Ricardo Tormo Texto: Vicente Belda Fotos: Archivo V.B.
ICARDO E n la comunidad valenciana existe un circuito que lleva el nombre de un campeón del mundo, Ricardo Tormo. Ricardo fue un piloto que siempre será recordado con cariño por los amantes del motociclismo, especialmente por todos aquellos que le conocieron. 22
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icardo Tormo nace un siete de septiembre de 1952, en Ayacord, pequeño pueblo muy cerca de Canals (Valencia). Cuando Ricardo cuenta con ocho años, su padre se traslada con su mujer y sus cuatro hijos a Canals su pueblo natal. La infancia de Ricardo, sería como la de cualquier niño de su edad, con alguna travesura que otra. En una ocasión, le mordió la oreja a un maestro, para ello se subió a una silla. En aquellas fechas, su tío materno había montado un taller de motocicletas en Canals, al que Ricardo solía escaparse a ver motos siempre que tenía ocasión. No tardó en contaminarse del veneno del motor; con sólo ocho años, desmonta los motores de ciclomotor que entran en el taller de su tío. Con catorce años vende
Nota previa: muchas de las imágenes que ilustran este artículo son inéditas, nunca han sido publicadas. Disculpe el lector, por tanto, la calidad de algunas de ellas, extraídas de colecciones privadas por espectadores de la época.
ORMO la bicicleta regalada por su padre y compra por doscientas pesetas, una Ducson 49 de pura chatarra, las manos de Tormo pronto cambian su aspecto y dejan la moto en buen estado. Conoce a Vicente Mallol con quien correría años más tarde. Y llevado por la pasión, decide ser piloto tras presenciar su primera carrera en Játiva. Dos años más tarde vende la Ducson y compra le Derbi cinco marchas que ganó la carrera de Játiva y que tanto le motivó. La moto valía quince mil pesetas y él tan solo disponía de nueve m i l ; el vendedor, Riglas, u n veterano piloto, le permitió llevársela y pagar posteriormente el resto. La licencia, como tantos otros pilotos, llevaba una firma falsificada del progenitor, era la
única forma de salir en una carrera. La carrera, sería en Cullera en 1971 y Tormo entra en meta segundo tras Riglas, el piloto que le vendió la moto. El trofeo obtenido ha de esconderlo, pues era descabellado llevárselo a casa; al pasar el tiempo y enterarse su padre, rompió aquella licencia, sin embargo el trofeo entró en casa. Perdió un año, pero no dejó las carreras, pues hacía de mecánico de Mallol. Tras ello convence a su padre de que firme una nueva licencia, pese a la negativa cautelosa de su madre; todo aquel tiempo había estado el trofeo ganado en Cullera sobre el televisor, presidiendo el comedor. En aquella época era muy natural que en cada localidad se celebraran carreras de motos; "el