comunicación entre los tres registros o niveles del Universo. Además, las cuevas simbolizan el poder de la Tierra, al combinar tierra y agua. El binomio conceptual cueva montaña sintetiza el paisaje mitográfico amerindio.

La ubicación de las cuevas de Santa Catalina, cerca de la base de Cerro Tusa, no debe nada al azar. Los habitantes prehispánicos de esta región compartían las mismas ideas de fondo extendidas por toda la América prehispánica. Las cuevas y montañas forman una pareja fundamental en su religión, las cuevas de Santa Catalina tuvieron una carga simbólica muy fuerte debido a su localización estratégica, que sería la materialización de una idea mítica fundamental. La cueva es un concepto polisémico que juega un rol de primer plano en la cosmovisión amerindia, simbolizando a la vez el umbral o lugar de tránsito hacia el Inframundo, el lugar donde se encuentra el origen mítico de los seres humanos y la morada de algunas divinidades… Las peregrinaciones religiosas eran la oportunidad de hacer converger personas provenientes de regiones distantes y de diferentes productos económicos, para hacer comercio. Los antiguos santuarios religiosos, constituidos por las cuevas ceremoniales, se convirtieron en centros comerciales donde se desarrollaban los intercambios materiales y culturales, congregando personas venidas de diferentes lugares distantes a través de los peregrinajes.

Cosmovisión Amerindia que concibe los tres niveles del mundo: Supramundo, Mundo Medio e Inframundo, cada uno con sus guardianes.

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CAPÍTULO II

La región El suroeste de Antioquia – paraiso natural entre volcanes

Aerofotografía Dron de la cara norte de Cerro Tusa, al fondo Cerro Bravo. Foto: Santiago Chiquito García

División administrativa del municipio de Venecia en 15 veredas y 2 corregimientos

La región, El suroeste de Antioquia – paraiso natural entre volcanes

Ubicación geográfica

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a región geográfica en la cual se inscribe el municipio de Venecia pertenece a la cuenca montañosa del río Cauca, la cual se extiende desde el norte del departamento del Valle del Cauca hasta el norte del departamento de Antioquia. El río atraviesa la zona central antioqueña de norte a sur. En este territorio montañoso y quebrado, el valle del río se encajona, aunque en algunos tramos se abre en pequeños valles de terrazas aluviales. Las modulaciones en la amplitud de la cuenca del río han determinado la existencia de valles relativamente incomunicados los unos de los otros, pues existen secciones donde el río se encañona, impidiendo las rutas terrestres en las orillas y su cauce presenta rápidos que imposibilitan parcialmente la navegación. A pesar de los obstáculos naturales, el río Cauca constituye el eje principal de comunicación y desarrollo de las sociedades prehispánicas de la región central del país. Los aluviones de oro de esta región, ubicados en las orillas del mismo río y en algunos de sus principales afluentes, han sido considerados los más ricos del país desde la época prehispánica. Este recurso fue aprovechado por grupos culturales como los Quimbayas y los Zenúes, los cuales contaban con especialistas, tanto en la explotación, como en el trabajo delicado de dicho mineral mediante diversas técnicas como la cera perdida y aleaciones como la tumbaga.

Terrazas aluviales en el sector de la hacienda El Balsal, corregimiento de Bolombolo.

A una escala más detallada, la micro-región denominada la cuenca montañosa del río Cauca, en el centro del departamento de Antioquia, comprende una sección más puntual de la cuenca de dicho río, en la cual se encuentran las tierras bajas del municipio de Venecia. Este territorio se sitúa hacia los contrafuertes de la vertiente de la cordillera central que descienden hasta el río Cauca. En esta sección del río, la cuenca se abre en amplias terrazas aluviales, óptimas para el desarrollo de la agricultura. También se puede definir la región como una estrella hidrográfica, por ser un núcleo donde confluyen varios ríos de menor cauce y otras quebradas que vierten sus aguas al río Cauca, principalmente la quebrada Sinifaná por la vertiente oriental y el río San Juan por la vertiente occidental. El municipio de Venecia comprende 141 km2 divididos en dos corregimientos: Bolombolo y La Mina, y

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en 15 veredas. Limita por el oriente y por el sur con el municipio de Fredonia, por el norte con los municipios de Amagá y Titiribí, y por el occidente con los municipios de Tarso, Salgar y Concordia; se encuentra situado a 61 km por carretera desde Medellín, la capital del departamento de Antioquia (García, 1981). Tiene una población aproximada de 13200 habitantes en la actualidad y su cabecera municipal se encuentra a 1350 m.s.n.m., al occidente de Cerro Tusa. La toponimia de la región conserva algunos términos que probablemente se originan en las lenguas de los grupos étnicos que habitaron el territorio del actual municipio de Venecia y las tierras vecinas durante la época prehispánica. Entre estos topónimos están: Sinifaná, Titiribí, Amagá y Bolombolo. Es posible que la “a” acentuada pueda estar asociada a los cuerpos hídricos principales de cada cuenca y que luego pasaron a ser los nombres asignados por los conquistadores españoles a los grupos étnicos que habitaban cada provincia.

Geología Formación de los volcanes El origen y desarrollo de las características geológicas del territorio abarca un amplio rango cronológico que se remonta a la era Paleozoica, hace 300 millones de años. Posteriormente, durante el periodo Terciario –hace aproximadamente 50 millones de años– el fenómeno de choque de la placa oceánica de Nazca y la placa continental suramericana ocasionó el levantamiento

La región, El suroeste de Antioquia – paraiso natural entre volcanes

del sistema de la cordillera Andina. En esta región en particular, se produjo un fuerte volcanismo como consecuencia de este fenómeno a gran escala. El final de este período, conocido como Neoterciario, fue el de mayor actividad, en el cual se presentaron grandes intrusiones de origen volcánico las cuales atravesaron los mantos sedimentarios más antiguos. Estas inmensas intrusiones que afloran en la actualidad, están compuestas principalmente por rocas ígneas como la andesita hornbléndica y el basalto (lavas secas) (Grosse, 1926). Las masas intrusivas de mayores dimensiones que aún es posible visualizar como el Cerro Tusa y el Cerro Bravo, son conocidas en la literatura geológica como neques (necks) o cuellos volcánicos, lo que significa que constituyen ruinas de volcanes, cuyas erupciones fueron enormes y simultáneas (Grosse, 1926). Según el geógrafo Michael Hill (1986), toda esta zona fue el epicentro de lo que él denomina un “supervolcán”, cuyo cráter o caldera tenía más de 70 km2 de área y del cual actualmente solo quedan las ruinas hacia el costado norte, constituidas por los cerros mencionados anteriormente. Posteriormente, durante el período cuaternario (hace 1.5 millones de años), el choque de placas tectónicas continuó afectando la región, generando fuertes y constantes movimientos sísmicos, que a su vez produjeron extensos sistemas de fallas geológicas como la falla de Romeral y la falla de Sabanalarga. Estos dos sistemas de fallas atravesaron todo el territorio del Municipio y contribuyeron a la formación de depósitos de grandes bloques de rocas, tanto en zonas aluviales como en

algunas laderas, por ejemplo en las Cuevas de Santa Catalina. Todos estos factores geológicos han sido los principales agentes que han modelado el relieve de la región hasta llegar al resultado actual (Grosse, 1926).

Hidrología Venecia, territorio entre aguas En las zonas de mayor elevación del municipio, como cerros, colinas y escarpes, nacen numerosas fuentes de agua que atraviesan el territorio para desembocar en los cuerpos hídricos principales hacia la zona baja. Esta riqueza hidrológica le ha dado su nombre al municipio, comparando metafóricamente dicho territorio con la ciudad italiana de Venecia, “la ciudad entre canales”. Las cuencas principales son la cuenca del río Cauca, la cuenca de la quebrada Sinifaná, y la cuenca de la quebrada Arabia, las cuales delimitan la extensión del territorio y por lo tanto reciben las aguas de numerosos afluentes de menor tamaño. Esta región constituye una estrella o núcleo hidrográfico en el cual varios cuerpos hídricos vierten sus aguas en el río Cauca, precisamente en la zona del corregimiento de Bolombolo donde la cuenca se abre en un valle de mayor amplitud. La quebrada Sinifaná es uno de los afluentes más importantes del río Cauca en el departamento de Antioquia. Aunque no es navegable, debido a su menor caudal y mayor pedregosidad, se constituye como un corredor de acceso hacia la cordillera central y una rica fuente de recursos naturales.

En esta región interandina, diferentes factores geográficos y ambientales se conjugan para crear un lugar óptimo para el establecimiento permanente de sociedades de agricultores sedentarios. Estas tierras fértiles y de clima agradable favorecieron el desarrollo de grupos humanos de origen amerindio desde el primer milenio de nuestra era hasta la Conquista española en el siglo XVI. Vale la pena aclarar que los recursos ambientales fueron mucho más abundantes durante la época prehispánica, debido a una menor población humana y a su explotación menos intensiva que en la actualidad.

Salto del Guerrero, quebrada La Tigra, vereda El Recreo. Foto: Víctor Hugo Restrepo Pérez.

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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

La geografía mítica del departamento de Antioquia

1.810 - 1.900 d.C. Período Republicano

CAPÍTULO III

900 - 1.541 d.C. Período Tardío Estilo Cerámico Tardío

Línea del tiempo

Período Tardío

P. Colonial

1 .9 0 0 d .C .

1 .8 1 0 d .C .

1 .5 4 1 d .C .

8 0 0 d .C .

0

1 0 0 a .C .

5 .0 0 0 A .P .

Período Temprano

P. Republicano

P. Reciente

1.541 Llegada de la primera 1.810 expedición española Independencia de a la provincia de la República de Colombia Cenufaná, dirigida por el capitán Jorge Robledo

Período Formativo

Las evidencias arqueológicas recuperadas por investigaciones científicas en el municipio de Venecia permiten esbozar un marco cronológico que abarca los últimos 2000 años. Hasta la fecha no se han encontrado evidencias de cazadores recolectores del período precerámico en el territorio, aunque es muy posible que el río Cauca fuera utilizado como ruta natural para la migración de diferentes especies. La mayor parte de las evidencias encontradas pertenecen al estilo cerámico Marrón Inciso elaboradas durante el período Temprano (0-800 d.C.).

1 0 .0 00 A .P .

1.900 - 1.950 d.C. Período Reciente

Período precerámico

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100 a.C. - 800 d.C. Período Temprano Estilo Cerámico Marrón Inciso A.P. Antes del Presente a.C. Antes de Cristo d.C. Después de Cristo

Relacionado con la orfebrería Quimbaya Clásica

1.541 - 1.810 d.C. Período de Contacto y Colonial

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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

Historiografía de las primeras exploraciones

CAPÍTULO IV

Historiografía de las primeras exploraciones

Terra Firma in quae Dariae Fluvius Novum Regnum Granatense et Popayan publicado por Guillermo Blaeuw en Ámsterdam en 1635 en su obra Tonnel des Aerdrycx ofte. Nieuwa Atlas. 1960

Las Crónicas La Provincia de Cenufaná

D

urante la segunda expedición al mando del capitán Jorge Robledo en 1541, partieron desde Cali y siguieron la ruta natural del río Cauca. Por algunas informaciones recibidas acerca de una población rica y densamente poblada deciden desviarse hacia el oriente, ingresando por la cuenca de la quebrada Sinifaná, principal acceso al valle de Arví, el cual venían buscando… hacían parte del Real el escribano Juan Bautista Sardella y un soldado letrado de agudas observaciones llamado Pedro Cieza de León. “De aquí visto por el capitán que no se podía hallar entrada para el valle de Arví por ser las sierras muy altas, ásperas e montuosas y peña tajada se partió e descendimos una sierra que su hondura parescía yr a los avismos y dimos en un arroyo de agua grande y seguimos por él hasta quatro leguas y pasamos un despoblado de quince leguas e dimos en una provincia que se dice Cinufaná a donde los naturales como tovieron sintimiento de nosotros, alzaron todo lo que pudiero(n) de sus casas y se ausentaro(n) dellas (…)”

d.C), dedicados al comercio de sal y oro a través de estas rutas interandinas. Pero al ingresar los españoles en el siglo XVI d.C., ya no estaban, habían abandonado sus pueblos: “Desde la provincia de Arma hasta la de Cenufana habrá XX leguas y desde Cenufana a Aburrá puede haver seys, en todo este camino hay grandes asyentos de pueblos antyguos e muy grandes edificios de caminos hechos a mano e grandes por las syerras e medias laderas que en el Cuzco no los ay mayores y todo esto perdydo e destruydo e no ay yndio que sepa dezir cómo ha sydo ni de que se ha despoblado por lo que se puede pensar que los a despoblado las grandes guerras que avido entre los naturales.” (Capitán Jorge Robledo, 1541, En: Tovar Pinzón, 1993: 350)

La quebrada Sinifaná (antes Cenufaná o Cenufara) llamó la atención de los exploradores, permitiéndoles el acceso a la cordillera interior.

(Juan Bautista Sardella – Escríbano de la segunda expedición – 1541, En: Tovar Pinzón, 1993: 282)

Acercamiento en el mapa anterior, donde se aprecia la ubicación de la provincia de Cenufaná.

En toda esta ruta entre Cenufaná y el valle de Aburrá los cronistas españoles reportan la existencia de caminos y edificaciones de piedra, pero ya todo estaba en ruinas. Es posible que en este territorio haya existido una civilización durante el período Temprano (siglos I a VIII

“Otros ríos muchos hay en este camino, que por ser tantos y no tener nombres no los pongo. Cabe Cenufara queda un río de montaña y de muy gran pedrería, por el cual se camina casi una jornada; a la siniestra mano está una grande y muy poblada provincia, de la cual luego escrebiré. Estas regiones y poblaciones estuvieron primero puestas debajo de la ciudad de Cartago y en sus

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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

límites, y señalado por sus términos hasta el río grande por el capitán Jorge Robledo, que la pobló (...)” (Pedro Cieza de León – Soldado letrado – 1541, Edición de Ballesteros, 1984: 121)

La geografía mítica del departamento de Antioquia

andan desnudos como los que hemos pasado, y conforman con ellos en el traje y en lo demás. Adelante está otro pueblo que se llama el Pueblo Blanco, y dejamos para ir a la villa de Arma el río grande a la diestra mano.” (Pedro Cieza de León – Soldado letrado – 1541, Edición de Ba-

La economía consistía en la explotación y comercio de productos como el oro que obtenían en los placeres del río Cauca y la sal, la cual extraían de los ojos de aguasal y luego la evaporaban, para comerciar con los panes de sal: “En este pueblo de Mungia y en otro que ha por nombre Cenufata hallamos otras fuentes que nascían junto a unas sierras cerca de los ríos; y del agua de aquellas fuentes hacían tanta cantidad de sal que vimos las casas casi llenas, hechas muchas formas de sal, ni más ni menos que panes de azúcar. Y esta sal la llevaban por el valle de Aburrá a las provincias que están al oriente, las cuales no han sido vistas ni descubiertas por los españoles hasta agora. Y con esta sal son ricos en extremo estos indios.” (Pedro Cieza de León – Soldado letrado – 1541, Edición de Ballesteros, 1984: 172 y 173)

Las crónicas también resaltan la riqueza de las sepulturas de este pueblo ubicado en la cuenca de la quebrada Cenufaná:

llesteros, 1984: 120, 121)

Sobre los rituales y ceremonias de los habitantes de la cuenca del río Cauca narran lo siguiente en Pácora: “Casa de adoración no se ha visto ninguna, más de que en las casas o aposentos de los señores tenían un aposento muy esterado y aderezado; en Paucora vi yo uno destos oratorios, como adelante diré; en lo secreto dellos estaba un retrete y en él había muchos encensarios de barro, en los cuales, en lugar de encienso, quemaban ciertas hierbas menudas; yo las vi en la tierra de un señor desta provincia, llamado Yayo, y eran tan menudas que casi no salían de la tierra; unas tenían una flor muy negra y otras la tenían blanca; en el olor parescían a verbena; y éstas, con otras resinas, quemaban delante de sus ídolos; y después que han hecho otras supersticiones viene el demonio, el cual cuentan que les aparesce en figura de indio y los ojos muy resplandescientes, y a los sacerdotes o ministros suyos daba la respuesta de lo que preguntaban y de lo que querían saber.” (Pedro Cieza de León – Soldado letrado – 1541, Edición de Ballesteros, 1984: 125)

“Más adelante del Pueblo Llano se allega a otro que ha por nombre Cenufara; es rico, y adonde se cree que hay grandes sepulturas ricas. Los indios son de buenos cuerpos,

CAPÍTULO V

Prospección y descubrimientos arqueológicos en los alrededores de Cerro Tusa

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La geografía mítica en el departamento de Antioquia

Interior de las cuevas de Santa Catalina. Foto: Víctor Hugo Restrepo Pérez.

1. Cuevas de Santa Catalina Portal al Inframundo Nombres en la tradición oral: Cerro de Los Cuervos, El Cuevero, Cuevas de Santa Catalina, Alto Doraditas. Tipo de formación geológica: Bloques de Andesita hornbléndica de origen volcánico que se desprenden de la parte más alta, formando depósitos de ladera o talus, conocidos tradicionalmente como organales. Cronología: Período Temprano - Entre los años 200600 d.C. se celebraban rituales de manera continua en las cuevas, según las dataciones y los materiales arqueológicos recuperados pertenecientes en su totalidad al estilo cerámico Marrón Inciso. Acústica: los sonidos de insectos y murciélagos resuenan en el vacío de las cuevas, extendiendo las noches al interior de los recintos oscuros, mientras que en los guaduales del exterior, las cigarras cantan. Hipótesis acerca de su significado: en la mitología precolombina, las cuevas y abrigos rocosos son portales al Inframundo, sitios sagrados donde habitan los dioses de la Lluvia y de la Oscuridad. Los indígenas realizaban peregrinajes de manera cíclica a estos sitios excepcio-

CUENCO COMPLETO

nales del paisaje, con el fin de efectuar sus pagamentos y ofrendas a los dioses de la Lluvia y a la Madre Naturaleza. Las cuevas son la representación mitológica del útero de la Madre Tierra, donde nacieron las diferentes etnias originarias. Al igual que los bebés nacen del vientre femenino, los pueblos primigenios emergen de las cuevas sagradas. Según las evidencias arqueológicas, estas cuevas fueron santuarios utilizados como lugares de culto entre el año 200-600 d.C. Los grupos indígenas que habitaron la cuenca de la Sinifaná y los alrededores de Cerro Tusa, así como otros pueblos que peregrinaban desde zonas más distantes, ingresaban a estas cuevas y celebraban rituales en los que “mataban” o quebraban intencionalmente las vajillas mejor elaboradas contra las rocas, a manera de sacrificio. Durante las investigaciones arqueológicas realizadas en este sitio se recuperaron más de 6.000 fragmentos cerámicos estilo Marrón Inciso elaborados con esmero. Estos fragmentos comprenden la mayor parte de la colección conservada en el Museo Cerro Tusa Zenufaná.

CUENCO ACORAZONADO

La vajilla ritual: La especialidad de la Cuevas de Santa Catalina gira entorno a la cerámica, al cuidado que le dieron en la elaboración, formas y decoraciones que resaltan de inmediato dentro del resto del conjunto cerámico hallado en otros yacimientos. Algunas de las piezas arqueológicas encontradas en las cuevas de Santa Catalina son exclusivas de pocos sitios arqueológicos de Antioquia como el sitio del Tiestero en Mazo, corregimiento de Santa Elena (Ochoa, 1998) y del Delta de la Quebrada Santa Elena, Centro de Medellín (Aristizábal, 2016). En estos conjuntos, pertenecientes al estilo cerámico Marrón Inciso, se pueden ver algunos rasgos singulares como las alcarrazas a doble vertedera para la fermentación de ciertas bebidas, poporos para el consumo de coca y figurinas femeninas, así como de seres mitológicos y otras aplicaciones zoomorfas. Las características particulares de la cerámica podrían estar indicando el carácter ritual de los sitios, donde se celebraban actividades como ofrendas, el consumo de coca y de ciertas bebidas embriagantes.

CUENCO SEMI-COMPLETO

CUENCO FITOMORFO CON PINTURA

Las cuevas rituales en la cuenca de la quebrada Sinifaná descubiertas hasta la fecha: Organales de Titiribí (Arcila, 1969, Botero, 2000 y 2002) y las Cuevas de Santa Catalina en el municipio de Venecia (Arcila, 1969 y Aristizábal, 2002 y 2006) fueron utilizadas entre los años 200-600 d.C. según las dataciones por termoluminiscencia realizadas en las universidades de Durham y Oxford en Inglaterra. (Ver tabla anexa 2) Dicha cronología corresponde con el período denominado Quimbaya Clásico en los Andes Centrales de Colombia. Durante el Período Temprano los habitantes de la cuenca de la quebrada Sinifaná y grupos de otras regiones más distantes como el valle de Aburrá llegaron a las cuevas de Titiribí y de Venecia a realizar sus pagamentos o tributos a la Madre Tierra. Los indígenas realizaron peregrinajes a las cuevas y sitios ceremoniales a través de una red de caminos que convergen en el Cerro Tusa. Las peregrinaciones eran recorridos por el paisaje mítico, en las cuales se recreaba el viaje a los orígenes. La principal travesía probablemente se realizaba desde la zona de Titiribí y la quebrada Sinifaná, desde donde la perspectiva de Cerro Tusa es muy atractiva por su forma casi piramidal.

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CUEVAS DE SANTA CATALINA Prospección arqueológica en los alrededores de Cerro Tusa Municipio de Venecia, Antioquia VISTA DE PLANTA

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CUEVAS DE SANTA CATALINA

DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

Prospección y descubrimientos arqueológicos en los alrededores de Cerro Tusa

Prospección arqueológica en los alrededores de Cerro Tusa AREA D

Municipio de Venecia, Antioquia

h: 5 m

NIVEL SUPERIOR

NIVEL 1

3,80 mt

INTERIOR

t

m

17

5 mt

C

NIVEL 1

AREA B

1 2

3mt

1 2

Área cerrada

3mt

1 2

3mt

Área cerrada Rocas Rocas

Rocas

NIVEL MEDIO

AREA A

5 mt

h: 3,40 m

h: 2,40 m

AREA G

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3,

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m

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VE

NIVEL INFERIOR

3mt

L

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CONVENCIONES

Densidad de cerámica alta Área abierta

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0

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3,20 mt

0

2,50 mt

m

m

3,50 mt

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,5 0

3,40 mt

h: 2

h: 3

ENTRADA

2,40 mt

AREA H á re a y b o a b ie rt a sc o sa

t

m

17

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0

17

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m

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17

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5 mt 5 mt

m

t

3,80 mt

5 mt

Área abierta Área cerrada

3,20 mt 3,20 mt

CONVENCIONES Densidad de cerámica alta Densidad de cerámica alta Área abierta

2,50 mt 2,50 mt

Densidad de cerámica alta

CONVENCIONES

3,50 mt 3,50 mt

2 L VE 1 NI m L2 20 V EL NVI E 1 NI L VE I N CONVENCIONES

3,20 mt

3,

Área abierta

0

0

h:

área abierta y boscosa

0

área abierta y boscosa

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3,20 mt

3

m

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NIVEL INFERIOR

2,50 mt

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NIVEL INFERIOR

2,50 mt

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AREA B

m

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NIVEL INFERIOR

3,50 mt

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3,40 mt

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ENTRADA AREA G

3,40 mt

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h AREA H : 3 ,5 0 m á re a h: 3 ,5 0 y b o a b ie rt aAREA H m sc o sa á reAREA G a y b o a b ie rt a sc ohsa t a : 2 ,5 0 er m i ab sa h: 2 o ea ,5 0 á r o smc m 2 y 2b0 L 3, AREA VE E h: 1 NI L VE I N

INTERIOR

ENTRADA

h: 2,40 m

ENTRADA

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h: 2,40 m

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EXTERIOR

5 mt

m

0

h: 3,40 m

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NIVEL 2

h: 3,40 m

AREA A

NIVEL SUPERIOR

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NIVEL 1

NIVEL MEDIO

h: 3,40 m

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Área cerrada

NIVEL MEDIO

AREA A

NIVEL MEDIO AREA A

0

AREA D

área abierta y boscosa abierta área abierta y boscosa

,3

Área

área abierta y boscosa

h: 5 m

área abierta y boscosa

Densidad de 0m cerámica altah : 3 . 8

2,50 mt

CONVENCIONES

2,40 mt 2,40 mt

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2,40 mt

L

área abierta y boscosa 0m AREA: 3B. 8 área abierta h m y boscosa 80 . 3 h:

1,5 mt

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3,50 mt

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AREA E

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3,80 mt 3,80 mt

EXTERIOR INTERIOR

NIVEL 2

EXTERIOR

NIVEL 2

NIVEL SUPERIOR

3,40 mt 3,40 mt

AR

h: 3,40 m

NIVEL SUPERIOR

NIVEL NIVEL 1 MEDIO EXTERIOR

AREA A

NIVEL 1

NIVEL SUPERIOR

h: 5 m NIVEL 1

NIVEL 3 NIVEL 2

1,5 mt 1,5 mt

AREA D

NIVEL 3

5 mt 5 mt 5 mt 3,80 mt

NIVEL 3

NIVEL SUPERIOR

h: 5 m

AREA D INTERIOR

,5 0

ÁREA E

3,50 mt

8

5 mt

3.

h: 5 m

área abierta y boscosa

NIVEL 3

ÁREA C

Sitio arqueológico de función ceremonial ubicado en el costado y base norte de Cerro Tusa. Nombres en la tradición oral: Altar Ceremonial, Ara de Cerro Tusa, Altar de Sacrificios, Piedra de las Escalas, ta er bi a a s o Piedra del Tigre. ea ár osc yb AREA E Cara de la Diosa, Diosa del Espejo, Cara de la Vieja y CoÁREA D ÁREA C ÁREA E ÁREA B ÁREA C ÁREA D ÁREA E ÁREA B CUEVAS DE SANTA CATALINA loso de Cerro Tusa. Cueva principal Cueva principal ÁREA D ÁREA C ÁREA E N N ÁREA B Prospección arqueológica en los alrededores de Cerro Tusa ÁREA D ÁREA C ÁREA E Cueva ÁREA principal B N AREA B NIVEL SUPERIOR Municipio de Venecia, Antioquia área abierta Cueva principal Tipo de formación geológica: bloques de roca volNIVEL SUPERIOR N m y boscosa 0 NIVEL SUPERIOR 8 3. NIVEL SUPERIOR h: VISTA DE PLANTA cánica Andesita que se desprenden del Cerro Tusa por ÁREA F ÁREA A ÁREA H ÁREA G su ladera norte y que presentan evidencias de diaclasaárea abierta NIVEL MEDIO y boscosa AREA A miento o desprendimiento natural por lajas. NIVEL MEDIO NIVEL INFERIOR h: 3,40 m Cronología: no se tienen evidencias arqueológicas h: 2,40 m precisas sobre la temporalidad del uso de estas rocas, pero según la información recuperada en las Cuevas de h: 3 NIVEL INFERIOR Santa Catalina, se cree que entre los años 200-600 d.C. ,5 AREA H 0m AREA G á re a ÁREA D ÁREA C ÁREA E ÁREA B a b ie y bo Cueva principal se celebraban rituales en el Altar Ceremonial dirigidos a scos rta a ÁREA F ÁREA A ÁREA H ÁREA G NIVEL SUPERIOR m ÁREA F ÁREA A ÁREA H ÁREA G h: 2 0 2 la Cara de la Diosa. 2 ,5 0 ÁREA F ÁREA A ÁREA H ÁREA G L 3, m VE NIVEL MEDIO NIVEL INFERIOR h: 1 NI CONVENCIONES L VE NIVEL MEDIO NIVEL INFERIOR I Hipótesis acerca de su significado: Cerro Tusa es N NIVEL MEDIO NIVEL INFERIOR Densidad de cerámica alta considerado un hito geográfico desde la antigüedad, por Área abierta ÁREA F ÁREA A ÁREAsu H visibilidad desde ÁREAla G periferia y la particularidad de su Área cerrada forma piramidal. Nadie pudo haber pasado por la región Rocas NIVEL MEDIO INFERIOR sinNIVEL percibir esta formación geomorfológica única en su volumetría, en especial los transeúntes que llegaban por el camino procedentes de Titiribí y la quebrada SiniCUEVAS DE SANTA CATALINA faná en el norte, pues es desde este costado de donde ÁREA F ÁREA A ÁREA H ÁREA G Prospección arqueológica en los alrededores de Cerro Tusa más espectacularidad proyecta su forma. Municipio de Venecia, Antioquia NIVEL MEDIO NIVEL INFERIOR AREAEXTERIOR B área abierta y boscosa AREA D 0m h:

h: 2

Prospección arqueológica en los alrededores de Cerro Tusa Municipio de Venecia, Antioquia Municipio de Venecia, Antioquia

VISTA DE PLANTA NIVEL SUPERIOR ÁREA D VISTA DE PLANTA ÁREA B VISTA DE PLANTACueva principal

AREA E

NIVEL 2

AREA H

1,5 mt

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h: 5 m NIVEL 3

á re a y b o a b ie rt a sc o sa

CUEVAS DE SANTA CATALINA ProspecciónCUEVAS arqueológica los alrededores de Cerro Tusa DEenSANTA CATALINA CUEVAS DE SANTA CATALINA Municipio de Venecia, Antioquia de Cerro Tusa Prospección arqueológica en los alrededores

,3

AR a rt ie ab sa o ea ár osc yb

AREA D

N

2. Sitio Ceremonial de Cerro Tusa: Altar Ceremonial – Cara de la Diosa

5 mt

VISTA DE PLANTA

EXTERIOR

NIVEL 2

0

NIVEL 3

Los monolitos del Altar Ceremonial y La Cara de la Diosa fueron descubiertos por el Dr. Alfredo Cock Arango en 1936, y siguen siendo un enigma aún no resuelto, ya que no se han realizado estudios de microdesgaste de las rocas que permitan profundizar en las hipótesis acerca de su manufactura humana. Se trata de un monolito de nueve peldaños en forma de “V”, posiblemente labrados, que ascienden a una plataforma. Esta roca fue probablemente utilizada por los indígenas como ofrendatario, lugar de culto y ceremonias. Desde la roca, al elevar la mirada, sobresale entre el bosque otro monolito que aflora de la montaña, donde se puede apreciar un aparente rostro humano. Se trata de un desprendimiento de la roca ígnea de Cerro Tusa, que se asoma por su ladera norte, a 50 m de altura aproximadamente. Tiene la apariencia de una cara humana vista de perfil, la cual dirige su mirada hacia el sol poniente (Occidente). Está cubierta de vegetación en sus alrededores, dándole el aspecto de una tupida cabellera. Este conjunto de altar e ídolo, ya sea natural o tallado por los indígenas, pudo constituir un importante santuario precolombino al que conducían diferentes caminos de piedra que confluyen en la base del Cerro Tusa, posibilitando las peregrinaciones religiosas de los pueblos que habitaron una amplia región durante la época prehispánica. El sitio arqueológico de Cerro Tusa está conformado por varios monolitos en piedra, cada uno con características particulares. Al analizarlos en conjunto y tener en cuenta su localización en la ladera norte de Cerro Tusa, que es la única que presenta la forma piramidal,

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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

Prospección y descubrimientos arqueológicos en los alrededores de Cerro Tusa

es cuando el observador se puede empezar a cuestionar sobre la manufactura humana de dichos monumentos, al igual que por su significado para las poblaciones antiguas asentadas en esta zona. Acústica: la onda sonora rebota contra el Cerro Tusa y se expande hacia los dos lados y se devuelve hacia el altar. Leyendas: cuenta la leyenda que en la Piedra de las Escalas, se celebraban rituales y se depositaban ofrendas a la Cara de la Diosa, una representación mitológica de una diosa de la naturaleza o Madre Tierra. En la tradición oral también se conoce como la Diosa del Espejo, porque el sol poniente se refleja en el rostro que mira fijamente hacia el occidente. El Altar Ceremonial o Piedra de las Escalas también es conocido como la Piedra del Tigre, porque allí habitaba un jaguar que acechaba a los viajeros que pasaban por el camino antiguo. (García, 1981)

Por el costado norte de Cerro Tusa se asoma la Cara de la Diosa. Se trata de un inmenso monolito de roca volcánica. Foto: Víctor Hugo Restrepo Pérez

Arriba: Perfil de la Cara de la Diosa. Derecha: Detalle de la Cara de la Diosa. Foto: Jota Valencia

Vista de planta y del costado oriental del Altar Ceremonial. Fotos: Víctor Hugo Restrepo Pérez

Altar Ceremonial - Vista de planta

Altar Ceremonial - Vista oriental

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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

Camino Antiguo Venecia-Bolombolo Nombres en la tradición oral: camino prehispánico Venecia-Bolombolo, Camino de Bolívar, la Calle Antigua. Cronología: (0-2.019 d.C.) Camino ancestral utilizado de manera continua durante 2.000 años, como ruta de peregrinajes religiosos y de comercio entre diferentes poblaciones de diversos pisos térmicos. Sigue siendo una servidumbre de uso público municipal. Hipótesis acerca de su significado: el camino antiguo Venecia-Bolombolo, también conocido como camino de Bolívar porque llegaba hasta Ciudad Bolívar, tiene una longitud de 15 km y está señalizado. Al parecer, este camino fue una ruta muy importante desde tiempos prehispánicos. Posteriormente, durante las expediciones de Conquista en el siglo XVI los españoles siguieron las rutas de comercio de los pueblos indígenas para ingresar a este territorio de cordilleras escarpadas. En las crónicas de Conquista, aparecen alusiones a la existencia de caminos empedrados en la Provincia de Cenufaná (Tovar, 1993). Aún se conservan varios tramos empedrados que presentan características constructivas de la ingeniería prehispánica: un trazado con pocas curvas y con tramos de pendiente exigente para cuadrúpedos, que va principalmente por la cuchilla y divisoria de aguas, brindándole al caminante una visión panorámica durante casi todo el recorrido; cuenta con acequias laterales para desviar el

Prospección y descubrimientos arqueológicos en los alrededores de Cerro Tusa

agua y evitar la erosión, y escalones amplios y de poca altura para aliviar las cargas de los porteadores. Estas rutas fueron utilizadas para peregrinaciones religiosas a los sitios sagrados o santuarios y para conectar redes comerciales, ya que unían poblaciones ubicadas en variados pisos térmicos y de diversos productos agrícolas, como las tierras altas de clima templado en los alrededores de Cerro Bravo y Cerro Tusa y las tierras bajas de clima cálido a orillas del río Cauca, el valle de la quebrada Sinifaná y Bolombolo. Por estas rutas se intercambiaron productos e ideas a través de caravanas de porteadores de tejidos de algodón, piezas de oro y otras aleaciones, así como variedad de productos agrícolas. El camino antiguo es la columna vertebral de un sistema geográfico, cuya ruta articula sitios de importancia arqueológica y con funciones culturales específicas como las cuevas de Santa Catalina, el Altar Ceremonial, la Cara de la Diosa, el Cerro Tusa, y varios sitios de miradores y cementerios indígenas. Este camino también une dos importantes minas de oro de veta, cuyos aluviones fueron seguramente explotados desde tiempos prehispánicos: las del corregimiento de Minas, ubicado en la parte alta del Municipio, al occidente de Cerro Bravo y en el límite entre los municipios de Venecia y Fredonia, y las famosas minas de El Zancudo, hacia el noroccidente de la cabecera de Titiribí, cuya fundición estaba ubicada en el poblado de Sabaletas, al norte de Cerro Tusa.

Izquierda: Tramo conservado del camino antiguo Venecia-Bolombolo, en predios de la finca Rochiles, antes de llegar a La Quiebra. Se pueden ver los escalones amplios y de poca altura para aliviar las cargas de los porteadores y las acequias transversales, para desviar el agua y evitar la erosión de la calzada. Abajo: Tramo del camino antiguo Venecia-Bolombolo, en predios de la finca La India, en la base suroriental de Cerro Tusa.

Izquierda: Tramo conservado del camino antiguo Cerro Bravo - Venecia, el cual conduce al petroglifo de La Amalia. Foto: Carolina Martínez Bermúdez

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Prospección y descubrimientos arqueológicos en los alrededores de Cerro Tusa

Tramo conservado

Colina cementerio y mirador No 1

Colina cementerio y mirador No. 1.

“El primer cementerio que existió en lo que hoy es el municipio de Venecia, estuvo situado en un filo que existe entre la piedra de las escalas en Cerro Tusa, llamada también la piedra del tigre, y la Portada, en finca que es hoy del señor Belisario Herrera B.; en él sepultaban a los muertos de los que son hoy las fincas de La Loma, Granates y La Tupiada (hoy Betania), especialmente por causa de viruelas, epidemia que causaba innumerables muertes o víctimas, no sólo en Venecia sino en toda Antioquia y Colombia.// Como no había cementerios sino en Sabaletas y en Fredonia, en tiempos de lluvias la quebrada Sinifaná no dejaba paso; era el viaje a Fredonia por caminos fangosos, selváticos y peligrosos por las fieras; resultaba imposible llevar los cadáveres a esos lugares, y era necesario sepultarlos en ese cementerio.” (García, 1981: 31)

El Cementerio Tipo de formación geomorfológica: aterrazamiento en una cima de colina con pendiente suave. Altura: 1.392 m.s.n.m. Cronología: enterramientos prehispánicos y del siglo XIX. Vista Panorámica: desde la cima de esta colina mirador, ubicada en uno de los potreros de la finca Torreblanca, se puede apreciar una panorámica privilegiada de 360 grados. Hacia el norte se encuentran la cuenca de la quebrada Sinifaná y la finca La Siria, la vereda La Meseta, el Alto de Los Micos, el sillar de La Albania, en el municipio de Titiribí. Desde Titiribí, al frente, se tendría la mejor perspectiva del Cerro Tusa y de la de ruta de peregrinaje hacia su base. Hacia el sur se encuentra el Cerro Tusa, visto directamente por su ladera norte o piramidal, de la que emerge la Cara de la Diosa desde el bosque. Hacia el oriente se encuentran las cuevas de Santa Catalina, el casco urbano de Venecia y al fondo, el Cerro Bravo. Hacia el occidente se aprecian los farallones del Citará, en límites con el Chocó; el cañón del río Cauca; los municipios de Tarso, con sus mesetas aluviales, y de Concordia, con su Morro Plancho y su cascada.

Acústica: la onda sonora rebota contra el Cerro Tusa y se expande hacia los dos lados por la vía de acceso. Desde este punto, el eco de Cerro Tusa es mágico. Leyenda: desde hace muchos años este sitio es conocido como El Cementerio, en la tradición oral de los habitantes del caserío La Portada. Hipótesis acerca de su significado: según las investigaciones arqueológicas e históricas realizadas, esta colina fue un sitio de enterramiento prehispánico, por ser un lugar de elevación y vista privilegiada más cercano a los dioses. Desde esta colina se escucha mejor la acústica de Cerro Tusa, lo que la convierte en un anfiteatro natural y realza el carácter ritual de todo este sitio. Aún se pueden ver las cavidades profundas de las tumbas de pozo con cámara lateral del período Tardío, que pudieron ser excavadas por guaqueros. Existen registros históricos y arqueológicos de que posteriormente, durante el siglo XIX, siguió siendo utilizado como cementerio tras una peste de viruela que afectó las fincas ubicadas en los alrededores de Cerro Tusa. Antes de que se fundara Venecia, las personas que morían en las fincas como La Loma, Granates y Betania, no podían ser llevados hasta los cementerios de Fredonia y Sabaletas por las fuertes crecientes de la quebrada Sinifaná (García, 1981), por lo cual fueron enterradas en este sitio dándole continuidad a las costumbres funerarias, que así permanecieron vigentes desde la época prehispánica. Este cementerio puede estar en relación con el conjunto de monolitos, no solo por estar a una distancia corta, sino también por ser un sitio de carácter simbólico

dentro del mismo espacio geográfico. Desde la cima de esta colina se puede ver directamente hacia el sur, el Cerro Tusa por su costado norte, por donde asoma precisamente la Cara de la Diosa. Todo el conjunto presenta también una acústica inusual. Se da un fenómeno de eco cuando los sonidos rebotan en la montaña y se dispersan en varias direcciones (tanto los emitidos desde el Altar de Sacrificios como desde “el Cementerio”), dato que puede estar unido con su función como sitio de recogimiento y anfiteatro.

TITIRIBÍ

VENECIA

Hachas neolíticas rituales y manos de moler encontradas en las Cuevas de Santa Catalina.

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La geografía mítica del departamento de Antioquia

Petroglifos en la Vereda La Amalia

Ubicación petroglifos en la vereda Arabia

Los Petroglifos Petro: Piedra Glifo: escritura Los petroglifos les dan vida a las rocas, hacen que los espíritus que habitan en los sitios mágicos o de poder cobren vida. Al tallar, el artista está dejando una ofrenda, ya que el petroglifo y su acto de creación es un ritual en sí mismo. Las rocas primigenias que se formaron durante las eras geológicas de alta actividad volcánica son lugares donde los indígenas se comunican con el mundo espiritual. Los diseños y símbolos que contienen los petroglifos son similares a los que se han reportado en el municipio de Támesis (Arcila, 1956 y Gómez, 2015). Se pueden hacer relaciones y similitudes entre los grabados de ambos territorios, no obstante, se desconoce su significado. La mayoría de los petroglifos están ubicados cerca de lugares relacionados con el agua como nacimientos, cascadas y charcos. Algunos podrían estar orientados como marcadores de solsticios y equinoccios.

Ubicación: parte alta de la Hacienda La Amalia, en la base del escarpe, cerca de un nacimiento de agua y de una cascada. Descripción: se trata de 13 figuras similares, pero de diferentes tamaños, de significado desconocido. Hipótesis: Podría tratarse de bancos de chamanes, de alcarrazas a doble vertedera o de una representación esquemática del vuelo chamánico. No obstante, el significado real se desconoce.

2. Petroglifo Quebrada Arabia

Petroglifo Alto Careperro Fotos: Carolina Martínez Bermúdez

Petroglifos en la Vereda Arabia Ambos petroglifos registrados en la vereda Arabia parecen ser elaborados por la mano del mismo artista y están a unos 300m de distancia. 1. Petroglifo Alto Careperro

Petroglifos de La Amalia. Foto: Carolina Martínez Bermúdez

Ubicación: a unos 200 m por encima de la quebrada Arabia, en la finca San Cayetano, en una roca en medio de un potrero, llegando casi a la cima de una montaña empinada conocida como el Alto Careperro. Medidas: Longitud = 40 cm, ancho = 35 cm Descripción: Presenta 5 dedos en cada una de las cuatro patas y cola, lo que indicaría que podría ser un primate, por la cola, o un ser antropozoomorfo. Podría tratarse de un mico.

Nombre: Dios Rana de la Quebrada Arabia Ubicación: Cauce de la quebrada Arabia, en el tramo que recorre la hacienda San Cayetano, antes de llegar al Salto. Medidas: Longitud = 120 cm, ancho = 80 cm Descripción: Piedra de gran tamaño, ubicada hacia el margen izquierdo de la quebrada Arabia, en un charco profundo, la cual esconde en una concavidad un petroglifo, aún muy bien conservado a pesar del contacto con el agua. Se trata de una figura antropomorfa, con el vientre elipsoidal, dos orificios en el vientre–ombligo, la cabeza en forma de trapecio y cinco dedos en cada una de las 4 extremidades. Hipótesis: posible medidor del caudal del agua, ya que se puede ver según el nivel que tenga la quebrada en este hermoso charco. También se ha interpretado como un posible sitio para los rituales de la primera menstruación de las mujeres, representación y sitio de fertilidad de la tierra y la fecundidad de las mujeres. El cañón de Arabia es un sitio de gran fertilidad por sus suelos volcánicos, donde se debió cultivar abundante maíz en la época precolombina.

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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

Consideraciones finales

Las Cuevas como Santuario Precolombino

E

Cerro Tusa desde un avión. Detrás el cañón de Arabia y el valle del río Cauca al fondo. Foto: María Cristina Abad Ángel

n la literatura arqueológica existen registros de sitios arqueológicos en cuevas con características similares a las del municipio de Venecia en otros lugares de América, los cuales fueron utilizados como santuarios y adoratorios por diferentes culturas precolombinas, como por ejemplo entre los Olmecas y los Mayas de Mesoamérica. En esta región se han identificado en los últimos años yacimientos arqueológicos importantes al interior de cuevas, como es el caso de “Naj Tunich” (Brady, 1986) y la “Cueva de Sangre”, en Dos Pilas (Brady, 1995), ambas ubicadas en el departamento de Petén, Guatemala. Al interior de estas cuevas, los arqueólogos recuperaron ricas colecciones de materiales de carácter ritual como vasijas polícromas con un acabado pulido, incensarios de cerámica, gran cantidad de vasijas fragmentadas, hachas de jade, cuchillos de obsidiana y chert, espejos de pirita y agujas de hueso. Además, estas cuevas de varios kilómetros de profundidad conservan pinturas murales que representan de manera gráfica los peregrinajes que los Mayas hacían allí, con el

fin de entrar en contacto con los espíritus a través de sacrificios de sangre y quema de incienso. Según Brady (1989), gran cantidad de los tributos que eran ofrecidos por el pueblo a sus mandatarios terminaron en estos recintos subterráneos, como un tributo a sus dioses. En la religión Amerindia, se le atribuyen al paisaje poderes sobrenaturales (Arbelaéz, 1997), las cuevas son entendidas como portales hacia el mundo espiritual. Estos sitios subterráneos y secretos representan para las culturas indígenas de América el “Infra Mundo”: un lugar que se relaciona con la creación y con el útero de la Madre Tierra, de donde provienen la fertilidad y las cosechas. Allí se celebran ceremonias en las que se depositan ofrendas en su interior como parte de un tributo de reciprocidad o agradecimiento con las deidades y como una forma de garantizar el ciclo cósmico de fertilidad y nuevas cosechas. En estos ritos aparece, por lo general, la quema de incienso en recipientes fabricados para tal uso.


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DEVELANDO EL MISTERIO DE CERRO TUSA

Prácticas de carácter ritual en relación con las cuevas persisten hasta la actualidad en Mesoamérica y se han documentado en la literatura etnográfica. Los Lacandones que habitan la selva Lacandona, en el estado de Chiapas (México), conservan algunas de las tradiciones de los antiguos Mayas. Ellos ingresan a las cuevas, las cuales consideran santuarios, para realizar sus ceremonias, en las que queman copal en incensarios de cerámica (Morley y Brainerd, 1983). En la arqueología colombiana, aunque son escasos, también han sido reportados sitios con condiciones similares. Según Rojas de Perdomo (1980), entre los Muiscas del altiplano cundiboyacense, las cuevas también jugaron un papel importante:

“Los principales adoratorios eran los cerros, cuevas, grutas y lagunas, a donde iban a celebrar sus ceremonias en grandes procesiones, por caminos especialmente construidos para ello.” (Rojas de Perdomo, 1980: 139)

Consideraciones finales

En la actualidad, los Emberá de la zona occidental de Colombia solo permiten que los Jaibaná (hombres de conocimiento) tengan acceso a las partes altas y escarpadas de la cordillera occidental (De Friedemann y Arocha, 1993). También los Kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta utilizan las cuevas ubicadas en las zonas de páramo para llevar a cabo la educación de los futuros Mamas (hombres de conocimiento) por parte de los Mamas con más experiencia (Reichel-Dolmatoff, 1976). Pagamentos a la Madre Tierra la ofrenda precolombina La ofrenda recuperada en las Cuevas de Santa Catalina la constituyen hachas rituales, manos de moler, figurinas, poporos, alcarrazas a doble vertedera, cuencos, platos, botellas, vasijas miniatura y otras en forma de corazones. Todo este conjunto representa un banquete servido a los dioses. Las urnas funerarias no están presentes en dicho ajuar lo que reafirma el carácter ritual de la vajilla. Los sitios conocidos en el Perú como Huacas, y los cenotes Mayas, eran lugares de pagamento, lugares donde las características paisajísticas escenifican el mito de origen y de creación, mitos que son reafirmados durante los rituales. En estos ritos las ofrendas eran sacrificadas, “matando” las cerámicas contra las rocas de los organales y cuevas, realizando una transferencia a los Dioses del Inframundo y a la Madre Tierra. La ofrenda o el pagamento es la manera como los pueblos originarios de América Precolombina rendían

culto a la Madre Tierra, para retribuir los recursos naturales y cultivos recibidos. El ritual reactualiza el mito de origen y algunos de los sitios como cuevas, altares en piedra, petroglifos y santuarios serían puntos del paisaje que escenifican los lugares mitológicos. El de Venecia, enmarcado por Cerro Tusa, es un paisaje ritual que invita a viajar por los lugares de origen de los pueblos amerindios. Posiblemente estos rituales fueron en devoción a la Madre Tierra en ciertos momentos del ciclo solar, como los solsticios y equinoccios, con el fin de celebrar las siembras y los períodos de cosechas. Algunas representaciones antropozoomorfas de seres mitológicos, o mujeres con los rasgos sexuales marcados, sugieren rituales ligados a la fertilidad de las cosechas y a la fecundidad de las mujeres. Las figurinas, así como las denominadas Venus en otras culturas, son símbolo de la fertilidad de la Tierra. Algunas de las herramientas líticas que fueron encontradas en el interior de las cuevas de Santa Catalina demuestran una predilección de materias primas de color verde, posiblemente debido a que este es el color del agua y simboliza la fertilidad que traen lo ríos al irrigar los campos. El Cerro Tusa, desde sus diferentes ángulos visuales, en especial su cara norte o piramidal, invita a los peregrinos a la congregación con su halo de misterio. Finalmente, concluimos que no se puede demostrar científicamente si los monolitos ubicados en la base de Cerro Tusa son tallados o modificados de manera

antrópica, pero si se puede relacionar el sitio con el sistema poblacional indígena, ya que seguramente los pobladores del Período Temprano pasaron cerca de las piedras, siguiendo esta antigua ruta con rumbo a los organales de Titiribí, como los vestigios lo corroboran (Arcila, 1969 y Botero, 2000 y 2002). Los antiguos pobladores seguramente los vieron, mucho más los que venían desde Titiribí admirados con la forma del Cerro Tusa y posiblemente se detenían a observar. La función que pudo haber tenido este lugar es la de un gran sitio ceremonial o templo de carácter colectivo. Como se mencionó anteriormente, sitios ceremoniales como las Cuevas de Santa Catalina aparecen en la literatura arqueológica y antropológica, como de acceso restringido a ciertas élites del grupo social o para ciertos momentos del año. La elaborada vajilla encontrada parece indicar esto como una posibilidad factible. Por el contrario, el sitio ceremonial de Cerro Tusa jugaba un papel alterno, al invitar con su atractiva forma a los pobladores de la periferia a reuniones colectivas, que pudieron tener carácter ceremonial según la presencia de un aparente ídolo con su correspondiente adoratorio. Debajo de las capas de polvo y tierra que van compactando las lluvias y los vientos en nuestro planeta, se van ocultando otros mundos, culturas y tiempos remotos, susceptibles de ser develados con paciencia y esfuerzo. La arqueología, lentamente, va transcribiendo las capas del suelo y su contenido en capas semánticas que envuelven los misterios de los ancestros.

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49 Tabla 1. Cuadro sinóptico de las poblaciones prehispánicas instaladas en la cuenca montañosa del río Cauca en el Suroeste de Antioquia Período

Cronología

Cerámica

Patrón de Asentamiento

Modo de subsistencia

Patrón Funerario

Temprano

Del 1er siglo a.C. al siglo VII d.C.

Estilo “Marrón Inciso” o “Quimbaya Clásico”.

Mayor número de dataciones en el siglo IV d.C.

Variantes regionales en diferentes valles tales como el complejo La Sorga (cañón del río Cauca) y el complejo Titiribíes y Sinifanáes (cuenca de la quebrada Sinifaná)

Pequeñas aldeas situadas sobre terrazas y en las cimas de colinas aplanadas, en tierras cultivables y en cercanía de fuentes de agua y de recursos minerales como el agua salada y los aluviones auríferos.

Agricultura en las tierras fértiles, principalmente cultivos de maíz, complementado con los productos de la pesca, la caza y la recolección.

Entierros individuales o colectivos, al interior de urnas cinerarias depositadas al interior de tumbas de pozo simples, de menos de un metro de profundidad, acompañadas o no de ofrendas. Tumbas situadas por lo general al interior de los sitios de vivienda. Variante regional en las tierras bajas del cañón del río Cauca: mismo tipo de sepultura debajo de grandes rocas de origen volcánico o abrigos rocosos.

Explotación de recursos minerales como el oro y la sal.

Sistema de comunicación entre los diferentes valles a través de caminos para ejercer el comercio y diversificar la economía.

Tardío

Del siglo IX d.C. al siglo XVI d.C. (llegada de los españoles en 1541)

Estilo “Tardío” o “Cauca Medio”. Diferencias a nivel funcional con una “vajilla burda” de carácter doméstico y una ”vajilla pulida”, principalmente funeraria. Profusión de volantes de huso

Pequeñas aldeas situadas sobre terrazas y en las cimas de colinas aplanadas, sobre tierras cultivables y en cercanía de fuentes de agua y de recursos minerales como el agua salada y los aluviones auríferos. Sistema de comunicación entre los diferentes valles a través de caminos para ejercer el comercio y diversificar la economía. Referencias en las crónicas del siglo XVI de grandes poblados los cuales no han sido identificados por la arqueología

Agricultura en las tierras fértiles, principalmente cultivos de maíz, complementado con los productos de la pesca, la caza y la recolección. Explotación de recursos minerales como el oro y la sal. Agricultura de algodón en las tierras bajas aluviales

Sepulturas primarias individuales o colectivas, depositadas al interior de tumbas de pozo con cámara lateral. Tumbas situadas en cementerios independientes de los sitios de habitación, generalmente en lugares geográficos privilegiados (cimas de cerros). Pozo de acceso: 2 a 6 m de profundidad. Forma redonda o rectangular. Cámara lateral: una o dos, con techo cónico abovedado, en forma de bohío. Algunas decoradas con las líneas geométricas y un engobe, imitando el entramado de los techos de los bohíos. Escalones o nichos al interior para ubicar las ofrendas. Posición del difunto: Cúbito dorsal sobre el piso de la cámara.

Tabla 2. Dataciones correspondientes al período Temprano (estilo cerámico Marrón Inciso) en el centro del departamento de Antioquia Municipio

Sitio – Unidad de Muestreo

Titiribí

Organal Patudo (El Bosque)

Támesis

Cartama - Sitio 9

San Jerónimo

San Vicente Sondeo 8-Estrato III

Jericó Santa Elena

Datación AP (Antes del presente)

Datación d.C.

Laboratorio y número de muestra

Fuente

180 ± 100 d.C.

Dur2000 TL qi 273-3

Botero, 2000

1750 ± 50 AP

200 ± 50 d.C.

Beta-102030

Martínez, 1999

1650 ± 50 AP

300 ± 50 d.C.

Beta-100529

Botero, Monsalve y Múnera, 1998

La Magdalena

1650 ± 50

300 ± 50 d.C

Beta-243751

Gómez y Ortiz, 2012

Vereda Mazo – Sitio Tiestero 1

1640 ± 60 AP

310 ± 60 d.C.

GrN-17664

Santos, 1986

Armenia

La Herradura

1630 ± 80 AP

320 ± 80 d.C

Beta-47590

Nieto, 1991

Jericó

Puente Iglesias Abrigo 1-Entierro 2

1570 ± 60 AP

380 ± 60 d.C.

Beta-70370

Otero de Santos, 1992

Támesis

Las Nieves - Terraza 9

1560 ± 30

390 ± 30 d.C.

Beta -329323

Gómez y Ortiz, 2012

Santa Elena

Vereda Mazo - Sitio El Tiestero

1540 ± 60 AP

410 ± 60 d.C.

Beta-67471

Botero y Vélez, 1994

Támesis

Cartama - Sitio 4

1520 ± 100 AP

430 ± 100 d.C.

Beta -122066

Martínez, 1999

San Jerónimo

Garabato Sondeo 2 - Rasgo

1520 ± 50 AP

430 ± 50 d.C.

Beta-100531

Botero, Monsalve y Múnera, 1998

Venecia

Finca Olajeros Abrigo Rocoso – Río Cauca

450 ± 180 d.C.

OxL-1305 (TL)

Aristizábal, 2002

Titiribí

La Peña Familia Saldarriaga

1490 ± 40 AP

330 à 460 d.C.

Beta-147319

Botero, 2000

Támesis

Cartama - Sitio 4

1470 ± 30 AP

480 ± 30 d.C.

Beta-122065

Martínez, 1999

Santa Elena

Vereda Mazo -Sitio El Tiestero

1430 ± 70 AP

520 ±70 d.C.

Beta-67470

Botero et Vélez, 1994

Venecia

Cuevas Sta. Catalina - Área H2

520 + 150 d.C.

OxL-1304 (TL)

Aristizábal, 2002

Andes

Vereda Santa Rita Fuente Salina

1420 ± 70 AP

530 + 70 d.C.

Beta-114042

Obregón, Hernández y Agudelo, 1998

Támesis

Cartama - Sitio 9

1380 ± 40 AP

570 ± 40 d.C.

Beta-122067

Martínez, 1999

Jericó

La Elvira

1370 ± 60

580 ± 60 d.C

Beta-243753

Gómez y Ortiz, 2012

Santa Elena

Vereda Mazo - Campo 8

1360 ± 50 AP

590 ± 50 d.C.

Beta-94909

Botero, 1999

Titiribí

Organal La Floresta

640 ± 260 d.C.

Dur2000 TL qi 273-2

Botero, 2000

Convenciones Rojo: Dataciones por termoluminiscencia de cuevas y organales situados en la cuenca de la quebrada Sinifaná (municipios de Titiribí y Venecia). Verde: Dataciones de sitios funerarios ubicados en abrigos rocosos situados en las tierras bajas del cañon del río Cauca (municipios de Jericó, Venecia y Titiribí). Azul : Dataciones de radiocarbono de sitios relacionados con la explotación de sal (municipios de Andes y corregimiento de Santa Elena).


Dedicatoria Con este libro quiero rendir un homenaje a mis ancestros, mis abuelos, todos del suroeste… Mayo y Lula de Fredonia, Papapa y Mamama de Támesis y Jardín. Sus historias de fincas, pueblos, cafetales, paseos de quebradas, cabalgatas, leyendas de tesoros, de sitios misteriosos y espantos fueron mi infancia y mis recuerdos más preciosos. Luego, durante mis años de estudiante, fueron mi apoyo y me acogieron en su finca en Bolombolo para estar cerca de Cerro Tusa. Siempre agradezco el tiempo compartido con ustedes y sus enseñanzas, y los llevo en mí corazón para siempre.



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