CIUDAD Y FRAGMENTO
RESUMEN La ciudad de Valparaíso, Chile, fue incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO, en 2003, al ser reconocida como testimonio excepcional de la fase temprana de globalización -fin siglo XIX-, al convertirse en puerto líder del Pacífico Sur. Esta condición de puerto, con sus procesos históricos propios, se manifestó en su consolidación urbana. Hoy, su condición patrimonial, ha llevado a concentrar esfuerzos de recuperación en la zona histórica; generando un proceso de especulación inmobiliaria y abandono de otras zonas de la ciudad. Todo lo anterior, junto a la experiencia que se tiene de la ciudad -reconoce valores patrimoniales en otras zonas de la ciudad-, definiendo para esta investigación un entendimiento de Valparaíso como un artefacto complejo, constituido por instancias espaciales intensas, cargadas de memoria y significado, llamadas Fragmentos Espaciales Memorables. Esta investigación, se desarrolla dentro del Proyecto DIPUV 056/2007, de la Universidad de Valparaíso, Chile. PALABRAS CLAVES: Patrimonio, Arquitectura, Ciudad, Fragmento espacial, Valparaíso.
Carlos Lara Aspee Arquitecto Doctor Profesor Escuela de Arquitectura Universidad de Valparaíso
Valparaíso entre los siglos XIX y XX. Para entender la importancia de Valparaíso en el contexto del acontecer comercial y portuario en
la segunda mitad del siglo XIX, debemos
situarnos en un momento histórico de transición a nivel mundial; en el cual, el espíritu de expansión de las potencias de la época, propiciaron el crecimiento y búsqueda de nuevas fuentes de inversión, tanto en la banca, como la industria, la navegación, el comercio importador y exportador entre otros. Según Villalobos Rivera, “Las relaciones con las casas comerciales del extranjero se estrechan, los comerciantes de fuera del país operan sin barreras y un número apreciable se establece en el puerto para atender sus propios negocios. Valparaíso toma alguna importancia como plaza comercial que anuda el tráfico y la navegación de las potencias extranjeras con lo mercados del Pacifico Sudamericano”.
Estas políticas de expansión económica, tuvieron eco en Valparaíso, al convertirse desde mediados del siglo XIX, en el centro marítimo-comercial de mayor importancia e influencia de la costa del Pacifico Sur. La ciudad se conforma como puerto internacional de primer nivel, reflejando urbana y arquitectónicamente estas dinámicas derivadas de su desarrollo histórico, que alcanza su máximo nivel de esplendor entre finales del siglo XIX y principios del XX.
En el ámbito político-comercial del país, la consolidación de la República, la estabilidad de los gobiernos liberales y la bonanza económica, derivada de las actividades mineras del salitre en la zona norte y del carbón en la zona sur del país, posibilitaron el crecimiento de la ciudad y su actividad comercial
y portuaria. Estos fueron
pilares fundamentales de su desarrollo,
permitiéndole superar el bombardeo de la Escuadra Española (1886) y luego la Guerra del Pacífico (1879-1884).
Si consideramos la posición de Valparaíso como puerto principal de la Republica y el proceso de inmigración generado a partir de la Independencia –que convirtieron- a las colonias inglesa y alemana en las principales promotoras del comercio y de la industria-, podemos explicar los cambios producidos
en la ciudad y las dinámicas de crecimiento que contribuyeron a la
configuración social urbana, que genero el actual tejido incluido en la lista del Patrimonio Mundial. Es así como la segunda mitad del siglo XIX se convierte para Valparaíso en una época de florecimiento urbano y consolidación social; contexto favorable para la actividad comercial, gracias a condiciones político-económicas, como la apertura de los mercados, la libertad de comercio y la relativa estabilidad del sistema político. Según Estrada Turra, “Su condición de puerto que, especialmente, en la segunda mitad del siglo XIX tuvo un destacado rol comercial en el Pacífico, le permitió concentrar gran cantidad de marinería
y, sobre todo, comerciantes
extranjeros que sobredimensionaron su presencia poblacional al asumir el control económico”2.
El temprano desarrollo comercial e industrial alcanzado por Valparaíso a mediados del siglo XIX y la creciente influencia de las colectividades extranjeras, permitieron la rápida consolidación de sus asentamientos residenciales en torno a los cerros Alegre y concepción, los cuales al estar ligados a la zona portuaria-bancaria, configuración la primera imagen valiosa continuidad entre los lugares de trabajo y residencia. El cosmopolitismo de la ciudad y su población extranjera, hicieron prosperar numerosas iniciativas de desarrollo. Es así como el puerto fue testigo, mucho antes que el resto del país, de las principales muestras de progreso traídas por los inmigrantes. En Valparaíso se instalaron capillas y el primer cementerio protestante del país, en 1825, como muestra de la diversidad cultural existente en la ciudad durante el siglo XIX. Junto con ello, se constituyen los primeros bancos e instituciones financieras a mediados del siglo XIX; la primera bolsa comercial del país (1858), las primeras librerías, el primer Cuero de Bomberos (1851). Así también, se crean escuelas, clubes sociales y deportivos e instituciones hospitalarias. Según Aguirre Echiburu, “Valparaíso ha sido el foco de muchas irradiaciones de progreso para roda la Republica y el sitio fructífero, ensayo de muchas reformas. Los extranjeros entraron aquí, antes que en la capital misma, ciertas libertades que aun no estaban incorporadas en nuestra legislación”3.
En el contexto mundial, Valparaíso fue testigo de la aplicación y puesta en marcha de logros tecnológicos y científicos venidos desde Europa y Estados Unidos. El ferrocarril entre Valparaíso y Santiago, impulsado con capitales ingleses y norteamericanos, fue comenzado en 1851, siendo el segundo en el país y uno de los primeros a nivel sudamericano; 21 años después de la primera línea de pasajeros en Liverpool, Inglaterra. Ese mismo año, se puso en funcionamiento el servicio de telégrafo, el primero en de Sud América; 14 años después de aplicado en Inglaterra. El alumbrado a gas fue instalado en la ciudad en 1856, siendo la primera ciudad en el cono sur, en adoptar este sistema. El teléfono fue inaugurado en 1880, solo 4 años después de ser patentado por Graham Bell en Estados Unidos. Con ello, los ascensores o funiculares –el primero construido en 1883-, persisten hasta la actualidad como muestras del avance técnico logrado, permitiendo una continuidad urbana entre plan y cerro; hoy son elementos altamente significativos en el paisaje de Valparaíso. Todo lo anterior cobra un reconocimiento mayor, si se considera la distancia geográfica que existe entre los centros de invención y nuestra ciudad. Así, desde la segunda mitad del siglo XIX, el empuje y optimismo en la economía, el comercio y la industria, permitieron la conformación de Valparaíso como puerto comercial de primer orden. Se logro consolidad urbana y arquitectónicamente la cuidad y sus relaciones sociales y culturales, a pesar de la destrucción causada por el terremoto de 1906; condición de supremacía que se mantuvo hasta las primeras décadas del siglo XX, en que sucesos internacionales como la apertura de del Canal de Panamá, la 1ª Guerra Mundial y finalmente la Gran Depresión, marcaron el inicio de su declive.
Podemos precisar que Valparaíso, como ciudad comercial y portuaria y sede de una sociedad más cosmopolita y librepensadora que Santiago, fue receptora primera y natural de los adelantos técnicos foráneos que fueron sucediéndose a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX. Esto se refleja en la fundación de numerosas empresas e instituciones, de la más diversa índole, que impulsaron el desarrollo industrial del país. Lo cual consolidó un paisaje urbano y una arquitectura propia, producto de su condición de puerto, de la decisiva influencia de la cultura europea y de la particular topografía, conformándose como un singular testimonio cultural del proceso temprano de globalización del siglo XIX.
Valparaíso como Sitio del Patrimonio Mundial UNESCO. La postulación de Valparaíso ante la UNESCO, se inicio en 1997. Cuando se postula una ciudad en particular, trae consigo intereses contrapuestos desde el ámbito político, social y económico; y para Chile, esta ciudad es emblemática, debido a la gran actividad marítimo-portuaria, que históricamente ha desarrollado, lo que le llevo a convertirse en su principal puerto comercial, desde el siglo XIX. Mas que su valor arquitectónico patrimonial, lo que se postulaba era su rol histórico, cuando Valparaíso se erguía como primera muestra de globalizaron mundial.
En el año 2000, ante la detección de problemas de conservación y manejo del bien en el expediente presentado por el Municipio de Valparaíso a ICOMOS, el Gobierno de Chile retira la postulación, para impulsar en la comunidad y autoridades locales, políticas y programas de conservación y reactivación de la ciudad. Para ello diseño un Plan de Trabajo, cuyo objetivo final era la Postulación de los Barrios Históricos de Valparaíso como Sitio del Patrimonio Mundial. Dicha labor involucro a los más diversos agentes de la ciudad. De este modo, se postula un “Sector del Área Histórica de la ciudad-puerto de Valparaíso en la Lista del Patrimonio Mundial”, lo que trajo consigo la realización de proyectos de conservación, mediante regularización urbana, puesta en valor del sitio, implementación de mecanismos de incentivo y fomento, así como un trabajo de reflexión y difusión de la naturaleza del patrimonio y su rol en el desenvolvimiento de la ciudad.
El fundamento principal de dicha postulación es que: “Valparaíso es un testimonio de la globalización de avanzado en el siglo XIX, cuando se convirtió en el puerto comercial líder de las rutas navieras de la costa del pacifico de Sudamérica”4. Esto genero un tipo particular de asentamiento, proveniente de varios países de Europa expresado en la arquitectura. Debido a su topografía singular de cerros y quebradas se crearon formas de vida y una identidad cultural propia. Esta se explica en la declaración de Valor que se dio al bien, donde se plantea que este:
“Corresponde a una ciudad de carácter marítimo-portuario, cuyo trazado y arquitectura son una respuesta a un medio geográfico y topográfico muy particular. Las condiciones geográficas fuera en este caso tan fuertes, que la adaptación de las formas construidas al medio dio lugar a un resultado plenamente original y singular”5.
Justificación de la Postulación. Valparaíso es una ciudad que nace sin una fundación formal, sin trazado planificado, sin los destinos y regularidad geométrica establecidos en la Colonia Española. Las condiciones naturales para el desarrollo de esta ciudad-puerto fueron la bahía a modo de teatro, una estrecha planicie entre el borde mar y el pie de los cerros y estos surcados por una red de quebradas orientadas hacia el mar.
Su desarrollo urbano esta marcado por los aspectos; primero, la escasez de suelo, para ello se desarrolló un esfuerzo por aumentar la superficie del plan entre 1832 y 1930, ganándole terreno al mar por medio de sucesivos rellenos. Luego por el doblamiento y densificación particular de los cerros. Los valores patrimoniales de Valparaíso se contienen como un todo. Las formas de relación entre las diferentes áreas –particularmente entre cerro y plan-, determinaron que Valparaíso no tenga un centro histórico, sino que se desarrollo generando diversos núcleos, en un proceso dinámico.
Su crecimiento sigue dos patrones: Uno en torno a su núcleo original (Iglesia Matriz) y la ampliación persistente hacia el noroeste. Su desarrollo y conformación se da en función de sus condicionantes naturales e históricas, alcanzando su configuración definitiva en la segunda mitad del siglo XIX, con la densificación de los cerros aledaños a su núcleo original y del sector El Almendral.
Criterios bajo los cuales se propone la inscripción de Valparaíso. -“El bien exhibe un importante intercambio de valores humanos, durante un periodo de tiempo de un área cultural del mundo, aplicado a la arquitectura, tecnología, obras monumentales, planificación urbana o diseño del paisaje”6. A lo largo de su historia republicana, Valparaíso recibió inmigrantes europeos, norteamericanos y chilenos de ámbito rural. El dialogo intercultural permitió aplicar como respuesta al desafío que imponían las condiciones geográficas del puerto, los avances tecnológicos de la era industrial, siendo los mejores testimonios de ello los ascensores, la ampliación del plan y las obras de encauzamiento de los cursos de agua de las quebradas.
-“Es un testimonio único o por lo menos excepcional, de una tradición cultural o de una civilización “7. Si bien la condición cosmopolita en la ciudad dio el aporte de diversos modelos de desarrollo urbano, estilos arquitectónicos y constructivos, fue el desafío e interacción creativa con que se adaptaron al medio, lo que convirtió en un testimonio único de una tradición cultural.
-”Es un ejemplo excepcional de asentamiento tradicional representativo de una cultura”8. El bien concentra los valores y elementos y elementos definitorios de un asentamiento tradicional, caracterizado por la diversidad en el plano tangible y por una particular desproporción armónica” entre el habitante, las formas construidas y la naturaleza. La principal característica responde a una realidad histórica marcada por el auge experimentado durante el siglo XIX, cuando la ciudad es el primer puerto del Pacifico Sur; condición que le permitió beneficiarse con los avances de la era industrial, y enriquecerse con el aporte de los inmigrantes.
Status legal. El bien postulado tiene la condición de Monumento Nacional. Esta categoría para los conjuntos urbanos, se denomina Zona Típica o Pintoresca. El bien tiene además la categoría de Zona de Conservación Histórica, dada en por el Seccional el cual incorporó al Plan Regulador Comunal, la protección del patrimonio arquitectónico y urbano, en el marco de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.
Zona de Amortiguación. Se distinguen dos tipos de tratamientos y realidades:
- La zona que se desarrolla a lo largo de los cerros. Tiene categoría de Zona Típica abarcando los cerros Alegre, Cordillera, parte del Cerro Santo Domingo y la Quebrada Márquez.
- La zona del plan y borde costero, tiene en su mayor parte, junto a las disposiciones propias del Plan Regulador Comunal, algunos pequeños sectores con declaratoria de Zona Típica. Cuenta, además, con una protección dad por el Seccional Preservación de Vistas desde Paseos Miradores.
- Un pequeño sector de la zona de amortiguación, desarrollado hacia el borde costero, esta protegido como Monumento Nacional.
Estado actual de Valparaíso, siglo XXI. Se puede afirmar que la protección oficial del bien, constituye una sumatoria de Zonas Típicas, mas que una concepción total de ciudad. Hoy la condición patrimonial que Valparaíso posee, ha llevado a concretar esfuerzos de recuperación en la zona patrimonial y de amortiguación; desatando un proceso de especulación inmobiliaria, reconocido en una terciarización de usos, en un abandono de este sector por sus residentes,
además de un interés desmesurado por lograr una presencia en este sector. Lo anterior se refleja en una perdida de cotidianeidad urbana. Se cierra un cuadro donde el estado actual del sector patrimonial, es el de un proceso cristalizado sin proyección; presentándose como enjambre de intenciones, algunas que por falta de experiencia, apuntan a la aparición de un parque temático histórico.
Ciudad y fragmento. La concentración de esfuerzos de recuperación, ha dejado en desmedro otras zonas de la ciudad. Esta, en su momento de esplendor, que es el momento histórico presentado a UNESCO, se extendía mas allá de del sector definido como patrimonial. La dinámica misma de ciudad puerto, posibilito este crecimiento. Hoy se reconocen zonas que poseen características similares a las presentadas ante UNESCO, pero sin una continuidad espacial, con el sector reconocido como patrimonial, quedando fuera de esta designación.
A lo anterior, se suma la concepción de Valparaíso, como artefacto complejo, constituido por instancias
espaciales
intensas,
cargadas
de
memoria
y
significado.
Estas
instancias,
corresponden a Fragmentos Memorables, presentados en la Tesis Doctoral de la UPM, Tejidos de Expansión en Ciudades Monumentales. Toledo, Segovia, Salamanca y Santiago de Compostela. Esta concepción, basada en el texto de Rowe y Koetter, “Ciudad Collage”, da cuenta de una ciudad, no continua y que manifiesta de modo esplendido, la complejidad que la construye. “En ciudad Collage, a partir de la revisión de las virtudes de la ciudad tradicional, se encuentra la relación de reciprocidad entre, la forma sólida de la ciudad y el espacio especifico que construye; reconociéndose como un espacio con forma, que permite distinguir una estructura legible”10. De este modo, se han develado y configurado, aquellos Fragmentos Espaciales Memorables, que articulan la zona patrimonial, con el resto de la ciudad. Son Instancias espaciales propias, que ubicadas distantes de la zona patrimonial oficial, abren la posibilidad de su reconocimiento. Se establecen una relación entre estos fragmentos, que da pie a entender la ciudad como Paisaje Cultural, constituido como Red de Fragmentos Espaciales Memorables.
Fragmentos Av. Gran Bretaña. Dentro del auge constructivo de la ciudad, luego del terremoto de 1906, se genera un proceso migratorio hacia Playa Ancha; radicándose en las nacientes poblaciones Bueras y San Juan del Puerto. El antiguo Camino Cintura se transforma en eje principal de la nueva urbanización, ubicándose en este las principales viviendas y conjuntos urbano-arquitectónicos, desarrollados por arquitectos de la época (Esteban Harrington, Carlos Claussen, Arturo Sthandier, René Raveau, entre otros). Estos inmuebles permanecen hasta hoy en muy buen estado, como ejemplos de la fina arquitectura en madera de herencia estilística europea y norteamericana, desarrollada entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Sector Av. Francia. El poblamiento del pie de cerro en Av. Francia, da cuenta de la condición urbana de transición entre el carácter mixto del Almendral y e sector residencial del Cerro Monjas. Se configura en la segunda mitad del siglo XIX, una ocupación en la quebrada Jaime, donde se ubicaron las primeras casas, los ascensores Monjas (1912) y La Cruz (1908), al igual que las primeras instalaciones industriales. Estas últimas se desarrollaron a comienzos del siglo XX, siendo la más importante la Fabrica Nacional de Envases y Enlosados S.A. (1905). Luego del terremoto, se construyeron agrupaciones de viviendas para satisfacer la demanda habitacional (Pasajes María Teresa, Nº 2 y Nº 3) y los conjuntos MENA (1908, arquitecto Arthur Batchelor) y Acosta (1911, arquitecto Albelardo Arriagada). Si bien el estado de conservación en general esta muy deteriorado, esta agrupación urbana permanece como valioso ejemplo de arraigo a la particular condición de pie de cerro.
Conjunto Favero, Cerro Florida. Construido entre 1909 y 1912 por el arquitecto italiano Giocondo Favero, en el antiguo Barrio de la Aguada. Este conjunto de departamentos de renta, responde a la urbanización post-terremoto de los accesos a los cerros desde el Plan, a través del encauzamiento de quebradas; transformándose en singular ejemplo de adaptación de viviendas colectivas a la topografía de Valparaíso y guardando una estrecha relación con el vecino Ascensor Florida (1906) y las escaleras aledañas.
Población Caja Nacional de Ahorros, Cerro San Juan de Dios. En 1910, luego del terremoto, como parte de la consolidación urbana y ocupación de terrenos intersticiales de la Quebrada San Juan de Dios, se conforma un primer loteo destinado a las viviendas de la clase obrera. Entre 1923 y 1925, esta incipiente urbanización se convierte en la actual Población Lord Cochrane, construida mediante la gestión de la Caja Nacional de Ahorros por el arquitecto Alfred Azancot. El conjunto, conservado en muy buen estado, permanece como importante ejemplo de adaptación de las distintas tipológicas habitacionales a la topografía de cerro y quebrada.
Población Luis Barros Borgoño de la Caja Nacional de Ahorros, Cerro Barón. El Aumento de la población en el Cerro Barón, desde finales del siglo XIX, derivado de las labores ferroviarias, motivó la construcción de soluciones de viviendas colectivas. Para ello, se adquiere en 1923 los terrenos ocupados por el huerto y la Casa de Ejercicios de la Orden Franciscana, construyéndose la población entre 1924 y 1925, proyectada por el arquitecto Alfred Azancot.
Poblaciones Av. Santa Elena. El proceso de poblamiento de la Quebrada de Los Lavados (actual Av. Santa Elena) nace con la instalación hacia finales del siglo XIX del Seminario San Rafael, al final del Estero de Las Delicias (actual Av. Argentina). El proceso de ocupación, en base a pequeñas quintas y ranchos, comenzó a densificarse luego del terremoto de 1906, con el
abovedamientos del cause y la instalación del Ascensor Ramaditas, en 1914, complementando el acceso vial a los sectores de Ramaditas y Barrio O’Higgins. Con la instalación de la Fábrica de Confites Costa, a partir de 1920 y hasta la década de 1950, la quebrada comienza su proceso de densificación. La actual Población Santa Elena, proyecto de la Sociedad de Poblaciones Santa Elena y situada al frente de la Fábrica Costa, fue planificada en 1921 y concluida en dos etapas entre 1925 y 1926, por el arquitecto Silva Blumen. Posteriormente se construye la Villa Santa Teresa y el grupo de chalets de la Cooperativa Vitalicia (1929), del arquitecto Vargas Stoller, conformado en a actualidad un enriquecedor espacio urbano en relación con el escenario industrial, la quebrada y el bosque.